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⚫21. Olvidado⚫


Jay's POV.

¡Cielos, no recuerdo haber tenido una noche tan mala en mi vida!

Justo cuando intento estirarme, (como hago todas las mañanas) más de un hueso truena, como relámpagos en una tormenta. O me he hecho viejo de la noche a la mañana o algo muy serio está pasando con lo de las pesadillas. También está el asunto de haber dormido a la intemperie, sobre puras rocas.

Miro a mi alrededor y noto que no soy el primero en despertar. Zane y Cole parecen haberme ganado y ya están preparando todo para irnos. El resto al parecer no tardaran en despertarse, pues lanzan un suspiro perezoso que lanza un fantasma de aliento.

Mi primera labor del día (y no cuenta pedirle a Zane que acomodé mis huesos con sus mágicas habilidades de médico) es revisar las motos. Al parecer están en perfecto estado. Me acerco a la mía para encenderla y esperar a que Lloyd dé la indicación de irnos. No puedo evitar girar la cabeza hacia Nya, que se ha puesto su nuevo traje. Es de color carmesí y celeste, con varias aplicaciones metálicas.

-¿Qué? -masculla, en tono hostil, al sentir mi mirada.

-¿Eh? Nononono -repito, como disco rayado-. El sol me da en la cara, es todo.

-El sol está detrás de ti... -dice Nya, con el ceño fruncido.

¡Bien hecho, Jay Walker!

Me cruzo de brazos y desvío la mirada.

-Pues... -intento pensar en algo, con urgencia-. No todo se trata de ti, ¿sabías?

La boca de Nya se curva hacia abajo. Rueda los ojos y me da la espalda.

-¡Como sea! -exclama, enojada.

Genial. Como si las cosas no estuvieran lo suficientemente tensas desde que terminamos. Y ahí viene Kai, con su mirada de pistola a reclamarme enseguida qué le hice a su hermana. Me doy la vuelta al verlo acercarse.

-Eso te pasa por salir con la hermana de Kai -me dice Cole, divertido.

Lo ignoro, y subo a mi moto, listo para ir por ése prisma.

Avanzamos juntos, como todo un equipo, con el sol tras nosotros. Cada centímetro que pasamos queda iluminado por la luz amarillenta. Me gusta mucho cómo amanece en éste lugar. Todo se pinta de colores pastel. Incluso las paredes rocosas del Corredor de los Concejales parecen un lienzo pintado a manos de un artista. Siento un extraño Deja Vuh al estar aquí, viviéndolo. Es un escenario tan hermoso que no me siento parte de él. Más sin embargo lo soy. Y en la moto soy como un cometa que deja una estela de luz a su paso.

Alzó la vista hacia las estatuas. Imponentes hombres y mujeres de la historia de Ninjago nos devuelven una mirada terracota. Me pregunto quiénes habrán sido ésas personas, por qué están aquí. Algún día, una estatua mía también estará aquí... pero creo ahora no es un buen momento para pensar en eso.
Más adelante debe estar la estatua de Garmadon. Como olvidar cuando decidió sacrificarse por toda Ninjago, fue un acto muy heroico. Por eso, como toda leyenda, ahora custodia un pasaje importante, en donde jamás será olvidado.

Entonces recuerdo al maestro del metal, sentado a un lado mío. Giro la cabeza en su dirección. Su tosco semblante refleja una expresión de frustración.

-¿Todo en orden, Karloff?

-Karloff-odiar-la-tecnología -responde, con voz temblorosa debido a los baches del camino.

Y eso lo convierte en la tercera persona que escucho que es capaz de decir algo así, con Kai y él señor Harrison encabezando la lista. De verdad no entiendo cómo pueden decir eso. Las motos que nos dió Borg son geniales, y también son muy rápidas.

Miro hacia atrás, una estela de electricidad azul se forma cada vez que avanzo. Luego, miro a Karloff, sentado en un compartimento con ruedas al lado de mi moto. De repente, cierra los ojos.

-Karloff sentir algo.

Bajo la velocidad hasta casi detener la marcha, y mis amigos hacen lo mismo.

-Estar por ahí.

