Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Sofi y Cameron

—Los niños son tontos porque siempre eructan en la cara de las niñas.

—Las niñas están locas porque siempre le ponen la voz a una muñeca y la mueven como batidora.

—Los niños están aun más locos porque fingen explosiones de autos con sus bocas.

—Las niñas son tontas porque se pintan la cara como payasos.

Esos eran algunos de los diálogos que se decían en el programa infantil "Mundo de niños". Era un programa tan popular en niños de 5 a 10 años, tuvo una gran fama que la mini serie fue adaptada en diferentes países.

La serie consistía en varias secciones en donde diferentes grupos de niños hacían actividades divertidas para ponerse en práctica ya sea con sus amigos o en sus escuelas, etc. Y después venia la sección de "¿Las niñas mandan o los niños?" en esa sección solo eran una niña y un niño que estaban en con tipo noticiero diciendo cosas negativas de ellos mismos. Curiosamente esa era la parte más famosa de la serie porque al final, aunque la pareja de niños se decían cosas "malas", terminaban arreglando sus diferencias y cuando se ponían de pie se abrazaban y se daban un beso en la mejilla.

Aunque en un principio la cadena televisiva quería cancelar esa parte para que no hubiera problemas con los niños en sus escuelas resultaba todo lo contrario, las niñas y los niños jugaban juntos y escribían cartas pidiendo más de Sofi y Cameron, los dos niños de la sección.

Años después de que el programa estuviera en el aire surgió un problema.

El programa consistía en que niños de la edad de 7 a 12 años lo condujeran y fueran los protagonistas pero cuando los niños empezaron a crecer y nuevos niños entraron el show decayó, no era lo mismo sin los niños que originalmente estaban, Sofi y Cameron así como los 17 niños que había en el programa crecieron y tuvieron que despedirse del programa que al año y medio se canceló.

Todos los niños del grupo, en donde habían crecido tanto como personas así como actores lloraron, cuando se tuvieron que separar. Muchos, si no es que la mayoría, siguieron actuando y ahora a 10 años de haber finalizado esa serie de niños los productores decidieron recordar los viejos tiempos juntando a todo el elenco para recrear el capítulo más famoso de pero ahora todos definitivamente más crecidos.

Yo soy Sofi y tengo 22 años ahora. Debo confesar que desde que nos separamos ya no supe nada más de Cameron ni de los otros chicos con los que actuaba. No sé como luzcan.

Bueno solo unos cuantos chicos, por ejemplo Roger que actuó conmigo en una telenovela cuando tenía 15 años. También he visto a Laura ya que ella y yo compartimos escenario en los programas caritativos que se hacen en el país. También están Carlo y Marina que salimos modelando ropa con materiales reciclados hace un par de años.

Pero desde entonces no los he visto y me siento nerviosa. Sobre todo por ver a Cameron.

Sé que suena loco pero cuando estábamos en el programa ambos éramos niños y fuimos supuestamente "novios". Es absurdo porque pues... eramos niños pero aun así me siento nerviosa ahora que lo tengo que volver a ver. Es definitivamente raro pero mi corazón late de prisa.

—Ven Sofi —me dice mi manager que también es mi mamá.

La sigo rápidamente porque mi madre camina como si un tren bala la estuviera persiguiendo, siempre lo hace y me es difícil seguirle el paso.

Veo hacia todos lados tratando de reconocer el set pero está completamente diferente, desde luego ya han pasado 10 años pero las personas parecen ser las mismas así que esperaba que hubiera algo parecido.

—Mamá tengo 22 años, no me digas Sofi. Soy Sofía —le recuerdo por milésima vez.

—¿Sofi? —pregunta una voz detrás de mí y me doy media vuelta decidida a decirle que soy Sofía, pero no logro pronunciar ni una palabra al ver su sonrisa tan deslumbrante que casi me ciega, o su cabello tan rubio como el sol o... dios estoy actuando como una loca.

—¿Sí? —pregunto tragándome la baba que quería escurrir de mi boca. También porque no sé quien es o tal vez no quiero darme cuenta quien es.

—¿No me recuerdas? —niego lentamente y escuchó risas al fondo del set pero no les tomo importancia, solo le tomo importancia al hombre de pie frente a mí—. Soy Cameron —dice y siento que mi corazón se detiene.

Tonta, tonta, tonta repito dándome de topes en la pared imaginaria que puse en mi cabeza para esos casos de extrema tontería que suelo cometer muy seguido.

—Cameron —digo escondiendo la estúpida sonrisa que quieren formar mis labios. ¡Él es Cameron! Me sonríe aun más y asiente—. Wow.

No soy capaz de decir nada más, los nervios en mi interior crecen y siento que voy a vomitar, muy bien, eso suena asqueroso pero todo es culpa de Cameron. ¿Por qué tenía que aparecerse tan rápido frente a mí? ¡No estoy preparada!

—Sí, wow para ti también —me dice con esa voz tan varonil que le queda increíblemente perfecta—. Te vez increíble. Creo que he crecido mucho, hace 10 años no estaba tan alto y ahora necesito verte hacia abajo.

—Que gracioso, tú eres un gorilota, así que no es mi problema no haber crecido mucho en cuanto a mi estatura —digo riendo.

De pronto nuestros viejos tiempos me vienen a la memoria, aquella vez que nos escabullimos por detrás del escenario para poder salir tomados de la mano sin que los demás niños del programa nos vieran o también aquella vez... cuando nos besamos detrás de la cortina del estudio, fue tan inocente como nuestra edad, apenas un roce de labios pero con un gran significado para mí, yo siempre consideré ese mi primer beso.

El ruido de unas laminas chocando contra el suelo me hace despertar del pequeño fragmento de mundo en donde me había metido, creo que también Cameron se fue a su propio mundo porque al igual que yo en también parece sorprendido.

—Creo que debemos ir —dice señalándome hacia atrás de mi espalda. Solo asiento y me doy media vuelta para caminar en dirección a la escenografía del estudio.

Ambos llegamos al estudio y más recuerdos llegan a mí al ver el escenario de hace diez años totalmente recreado, los mismos colores y creo que incluso está la misma mancha de pintura amarilla que arrojé por accidente a la pared, mi intención había sido golpear a Cameron pero él se había inclinado rápidamente y la pared había resultado manchada.

Nos acercamos aun más y yo sin poder detenerme camino hasta donde está "nuestro" noticiero. El fondo es naranja y tiene con letras moradas y azules "¿Las niñas mandan o los niños?", frente al fondo hay un arco dividido en dos, una parte del arco es de color rosa y la otra mitad es de color azul, la silla en la que yo me sentaba cuando era una niña parece ser la misma también es de color rosa y es muy pequeña, tiene mi nombre sobre el respaldo con mi letra de hace muchos años. Veo de reojo a Cameron acercarse hasta el lugar que le corresponde, el color azul, primero observa el arco que ahora ya es de su tamaño, después baja la vista hasta la pequeña silla azul que también tiene escrito su nombre con plumón rojo, hace una mueca viendo la letra, creo que teníamos como 7 años cuando escribimos nuestros nombres por eso ahora nos resultaba horrible.

Lo único que hace falta es que pongan el escritorio que también estaba dividido por la mitad en dos colores, rosa y azul, justo en la línea divisora había una cinta de color rojo para que ninguno de los dos robara territorio. Así de infantiles llegamos a ser.

—Es idéntico —murmura Cameron y yo solo asiento.

Son hermosos los recuerdos que me vienen a la mente.

—Parece que les agrada —dice un hombre con barba y bigote canoso—. Un gusto tenerlos de vuelta, espero que ya no nos abandonen tanto —lo recuerdo, es el productor de la mini-serie.

Se ve tan diferente más no se ve muy grande de edad, de hecho creo que nadie ha cambiado tanto como nosotros.

—Es casi como si fuera una niña de nuevo —digo sonriendo y siento a Cameron detrás de mí asintiendo.

—Será fácil recordar los diálogos con el escenario de nuestra infancia —dice.

El productor sonríe y hace una señal con su mano para que unos hombres entren cargando el pequeño escritorio, parece ser el mismo.

—Solo este último detalle y estaremos listos —los hombres colocan el mueble frente a nosotros sin siquiera pedirnos que nos movamos, parece que el que estemos ahí hace más fácil su colocación.

¡Dios! Es tan pequeño, definitivamente ya no ocuparé sentarme sobre un cojín para estar a una buena altura.

—¿Es el mismo? —pregunta Cameron y nuestro productor asiente sonriente—. Increíble, no puedo creer que después de tanto tiempo conserven todo —parece que está emocionado, incluso más que yo y eso me hace sentir mejor, al menos no soy la única que se siente una niña de nuevo.

—Es maravilloso —digo tocando la mesa del escritorio.

—Esta es mi área niña, no la contamines con tus gérmenes olor a rosa —me dice el rubio a mi lado.

Quito mi mano rápidamente del color azul y hago una mueca de asco a mi mano, la sacudo rápidamente y la limpio sobre mi vestido.

—Agg que asco, ahora tengo suciedad de niño en mis manos, creo que aun tiene lodo —digo fingiendo ser una niña nuevamente.

Ambos nos vemos y reímos fuertemente, ahora también se nos ha unido el personal del estudio.

Han pasado un par de horas, ya tenemos nuestros guiones y yo ya me lo aprendí, es gracioso todo lo que le tengo que decir a Cameron y todo lo que él me tiene que decir, no sé si podré contenerme la risa cuando sea nuestro turno de actuar frente a las cámaras.

—¡Sofi! —soy Sofía, digo en mi mente pero al voltear se me olvida todo y solo puedo quedarme observando de pies a cabeza a la pelirroja sonriente que me ve con ojos cariñosos—. Eres tú.

—¡Mar! —digo intentando retener mis grandes ganas de abrazarla, ella era una de mis mejores amigas dentro del programa pero después nos distanciamos cuando ella se tuvo que mudar a España, nos encontramos en las redes sociales pero ya no era lo mismo.

—Estás casi igual —bueno al menos me gustaría que me dijeran que mi rostro ya no luce como el de una niña o que había aumentado mi estatura, no era la chica más alta pero medía unos buenos 1.60.

—Y tú —observo el bultito en su estomago y es por eso que intento no abrazarla—. No puedo creerlo.

—Así es chica.

—¿Cuánto tienes?

—Ya tengo 5 meses y medio, será niña —dice emocionada posando una mano en su pancita abultada. Me hace sentir muy feliz verla así.

—¿Puedo? —pregunto y ella asiente. Coloco mi mano sobre su pancita y siento un extraño movimiento.

—Está feliz —dice Mar observando mi rostro de asombro.

—¿Cómo se llamará? —retiro mi mano y ella sonríe aun más si es que es posible.

—Sofía Esmeralda —creo que mi mandíbula ha golpeado el suelo porque su risa me hace creer eso.

Cuando estábamos pequeñas dijimos que les pondríamos a nuestros hijos nuestro primer nombre, si yo tenía una hija se llamaría Mar y si ella tenía una hija se llamaría Sofía, habían pasado tantos años y aun así ella recordaba esa promesa.

Quiero llorar porque el tiempo y la distancia no ha destruido nuestra amistad por eso me siento tan feliz, tanto que no puedo soportarlo y la abrazo fuertemente siempre cuidando de no presionar su pancita.

—Wow, llegó la princesa —escucho la voz de Cameron detrás de mí y lentamente dejo de abrazar a Mar para de nuevo escuchar otro "wow" por parte de él—. ¿Eso es un bebé? —pregunta señalando a mi amiga.

—No, esto es mi pelota de baloncesto pero no sabía donde guardarla así que decidí hacerlo aquí —dice Mar.

—¿Es niña? —pregunta Cameron acercando grande mano a mi amiga.

—¿Cómo lo sabes? —pregunta casi sorprendida.

—Por el tamaño de tu "pelota" —suelto una carcajada que atrae la atención de él, aleja su mano de Mar y la posa sobre mi hombro—. Estoy seguro que uno de sus nombres será Sofi.

—Así es —dice mi amiga asintiendo felizmente.

—Será genial poder cargar a una mini Sofi...

—Chicos en 30 minutos iniciamos —dice una voz masculina llamando nuestra atención, los tres asentimos.

—Por suerte no necesito maquillaje —dice Mar—. Por cierto no te dejaré cargar a mi hija —le advierte a Cameron quien hace un puchero con su boca.

Los tres caminamos hasta donde todos se encuentran reunidos en un círculo, unos cuantos de mis compañeros están aprendiéndose sus diálogos y otros solo están platicando, otros más observan el estudio sonrientes.

Veo que varios de mis compañeros ya están casados, Fernanda, una compañera me preguntó que si ya estaba casada, cuando le dije que no pareció entrar en shock, al parecer ya debería estar pensando en eso pero solo tengo 22 años y creo que aun tengo tiempo de pensar sobre el matrimonio...

—¿En qué piensas? —me pregunta Cameron dando un par de palmaditas sobre mi cabeza—. ¿Qué ronda por esa cabecita?

Me encojo de hombros y suspiro.

—Todos estamos muy grandes —digo y murmuro para mí—. Ya no somos niños.

Durante una hora han estado grabando las demás secciones de la serie, el director nos dice que solo faltan unos minutos para nuestra sección, me siento nerviosa, nunca antes me había sentido así, todos lo han hecho muy bien, casi no ha habido equivocaciones, espero poder hacer un buen trabajo también.

Cameron está a mi lado, truena sus dedos uno por uno y luego ladea su cuello de un lado a otro, saca el libreto de su bolsillo del pantalón y solo le da una hojeada.

—Sofi, Cameron, su turno —creo que ya no vale la pena que les diga a todos que prefiero que me llamen Sofía, todos me dicen Sofi así que creo que está bien.

Los dos nos movemos hasta nuestra sección, me siento en la pequeña silla rosa y Cameron en la silla azul.

—Recuerden que deben de dar la espalda a las cámaras y cuando la música empiece ustedes se voltean al mismo tiempo —nos indica el director y ambos asentimos.

Los dos nos volteamos justo como nos indicaron, pero hay problemas con el sonido, al parecer no tienen la pista que nos toca a nosotros. Nos piden que aguardemos un par de minutos.

—¿Te sientes nerviosa? —pregunta Cameron—. Yo sí.

Sonrió y mantengo mi mirada sobre las letras moradas que están frente a nosotros.

—Creo que tal vez estoy muy nerviosa —le contesto.

La música empieza y ambos reaccionamos, nos volteamos con nuestras sillas pero el nervioso rubio a mi lado se golpea en una pierna con el escritorio, hace una mueca y cuando veo al frente el pequeño foquito rojo de grabación no se está detenido por lo que improviso con algo estúpido.

—Los niños son tan tontos porque siempre golpean cualquier cosa —suelto un "puff" y Cameron capta rápidamente mi acción.

—Las niñas son tan tontas porque no saben caminar con esas cosas que las mamás se ponen y parecen patos caminando —eso tampoco está en el libreto pero todos detrás de cámaras parecen no notarlo o tal vez esperan a que sigamos con la improvisación.

—Los niños están locos porque imitan a superman poniéndose una sabana en el cuello como capa.

—Las niñas están más locas porque se ponen cosas feas en la cabeza.

Nuestra sección es muy corta por lo que después de cinco minutos terminamos de decir las cosas negativas de nosotros y empiezo a decir las últimas palabras del show.

—Por eso las niñas mandan —digo y coloco una mano sobre mi mejilla.

—Los niños mandamos —dice Cameron y da un par de palmadas a su pecho casi como si quisiera imitar a King Kong.

—¿Por qué no mejor mandamos los dos? —digo sonriéndole. Él finge pensar y luego asiente lentamente.

—Entonces, supongo que está bien —llegamos al acuerdo.

La música que anuncia que el show está por terminar empieza y ambos nos ponemos de pie viendo hacia las cámaras.

Siento la mano de Cameron deslizarse sobre la mía y me volteó hacia él para poder abrazarnos y ahora darnos un beso en la mejilla, es parte de la sección.

Nuevamente volteamos hacia la cámara y saludamos, Cameron no ha soltado mi mano aunque eso no es parte de la sección pero se siente bien de cualquier manera. Las luces empiezan a bajar hasta dejarnos en la oscuridad, el foco rojo se vuelve amarillo y luego se apaga lo que indica que ya ha terminado la grabación y ya podemos hacer ruido.

Escucho los aplausos y de nuevo las luces empiezan a encenderse, mi mano aun es sostenida por la de Cameron.

—Sabía que su improvisación iba a ser muy buena —dice el director acercándose a nosotros.

Me libero de esa cálida mano y me dejo abrazar por el hombre regordete y los demás miembros de producción.

Después de finalizar y terminar con todo en el estudio nos vamos a un restaurante todo el elenco para hablar sobre nosotros. Mi manager (mi mamá) se fue diciéndome que necesitaba hacer unas cosas.

Por alguna razón estoy cerca del muchacho rubio que me había estado sosteniendo la mano, parece algo tonto e infantil pero me agrada.

Hablamos sobre nuestra carrera y futuros proyectos, un par de chicos dicen que ellos se van a retirar de los medios ya que quieren una familia, otras más piensan que aun tienen mucho por delante, también yo pienso lo mismo.

La convivencia es agradable entre nosotros aunque no nos hayamos visto en años y eso me hace muy feliz.

Después de un par de horas se empiezan a retirar unos cuantos compañeros, y luego sigue Mar con la que tardo en despedirme demasiado, quiero volverla a ver pronto así que le pido su dirección y todo los datos que me permitan estar cerca de ella, además que me ofreció ser la madrina de su niña y es algo que definitivamente quiero ser.

No puedo ocultar las emociones de felicidad que siento al volver a verla y ahora apunto de interpretar uno de los papeles más difíciles y hermosos de la vida, ser madre.

Ahora que lo pienso creo que estaría bien plantearme esa idea pronto.

El esposo de Mar entra al restaurante, nos presentamos e intercambiamos apretones de manos, después de unos minutos ambos se retiran y observo a mi amiga salir sonriéndole felizmente a su esposo.

—Gracias por traerme —le agradezco a Cameron mientras cierra la puerta del copiloto de su auto.

—De nada —nos quedamos en silencio.

Mi casa está a unos pasos frente a mí, vivo sola, pude haber ido con mi madre ya que esa era la intención pero creo que es mejor estar en mi casa por ahora.

—Bueno, me voy niña y no te desaparezcas más —me dice despeinando mi cabello.

Asiento y doy unos pasos para empezar a caminar a mi casa, él abre la puerta del conductor pero antes que entre le digo.

—Hey niño —él voltea a verme y mi respiración se siente descontrolada—. ¿Quieres pasar a tomar café? —le ofrezco esperando que no me rechace.

Voltea hacia un lado, cierra la puerta de su auto y le pone la alarma, empieza a caminar hacia mí y creo que ahora si me voy a desmayar.

—Tiene que tener leche —dice sonriéndome.

—Obvio y también tengo galletas de chocolate.

¡No me rechazó!

—Mmm, delicioso ¿Tienen relleno?

—Sí, de más chocolate —llega a mí y pasa su brazo por mis hombros. Caminamos hasta mi casa sonriendo y hablando sobre cómo debe ser un café perfecto.

Termino de preparar los cafés y los coloco sobre una bandeja de plástico, acomodo el pequeño plato con galletas de chocolate rellenas de más chocolate y camino hasta donde está Cameron sentado. Su dedo pulgar hace un gran trabajo cambiando de canal buscando una  buena película. Me ve y se mueve a un lado para dejarme especio en el sofá, dejo la bandeja sobre la mesita de centro y me siento a un lado de él.

Le ofrezco la taza de café y la acepta gustoso, tomo la mía y ambos le damos un sorbo.

—Si alguna vez quieres dejar de actuar puedes poner una cafetería —me dice y lame sus labios, le queda un poco de espuma sobre su labio superior y estaría bien limpiarlo con mi lengua como le hacen en los anuncios comerciales pero creo que eso no se vería bien así que solo uso la manga de mi blusa para limpiarle su labio.

—Por el momento quiero seguir actuando, tal vez en un futuro considere tu idea —le doy un sorbo a mi café y veo a Cameron dejar la taza sobre la mesa, se acerca a mí y me quita la taza.

—También tienes un poco de espuma —y entonces limpia mis labios con los suyos.

Cierro mis ojos y mi rostro empieza a arder al sentir sus labios tan suaves sobre los míos, no es que no hubiera besado antes ya que en las telenovelas y series he tenido que hacerlo pero ninguno de esos besos se había sentido tan bien como se siente con Cameron.

Aun me gusta.

Separa sus labios de los míos y me ve esperando alguna reacción de mí pero yo solo puedo sonreír, desvió mis ojos de los suyos y ahora siento sus labios sobre mi mejilla. Es tan agradable que deseo volver a besar sus labios pero no lo hago.

—Pensé que me golpearías o algo así si te besaba —me susurra en el oído y siento cosquillas por su aliento sobre mi piel—. De haberlo sabido te habría besado desde que te vi.

—¿Y qué te hace pensar que no te golpearé? —digo y rápidamente se aleja de mí para poder ver mi sonriente rostro. Es más que obvio que no lo golpearé.

—¿Lo harás? —pregunta.

—No —se acerca de nuevo y me besa rápidamente.

Ambos volteamos hacia el televisor. Recargo mi cabeza en su hombro y escucho como me dice que no ha dejado de pensar en mí durante estos años, le digo lo mismo, porque es verdad.

—¿Sabes? —pregunta y volteo a verlo—. Nunca terminamos cuando teníamos 12 años.

—¿En serio? —digo y coloco mi mano sobre mi mejilla, es algo común en mí.

—En serio —de nuevo me besa la mejilla y sonreímos.

No sé exactamente que significa pero por lo menos me queda claro que Cameron aun sigue enamorado de mí y yo también de él.

Tal vez mañana pase otra cosa, no sé.

* * * * * * * * * *

¡Hola! >.<

Les dejo por aquí este oneshot que escribí hace unos meses. No sé si se habrán dado cuenta pero intenté una narración en tiempo presente, cosa que yo no practico, así que si hay errores pido disculpas.

Esta historia termina aquí pero estoy pensando en añadirle un par de capítulos más, después lo veo :)

Por otro lado, sé que muchos esperan el siguiente capítulo de Kiss me, baby pero no he podido terminarlo por cuestión de tiempo, estoy en finales en la universidad y es un dolor de cabeza :P En fin, espero traerlo cuanto antes peo prefiero no dar una fecha.

¡Saludos!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro