⚫3. Un enemigo peor⚫
Kai's POV.
Empiezo a adentrarme cada vez más en la selva. El sujeto frente a mí es increíblemente ágil, y rápido...
Lo veo zigzaguear entre los árboles, cambiar de ruta repentinamente, haciendo que en varias ocasiones esté a punto de chocar contra algún tocón podrido. Aunque logro esquivarla por poco, no puedo evitar ensuciarme o rasgar mi traje cada que paso al lado de un arbusto.
Sé que quiere algo con Ninjago, lo presiento.
Y no voy a permitir que se lleve ésos prismas elementales, sean lo que sean. Si Clouse los tenía es porque son importantes, si esperó a que los descubrieramos antes de atacarnos es porque debe haberlo tenido planeado. Odio las cosas planeadas, siempre significan problemas.
Levantó uno de mis brazos, sin bajar el ritmo. Mi puño se enciende en resplandecientes llamas que se intensifican cuanto más determinado estoy a atraparlo. Estoy por lanzarle la flama cuando... termino bajando el brazo.
Si fallo, encenderé los árboles de alrededor. Normalmente no me importaría, ya sé que nunca fallo, pero igual mis amigos deben estar siguiéndonos. Encender la mecha es peligroso, además, ¿Quién quiere tentar al destino últimamente?
No necesito usar mis poderes, puedo atraparlo igual. Mejor hacerlo antes de que nos cause problemas.
Y, repentinamente, el sujeto se detiene.
Pasa rápido, tal vez un segundo. Sé voltea hacia mí y me mira, antes de desaparecer en una nube de humo. Aún así, alcanzo a ver algo. Una cicatriz, y queda impregnada en mi mente antes de caer al suelo, cegado.
Me tallo los ojos, que se han puesto llorosos.
-Rargh.
Siento como si tuviese Chile en los párpados.
«-¿Qué diablos era ésa cosa?»
A penas consigo volver a abrir los ojos sin sentir el ardor, noto que aquel sujeto ya no está. Es como si hubiese dejado de existir en un parpadeo.
Escapó.
Zane's POV.
Puede que aquel sujeto nos lleve la delantera, pero no cuenta con nuestra constancia. Lo seguimos a través de un kilómetro de selva, por encima de troncos caídos y arroyos, entre trechos de espinas y charcos que son hervideros de mosquitos. A media tarde llegamos a un claro abierto, en donde encontramos a Kai, derrumbado en el suelo.
Nos acercamos hacia él y notamos que, más que herido, parece solo fatigado y sucio; con ramas enredadas en su cabello y lodo sobre su gi ninja.
-¿Qué pasó? -le pregunta Mei, acercándose a él para ver si está herido.
Kai lanza un gruñido.
Miró a nuestro alrededor, con una mueca. Ésto no tiene ningún sentido.
-¿Pixal? -pregunto, en espera de que me confirme que no me estoy confundiendo.
-Me temo que sí.
Miro al suelo cubierto de hojas y huellas de botas que se adentran hacia la espesura de la selva, hacia el mismo sitio de donde acabamos de salir.
-Amigos -los llamo, y todos excepto Kai levantan sus cabezas para prestarme atención-. Me temo que volvimos al mismo sitio del que comenzamos.
-¿Estás seguro? -pregunta Lloyd. Asiento con la cabeza.
-La playa en la que atracamos está por allá.
Señalo hacia un grupo de helechos que bloquea la vista.
-¿Qué sentido tiene todo esto? -gruñe Jay, cruzando los brazos-. ¿Por qué ése tipo nos guiaría de vuelta al Navío del Destino?
-Es cierto. Si quería algo contra nosotros pudo simplemente seguir la pelea en el templo -coincide Cole, ceñudo.
-Tal vez no quería pelear... -dice Mei, encogiéndose de hombros.
-¿Eh? ¿Qué clase de villano no quiere pelear contra sus contrincantes? -vuelve a preguntar Jay.
