Kai's POV.

Saltamos sobre el techo del dojo y de ahí bajamos apoyándonos en los marcos de las ventanas y de la pared.

-Es ésta -nos dice Mei, al tiempo que Nya usa sus poderes para mover el seguro y abrir la ventana.

Saltamos al interior y entramos a la habitación con una voltereta. El cuarto de Lar es enorme. Las paredes están pintadas de color arena. La calma tiene una colcha azul marino y sobre ésta hay un soporte con una bella katana en su funda de cuero negro. Además, hay toda clase de objetos de entrenamiento de pelea, como sacos para golpear y pesas de todos los tamaños . Pero lo que más abundan son los libros. Lar ya me había dicho cuánto le gusta leer y supongo que era de esperarse, considerando lo listo que es.

Me acerco a una de las cómodas, al lado de la cama y tomo un retrato familiar. En él se encuentran Midori, Walter, Lar y Mei; ellos deben tener unos ocho y cinco años. Se ven muy felices. De inmediato me llaga la imagen de una foto similar con mi familia. Regreso el retrato a donde estaba, como si hubiera agarrado una tarántula.

-Yo... realmente creí que no lo había conocido antes -me dice Mei, cuando se da cuenta de lo que tomé. Abre un cajón y saca una fotografía-. Parece que sí.

La oji-azul me entrega la foto. Se trata de Morro, con una bebé de grandes ojos color mar que se ve muy pequeña en sus brazos. Se siente raro ver aquello. Si no supiera cómo es Morro habría pensado que se trata de otra persona. Nunca lo había visto tan feliz. Me quedo absorto, con la vista fija en como mira con ternura al pequeño ser vivo en sus manos.

-Tal vez no habría sido un mal tío -murmuro, sin poder despegar la vista de la fotografía en mis manos.

-A veces pienso en ello, en qué habría pasado si se hubiese quedado, si hubiera renunciado a ir en un principio tras el cristal del reino. Supongo que es difícil abandonar lo que crees que es correcto.

-¿Por eso no estás molesta con Lar... o conmigo, por no decirte antes que lo había conocido?

-Entiendo que a veces hacemos cosas incorrectas por razones que creemos correctas -sonríe-. Cybermad debe haberle dado una razón a mi hermano para convertirlo en su maestro.

-¿Cómo cuál?

Mei se encoge de hombros.

-Tal vez al principio no era un mal sujeto, después de todo.

Cole's POV.

Buscamos en las repisas, en los cajones, entre los libros... pero nada. Estoy seguro de que Mei debe tener una razón para pensar que el prisma está aquí, y que no lo tiene él, pero... ¿Qué tal si es así? En ese caso estamos perdiendo el tiempo, mientras Cybermad hace el baile de la victoria con el prisma del viento en sus manos.

-Mei, el prisma no está aquí -le dice Jay, dándose por vencido.

-Hm... si fuera Lar... -musita, con el entrecejo fruncido y una mano en la barbilla. Se ve linda cuando intenta dar con una solución... em... concéntrate, Cole-... dónde ocultaría el prisma... ¡Eso es!

Vemos como Mei se agacha y saca una caja desde debajo de la cama. ¡Claro! ¿Cómo no se nos ocurrió buscar allí? Nos acercamos a ella y vemos que la caja es en realidad una versión más pequeña de una caja fuerte, ¿Y saben qué? No sabemos la combinación.

-Déjame intentar -le pide Jay a Mei, ella le da la caja de metal.

-Jay, no creo que la combinación sea 1, 2, 3, 4 -le dice Zane.

El pelirrojo hace una mueca, retira la mano de la rueda con números y le regresa la caja a Mei.

-Kai, Lar era tu amigo, ¿Cuál es la combinación? -le pregunto, enarcando una ceja.

-Sólo le hablé algunas veces, y es el hermano de Mei, ella debe saber -objeta.

-Conociéndolo debe ser una combinación casi imposible de descifrar.

-Zane, tú eres experto en eso -Lloyd toma la caja y se la pasa.

-No puedo -niega, con una sonrisa-. Abrir ésta caja implica un delito de invasión a la privacidad.

-¿Y...? -insiste Jay, impaciente.

-Y fui programado para respetar las leyes.

-Argh -resoplamos Kai, Lloyd, Jay y yo, al unísono.

-No es momento para eso, ¿Y si usas tus sierras o lásers para abrirla -sugiere el rubio.

-Lloyd está despertando su mente criminal -bromeo, él me mira con el ceño fruncido.

-Chicos -Nya llama nuestra atención-. Se les está olvidando la opción más lógica.

-Nya, no creo que arrojarla desde la azotea sirva -dice Jay, con una sonrisa triste.

-¡No eso! -exclama la pelinegra, mientras se da una face palm-. Usaré mis poderes.

-Gran idea, hermanita.

Nya ignora el comentario de su hermano y toma la caja en sus manos. Se escucha un chasquido parecido a cuando abres una lata de refresco y la caja se abre.

-¡Bien, Nya! -exclama Jay, animado.

Lloyd saca del interior una gema del tamaño de su mano en color verde pastel. El prisma del viento.

-¡Hey! ¿No les habían dicho que entrar al cuarto de alguien es un delito?

Nos damos la vuelta y vemos a Lar, recargado en el umbral de la puerta, con los brazos cruzados. Ni siquiera lo escuchamos abrir la puerta.

-¿¡Lo ven!? -reclama Zane, alzando los brazos.

