Jay es el tipo de novio que...

Jugaría este juego...

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La habitación de Jay estaba iluminada únicamente por el resplandor azul de la pantalla. El sonido de telarañas disparándose y golpes resonaba por todo el espacio. Jay, con los ojos pegados al televisor, balanceaba a Spider-Man entre los rascacielos de Nueva York con una concentración absoluta.

—¡Sí, ahí vamos! ¡Combo perfecto! —exclamó emocionado mientras derrotaba a un grupo de villanos.

La puerta se abrió lentamente, y T/N entró, con el cabello despeinado y envuelta en una manta. Frotándose los ojos, se detuvo en el umbral, observando a su novio completamente absorto.

—Jay... —lo llamó suavemente.

—¡Un segundo! ¡Estoy a punto de terminar esta misión! —respondió sin apartar la vista de la pantalla, moviendo los dedos rápidamente sobre el control.

T/N suspiró, cruzándose de brazos.

—Jay, ¿tienes idea de qué hora es?

—Mmm... no exactamente, pero estoy seguro de que no es tan tarde... —murmuró mientras esquivaba un ataque en el juego.

Ella se acercó y se sentó en el borde de la cama, encendiendo su teléfono para mostrarle la pantalla.

—Son las 4 de la mañana. Deberías estar durmiendo.

Jay pausó el juego y se giró hacia ella con una expresión de sorpresa.

—¿¡Las 4!? ¡Pero si solo me iba a echar una partida rápida después de la cena!

T/N levantó una ceja, incrédula.

—Jay, eso fue hace horas. Wu va a regañarte si apareces con ojeras en el entrenamiento.

Jay dejó el control en el suelo y se dejó caer hacia atrás en el sofá.

—Es que... no puedo dejarlo. ¡Es Spider-Man! Es como... ¡yo en versión superhéroe! ¿Sabes lo genial que es eso?

T/N sonrió suavemente, aunque seguía con tono de reproche.

—Lo sé, Jay. Y es lindo que te diviertas, pero necesitas descansar. Mañana puedes seguir salvando a Nueva York virtualmente. Por ahora, es hora de dormir.

Jay la miró, como un niño atrapado haciendo travesuras.

—¿Prometes que no borrarás mi progreso mientras duermo?

Ella rió, rodando los ojos.

—Prometido. Ahora, apaga eso antes de que me arrepienta.

Jay apagó la consola con un suspiro dramático y se levantó, acercándose a T/N con una sonrisa traviesa.

—Sabes que eres la MJ de mi vida, ¿verdad? La única persona capaz de sacarme de este mundo increíble.

T/N se levantó también, tomándolo de la mano.

—Y tú eres mi Peter Parker. Pero incluso los héroes necesitan dormir.

—Si eso significa que puedo soñar contigo, entonces no me quejo —dijo Jay, siguiendo a T/N hacia la cama, donde ambos finalmente se acurrucaron para descansar.