Entiendo su punto. Primero nos atacó, tal vez sólo para llevarse los prismas elementales, y después nos guió al sitio donde están nuestros refuerzos. No es un comportamiento habitual según los estándares.
-Como sea, al menos no lastimó a Kai -menciona Mei, viendo lo positivo con una sonrisa. Entonces su expresión se torna seria-. ¡Éso fue muy tonto! ¿Por qué lo seguiste a través de la selva? ¡Pudo herirte!
La castaña empieza a darle abanicazos con unos helechos que están dispersos por el suelo de la selva. Kai se cubre con los brazos, para defenderse.
-¡Lo siento! ¿De acuerdo? -Mei lo deja tranquilo, pero el castaño vuelve a fruncir el ceño y cruzarse de brazos.
-¿Hay algo más... no es así, Kai? -pregunta Lloyd.
Kai aprieta los labios y asiente, sin ánimos de responder.
-Él... él se llevó los prismas elementales...
Mei's POV.
Parece una noche como otra cualquiera en nuestra mesa común y corriente y, aparte del guiso de carne demasiado cocido --la especialidad de Cole y un manjar al que hay que encontrarle el gusto--, casi nada es diferente, al menos sin contar lo que vivimos esta mañana. En el vestíbulo suena el tictac del reloj y fuera el cielo se desvanece en un oscuro crepúsculo que precede la noche. No es un día como los cientos anteriores, ya que esta noche tendremos que contarle al Sensei lo que vimos, y tengo la sensación de que ese tendremos, sólo me incluye a mí.
No puedo evitar sonreír al ver cómo Cole se llena la boca de comida, tragando deprisa. Ojala yo pudiera comer como él cuando estoy entusiasmada, o nerviosa, o triste, pero los nervios me quitan el apetito y el hecho de que posiblemente le Sensei se enfade con nosotros me ha formado un nudo en el estómago. Él está ocupado revisando pergaminos en su habitación del navío, pero en cuanto se desocupe vendrá a cenar.
Nya deja la habitación para ir a revisar algo en la cubierta y Jay planea seguirla como cuartada, pero Kai lo detiene.
--Creo que... es mejor no decirle al Sensei --musita Jay a punto de irse, de nuevo.
--No, Jay, debemos decirle la verdad --insisto.
--¿Es una broma? Prefiero comerme todo el pastel de Cole --dice Kai con nerviosismo después de meditarlo un poco.
--¡Ni siquiera lo pienses!
--Ninjas, veo que ya regresaron --dice el Sensei Wu mientras entra en la estancia.
Se produce un silencio frío. Zane le sirve la cena al Sensei y se sienta con nosotros al otro extremo de la mesa. Contemplamos al Sensei mientras come, sin decir una palabra. Realmente se siente la tensión en el ambiente.
--Muy bien, entonces hay que decirle --murmuro para que no me escuche el Sensei.
--Buena idea, Mei dile tú --responde Kai mientras me anima a decirle con un tono exagerado en la voz.
--No, le diremos todos --lo corrige Lloyd.
--Okay --suspiro, algo nerviosa--. Sensei hay algo que tenemos que...
--¡Preguntarle! --grita Kai interrumpiéndome, luego se vuelve hacia mí y murmura--. Déjanos esto a nosotros.
--¿Le van a mentir?
--Nah, solo se lo diremos de manera sutil --responde Jay, indiferente.
Me cruzo de brazos y me dispongo a ver cómo arreglarán esto de modo "sutil".
--¿Y qué es? --pregunta el Sensei con respecto a lo que dijo Kai.
--Sobre el cristal del Reino... ¿Hay más objetos parecidos en Ninjago? --pregunta Lloyd.
--Así es. Ninjago está lleno de reliquias... ¿De qué se trata esto en realidad?
--De nada Sensei --asegura Cole--.Sólo hablamos de reliquias como siempre.
El Sensei nos mira a los demás para confirmar si es verdad. Lloyd, Jay y Kai, con una sonrisa forzada y los labios apretados, asienten con la cabeza.
--Creí que simplemente íbamos a contarle sobre los prismas elementales --replica Zane con toda naturalidad. Los otros chicos se dan una palmada en la cara.
Sacudo la cabeza, divertida y tomo la palabra. Suficientes desastres por hoy.
--Lo que quieren decir es que en la isla de Chen, más bien en la habitación de Clouse, encontramos algo llamado "prismas elementales", y queríamos preguntarle sobre ellos.
--¿Prismas elementales? --repite el Sensei con asombro--. Es imposible que existan.
Jay's POV.
Tras escuchar aquello todos suspiramos, aliviados. Al menos por lo que decía en el diario--es decir bitácora-- de Clouse, los prismas elementales sonaban como algo muy peligroso. Pero si ya no existen entonces ya no hay nada de que preocuparse... espero. Quizá lo que encontramos eran otra cosa, o eran falsos y supongo que éso explicaría por qué no sirvió el hechizo de Clouse.
--Eso es bueno --comento en voz alta--, porque alguien se robó las piedras que encontramos.
Todos me miran con expresiones de asombro, incluyendo al Sensei. ¿Acaso dije algo malo? Acaba de decir que esos prismas no existen.
--¿Alguien los robó? --pregunta el Sensei en un tono tan bajo que apenas y lo escucho--. Díganme, ¿Esos prismas tenían los poderes elementales de cada uno?
Todos asentimos.
--Uno me congeló la cara y KAI me la quemó con el prisma de fuego --lo acuso.
--Fue un accidente --masculla él.
--¿Vieron quién se los llevó?
Cole, Lloyd y yo miramos a Kai indiscretamente. El castaño se tensa y se cruza de brazos, intentando evitar nuestras miradas. Sigue frustrado porque dejó que un anciano se llevara los prismas. Bueno, quizás no era un anciano, en realidad, Kai dijo que era un hombre de mediana edad. De todas formas, él no es de los que aceptan sus derrotas.
--... Al menos díganme que trajeron el diario de Clouse --ruega el Sensei.
Ups... sonreímos con inocencia pero el Sensei pone cara de ¡No-puede-ser!-Confíe-en-ustedes.
--¿Todo... está bien? --le pregunta Mei al Sensei y él niega con la cabeza.
Todos nos volteamos a ver aunque yo sigo sin entender qué está pasando.
--Creí que al ocultarlos estarían a salvo... --musita el Sensei--. Ninjas, debo hacer un viaje.
--¿A dónde irá Sensei? --le pregunta Cole, angustiado.
--Una vez mi padre me llevó a un templo antiguo; había ocultado a los prismas ahí. Tal vez en ese templo encuentre algo que pueda evitar la destrucción de Ninjago, en caso de que no puedan recuperar los prismas.
¿Destrucción de Ninjago? ¿Templo antiguo? ¿¡Qué rayos le puso Cole al guiso!?
--Será mejor que me prepare.
Mientras, ustedes seis buscarán al ladrón. Deben evitar a toda costa que consiga los demás prismas.
Dicho eso, salió de la habitación. Nadie dijo nada. Pero... no comprendo. Esperen ¿Dijo demás prismas?
--Alguien quiere decirme ¡Qué está pasando! --exclamo.
--Un sujeto se robó los prismas elementales y debemos recuperarlos --me explica Cole--... no entendiste nada ¿verdad?
--No.
--Mi tío, se veía muy preocupado --dice Lloyd.
Tiene razón. No recuerdo muchas veces haberlo visto de esa manera, pero las pocas en las que le he visto ésa expresión terminaron dejando una mal huella en todos, y no hablo sólo de "nosotros", me refiero a toda Ninjago.
--Me pregunto... ¿De qué son capaces esos prismas elementales? --comenta Zane.