Karloff señala una de las estatuas del corredor de los concejales: un hombre enfundado en una armadura samurai de antaño. El rostro del hombre mira con aplomo hacia el camino, con una mano recargada sobre la empuñadura de su espada.

-Yo me encargo -Cole detiene la marcha por completo.

Baja de la moto con una voltereta no muy heroica. Levanta los brazos sobre su cabeza y... los deja caer, con un estrépito que sacude el suelo. La gloriosa estatua se resquebraja, con una delgada línea que escala y crece y la parte a la mitad. Ambas mitades se hacen añicos, con uno que otro pedazo de roca del tamaño de un auto.

¡Aaah! ¡Nos va a aplastar!

Cubro mi cara con ambos brazos y aprieto los ojos. Me atrevo a mirar entre mis dedos. Una luz púrpura invade mi visión de inmediato. Las rocas están suspendidas a nuestro alrededor, incluso me atrevo a tocar una, que choca con otra, pero no cae. ¿Los pedazos de roca están flotando?

Recorro a mis amigos con la mirada, en busca de la causa. Al parecer Rune (quien va en un compartimento como el de Karloff) con Cole, usó sus poderes para evitar que nos aplasten.

-¡Ya lo vi! -exclama Mei.

La verdad es que a mí tampoco me toma mucho encontrarlo. Pareciera un pedazo de metal fundido y luego moldeado para adquirir una forma de prisma perfecto. Sus superficies lisas reflejan con facilidad los rayos del sol.

-Nya, usa tus poderes para atraerlo -sugiere Kai.

Su hermana, en la misma moto, cierra los ojos. Ojalá su entrenamiento con el sensei Walter funcione...
El prisma empieza a temblar, pero no se acerca. Nya se esfuerza aún más y el prisma elemental sale disparado hacia ella.
Me alegra que su entrenamiento con el sensei Walter haya servido. Sus poderes nos van a ser muy útiles, ya que los Cyborg tienen metal, y ya saben, los imanes atraen al metal. Aunque, pensándolo de otro modo.. quizás no suena tan bien como creí.

Un zumbido suena a la distancia. Al principio es tan leve que casi pasa desapercibido, pero cuanto más pasan los segundos, más crece ése sonido.

-Tenemos compañía -informa Ronin, en la moto de Zane.

Volteamos hacia atrás ¡Cielos! Pequeños puntos se acercan a la distancia, y lo hacen a toda velocidad. ¿¡Pero cómo rayos nos encontraron!?

Mei's POV.

Tardo medio segundo en reaccionar, rogando que funcione.
Frunzo el ceño y un mechón de pelo se escapa sobre mis ojos. De mis manos sale disparada una ráfaga de viento, que las motos enemigas a penas y esquivan. Esbozo una sonrisa, porque haya funcionado, mientras mis amigos se alejan.

Mi mano enguantada se posa sobre el manubrio de mi moto. Trato de acelerar a tope, pero en éste instante veo una veloz franja luminosa pasar sobre mi cabeza. Uno de los rayos plasma sale disparado hacia una de las llantas. ¡Genial! Borg es el inventor de los autos y motos flotantes y tenía que darnos los que sí tienen llantas. Bien dice Ronin: "No esperes la misma calidad de algo regalado".

-Oh-oh, eso no suena bien...

Me cubro cuando otro rayo pasa cerca de mi cabeza. Estos sujetos no tienen consideración por la vida humana.

Cole's POV.

Los Cyborg llegan tarde esta vez. Tenemos el prisma y hemos comenzado a adentrarnos en el corredor. De reojo intento ver si estamos todos, pero enseguida noto una ausencia. Miro hacia atrás cuando comenzamos a alejarnos. No tardo mucho en encontrarla. La moto de Mei está averiada, y los Cyborg no tardaran en rodearla. Miro a Rune, a un lado mío.

-Rune, tengo que ir por Mei -le digo, con firmeza-, tú conduce la moto.

La chica peligris asiente con decisión. Paso una de mis piernas hacía el otro lado, justo en el momento en que Rune salta de su compartimento para ocupar el asiento. Cuando la veo sentarse, tomo impulso y salto. Ruedo por el suelo de roca. Estoy conciente de lo doloroso que seria siendo humano. A veces es bueno traspasar las cosas dolorosas.