-¡Que bien, llegó el aguafiestas! -resopla Kai, con sarcasmo.

Lar arquea una ceja y le lanza un chorro de agua. El Ninja de fuego agita los brazos en un intento por alejar el agua de su cara.

-Ups, ¿Acaso te mojé? -pregunta, devolviéndole el sarcasmo.

-¿Te apetece un pastel de lodo? -le pregunto, mientras formo tierra en mis manos y se la arrojo. Lar cambia la dirección del agua hacia mí y se acerca corriendo.

-¿¡Por qué no nos dijiste que controla el agua!? -exclama Jay.

-¡Lo hice! ¡Unas diez veces! -declara Mei, aventando la caja a la cama. Extiende los brazos y detiene el agua. Es como si una pared invisible la empujara hacia arriba.

Lar deja de usar sus poderes, se coloca su máscara Ninja y gira sobre su lugar.... ¡Haciendo Spinjitzu!

-¿¡QUÉ!? -exclama Jay, haciéndose a un lado justo como todos los demás-. ¿¡TAMBIÉN SABE SPINJITZU!?

-A mí no me veas, eso yo no lo sabía -le dice Mei, desde la pared opuesta.

-Eh... sí... olvidé mencionarles eso... -murmura Lloyd, quien saltó a una de las paredes y se aferra a ella con manos y pies.

-¿Algo más que hayas olvidado mencionar? -pregunto, molesto.

Un golpe en el costado me manda disparado hacia una de las paredes. Consigo girar sobre mi mismo, al vuelo, apoyo ambas manos en el suelo y doy medio giro con el cuerpo para caer sobre mis piernas.

-Sí -responde Lloyd, entre risas, mientras baja de la pared-. Que Lar está detrás de ti.

Frunzo el ceño.

-Muy gracioso, verde.

-No es tiempo para eso -repone Mei, mientras le lanza el prisma a Jay.

-¡Oye, celeste! ¿Lo quieres? ¿Lo quieres? -se mofa, moviendo el trasero a modo de burla-. ¡Ven por- AUCH!

Lar lo empuja con sus brazos y termina cayendo encima de Kai, quien recién se había recuperado del ataque de agua.

-¿Por qué no tomas asiento? -exclama Nya y antes de que Lar pueda tomar el prisma al vuelo, una de las pesas más grandes sale disparada hacia él, al tiempo que la maestra del magnetismo controla la parte metálica de éstas.

El prisma cae con un ruido amortiguado y rueda por el suelo hasta los pies de Zane. Las pesas mantienen a Lar atrapado, contra el piso. El chico pone ambas manos en el tubo de metal y las arroja a un lado. El suelo se sacude.

-¡Zane aquí! -exclamo. El nindroide me lanza el prisma, justo a tiempo, antes de ser embestido por una gran masa de agua.

Nya, Lloyd y Mei están por arrojarse contra Lar cuando cubre su cuerpo con agua y los sujeta de la cintura por lo que parecen ser tentáculos. Kai y Jay se ponen de pie, pero también son atrapados. Cuanto me alegra no ser un fantasma ahora...

Retrocedo, con el prisma en las manos, mientras Lar-pulpo-de-agua se acerca amenazadoramente, extendiendo dos de sus tentáculos libres hacia mñi. Mis piernas chocan contra la pared y en mi nuca siento el aire de la ventana entrar... ¡La ventana!

Extiendo el brazo con el que tengo sujeto el prisma hacia ésta y sonrío con malicia.

-¡No! -Lar abre los ojos de par en par y extiende ambos brazos hacia mí. El agua que lo rodeaba y tenía capturados a mis amigos cae junto con ellos, al tiempo que Lar corre hacia mí. Sonrío por última vez y dejo caer el prisma.

-Ups, se mató -murmuro, con orgullo.

-Lar se lanza a un lado mío, hacia la ventana, y mira con asombro hacia abajo. Me fulmina con la mirada y luego se lanza, sujetándose de las paredes exteriores con las manos y las suelas de sus botas.

-¡Cole! ¿¡Estás loco!? -grita Jay, mientras se acerca con los demás, hacia mí.

-Si Lar consigue el prisma... -empieza Lloyd, con voz acusadora.

-No lo hará -lo detengo, al tiempo que coloco mis manos en jarras y sonrío. Todos se miran unos a otros, confundidos-. Miren.

Señalo a Mei con la cabeza. La Ninja morada tiene sus brazos extendidos hacia la ventana, al tiempo que hace una mueca de esfuerzo. Un pequeño remolino verde entra por la ventana y se queda suspendido enfrente de las impactadas caras de todos. Tomo el prisma, sin dejar de sonreír, y el tornado verde se esfuma.

-¿Cómo hacen eso? -pregunta Kai, enarcando una ceja.

Mei y yo nos volteamos a ver y sonreímos.

-¡Oye, Lar! -grita Jay hacia la ventana, asomando su cabellera pelirroja por ella-. ¿Qué se siente perder contra-? ¿En dónde está?

Nos asomamos al instante. Es cierto. Lar no está.

-Que importa -dice Kai, con una sonrisa confiada-. Tenemos el prisma.

-Es cierto -concuerda Jay-. ¡Somos geniales!

-¿Saben lo que eso significa? -pregunta Nya, enarcando una ceja.

Lloyd nos mira a todos y suspira.

-Sólo queda un prisma elemental por encontrar.