--Sea lo que sea, será mejor recuperarlos --dice Kai a mi derecha, aún ceñudo.
--Esto es culpa de Mei --la acuso.
--¡Oye! ¿Mi culpa?
--Debiste ser más "sutil" con el anciano.
Lloyd me mira con una expresión severa.
--Perdón --me disculpo, de mala gana.
--Será mejor recuperar esos prismas --dice Kai.
--¿Qué creen que signifique para nosotros? --pregunta Mei.
La verdad nadie tiene idea. Al final es Lloyd quien responde.
--Pronto lo sabremos.
Kai's POV.
-¡Argh! Ten cuidado... -dejo escapar un gruñido al sentir el ardor en mi brazo.
-Lo siento -se disculpa Nya, soplando el flequillo para despejar un poco su frente. Vista de ésa forma se parece tanto a mamá... suavizo mi expresión, porque mi hermana es de las pocas personas con quienes no puedo enojarme ni aunque quiera-. Sabes que si me demoro será peor. Ya falta poco, llorón.
Me permito apretar los dientes, pero no por el comentario burlón de Nya, para ése ni tengo tiempo de reaccionar, sino porque siento la rejilla de plástico con forma de wafle sobre la cortada en mi brazo, causada por los arañazos de los arbustos en la selva.
-Ya terminé -dice mi hermana-. Puedes abrir los ojos. En serio, no hace falta llorar.
-Ja-ja -gruño, sarcástico.
He de admitir que el desinfectante duele un poco... ¡Solo un poco!
La pelinegra deja a un lado el frasquito con color carmesí, sobre la mesita y me mira con una expresión seria.
-¿Qué pasó allá? -exige saber.
Frunzo un poco el ceño. No es algo de lo que quiera hablar, porque implica admitir que me equivoqué, que es todo mi culpa que aquel hombre de la cicatriz se llevara los prismas elementales y sea la razón por la que el sensei esté planeando irse en ése viaje, en cuanto regresemos a Ninjago.
Aunque, a decir verdad, no seria todo mi culpa. Sigo creyendo que, de haber tenido las agallas para pelear contra mí, le habría vencido fácilmente, y entonces el humillado no sería yo.
-Nada... -madcullo, aún sabiendo que los "nada" no funcionan con mi hermana.
Ésta vez es Nya quien frunce el ceño.
-Encontramos algo que no debimos. Los prismas elementales. Un sujeto se los llevó y el sensei partirá en un viaje para evitar que suceda un desastre -explico y la expresión de Nya se torna reflexiva.
-¿Necesitan un samurai?
Sonrío, divertido.
-No, no hace falta. Lo tenemos bajo control.
-Ajá -masculla, sarcástica.
-Descuida, hermanita. Sé que si las cosas se tornaron serias contamos contigo. Además -añado, al verla cruzarse de brazos-,algo me da la impresión de que éste "villano" ni siquiera tiene intenciones de pelear contra nosotros.
-Esos son los enemigos más peligrosos -me dice Nya, sería. Relaja su expresión al ver mi cara. Se pone de pie-. Bien, mi trabajo aquí está hecho. Será mejor que los dos descansemos. Hoy fue un día largo.
Claro, para ella también. Tuvo que navegar el barco todo lo camino hasta la Isla de Chen, debe estar muy cansada. El viaje fue largo.
-Y Kai -Nya se detiene en la puerta, justo antes de salir de mi habitación-. Aléjate de los arbustos.
El comentario me hace gracia. Sé que si lo hubiese hecho alguien más (como Jay, él siempre dice cosas así) me habría molestado.
Me dejo caer sobre el colchón y miro al techo. No importa a dónde mire, esa cicatriz siempre está ahí. Además había algo en la cara de ése hombre... algo familiar, pero a la vez, totalmente nuevo.
Cierro los ojos y dejo que todo el cansancio del día caiga sobre mí, seguro de que, de ahora en adelante, las cosas no serán iguales.
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