Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Despierta al fin Un alma anesteciada

   "Ese momento en el que sabes que no eres una triste historia. Estás vivo"

"Las ventajas de ser invisible"

    El tiempo ha pasado inexorable. Silenciando el dolor, sin curar las heridas, todas las palabras inconclusas. Todo lo que faltó por decir y borrando los recuerdos dando paso a la resignación.

     Han pasado unos años. Los Tatsumi han aprendido a sobrevivir sin el cimiento mas fuerte de su origen.
Souinji retomó su vida profesional, enfrascado  en su trabajo y sus viajes. Mientras que cada uno de los chicos aprendieron a crecer en un hogar roto.
Souichi era el enérgico y rígido hermano mayor que los sobre protegía al tiempo que hacía las veces de padre y madre. Entregado a sus estudios y su obsesión por mantener a su familia unida.
A sus diecinueve años se había convertido en un universitario ejemplar, pero solitario y egoísta. Siendo su mundo demasiado pequeño para compartirlo con alguien mas.

__Tatsumi kun! Hay alguien que pregunta por usted__
Logró alcanzarle un compañero para informarle en tono pícaro de la visita que le esperaba en el café de la universidad.

Sin ninguna expectativa se dirigió al lugar a ver quien le requería.
Divisó desde lejos la silueta sentada en la mesita con un cafe en la mano.

__ Hola Souichi... Cómo estas?__

__ Ha-Yun?. Qué sorpresa... qué haces aquí?__

Ambos se miraron un instante. Hasta que fue ella quien se abalanzó a sus brazos. Souichi sabía que Kuma también murió hace unos años. Fué él mismo quien contestó la llamada de su amiga llorando para darle la noticia.

__ Pensó en ti. En sus últimos días. Pensaba mucho en ti.__

__ Debí llamarle más a menudo, pero...__

__Él sabia como eres. Descuida. Siempre fuiste su amigo__

Después de eso, ellos nunca mas habían vuelto a hablar.

Pero ahi estaba ella. Mas hermosa que nunca. Mas alta y sin sus frenillos. Pero con su hermosa sonrisa y su pelo tan negro y largo, recogido en una una cola de caballo.
En minutos y sin saber cómo, ambos se encontraron en un cuarto de hotel, fumando un cigarrillo compartido, entre sábanas enredadas pero sin caricias. Fue simplemente el impulso al verse frente a frente. Intentando traer momentos felices de un pasado olvidado.

__ Vine porque... Voy a casarme! No podía seguir con mi vida hasta cerrar este circulo.__

__ Siempre estuviste tan loca... __

__ Y tú estas mas frío que nunca. Alguna vez me amaste? O solo fui un juego de niño caprichoso?__

__ No lo sé! Casi no recuerdo nada de esa época. La muerte de mi madre lo borró todo__

__ Te entiendo...__

La mujer se levantó. Se vistió y acomodó los viejos pedazos de su corazón. Le dió un dulce beso y luego se fue para siempre.
Souichi simplemente frunció un poco mas el ceño tratando de recordar. Pero en verdad no había nada, ni siquiera tristeza para poder sentirse a tono  Apenas imágenes borrosas que en realidad no dejó terminar de formarse en su cabeza. Algo como un lago de estrellas y unos niños chapoteando a la luz de la luna.

     Algunos años después, hecho un hombre, con su doctorado en investigación y agricultura, se vió esperando impaciente a alguien en una esquina. Fumando y preguntándose cómo llegó a semejante momento.
Recuerda vagamente el día que conoció al "idiota". Se había ofrecido a llevarle a ver un video sobre venenos y químicos. Le habrá parecido raro que le mirara fijamente algun rato, lo hacía para memorizar su cara. Su poca memoria social y desinterés por la gente le obligaban a mantener ciertas estrategias en casos necesarios. El chico era muy alto y de pelo tan negro que parecía azul. Con esos ojos igual de negros y tez blanca. Seria quien le salvaría del pervertido profesor esa noche y luego sin darse cuenta pasaría a ser quien menos creyó que sería.

__ Senpai! Perdona. Hace mucho que esperas?__
__ No... camina__
__ A donde vamos? Apenas me dió tiempo de dejar las maletas en el apartamento...__

Souichi comenzó a caminar sin mirar al recién llegado, que le miraba intrigado, sin entender la extraña cita en ese barrio de la ciudad.  Caminaron hasta llegar a un hermoso parque. Las mariposas revoloteaban entre las flores y los enormes cerezos. Caminos adoquinados y olor a hiervas frescas invitaban a pasar un rato entre las camas de flores.
__ Senpai... he pasado muchas veces por aquí. Y aún así creo que nunca había visto este parque. __
__ Es porque era un matorral cerrado a la gente. Este era mi lugar preferido cuando era niño. Lo han restaurado y recientemente lo abrieron para todos. No lo viste porque pasaste meses fuera de Nagoya. __
__ Ya veo! Y... que haremos aquí...?__
__ No preguntes tanto y compra algunas de esas flores blancas de allá __
__ Flores? Senpai ... te sientes bien? Quieres que compre flores para tí? __
__ Ya cállate! No preguntes tanto y hazlo!__
Un fuerte golpe hizo al muchacho de cabellos negros dejar las preguntas y hacer cuanto se le ordenó.
Luego sin hablar comenzó a seguir a su amado con las flores en ramillete bellamente enlazadas.
De pronto las calle se fueron cerrando hasta llegar a la entrada blanca y adornada de un cementerio. Atravesaron el arco de flores hasta llegar a una tumba de mármol muy cuidada.
Morinaga había enmudecido desde la entrada, sintiendo su corazón palpitar a millón al recorrer el doloroso pasado en esas tumbas. Sin decir nada se abrazó a las flores evitando una lagrima por la emoción al leer el nombre en la lápida.

< Hanna Tatsumi - amorosa esposa y madre >

Souichi tomó una de las flores y ordenó al chico poner las otras en la tumba. Se agachó en reverencia mientras Morinaga hacia lo mismo que él. Luego de rezar y meditar unos minutos, Souichi susurró
__ Madre... él es Morinaga... de quien te he hablado...
Los ojos negros del chico se tornaron vidriosos de felicidad. Sin saber qué hacer o decir:
_Sen-pai...?__

Söuichi colocó la flor en el cabello de su chico le dió un corto beso en los labios, sintiendo el viento traer un delicioso y sutil aroma conocido.

__ Mi madre te aprueba... Vamos a casa...__

La tarde vio alejarse a los dos juntos. Con sus corazones rebozando de amor. Las flores bailaban con las mariposas al viento tan alegres como una madre que ve a su amado hijo marcharse, al fin con el amor de su vida,  feliz a su modo, al fin en paz con su alma y con su corazón.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro