Capítulo 7

Los preparativos de la fiesta tomaron su curso, a pesar de ser una celebración pequeña entre amigos y familiares, se hizo con mucho amor. Dentro de lo que cabe, la celebración para Yeontan estaba saliendo bien. Todos estaban cómodos con el ambiente que había ayudado en gran parte a preparar Carlie, los presentes intercambiaban palabras entablando una amena conversando mientras comían aperitivos brindados en la fiesta. El cachorro tenía muchísimos regalos, desde pelotas nuevas, una cama para perros cómoda y acolchonada, incluso Jimin le había traído un pequeño traje de marinero hecho especialmente para caninos y con gorro incluido. La cantidad exorbitante de regalos era algo que para Carlie era impresionante, ella jamás le habían regalado en su cumpleaños más de 3 regalos y para Yeontan a simple vista parecía tener más de 200. Sin duda era un perrito muy querido por todos en el lugar. La mayoría de los invitados traían hasta más de un solo regalo, mientras que Carlie solo le pudo traer un pequeño juguete de esos con sonidos chillón que le gustaban, y de los baratos.

Se sentó cansada en el comedor, ya que no se encontraba nadie por esa zona, todos estaban concentrados en el gran salón y la señora Kim le había dicho que podía descansar, pues no había parado en horas. Sonrió inconsciente al acordarse dormir en los brazos de Taehyung. Fue hace poco más de una semana en la que habían tenido ese acercamiento. 

Por supuesto, le había gustado, aunque tendría que ser incómodo por esa confianza de parte suya. Tuvo que haberlo enfrentado, pues eran un desconocido abrazándola en medio de la noche en su habitación. Podía ser el idol más conocido en todo el mundo, pero no conocía a su persona. En todo caso, Carlie no se sintió acosada, ni siquiera había sentido el temor de que ese hombre la abrazara. Al contrario. Se sintió tranquila, cómoda, cálida, y acogida entre sus brazos.

Había estado huyendo de él como mismo lo hacían los supersticiosos de los gatos negros y los espejos rotos, lo evitó completamente en estos días, ya que no quería tener ningún tipo de acercamiento para no perjudicar su trabajo. La señora Kim había sido muy buena con ella y, por lo tanto, no quería que supiera que su hijo tuvo ese tipo de contacto consigo. Pues sabía de ante mano que una chica como ella no le convenía a un hombre tan importante en la sociedad. Un famoso y reconocido idol. Carlie sabía su lugar. Además de que después de todo, Taehyung era un hombre coreano de familia conservadora que no tendría nada con una simple extranjera.

Hoy se veía realmente apuesto y fue inevitable no poderlo mirar. Tenía una camisa negra arremangada a los codos, un pantalón negro de vestir y zapatos del mismo color. Era un color que le favorecía a su piel blanca, no cabía duda que se veía mejor que en esas fotografías. Lucía más impactante en persona. Todo un hombre elegante y sexi.

Sexi después de todo.

Carlie tenía un vaso de agua en la mano. Ella no estaba acostumbrada a beber alcohol y es lo que más estaban sirviendo. No había cenado tampoco como debería, y solo había escogido un cupcake de chocolate únicamente para aguantar el hambre. Los dulces siempre han sido su fuerte, siendo así que sus ojos no pudieron apartar la vista ante los apetecibles postres. 

La visión periférica de Carlie había enfocado a Taehyung acercándose a ella con suma elegancia. Sus manos las tenía metidas en sus pantalones sin apartar la vista de su rostro y esos ojos verdes que empezaban a ser su color favorito. 

Taehyung la miraba hermosa esta noche. Portaba un vestido del mismo color que el atuendo de él, tal pareciera que iban a juego. Era un hermoso vestido negro largo hasta el suelo con una abertura en una pierna. Algo de moda hoy en día y se veía preciosa en él, aunque para algunos fuera un escándalo andante que mostraba mucha piel y poca tela. 

Por otro lado, el corazón de la chica bombea con rapidez. No sabía a dónde mirar ni qué hacer. Estaba nerviosa y casi sudando. 

⎯  ¿Por qué estás aquí sola? ⎯  Carlie bajó la mirada a su vaso y jugueteo con él. 