No tardo mucho en llegar con Mei, y justo a tiempo. Un par de motos enemigas se acercan a toda velocidad. Uso mis poderes de la tierra para crear una enorme rampa de piedra y alejarlas de su objetivo.

-¿Cole? -pregunta Mei, volviéndose hacia mí. Una auténtica sonrisa ilumina su rostro. Es el tipo de sonrisas por las que vale la pena arriesgarse-- ¿Regresaste?

-Por ti flor de agua, lo que sea -sonrío.

Ni siquiera hace falta hablar cuando vemos de reojo a más motocicletas acercándose, ambos atacamos como si hubiésemos hecho un plan, como si nuestras miradas se hubiesen puesto de acuerdo. Igual que antes. Esta vez no puedo ignorar cuando una gran emoción hace latir con fuerza mi corazón, alimentado por un éxtasis maravilloso. Mei levanta su hacha y yo mi guadaña. Ambas se encienden sin tan siquiera haberlas activado.

-¿Qué sucede? -pregunto, alarmado.

La empuñadura hace cosquillas. Una onda eléctrica la recorre, una gran energía indescriptible que aumenta completamente mis sentidos.

-No tengo idea -dice Mei, si aliento.

Creo que nosotros también estamos brillando, como cuando liberamos nuestro verdadero potencial. Una cantidad pasmosa de agua sale disparada del ultra hacha de Mei, y lo mismo sucede con mi guadaña, solo que con tierra. Un torbellino de lodo se crea cuando nuestros poderes se combinan. Es una fusión de elementos.

Mei's POV.

La ola de poder solo dura un poco. Aunque logramos alejar más de una moto, las otras siguen acercándose. Siento el vello de mi nuca erizarse antes de siquiera poder escuchar el ronroneo de otras motos acercándose, detrás de nosotros. Pero no son nuestros amigos. Eso está claro con sólo ver el tono de púrpura en las franjas que lo recorren. Púrpura de materia oscura.

Antes de voltear hacia Cole, él ya esperaba mi mirada. Oprimo mi hacha contra mi pecho, diciéndole:

"Éstas son mías".

Cole esboza una de sus sonrisas determinadas. Pero en cuanto estoy por atacar una tercera moto se acerca a toda velocidad y las saca del camino. Frena derrapando frente a nosotros, y la fricción de las llantas contra las rocas crea chispas que brincan a nuestras caras.

-Llegó su uber -sonríe, mostrando los dientes.

-¿Shorty? -pregunta Cole.

La chica frunce las cejas, con orgullo.

-¿Creían que les iba a dejar toda la diversión?

Cole se vuelve hacia mí. Sus ojos brillan en desesperación.

-Mei, ve con Rune.

Miro hacia los Cyborg que ya sé recuperan del ataque. Si cree que lo dejaré aquí no me conoce para nada.

-¿Y tú?

Una sonrisa determinada vuelve a surcar su rostro.

-Conseguiré mi propio transporte.

Cole's POV.

Los Cyborg me rodean a penas veo a Mei y Rune alejarse. Aunque mi arma no brilla más (al menos por sí misma) un destello se refleja en su interior laberíntico de color ámbar, cuando la levanto bien alto en el cielo.

Con un rápido movimiento de brazo, hago una estocada en el aire. La roca contenida en los cañones cruje. Las grietas crecen. Los pedazos se desprenden. Dirijo cada uno de ellos a mis enemigos, y la energía dorada, tanto en mi traje como en mi guadaña, me da la sensación de contener un poder infinito.

Una de las motos de acerca a mí a toda velocidad. Guardo la guadaña en la espalda y me preparo para asustarme una buena patada en el aire. Consigo tumbar al Cyborg, tal y como era mi objetivo,y me toma menos de un segundo tomar su lugar.

Por fortuna, la moto debe estar creada con algún tipo de metal que evita que la traspase, cosa que me sienta bastante bien como fantasma. Esbozo una sonrisa y acelero, con el resto de los Cyborg pisándome los talones.

En cuanto subo la velocidad siento un acelerón inmediato de energía. Debo de haber salido disparado a una velocidad pasmosa, a la que nunca antes había estado. El viento me da de lleno en la cara. Es una sensación de libertad absoluta.

