⚫7. Lo oculto⚫
Kai's POV.
Dejo de intentar dormir después de que unas pesadillas indescriptibles interrumpan mis sueños. Me siento, sudoroso y agitado. En varias ocasiones me llevo las manos a la cabeza.
Miro a mi alrededor, a la oscura habitación que parece cerrarse sobre mí. Mi atención va y viene, de una esquina a otra, como si un monstruo fuese a saltar del más pequeño rincón, a atacarme.
Intento calmarme, inhalando y exhalando, concentrando mis pensamientos únicamente en eso.
Un gemido llama mi atención.
Al otro lado de la habitación, en la cama baja de la litera, Cole agita los brazos desesperadamente. Abre los ojos y lo veo recostarse algo asustado. Ya me he acostumbrado a verlo hacer eso. A veces, a media noche, comienza a atravesar la cama y se despierta de golpe para no terminar quién sabe dónde. Durante las primeras noches como fantasma ni siquiera dormía...
-Cole... -lo llamo, en voz baja.
Jay y Zane siguen dormidos, aunque a juzgar por las expresiones en sus rostros tampoco deben estar pasando muy bien la noche.
-... ¿Eh? -le toma un tiempo responder. Sigue recostado mirando la cama superior-. ¿Qué? ¿Kai?
Ésta vez sí gira su cabeza hacia mí.
Me bajo de la cama de un salto y él se sienta.
-Es inútil, ni siquiera puedo dormir... -mascullo.
-Hm... pues dijo el señor Harrison que empezaría a enterarnos mañana...
Jay murmura algo en voz casi inaudible. Cole y yo nos quedamos callados un momento hasta que el pelirrojo deja de hacer ruido.
-Tenemos que controlar las nuevas armas que nos dará Borg -continúa el pelinegro, pero más bajo.
-Ya sé.
Es increíble que tengamos que quedarnos en el sótano de Industrias Borg... No es tan malo como suena, en realidad es un sitio bastante acogedor. Tiene habitaciones, una cocina, un centro de entrenamiento y una sala de computadoras que planeamos usar como sala de mando. Lo que me molesta es la reclusión.
Cybermad está allá afuera "cazando" maestros elementales. Según el sensei Walter lo más factible es permanecer ocultos hasta que podamos los medios necesarios para detenerlo. Hasta ahora ha demostrado ser un enemigo poderoso, viendo que tiene aquella cosa con la que convirtió a Lloyd...
-Intenta dormir, Kai... -dice Cole, dándose la vuelta y recostandose nuevamente.
Por un momento estoy por preguntarle si él intentara dormir también, pero vamos, qué caso tiene. Ya conozco la respuesta.
Me quedo un momento de pie antes de volver a subir a mi cama. Trato de cerrar los ojos, sin que la idea me parezca aterradora, pero al final me quedo despierto, preguntándome si al sensei Wu le estará yendo mejor que a nosotros.
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-Buenos días, hermana -la saludo, mientras entro a la sala de computadoras.
Alzo la vista hacia las pantallas azul neón que flotan en torno a un monitor con una cantidad pasmosa de botones, al centro de la habitación. Me recargo sobre la superficie y tomo una de las herramientas, que según me dijo Nya una vez, se llama ganzua.
-¿Qué haces? -le pregunto.
Ella me arrebata su herramienta y vuelve a colocarla a un costado suyo. Con sólo ver la cantidad de cables y piezas regadas por todos lados me siento abrumado.
-Reparo mi exo traje... -masculla, atornillando algo.
Su flequillo vuela sobre sus ojos y ella sopla para alejarlo. Miro hacia el frente con una expresión cansada.
-Veo que te estás adaptando a éste... lugar.
-Así es. Kai, sé que odias la tecnología, pero créeme, lo mejor será que te acostumbres. El sensei Walter dijo que no podremos salir hasta detener a Cybermad.
-Lo sé -farfullo, rodando los ojos.
Me enderezo y voy hacia el pasillo.
Me detengo frente a una puerta específica. Lloyd está detrás. Aún no tenemos idea de qué hacer para curarlo. Cada vez que pienso en la pelea de ayer no puedo evitar que un recuerdo de Nya con materia oscura surque mi mente.
Doy un paso, dispuesto a entrar. La puerta automática se desliza y me encuentro cara a cara con el sensei Walter. Frunce ligeramente el ceño al verme.
-Ésta habitación es prohibida.
-Ya lo sé -repongo, retrocediendo para que él pueda pasar-. Eh, sensei tengo un montón de preguntas. ¿Qué son los prismas elementales exactamente? ¿Cuántos prismas existen? Y...
-No más preguntas. El entrenamiento comienza en cinco minutos y espero que estén en el área de entrenamiento.
Sin más, desaparece doblando la esquina. Jay sale de la habitación con un cepillo de dientes en su boca y tras él aparecen Zane y Cole, que llegan desde la sala de mando.
-Pero ni siquiera hemos desayunado -repone Cole, con el ceño fruncido.
-¿Qué ocurre? -pregunta Mei, abriendo la puerta de su habitación.
-Hora de entrenar -farfullo, con fingida emoción.
Mei's POV.
Nos esforzamos por darlo todo en el entrenamiento, desgraciadamente, cuando digo "todo" en realidad no es mucho. Creí que era la única que no había dormido, pero a juzgar por la apariencia "zombi" de todos durante la mañana, ya veo que no.
El problema es que con los ojos adormilados detener golpes es el doble de difícil y nuestra velocidad se ha reducido bastante.
-No.
Escucho a mi padre reprender a Cole y Jay por sus lagartijas.
-¡No!
Exclama una vez más al llegar con Kai, quien al parecer esta realizando mal unos saltos en algunos troncos de madera que salen del suelo.
-¡No! ¡Mejora ésos reflejos, nindroide!
Le dice a Zane qué intenta a toda costa evitar ser golpeado por dardos voladores en un largo pasillo diseñado por Borg para evitar trampas ocultas.
De reojo veo a mi padre acercarse a donde estoy. Aprieto los dientes y me pongo tensa al alertar su presencia detrás de mí.
-¿...Mei?
-¡Estoy trabajando en ello! -exclamo cerrando los ojos.
La buena noticia es que puedo sentirme confiada de la tarea que tengo ahora. El hacha es mi arma, mi instrumento y no es por presumir pero mi puntería es bastante buena. Lanzar hachas a una viga de madera debería resultarle una tarea sencilla.
Sostengo firmemente el mango y dejo escapar un poco el aire por la boca. Levanto el brazo tomando impulso. Estoy por lanzar el hacha cuando ña siento resbalarse. Hago lo posible por re direccionar la caída y no sacarle un ojo a alguien, pero la ráfaga de viento, que tal parece, sake de mi mano no tiene ése plan.
Me cubro los ojos y solo escucho el familiar golpe ahogado que indica que el filo ha dado contra algo.
-Por favor dime que no golpeé a nadie... -pido, en un murmullo.
Miro entre mis dedos y me alegra confirmar que el hacha está clavada en la pared. Es posible que Borg me mate por arruinar su sala de entrenamiento pero ah, qué más da, al menos no lastimé a nadie...
-¿Y eso? -pregunta mi padre, arqueando las cejas.
-Estoy haciendo lo que puedo para controlarlo -aseguro, mirando la palma de mis manos.
-Ese es el problema, hija. No puedes controlar algo que es parte de ti.
-Pues he estado ignorando los poderes del viento y hasta ahora no había pasado nada... -murmuro, con una mueca. Mi padre frunce el ceño y yo esbozo una sonrisa inocente.
-De acuerdo -resopla, caminando hacia la salida-. Tómense un descanso.
-Wow, Mei. Tu papá es súper estricto -me dice Jay, una vez que abandona la habitación.
-No es culpa suya -repongo, con una mueca-. Se ha vuelto así desde que...
Me detengo antes de poder seguir hablando. Mis ojos se entrecierran con el amargo recuerdo.
-¿Desde que...? -dice Kai.
Sacudo la cabeza.
-Ya no importa.
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-Hay un prisma elemental por cada maestro, sólo el maestro a quién le corresponda puede activarlo correctamente en el momento preciso -explica mi padre y creo que sigue hablando sobre los prismas, pero me quedo dormida en medio discurso.
Para cuando despierto a pasado a hablar sobre nuestras nuevas armas, las cuales están frente a nosotros. Borg las llama ultra armas, pero, que no los engañe el nombre.
Están hechas del cristal que Chen usó para crear su cetro de los elementos, pero en lugar de contener nuestro poder, contienen energía dorada, al igual que los nuevos trajes.
Cyrus cree que Cybermad robó un cetro de materia oscura con el que convirtió a Lloyd en malvado por lo que los trajes y las armas evitan que nos pase lo mismo.
Todos estamos sentados frente a mi papá, en posición de flor de loto o algo así.
-Si dominan la meditación, dominarán su arma -continua.
Miro a todos lados, parece que todos se han quedado dormidos.
-¿Problemas para relajarse, hija? -me pregunta.
-¿Ah? -pregunto, adormilada.
-Mira a Cole, él ya medita perfectamente -señala a un fantasma a punto de atravesar el piso.
-Bueno, pues yo creo que está dormido -comento.
-Al menos domina la parte de la relajación.
Comienzo a cerrar los ojos, pero un grito me levanta.
-¡MEI, DESPIERTA! -grita mientras me lanza un chorro de agua con sus poderes.
-¡Estoy despierta! -exclamo, mientras me seco la cara.
El grito despertó a los demás, a Cole justo antes de que atravesara por completo el suelo.
-Así nunca salvarán Ninjago -masculla mi padre mientras se frota la frente-. Cierren los ojos, ¡Pero no se duerman! Dejen que la energía dorada contenida en el cristal de sus armas les de poder, fuerza, valor... y...
-Lamento interrumpir el entrenamiento -nos salva Nya, entrando a la habitación-, pero hay alguien que quiere verlos...
Cole's POV.
Nos dirigimos a la sala de mando, donde encontramos a Borg hablando con alguien que nos da la espalda. No hace falta que se dé la vuelta. Es fácil reconocer de quién se trata, gracias a la larga trenza que cae sobre su espalda
-Misako -dice el señor Harrison.
La mujer se da la vuelta hacia nosotros. Detrás del cristal de sus lentes, la expresión que encuentro en sus ojos me preocupa.
-De verdad sentimos bastante... -empieza a decir Mei, con dolor en sus palabras.
-Sé lo que pasó... -murmura Misako, con los ojos cristalinos-. Pero no es por eso que he venido.
Nos miramos entre nosotros, preocupados.
-¿No? -dejo escapar.
Siento un nudo en la garganta. Algo muy malo debe haber ocurrido. Por lo que atravesamos justo ahora esperaba que ya nada más enpeorara.
-No. Wu me dio un mensaje para ustedes.
-¿Qué? -exclama Jay-. Pero el sensei se fue, dijo que haría un viaje para evitar que los prismas elementales destruyeran Ninjago.
-Lo sé -asiente Misako-. Aún así me pidió que les dijera que buscarán el prisma elemental de la luz.
Deja de vernos a nosotros y mira al señor Harrison.
-Y dijo que tú los guiaras, Walter. Te necesitan ahora.
-Claro, entiendo.
Misako se dirige a la mesa, toma sus cosas y nos dedica una última mirada antes de pasarnos de largo para dirigirse al ascensor.
-Por desgracia debo irme. Lo mejor será que investigue una... cura.
-Haremos lo posible por recuperar a Lloyd -le aseguro, con firmeza.
Misako asiente, agradecida, y una lágrima desciende por su mejilla y empaña uno de los cristales de sus anteojos.
-De todo corazón, gracias.
Mei's POV.
Justo después de que las puertas del ascensor se cierran, nos ponemos en marcha. Tomamos nuestras armas y nos reunimos camino al ascensor.
Me detengo justo antes de que Zane presione el botón.
-¿Pasa algo, Mei? -me pregunta Cole.
-¡Olvidé algo, ya vuelvo! -exclamo, corriendo de regreso al pasillo.
En realidad voy a ver a Lloyd.
Está dentro de una esfera de contención, sentado de cuclillas. Me mira con ojo crítico desde el momento en el que entro. Sus centelleantes ojos púrpura me siguen conforme avanzo hacia él.
-Lo lamento, Lloyd -murmuro mientras recargo mi frente en la esfera, al igual que mi mano.
Cierro los ojos. ¿Cómo te ayudo? Si tan sólo conociera la respuesta...
Abro los ojos de golpe al sentir algo del otro lado de la mano que tengo recargada en la esfera... es la mano de Lloyd.
Esperaba ver que es normal de nuevo... pero en realidad aún me mira con esa mirada furiosa. No sé porque, pero algo en el gesto de su mano me hace tener emociones contradictorias, como preocupación y felicidad.
-Encontraré una forma de curarte, Lloyd, es una promesa.
Walter's POV.
¿En dónde se habrá metido está vez? Entro al cuarto en donde está Lloyd y la encuentro. Mi hija está parada frente a él. Es extraño ver que Lloyd luce más calmado que como estaba desde que lo metimos ahí.
-Tal vez si me dijeras cómo puedo ayudarte... -murmura Mei.
-¿Mei? -la llamo, ella se da la vuelta, abrumada.
-Yo... estaba buscando el baño -musita.
-No uses la vieja excusa de "estaba buscando el baño" conmigo... Los demás están esperando para partir.
-Claro, lo siento. Voy hacia allá.
Mei sale del cuarto y yo voy tras ella, pero justo antes de salir me detengo y miro a Lloyd. Tal vez sea mi imaginación, pero creo que ha dibujado una flecha en donde se encontraba Mei, sobre la pared de la esfera.
Jay's POV
Al final, todo salió bien.
Dareth se quedó a entrenar con Cyrus Borg. ¡Nya nos acompaña! Nada puede fallar; excepto tal vez que el bote se hunda, encontremos un monstruo o Cole se caiga por la cubierta, al agua... ¡Nah, todo estará bien!
El lugar en donde se encuentra el prisma de la luz se llama "Monte de la Luz". Lo sé, al parecer quién lo nombró no estaba muy inspirado. Cyrus nos prestó una especie de yate ultra moderno súper genial.
Además, el maestro de la luz accedió a ayudarnos a encontrar el prisma, aunque... no luce muy convencido.
-¡Oigan, oigaaan! -grito, porque todos están muy ocupados buscando al Monte de la Luz, desde la cubierta.
-¿Qué quieres, Jay? -gruñe Cole.
-¿No les parece que mis ultra nunchakus están geniales? -pregunto, mientras hago unas maniobras con ellos. Espero que Nya me éste viendo-. Me siento poderoso.
-Sí, pero tienes que dejar de jugar con ellos o te vas a meter en... -comienza a decir Zane.
Un rayo salta de mis nunchakus y me electrocuta. Auch, tontos nunchakus.
-Uy, ¿Estás bien? -me pregunta Mei, preocupada.
-No...
-Jajajajajaja -Cole se parte de la risa.
-Sí, están geniales -ríe Kai.
-Uh, cállate
Espero que Nya no me haya visto.
Nya's POV.
¿Jay acaba de electrocutarse? Su cabeza parece un puerco espín. Me dan ganas de reírme pero, lo mejor que puedo hacer es seguir conduciendo el yate y fingir que no lo vi.
El Sensei Walter y Paleman están conmigo. Al parecer el padre de Mei le está explicando por enésima vez esto de los prismas elementales.
-Entonces, Cybermad robó un cetro de materia oscura con el cual piensa convertir a los maestros elementales para que le ayuden a activar los prismas -explica el Sensei.
-Oh, ¿Entonces... Cybermad es el malo? -pregunta Paleman.
-Así es -gruñe el sensei.
Mi vista permanece al frente. De pronto, una luz cegadora inunda toda la cabina de navegación.
El sol ocupa casi la mitad del cielo, y lo deja sin color. Me limpio la frente seca. El calor me empieza a agobiar, aunque ya no tengo líquido en el cuerpo para poder sudar.
-¿Qué ocurre? -pregunto, entrecerrando los ojos.
-Estamos cerca -responde el sensei Walter, poniéndose de pie-. Nya, mantén el curso.
El sol se hunde en el mar, encendiendolo como una lámpara. Estamos cerca, ¿Pero cuánto? La luz es cambiante, sutil. Resulta posible que lleguemos al monte de la Luz hoy, o mañana.
O nunca.
Puede que el mar se extienda hacia adelante por siempre, y no haya nada que podamos encontrar al frente. Nada excepto aguas infinitas y vacías.
La puerta se abre y escucho cinco pares de botas entrar.
-¿Qué, qué está pasando? -pregunta Jay, agobiado.
-¿Es... el sol? -murmura Mei.
-No, es una barrera -responde el sensei Walter, serio.
-¿¡Qué!? -exclama Kai, y escucho que se tambalea hacia atrás-. ¿Y es posible estrellarse con eso?
Una explosión sorda, como de pólvora, golpea el bote. Me vuelvo. Trozos de lux se van desprendiendo y flotan hacía nosotros, dejando largas estelas. Donde caen, silban y se evaporan como nubes de polvo, salpicando el casco con motas luminosas.
Estamos atravesando la barrera.
Comienzo a tomarme en serio la pregunta de Kai. ¿Y si es posible estrellarse? Ya estamos muy cerca para arrepentirse. Tomo con fuerza el timón y aprieto los dientes.
-¡Esto no está bien! -grita Jay-. No lo vamos a lograr, no lo lograremos...
-¡Jay, cálmate! -exclama Zane.
Una nube de luz baña de polvo refulgente el cristal del parabrisas y me impide ver. Todo parece tornarse blanco y brillante.
-¡Aaaaaaaaaah! -gritan Kai, Jay y Cole abrazando a Mei como protección, pero la luz ya ha desaparecido.
Lo conseguimos. De no estar tan ronca y seca celebraría con un grito.
Me doy la vuelta. Paleman esta en el suelo. Jay está de rodillas al lado de Zane. Lo tomo por el codo y lo levanto.
-Am, ya pueden soltarme. Pasó el peligro -les dice Mei a Kai y Cole, con un toque de humor.
-Eh, claro -repone el pelinegro.
-Bien, hemos llegado -anuncia el sensei Walter y es el único con una auténtica sonrisa en el rostro-. Bienvenidos al monte de la Luz.
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