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Prologo

"Las cosas terminan, de lo contrario nada comenzaría"

- 11mo Doctor

***Narro yo***


10 de octubre, un día como cualquier otro que puede no tener importancia para muchas personas, pero en cierta aldea del país del fuego, esa es una fecha que está grabada en las mentes y corazones de sus aldeanos desde hace 8 años, puesto que ese fue el día en que el Kyubi, una bestia de puro odio, caos y destrucción, se desato en medio de su pueblo, destrozando todo a su paso y llevándose consigo la vida de muchas personas esa noche, siendo una de ellas la de su querido y respetado Yondaime Hokage, mismo que pereció sacrificando su vida para encerrar a la bestia dentro de un recipiente para contenerlo, un pequeño niño recién nacido.

Lo que muchos no sabían, es que este mismo niño era nada más y nada menos que su primogénito, hijo suyo y del amor de su vida, que también pereció ese día. El hizo el máximo sacrificio e invoco al dios de la muerte, el mismo Shinigami, todo para encerrar al demonio y salvar a su pueblo de la destrucción, dejando como su último deseo que su hijo fuera tratado como el héroe que, según él, era.

Desgraciadamente, esto no resultó así, ya que luego de que se diera la noticia del estado del infante como contenedor del Kyubi, un pueblo herido y temeroso, vio en el pequeño al demonio que les había arrebatado a sus familiares y amigos. Por lo mismo, muchos pidieron la muerte del pequeño creyendo que sería lo mismo que dar fin a la bestia.

El viejo Sandaime Hokage, quien retomó el manto tras la muerte del Yondaime, supo actuar con rapidez, pero se equivocó al tomar varias acciones que él creía que protegerían al infante.

1) Nadie podría adoptarlo para que ningún ambicioso se hiciera con el poder del Kyubi en su interior.
2) Nadie podría hablar de su condición como carcelero de la bestia.
3) Nadie podría agredirlo o atentar contra su vida de ningún modo.
4) Y, por último, para quienes conocían su origen, estos no podrían revelar la identidad de sus padres, ni siquiera a él propio niño, todo para protegerlo de los enemigos de sus progenitores, muchos de los cuales no dudarían ni un segundo en desquitar sus deseos de venganza contra el infante.

Todo parecía una buena idea en su momento, pero algunas de estas órdenes provocaron que el niño creciera en una profunda soledad, aislado de todas las personas a su alrededor. Los padres quienes les ordenaban a sus hijos el mantenerse alejados del chico sin decirles el porqué; los que conocieron a sus padres, algunos por estar perdidos en el dolor de sus propias perdidas, otros porque no tenían el valor de ver al niño y mentirle o evitar decirle de donde viene.

Y, como se dijo antes, el 10 de octubre era una fecha muy especial, no solo porque era el cumpleaños del pequeño, sino porque en este día, donde muchos recordaban la gran tragedia y lo que perdieron, se decidían a hacer algo, sin importarles las consecuencias y ese algo era ponerle fin a la existencia del "niño demonio". Afortunadamente, esto siempre se evitó con las escoltas que vigilaban y protegían al pequeño, sobre todo en esta fecha tan especial.

Solo que esta noche era una excepción puesto que, luego de una discusión entre el niño y Hiruzen Sarutobi, su figura de abuelo y el Hokage, el infante salió furioso de su oficina, desapareciendo entre la oscuridad de la noche hasta para sus escoltas, lo único que quería en ese momento era estar solo.

???- (¡No es no Naruto!... no te voy a inscribir en la academia ninja y esa es mi última palabra... esto no está a discusión, piensa en otra cosa que quieras hacer) – recordaba con amargura el niño, las palabras del viejo hombre – (No dejare que termines como ellos... eso no importa deja de preguntármelo, tu solo, ve a tu casa y piensa en otra cosa que quieras hacer de tu vida... ¡PORQUE SOY TU HOKAGE Y TIENES QUE OBEDECERME!)

El pequeño Naruto lloraba en la orilla de un pequeño estanque, aun con todo el esfuerzo que había puesto en su entrenamiento con Neko y Hebi, su abuelo no solo le dijo que no lo inscribiría en la academia, igual que el año pasado, sino que ahora se había enojado y le había gritado que no lo dejaría ser ninja... y encima lo había vuelto a evitar cuando pregunto por sus padres.

Naruto- ... solo quiero ser un ninja para poder salir de este lugar – viendo las murallas de la aldea a lo lejos – aquí no hay nadie a quien le importe además de Teuchi, Ayame, Neko y Hebi... pero ellos tienen sus propias vidas y no siempre puedo estar con ellos...
Solo quiero escapar y encontrar algún lugar donde pueda ser feliz...

Mientras continuaba llorando, comenzaba a resignarse a la idea de que no podría ser ninja, así que se puso a pensar que otra cosa podría ser, tal vez algo que haga que la gente lo noté y lo quiera, algo con lo que pueda ayudar a los demás – talvez podría ser constructor o cocinero... o incluso un doctor.

Secando sus lágrimas con la manga de su suéter, se levantó y se disponía a regresar a su casa cuando sintió un inmenso dolor cuando algo se clavó en su pierna, luego en su brazo izquierdo y antes de que pudiera gritar, su boca fue tapada por una mano.




---En otra parte del bosque---

Los señores del tiempo son una especie algo complicada, pueden de ser los seres más inteligentes del universo, pero también pueden llegar cometer las mismas estupideces que cualquier otra especie, han tenido grandes conflictos bélicos e incluso desaparecieron temporalmente de su propio universo como producto de uno de ellos.

Para tener 2 corazones, muchos de ellos pueden llegar a ser muy fríos y vengativos, además de que, si no se accidentan, pueden llegar a vivir por siempre, razón por la cual tienden a, irónicamente, vivir mucho en el pasado, a veces literalmente, esto gracias a su inteligencia e ingeniería avanzada que les ha permitido fabricar una de las más sofisticadas piezas de tecnología, las TARDIS'es, máquinas del tiempo que no solo cumplen esa función, sino que también ayudan a un Señor del Tiempo en el proceso de su regeneración. Otro de sus grandes poderes como especie, los Señores del Tiempo pueden regenerar su cuerpo si se encuentran al borde de la muerte por alguna herida, enfermedad o radiación, proceso en el cual se reemplazan todas las células de su cuerpo, incluyendo las cerebrales, por lo que su cuerpo, rostro y personalidad cambian, aunque conservan sus recuerdos.

Sin embargo, de entre todos ellos existió uno en especial, uno que un día robo una TARDIS y se embarcó en un viaje que sacudió al universo entero en más de una ocasión. La tormenta que se aproxima, el depredador, el hombre que corre, el hombre que olvida, tuvo muchos nombres a lo largo de su vida y a través de sus múltiples regeneraciones, pero el prefería presentarse como El doctor.

Contar más sobre el doctor llevaría más tiempo del que cualquier humano viviría, no por nada ha vivido miles de años, más o menos, pero lo importante en esta historia es este mismo momento, el fin de la línea para este viejo.

Había evitado a la muerte una infinidad de veces, algunas con mucho estilo y otras a duras penas y gracias a la intervención de otros, pero como el mismo dijo a una vez "Todo debe terminar, o sino nada comenzaría". Y es por eso que está aquí, en un bosque al azar de una fecha al azar, no tenía sentido elegir un sitio especifico donde morir, si algo ha de pasar, pasará.

Para alguien tan querido y con tantos amigos y familiares en su haber, sin contar el acceso a cualquier punto y lugar de la historia, elegir morir completamente solo era algo anticlimático, pero, ya se había despedido de tantas caras que volver a verlas solo para despedirse, sería demasiado doloroso... para el mismo.

Esto estaba bien, además de que muchos de ellos harían hasta lo imposible por hacer que se quede, su tiempo había terminado y él lo sabía.

Salió de su TARDIS una última vez, su eterna apariencia de cabina de policía británica de los años 60's en toda su gloria, incluso abrió la puerta hacia afuera, la primera y única ocasión en todo este tiempo, y cerró sus puertas.

Doctor- Bueno vieja amiga... supongo que es todo... el fin del carril – viendo como la luz encima de la cabina brillaba más fuerte – lo siento sexy... esta vez no hay nada... no hay un plan, una idea o una ridiculez a punto de suceder...
Aquí es donde acaba mi historia... siempre recordaré los momentos que pasamos juntos, lo mucho que cuidaste de mi... - la luz brilló de nuevo – sí, también recordaré a todos... Susan, Rose, Jack, Martha, Donna, Amy, Rory, River, Clara, hehe aunque nunca logre recordar todo de ella, Graham, Ryan, Bill, Beth, Eliz, Owen, Mason, María, Diane, Derpy, José, Chloe, Dan, Stan... todos ellos...
Ahora ve, dejé todo listo para que puedas pilotarte sola e ir a donde tú quieras, tal vez puedas encontrar a otro viejo loco que quiera robarte – el brillo se apagó – eres tan terca como siempre... pero es tu decisión... en algún momento te aburrirás.

Sin más el viejo comenzó a caminar para encontrar un buen lugar donde dejarse ir, el que hubiera dejado al azar el lugar y la fecha no significaba que se sentaría en cualquier piedra, además, algo le decía que siguiera caminando.

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"No hay porque temer la ira de un buen hombre, buenos hombres tienen demasiadas reglas"
"- No, los hombres buenos no necesitan reglas... el por qué yo tengo tantas no es la cuestión de hoy"

Todavía recordaba el día que tuvo esa conversación, fue una de las únicas veces en su vida donde de verdad estuvo furioso, momentos donde mostró lo peor de sí mismo sin restricciones... y hoy sería la última de ellas.

No creyó que una de las cosas que vería poco antes de morir, sería algo como esto, él siempre creyó en los humanos como seres de esperanza y con la capacidad de sacar lo mejor de sí mismos, aun cuando llegó a conocer a auténticos monstruos, siempre mantuvo su idea de que eran más los buenos que los malos, pero eran cosas como está la que le hacían difícil pensar así.

Varios sujetos, algunos con uniformes militares de algún tipo, otros siendo personas normales, todos armados con cuchillos, botellas u algún otro objeto filoso... todos turnándose para apuñalar a un niño, crucificado en un árbol...

Todos riendo e incluso festejando mientras el pobre niño ya no tenía fuerzas ni para gritar, su rostro lleno de moretones y cortadas, su pelo rubio teñido con su propia sangre... misma que escurría como un río de una de sus cuencas ahora vacía...

Nunca se había sentido tan asqueado con los seres que el mismo había salvado en infinidad de ocasiones como ahora, pero, sobre todo, nunca se había sentido más inútil e impotente que en este instante, incluso en el tiempo que creyó que había acabado con su planeta, su hogar, y con todos en él.

Ahora se arrepentía de haber bajado sin nada de la TARDIS, no creyó que necesitaría nada consigo antes de morir, ni siquiera su fiel destornillador sónico...

Solo podía mirar como torturaban a ese niño, tratando de pesar en una forma de salvarlo... hasta que sucedió.

https://youtu.be/zbIfYCUMFT0

(Sonido de la TARDIS)


Doctor- Gracias vieja amiga... - susurró al oír la llegada de su fiel compañera.

¿¿¿- ¿Qué es eso? – dijo uno de los linchadores.

???- Debe ser el Hokage y sus anbu ¡corran! – grito otro.

La brillante luz y el sonido de la TARDIS arribando había alertado a las personas, por lo que salieron huyendo para evitar al viejo hombre y a sus escoltas.

En cuanto el último de ellos salió de la vista, el doctor corrió y bajo al pobre chico con el mayor cuidado posible, después lo metió a su cabina y lo llevó a su sala médica, mientras la TARDIS desaparecía de aquel claro.

Doctor- No, ¡NO! – gritó revisando los signos del niño – esto está muy mal...
El daño es demasiado... aunque lo llevará a la Pandorica no resistiría el viaje... - analizó frustrándose cada vez más - ¡No! Me niego a dejarlo morir.
A ellos no los pude salvar – recordando a las personas importantes que perdió – pero si me voy a ir, será con una última victoria – comenzando a teclear varias pantallas, pero sin resultados - ¡Ahhh!

Con un grito terminó por arrancar una de las pantallas para luego arrojarla contra la pared, había algo dentro del chico que trataba de salvarlo, pero ni eso era suficiente para lograrlo, ni tampoco dejaba que nada de lo que él intentaba funcionara. Su pulso empezaba a disminuir mientras el doctor pensaba en que hacer, hasta que vio su mano, la cual comenzaba a emanar energía.

Doctor- ¡Eso es! – su regeneración.

Él había decidido morir aquí, literalmente, aun le quedaban algunas regeneraciones más, sin embargo, había elegido simplemente liberar su energía en algún sitio y dejarse ir. Pero esto lo cambiaba todo, si River había podido salvarlo del veneno del árbol de Judas, él salvaría a este chico.

Doctor- Muy bien amiguito, lo más seguro es que nunca nos lleguemos a ver así que te dejaré un mensaje – uniendo sus frentes para dejarle un mensaje telepático – no sé por lo que hayas tenido que pasar, ni de cerca.
Es muy probable que ahora pienses que la gente es mala, pero no es así... haya afuera hay muchas personas que querrán hacerte daño y muchas de ellas lo lograrán eventualmente, pero también habrán personas que te querrán y te apoyarán, personas que te apreciaran por quién eres y esas personas deberán ser por quienes te levantes y sigas luchando.
Puedes ser lo que tú quieras ser... afuera de esas puertas está la totalidad del tiempo y el espacio, solo tienes que salir y buscar un lugar al cual llamar hogar – la luz comenzó a salir con mayor intensidad – solo recuerda... nunca seas cruel o cobarde; nunca te rindas, nunca cedas; ríete de todo, porque siempre es divertido; sí te equivocas no lo lamentes, enmiéndalo – su silueta comenzaba a perderse entre la energía – no importa si crees que te ves bien, nunca uses una bufanda larga, te verás estúpido; si quieres usar un sombrero, asegúrate de que sea indestructible; cuídate de las mujeres, son fascinantes, pero peligrosas...
Odiar es estúpido, y amar es ser sabio; inténtalo todo, pruébalo más... corre rápido, sé inteligente, sé amable... y sobre todo...
Sé un doctor.

Con ese mensaje final terminó de liberar toda su energía de regeneración, la cual entró en el cuerpo del pequeño rubio, no sin antes destruir gran parte de la sala y causar algunos daños en la TARDIS, misma que comenzó a desaparecer entre la oscuridad de la noche, poco antes de que llegarán el viejo Hokage y sus anbu, solo para encontrar manchas de sangre en un tronco y un ojo tirado en el suelo.

Hiruzen- No... ¡No! – tomando el globo ocular, uno azul como el mismo mar profundo y mirando para todos lados - ¡NARUTOOOO!


Segunda nueva historia publicada, una de mis favoritas por cierto.

No sé si no lo supe buscar o no hay historias que crucen Naruto y Dr. Who, pero es extraño, he visto historias donde hace crossover hasta con My Little Pony (varias las cuales aun sigo).

En fin, eso es todo por ahora, esperen por el próximo prologo.

Joak0Pie fuera, PAZ!!!!

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