El destello de algo a mi lado llama mi atención. Una moto con destellos celestes ha conseguido seguirme el paso e incluso llegar a mi nivel. Su ocupante lleva puesto un casco negro de cristales polarizados por lo que no puedo ver su rostro. A que le preocupa la seguridad.

"Así que esto será una carrera", pienso enseguida, tomándolo como un reto "Que venga, pues".

Regreso la vista al frente. Todas las maniobras que me pasan por la mente las ejecuto con maestría, dando vueltas bruscas y virando hacia las rocas. Aunque al parecer éste sujeto que me sigue no es tan torpe como creí, porque cuando giro la cabeza, él sigue a mi lado, como un imán al refrigerador.

El sujeto saca algo de su bolsillo. Es un objeto alargado y cuadrado y metálico, como un control remoto. A penas arqueo las cejas mi moto comienza a dar giros alocados. Trato de mantenerme sobre ella, seguro de que así se siente un vaquero montando un toro embravecido.

De pronto, la moto se detiene de un tirón, y comienza a andar normalmente. No puedo alegrarme por ello. En cuanto mi vista logra concentrarse únicamente en el frente, un profundo temor me hace curvar la boca hacia abajo.

-¡No, ahora no! -exclamó.

Me cubro los ojos con las manos, porque estoy por estrellarme contra una pared de piedra maciza.

Ronin's POV.

Silbo la melodía de tres notas de REX, en unos segundos mi recién pintado y flamante dirigible aparece sobre nosotros. Reconozco que arriesgar el pellejo por estos niños tiene sus ventajas. Borg no sólo lo reparó, lo actualizó y ahora sus nuevos tonos negros y celestes le dan un toque increíble. Tengo que cubrirme la cara cuando mi bebé apunta sus reflectores a dónde estamos. Brillan con una potencia que pondría celosos a los viejos y oxidados faros de Stiix.

Una moto verde se acerca a mí. Tardo un poco en volverme hacia el adolescente, porque enserio estoy cautivado con lo bien que luce mi dirigible.

-Ronin, baja la rampa de REX -me pide Lloyd. El viento de la persecución revuelve sus cabellos dorados sobre su frente, de forma salvaje.

-¿Qué? ¿¡ESTÁS LOCO!? -exclama Jay, desde atrás.

Ése azul, a veces puede ser algo paranoico. Lo ignoro y bajo la rampa.

Zane es el primero en saltar, usando una de las rocas como rampa para tomar impulso. Después de él lo secuendo yo, aumentando la velocidad en el momento justo. Las llantas de separan de la roca, y quedo suspendido en el aire. Giro el manubrio en cuanto caigo con un golpe amortiguado sobre mí bebé. Me quito a tiempo cuando Lloyd, Rune y Kai saltan casi que inmediatamente después de mí. Entonces me fijo en el pelirrojo de pecas que gira dubitativo alrededor de la rampa. Su rostro refleja un pánico absoluto. Su peso combinado con el de Karlofff... no les permitirán llegar a REX.

Jay's POV.

Me siento en completo plan rápidos y furiosos, lanzándome de riscos a toda velocidad, con explosiones de fondo y los matones persiguiéndome. Cuando de pronto, recuerdo un detalle MUY importante. Que tengo a un tipo que podría pesar sin envidiar una tonelada o más. La velocidad desciende de golpe y me desvío antes de poder llegar a la rampa. No voy a poder saltar...

-Aquí se baja Karloff -me dice.

Me vuelvo hacia él con tanta rapidez que mis huesos contracturados crujen.

-¿Qué? Pero, te capturarán.

-Si Karloff no irse ahora hombres de titanio capturar a niño de rayo.

-No te olvidaremos, Karloff -le prometo.

Él no dice nada, simplemente asiente con su enorme cabeza, como si aquello lo pudiese resolver todo. Karloff baja de un salto. El estrépito en el suelo provoca que la moto salga disparada hacía la rampa. Giro la cabeza, desde el aire. El remordimiento me inunda como una avalancha oscura. Me llevo una mano a la frente, como una señal de respeto. Karloff aún nos mira desde abajo. El atisbo de una sonrisa asoma en su rostro, y es la última imagen que me llevo de él, antes de que los Cyborg lo rodeen y se lo lleven de mi vista.

Cole's POV.

Abro los ojos lentamente. Me cuesta trabajo hacerlo. Mis párpados son como pesadas cortinas de hierro. ¿Exajeraria si dijera que no siento nada? Absolutamente nada... Miro a mi alrededor, o al menos eso intento, mi cuello está más rígido que la carne que cenamos. Lo primero que veo es a un sujeto, atado, justo a mi derecha.

-¿Karloff? -lo llamo.

-Cole no despertar cuando Karloff lo llamó, eso preocupar a Karloff.
Volteohasta donde puedo, con la esperanza de no encontrar a mis amigos. Y no lo hago, pero... ¿Eso significa que están bien?

-Bueno, bueno hasssta que dessspiertan -dice una voz... ¿sobre nosotros?

Miro hacia arriba, solo distingo una silueta sobre una peña saliente de la pared de roca. La silueta salta hasta quedar frente a mí. A pesar de la poca luz que emite mi traje ninja puedo ver su rostro.

-¿Eres un aerobrai?

-¿Eresss un fantasssma? -repite, irónico.

-Benzin -una tercera voz se une a la conversación, o mejor dicho, la interrumpe.

-¡Ya voy! -exclama el aerobrai-. Essste chico...

El aerobrai se aleja caminando a otras cuatro siluetas, reunidas cerca de unas motos. Los aerobrai son una tribu serpentin que vive en los árboles. Para atacar suelen arrojarse de superficies altas.
Miro a Karloff, nuevamente.

-No te preocupes, Karloff, mis amigos nos sacarán de aquí.

-Karloff no estar tan seguro.

-Ten pensamiento positivo.

-No ser eso... ellos ni siquiera notar que Cole no estar con ellos.

-¿A qué... te refieres? -pregunto, con tristeza.

¿Será posible? ¿Ellos... me olvidaron? Bueno, es verdad que si fuesen a salvarme... ya estarían aquí... ¿no? ¿Y si es verdad? Noto que se me forma un nudo en la garganta. Bajo la cabeza, con solo un pensamiento en mi mente: mis amigos me olvidaron.

Zane's POV.

Siento una punzada de tristeza al ver a Lloyd parado al borde de la rampa semi abierta, escudriñando el desierto. Mei está de pie, a su lado, con una mano sobre su hombro. Siento que de poder ver sus expresiones la situación no haría más que empeorar. Con sólo notar sus respiraciones irregulares y la forma en que sus piernas tiemblan como un castillo de naipes a punto de derrumbarse, sé lo destrozados que están... que lo estamos todos.

Mi visión se vuelve lúcida de pronto, con un destello de luz azul. Estoy viendo justo lo que mi halcón ve. Desde las alturas noto las planicies rocosas y alguna que otra estatua del corredor. Entonces, lo encuentro.

No veo a Cole, no, a él no. Pero sí veo al grupo de Cyborg que deben tenerlo cautivo, tanto a él como a Karloff. El número de enemigos es grande y parecen venir equipados por si deben librar una batalla.

Parpadeo y en mi campo de visión vuelven a aparecer mis amigos. Ésta vez todas sus miradas están fijas en mí. Un frágil silencio se asienta. Todos intercambian miradas tan atónitas y llenas de preguntas que, al fin, les digo qué es lo que vi.

-Los Cyborg siguen aquí.

Cuatro simples palabras -los Cyborg siguen aquí- desatan un torrente de emociones. Si el silencio es capaz de golpear, lo hace. Si es capaz de romper como una ola e inundar un vehículo con la fuerza del océano, lo hace.

-Ésto es culpa mía -dice Lloyd. Tiene el ceño arrugado y los ojos atormentados-. Y-yo soy el líder... -sus ojos se cierran con dolor. Mei extiende una mano para tranquilizarlo. El rubio vuelve a abrir los ojos, puedo ver la caída de sentimientos en él-. Ronin, desciende.

El mercenario gira sobre su asiento, presiona uno de los botones del tablero, el del piloto automático y mira a Lloyd .

-No lo haré -responde. Su tono es brusco y firme-. Le prometí al sensei Walter que los iba a cuidar y no voy a arriesgar siete vidas sólo para salvar una.

-¡Pero es la vida de Cole! -exclama Mei, mirándolo directamente, pero es la mirada ciega, sin parpadeos, de quien mira al pasado-. Él lo haría por nosotros...

-¿Y qué es lo que piensan hacer? -pregunta Ronin, con escepticismo-. ¡Son más y lo saben! ¡Lo vieron!

-¡No lo voy a abandonar!

-Mei, sé lo difícil que es -Ronin se da la vuelta al frente y toma los controles. La rampa se cierra de golpe y nos deja sacudiéndonos-. Pero no los voy a dejar tomar ése riesgo.

Jay y Kai se proponen avanzar hasta donde está el mercenario, y forzarlo a dar la vuelta, sin embargo, Ronin acelera a tope y la fuerza nos hace retroceder hasta dar con la pared, sin poder mover un solo músculo, como imanes sobre una superficie metálica.

-Ronin, da la vuelta... -dice Mei, con un hilo de voz.

El mercenario no responde.

-Ronin, por favor, da la vuelta...

La palabra por favor nunca ha surtido efecto en Ronin, pero la forma en la que Mei lo pide, con las resquebrajaduras del dolor, son capaces de quebrarme incluso a mí.

Pero Ronin, no retrocede, y no nos mira en todo el camino.

❇⚫❇⚫❇⚫❇⚫❇⚫❇⚫❇

Aunque odiar a Ronin no es una opción, cuando se da la vuelta hacia nosotros, al volver a la ciudad, mi enojo no me deja verlo de vuelta. Cole es mi hermano, y aunque estoy de acuerdo en que no era sensato volver por él, hace mucho aprendí algo importante, algo que me marcó para siempre: ésto no se trata de números, es sobre familia.

Caminamos hacia el ascensor. Ronin coloca una mano entre las puertas de metal, para evitar que se cierren, justo antes de entrar. Nos mira a los siete, pero no lamentando su decisión, ni siquiera intentando disculparse. Nos mira seguro de que hizo lo que debía hacer.

-Lo hice por su bien -nos dice.

Ninguno responde. Solo Kai, Nya y Rune lo miran directamente a los ojos, desafiandolo.

Cuando llegamos al ultimo piso, en el sótano, voy enseguida al cuarto de computadoras. Es ahí donde siento que las respuestas no me fallan, me ayuda a pensar. También está el hecho de que Pixal puede proyectar su imagen de manera holografica con una de las máquinas aquí presentes. Es casi como tenerla de nuevo a mi lado.

Me paseo frente a la figura de la chica, sin dejar de pensar. ¿Cuantas son las probabilidades de que Cybermad use el cetro en Cole?... ¿Y cuantas son de que lo haya hecho?...

-Zane, debes intentar calmarte -me pide Pixal.

Posa una de sus manos holograma a centímetros de mi brazo, para evitar traspasarme. Sus ojos de fantasma cibernautico color púrpura se fijan en los míos.

-No puedo hacerlo, Pixal. Tenemos que ir por él... o va ha suceder lo mismo que...

Vuelvo a mirarla. Y pensar que cuando estuve preso en la Isla de Chen olvidé quién era ella, y lo que significaba para mí. La idea de que eso fue posible... me aterra.

Abro los ojos de golpe.

Una idea surca mi mente. Ya me había planteado intentarlo, pero tras lo ocurrido con Cole ahora de verdad siento que podría funcionar.

-Pixal, busca en mi memoria la guarida de Cybermad.

La chica sonríe, con determinación. El holograma se apaga, pero sigo escuchando su voz, que es una parte de mí.

-Buscando. Cincuenta y dos por ciento, setenta y cinco... Carga cien por ciento completa.

Retazos de imágenes llegan a mi de golpe, uno tras otro. Coordenadas, números, lugares, el mismo lugar.

Funcionó.

-¡Chicos! -exclamó, mientras corro a toda velocidad hacia la sala de descanso.

Mis amigos están sentados en los sillones dispersos por la habitación, y Dareth también está aquí. Muestran expresiones vacías al principio, pero desaparecen en cuanto ven la emoción en mi rostro. Un atisbo de esperanza asoma sobre ésa tristeza que ha pintado sus ojos. Ronin también está aquí, aunque en una esquina, tratando pasar desapercibido a las miradas de furia y decepción.

-¡Ya lo tengo!

Ninguno habla. El mercenario se endereza, interesado en saber a qué me refiero. Esta seguro de que hizo algo bueno, pero cuando avanza hacia donde estoy lo noto dudar, ese muro de falsa confianza cae por unos segundos y me deja ver que espera con ansias que mi noticia haga que los demás lo perdonen.

-¿Tienes qué? -pregunta Ronin.

-Ya sé la ubicación de la guarida de Cybermad.

Lloyd's POV.

-¿¡Cómo que sabes la ubicación!? -pregunta Kai, incrédulo.

Es el primero en reaccionar. Salta del sillón como un resorte y mira fijamente a Zane. Yo mismo deseo que sea cierto lo que dice, porque una mezcla de emociones se agolpan en mi estómago, preparándome para enfrentar lo que sea.

-Está en las Cumbres Doradas -dice Zane, mirándonos.

Claro, las Cumbres Doradas.

Cierro los ojos por un segundo. Las imágenes de mi estadía en la horrorosa guarida de Cybermad surgen en mi mente como hologramas borrosos y distorsionados. Fantasmas de los recuerdos que mi mente me obligó a olvidar.

-Es cierto -digo, y cuando abro los ojos el primer rostro que veo es el de Mei, con sus grandes ojos color mar destellando-. Mi celda siempre estaba muy caliente.

-Oigan, escuchen las tonterías que dicen -pide Ronin, por fin dejando su esquina para presentarse frente a todos. De inmediato trato de evadirlo-. Están durmiendo con ésas linternas demasiado cerca de sus cerebros. ¿Las Cumbres Doradas? ¿Creen que su guarida está en el interior de un volcán?

-Sí -respondemos todos al unísono.

Ronin deja salir un bufido. Se pasa una mano enguantada sobre su cabello color canela. Luce muy derrotado. Supongo que debe ser frustrante tratar de entender lo que hacemos -salvar a Ninjago- y que al querer ser parte de eso las cosas no estén resultando. Pero ésa no es la cuestión. Estamos todos furiosos con él, es lo que pasa cuando te interpones entre la familia.

-Bueno, asumiendo que sea así ¿Qué es lo que harán? -pregunta, dándose por vencido con nosotros.

Nos miramos unos a otros. Tiene razón. Necesitamos un plan, necesitamos saber con certeza cuál será nuestro próximo movimiento.

-Yo sé que haremos -digo, con seguridad-. Vamos a ir por Cole.

Cole's POV.

En cuanto abro los ojos me doy cuenta de que algo ha cambiado: me resulta más fácil pensar.

<<-Cometieron un error; los efectos del deepstone se me están pasando. De pronto, un revuelo en el pasillo me distrae. Alguien discute en voz muy alta.

Tras una pausa, unas llaves tintinean fuera de la celda. Trato de adoptar una expresión calmada.

Se abre la puerta.

El desconocido, vestido con traje ninja celeste y un pañuelo azul marino, emana calma y tiene aspecto de seguridad. Tiene el rostro serio y unos mechones rubios le caen sobre la ceja derecha. Parece un año mayor que yo y un poco más alto. Ya lo había visto antes, él fue quien nos capturó a Karloff y a mí,sólo que ahora su pelo no está escondido bajo ésa máscara ninja. Además, siento que me estoy saltando un detalle importante... es sólo que aún no sé cuál.

Es extraño que no esté nervioso cuando el chico me saca de la celda. Ya sé que me va a llevar con Cybermad, y que, al salir de ésa habitación voy a ser malo y me uniré con los otros maestros elementales.

-¿Qué se siente? -me pregunta el extraño. ¿Qué se siente? ¿De qué habla? Me sorprende que alguien me dirija la palabra, para variar.

-¿El qué?

-Ser un fantasma... ¿Qué se siente? -repite, con suma curiosidad.

-Es lo peor que te puede pasar -respondo. El extraño sonríe, como si le hubiesen hecho una broma-. No es gracioso, me siento olvidado.

-¿Por que tus amigos no regresaron por ti? -me molestaría... si hubiese sido una pregunta sarcástica. Pero por la forma inocente en la que lo pregunta... ¿A quién me recuerda?

-Sí -admito-. Porque siento que no les importo. Siento que sólo soy su sombra, que los sigue a todos lados y ellos ni siquiera me notan.

-¿Y tú querías que ellos volvieran?

-... No -miro asombrado al extraño- ¡Oye, tú eres el sujeto del
restaurante! ¿El "kappa fantasma"?

-Lar.

-¿Qué?

-Mi nombre es Lar.

-Oh... Soy...

-Cole ya lo sé.

Me quedo mirando contra la luz los ojos de Lar. Aqua, Mei. Tiene los mismos ojos de Mei, ésos ojos en los que me apoyo cuando estoy deprimido, que me hacen sonreír.

-Oye, Cole -alzó la vista al escuchar mi nombre-. No sé lo que se siente ser un fantasma, ni tampoco conozco muy bien a tus... amigos, pero si puedo decirte algo: ése sentimiento de abandono que tienes, ten cuidado con él, porque puede provocar que hagas cosas horribles.

❇ ❇ ❇ ❇ ❇ ❇ ❇ ❇ ❇

No recuerdo haber estado tan cerca de Cybermad. Dos metros, ésa es la distancia que nos separa. Trato de buscar su cetro de materia oscura con la mirada, pero no lo tiene ¿Por qué no lo tiene? ¿No va a usarlo contra mí? Cybermad se da la vuelta, y cuando lo hace, no puedo despegar mi vista de su cicatriz.

-Quería hablar contigo con respecto a algo, Cole -dice, como si fuésemos buenos amigos.

-¿No va a usar su cetro? -pregunto, aún con la vista fija en la franja que recorre su ojo.

-Normalmente, lo haría. Pero creo que eres... alguien con quien vale la pena hablar primero.

Por la forma en la que se detiene antes de decir alguien me hace pensar que quería decir persona, pero claro, ahora soy mucho menos que éso.

-Yo entiendo como te sientes, solo, completamente solo.

-¡No es verdad! -exclamo-, mis amigos...

-¿Y dónde están ellos ahora, Cole?

Bajo la mirada y me muerdo el labio inferior.

-Tienes que admitirlo, estás solo. Pero, descuida, aún hay alguien que se preocupa por ti.
Cybermad se hace a un lado y me deja ver a alguien, al fondo, en una silla metálica, inconsciente.

-¿Sensei Wu? -pregunto, en un susurro.

No luce herido, al contrario, parece que simplemente está dormido.

-Descuida está bien. Por fortuna no hizo falta tomar medidas extremas para que hablara.

Ahora todas las piezas encajan. Así es como él ha sabido la ubicación de los prismas elementales todo éste tiempo

-Nightmare pudo obtener ésa información mediante sueños -me explica Cybermad.

-¿Nightmare?

-Cole, tengo un trato para ti.

¿Trato? Levanto la cabeza antes de poder evitarlo.

-Piensa en tus opciones: tus amigos te abandonaron. No merecen tú ayuda.

-No, no la merecen.

-¿Realmente confías en ellos?

-No, no lo sé.

¿Pero qué estoy diciendo?

-Si les importaras no te habrían dejado.

-No lo habrían hecho.

-Sólo eres un fantasma para ellos, piensa en cómo te hacen sentir.

-Deberían sufrir como yo lo hago.

-Aquí está mi propuesta.

Cybermad me cuenta lo que quiere que haga. Las palabras de Lar me llegan a la mente:

-Ése sentimiento de abandono que tienes, ten cuidado con él, porque puede provocar que hagas cosas horribles.

Debería hacerle caso. Es lo mas parecido que tengo a un amigo en éste lugar.

"No, no es así".

Tal vez no debería darme el lujo de confiar en él.

"Así es".

Pero no puedo traicionar a mis amigos, no puedo.

"Ya es muy tarde para eso".

-Entonces, ¿Tenemos un trato?

-Lo tenemos.











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