⎯  Descanso ⎯  dijo sin mirarlo. 

Taehyung se acercó un poco más para estar enfrente de ella. Él tenía que bajar la mirada, pues ella yacía sentada en esa silla del comedor apartada de la mesa. 

⎯  ¿Por qué me has estado evitando? ⎯  pregunto frunciendo el ceño. 

Carlie sintió un escalofrío ante aquella voz tan gruesa e imponente. 

⎯  ¿Por qué lo haría, señor?. 

⎯  ¿Señor? ⎯  Preguntó ofendido, pero fuera de eso, lo hacía de buen humor; sin embargo, Carlie se mantuvo en silencio ⎯  ¿Me veo viejo acaso? 

⎯  No. Lo siento, disculpe mi impertinencia. ⎯  respondió rápidamente. 

⎯  Responde lo que te pregunté, ¿Por qué me evitabas? 

⎯  ¿Por qué tendría que hacerlo? 

⎯  Es por lo de esa noche, ¿No? ⎯  no respondió ⎯  Fui un completo pervertido contigo. Me propasé, y quiero disculparme. ⎯  no quería que tuviera una mala impresión de él. Todo lo que viniera de ella le importaba. 

⎯  No tiene nada que disculparse. Yo se lo permití, en todo caso también la responsabilidad sobre cae en mí ⎯  Taehyung flexionó sus rodillas enfrente a ella y extendió su mano hasta su rostro. 

Había quitado un pequeño rastro de chocolate en su labio inferior, con ello había manchado su dedo pulgar y lo llevó a su propia boca para saborearlo. 

¿Acaso eso había sido una indirecta? Carlie se preguntó. 

⎯  Luces hermosa. ⎯  la castaña se sonrojó sin poder responder a su alago ⎯  Te quiero proponer algo. ⎯  ella lo miró ⎯  Sal conmigo mañana. 

⎯  ¿Q-qué? 

⎯  Lo que oíste. Mañana iré a la empresa con Yeontan y quiero que vayas conmigo. Grabaremos una canción y necesito que cuides de él. ⎯  La decepción de Carlie apareció dentro de su pecho, no lo demostró guardándolo para sí misma. 

Ella en segundos se había hecho con el pensamiento de que la invitaría a salir, pero únicamente le pedía una orden a su trabajo. Sí, fue una decepción.

¿Qué pensaste Carlie?, ¿Qué por una noche él sentiría cosas por ti?, Entiéndelo él es un idol, no se fijaría en ti, no cualquiera. 

⎯  Claro, sería un placer. Yo amo a Yeontan. ⎯  Taehyung sonrío. 

⎯  Me alegra saberlo. 

Taehyung se levantó y Carlie hizo lo mismo. Esperaba que el idol se fuera de una vez para entrar a la cocina y tirar el vaso. 

⎯  Creo que la primera vez que nos conocimos no tuvimos una presentación formal ⎯  Carlie se sonrojó y no pudo evitar poner sus manos en su rostro.

Había visto el amiguito de Taehyung. La Taehyung-Conda. 

⎯  De verdad lo siento. Fue un error. 

⎯  Oye, oye. Tranquila. Lo sé. No fue tu culpa, no lo sabías ⎯  Taehyung había escuchado la conversación que tenía con Hwan en la cocina. 

⎯  ¿Lo sabe? ⎯  preguntó confundida. 

⎯  Yung-Kok me lo dijo ⎯  mencionó al guardaespaldas. Ella apartó de su rostro sus manos. 

Para cuando Carlie quería nuevamente disculparse, el rostro de Taehyung estaba demasiado cerca de su rostro. Ambos miraban sus ojos por lo que parecía el tiempo eterno, buscando verse a través de ellos, ignorando la música que hacía eco y aquellos mormuros de personas que mantenían temas de conversación. 

Las manos de Taehyung tuvieron vida propia y viajaron hasta la cintura de la castaña, quien estaba hecha un manojo de nervios ante aquel contacto y cercanía. 

¿Qué estaba a punto de hacer? Carlie pensaba. 

Él estaba acercándose para pegar sus labios con los suyos y Carlie dejándose llevar cerró sus ojos.