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004- Muchas Emociones
Por Un Día
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Judith

Desperté al escuchar la maldita alarma, son las cinco de la mañana, no son horarios para una adolescente...

—¿Ya despertaste Jud?— escuché la voz de Meredith del otro lado.

—¡Si Mer!— contesté mientras me paraba.

—okey, en veinte salimos— sentí sus pasos alejarse.

Fuí a mi baño -sip, era la única en la casa con baño propio, claro, además de Meredith- hice mis cosas y fuí a cambiarme.

Tomé mi mochila y salí peinandome, bajé las escaleras mientras guardaba mi cepillo, fuí a la cocina en donde estaba Meredith mas dormida que despierta.

—buenos días, ¿Nos vamos?— tomé una manzana.

—si, claro, dame un momento—

Asentí y fuí a la entrada, segundos después Mer apareció.

[...]

Estaba en el auto esperando que Meredith terminara el asunto que trataba de esconder, pero, no es muy difícil darse cuenta de que estamos aquí por su madre...

Mi teléfono sono, lo saqué de mi mochila y vi que era un mensaje de un número desconocido, lo abrí.

—¿que tal está tu madre?— guarde el celular mientras le hablaba.

—¿como lo...— me miró confundida.

—no es dificil de adivinar Mer, estamos afuera de una casa hogar, dijiste que venías a atender un asunto importante, me pediste que me quedara en el auto y la única familia que tienes es tu madre, asi que mi conclusión es que tu madre está en esa institución, y, conociendo a Ellis Grey no está ahi por su voluntad, por lo que supongo que tiene algún padecimiento médico, ¿me equivoco?— la miro con una pequeña sonrisa y por la cara que puso dí en el blanco, soltó un suspiro antes de hablar.

—Alzheimer...— la miro un segundo con pena, suponía que tenía alguna discapacidad para no poder ejercer la medicina pero no se me pasó por la mente que sería Alzheimer —no se como lo haces, pero siempre descubres todo— me miró con una sonrisa y arrancó el auto.

—solo soy observadora Meredith...—

[...]

—buenos dias— saludé a mi padre y a mi tía pelirroja.

—buenos dias muñequita— papá dejó un beso en mi cabello.

—buenos dias— me respondió Addison sin apartar la vista de sus papeles.

—¿que hacen?— le dí un sorbo a mi café.

—hablando sobre el puesto...—

—¿que puesto?— los miré confundidos, ¿de que me perdí?, solo me tomé unos días de descanso.

—el de jefe de cirugía—

—¿Webber se retira?—

—eso parece— papá se encogió de hombros.

—que lástima, es muy bueno en su trabajo... ¿yo también puedo participar?— los dos me miraron—¿que?, soy cirujana como ustedes y estoy tan capacitada como cualquiera de los participantes—

—creo que si— me respondió Addison.

—miren y aprendan damas...— papá se fue con Webber y el resto.

—no tengo tiempo para esto, voy a trabajar...—

Caminé con mi café en mano hasta el elevador, dentro de este me encontré con mi interna.

—buenos dias Aisha—

—buenos dias Judith— le sonreí al escuchar como me había llamado, le había pedido varias veces que cuándo estemos solas me llame por mi nombre...

—¿como están mis pre y pos operatorios?—

—amm, pues, yo... acabo de llegar, lo siento, mi alarma no sonó y perdí dos autobuses...— me miró apenada.

—esta bien, tranquila, no te regañaré, pero que no vuelva a pasar, ¿bien?— asintió con una pequeña sonrisa—¿desayunaste?— negó—ten— le tendí mi café, estaba casi lleno, solo le había dado un par de sorbos— no debes saltearte las comidas, son muy importantes, el desayuno es lo primordial y que mejor que un cafe para despertarnos...— 

El elevador se abrió en nuestro piso, comenzamos a caminar hacía nuestro primer paciente el cual estaba en terapia intensiva-estaba dormido-, dentro de la habitación ya se encontraban mis otros dos internos.

—presenten...—

—George Bartock, 57 años, fue sometido a cirugía de apéndice ayer por la tarde realizada por la doctora Bailey—

—y el día de hoy se le extirpará el tumor que se encuentra en su cerebro —

—bien, como ya habrán visto el tumor del señor Bartock es de un tamaño considerable, pero no imposible de extirpar, no será sencillo, ninguna cirugía lo es del todo, nunca se sabe que complicación puede aparecer...— los tres asintieron— esta vez me asistirá Jacob, Aisha y Jace se encargarán de revisar y cuidar al resto de mis pacientes—

[...]

Iba caminando por uno de los pasillos del hospital mientras revisaba mis correos, al ir concentrada en leer no ví la silla de ruedas que iba por el pasillo por lo cuál golpeó mi pierna.

—auch, auch— acaricié el lugar afectado afectado.

—lo siento tanto Doctora Sloan— se disculpó apenada la enfermera.

—no, no, está bien, fué mi culpa yo iba... Distraida— me quedé callada al ver quién iba sentada en la silla.

—¿Judith Sloan?— me miró con una sonrisa.

—¿Ellis?— abrió sus brazos sin quitar su hermosa sonrisa y me acerqué para aceptar gustosa su muestra de afecto-cosa rara viniendo de ella-

—mirate, ya eres toda una dama...— sonreí avergonzada—¿Cuántos tienes ya?, ¿Te sigues dedicando a la cirugía?—

—tengo 17 y si, sigo siendo cirujana—

—me alegra oir eso... Ojalá tu fueras mi hija— dijo con amargura lo último.

—Ellis...— tomé sus manos y la miré a los ojos— Meredith es una excelente cirujana y estoy segura que sacó tu talento— le sonreí, mi beeper comenzó a sonar—lo siento, el deber me llama—le sonríe— me alegra verte— la volví a abrazar y salí corriendo hacía pos-operatorios.

Me alegra volver a ver a una de mis mentoras, creí que no volvería a verla, pero es genial que esté lúcida, me imaginosgino que Mer debe estar feliz...

[...]

—¿Que paso?— entré corriendo y vi a Stefan tratando de reanimar a uno de los pacientes que operamos el día de ayer.

—entro en paro, su cuerpo rechaza el nuevo corazón— se le veía desesperado y la enfermera solo me miró negando, ya no había nada que hacer...—carga a 400— ordenó, Asentí hacía la enfermera que me miraba, lo hizo y... Nada paso—mierda...— me acerqué lentamente a el.

—Stefan...— hablé con la voz más suave que pude—el se a ido...—

—no, no, no, le... le prometí a sus hijos que el estaría bien— susurró mientras dejaba el desfribilador en su lugar—¿Que hice mal?— me miró.

—tu no hiciste nada malo Stefan, tu mismo lo dijiste, el cuerpo del señor Jotnes rechazó su nuevo corazón, no había forma de prevenirlo...— acaricié su espalda en modo de apoyo— declaralo—

—hora...— suspiró—de la muerte nueve treinta y seis AM—

[...]

—¿Que te pasa?, Yo no lo veía así—

—si lo hacías— me metí dejando la carpeta que revisaba, ambas mujeres me miraron, Callie miró a Addison como diciendo “te lo dije”.

—que les pasa, no me voy a meter con un interno— la miré con una ceja alzada.

—yo me case con uno...— miré a Callie sorprendida.

—¿Que?— dijimos a la vez con Addison.

—fuimos a las Vegas— nos contó entusiasmada—se me ocurrió, me gusta lo sencillo—

—no es que no me alegre por tí, pero dime, ¿Por qué casarse tan rápido?—

—¿Recuerdan al oso que devora al tierno cordero?— Asentí— era un interno hermoso— la miré con diversión.

—bueno, felicidades— Addison y Callie se abrazaron.

—felicidades amiga, que sean felices— la abracé y felicité una vez que mi madrina la soltó.

Luego de ese momento nos mostró su anillo, era hermoso y sutil.

[...]

Ví a Meredith caminando con su ropa de civil, me acerqué a ella y caminé a su lado.

—hola—

—hola— contestó de mala gana.

—vi a tu madre... estaba lucida, que bueno, ¿Cierto?— no me contestó así que seguí hablando como cuándo estoy nerviosa, ella solo asentía o hacía sonidos raros de afirmación—okey, ya, ¿Que te pasa?, ¿No estás felíz por tu madre o te pasa otra cosa?— la miré extrañada, ella paró de caminar y me miró enojada.

—¡Claro que estoy felíz por mi madre!— me gritó sobresaltándome—¡Solo estoy harta de escuchar lo perfecta y hermosa que es Judith Sloan!, ¡Estoy harta de que me compare contigo y de que desearía que yo sea como tú!, ¡Ya me cansaste!, ¡Quiero que desaparezcas de mi vida Niña Sloan!—

Mis ojos se aguaron, tenía ganas de llorar, pero no, no le daría el gusto de ver cuanto me dolieron sus palabras.

Reí amargamente y me dí media vuelta, antes de comenzar a caminar le susurré.

—tu no sabes nada Grey...—

[...]

—hola...— saludé al entrar a la clínica gratuita, me dirigí a las dos doctoras que estaban en la recepción hablando.

—oh, bienvenida doctora Sloan— Izzie me dió la bienvenida.

—gracias Izzie... es muy bonita— miré a mi alrededor.

—gracias, esperemos que los ocho millones no hayan  sido en vano— Bailey le dedicó una mirada asesina.

—disculpen...— las tres nos giramos y vimos a un hombre junto a una niña con cara de enojada—¿Ustedes son doctoras?— señaló a las mujeres que tenía a mi izquierda, se le notaba incómodo y desorientado.

—si, las tres lo somos— le respondió Bailey.

—¿Es un paciente?, ¿Es un auténtico paciente de la clínica?— le pregunto la rubia emocionada.

—no, yo no, mi hija— los miré confundida, estaba muy felíz para que su hija esté enferma.

—oh, ¿Estás enferma?—

—no, no lo estoy, ¿Podemos irnos?— le pregunto incomoda a su padre.

—Kayle descubrió que tiene necesidad de— comenzó a sacar algo de una bolsa de cartón— estos productos— nos mostró una caja de ... ¿Tampones?, Ahora todo tiene sentido—que debe usarlos y, esperaba que ustedes pudieran decirle como usarlos— me pasaron la caja a mí y  las miré confundidas, ambas me miraron a mi.

—¿Nos daría un segundo?— el hombre asintió ante la pregunta de Bailey, nos alejamos un poco.

—no lo haré, no puedo, no se como...—

—si, si puedes y lo harás— me fulminó con la mirada.

—Tu puedes Judith, eres mujer, entiendes de este tema—

—si, tanto como ustedes— interrumpí a la rubia.

—es cierto, pero tú eres una adolescente y por ende le será más fácil este proceso a la niña...—

[...]

—esto es una maxi toalla para... Flujo intenso y esta, una mini toalla, se, se explica sola... — le hablaba a la niña tratando de esconder mi incomodidad, me incomodaba casi tanto como ella que su padre nos mirara—solo, debes retirar la etiqueta y adererla a tu ropa interior de esta forma, y, bueno, lo del tampón ya lo discutimos asi que, ¿Entendiste todo?, ¿Alguna duda?— le dí mi mejor sonrisa forzada, se lo incómodo que es pasar por esto con tu padre. La niña me miró con cara de “ya para por favor”, solté un suspiro antes de volver a hablar—Kayle, entiendo que te sientas avergonzada o incomoda porque tu padre te haya traído aquí, asi que, es importante saber si entendiste todo o tienes alguna duda—

—entendi, en serio— me miró de la cabeza a los pies.

—genial— volví a sonreír y por la puerta entraron las responsables de que yo esté haciendo esto, las fulminé con la mirada.

—¿Como te va con tu primera paciente en la clínica?—

—de ocho millones de dólares— agregó la rubia.

—pues, Kayle entendió todo, es muy lista, ahora quisiera ir...— ví la cara de la niña—sabe qué, Izzie, Bailey, ¿Por qué no llevan al señor a completar las formas mientras yo repaso todo con Kayle por las dudas?— miré a las dos mujeres con cara de “siganme el juego”.

—si, claro, las formas, tiene razón doctora Sloan, acompañenos por aquí señor— los tres salieron dejándome sola nuevamente con Kayle—bien, ahora que estamos solas, dime, ¿Tienes alguna pregunta?, O di quieres decirme algo lo puedes hacer, yo no te juzgaré y no le diré a nadie— me senté junto a ella.

—¿Podría embarazarme si tuve sexo hace días antes de que empezara mi período?— la miré sorprendida, esperaba cualquier pregunta excepto esa... — porque lo hice y sería horrible si estuviera embarazada, porque el chico es un idiota y no me hace caso en la escuela, así que espero no estar embarazada, no lo estoy, ¿O si? — ella esperaba una respuesta pero yo aún estaba procesando la información—oye,  ¿podrías contestarme antes de que vuelva mi padre?—

[...]

—buenas noticias, tu prueba de embarazo es negativa—

—gracias— me dijo Kayle, vimos a su padre entrar, no le habíamos dicho nada, lo miré con una sonrisa.

—¿Podría darnos un minuto señor?, Enseguida terminamos—

—oh, sisi, claro— salió del cuarto y yo me giré a ver a la chica frente a mí.

—tienes suerte de que saliera todo bien esta vez, pero si sigues por este camino terminarás muy mal Kayle , mira, yo se que tu padre sea así, mi madre vive en Europa, ella tiene otra familia, jamás la veo y yo, al igual que tú tuve que pasar por esto con mi padre, fué muy incómodo y vergonzoso, pero luego, cuándo creces... te das cuenta de todo lo que  el hace por tí, se esfuerza por entenderte y soporta todos tus berrinches y caprichos— sonreí al pensar en mi padre—ahora, quiero que me prometas que dejarás de hacer estas y de actuar así, y, la próxima vez, dentro de algunos años cuándo vuelvas a tener relaciones recuerda que siempre debes usar protección, ¿Lo prometes?—

—lo prometo— asintio y me dió una pequeña sonrisa.

—bien, ah, una última cosa, ten relaciones cuándo estés lista, segura y con una persona que te quiera tanto como tu a ella y no con cualquier idiota que se haga el galán— asintio y se bajó de la camilla—si necesitas cualquier cosa, hablar, algún consejo o una opinión solo ven aquí y pregunta por mí, la Doctora Sloan—

[...]

Estaba entrando al piso de quirófano, donde supongo están todos.

Al comenzar a caminar noté que había camillas en ambos lados del pasillo, en ellas había gente del personal con máscaras de oxígeno, confundida caminé hastats llegar al quirófano en el que se supone opera el jefe, al llegar a la zona de higiene divisé por la ventana de la puerta a Webber de espaldas junto a tres internas.

Entré confundida consiguiendo la mirada de los presentes.

—¿que ocurre aquí?—

[...]

Webber me explicó lo que pasaba, era arriesgado pero valdría la pena.

—entraré— le dije, me saqué la bata y me apresuré a lavarme las manos.

—¿Que?, No, no puedes, es peligroso...— Webber comenzó a quejarse.

—Richard, estoy en este hospital para operar, para eso me contrataste, no para ser una espectadora—

—Richard, déjela— giré a ver a papá, ¿Estuvo ahí todo el tiempo?—ella está capacitada para hacerlo—

—bien— soltó un suspiro—les diré que hacer—me acerqué a papá quién me ayudó con la bata—tenemos que cubrir su herida y estabilizarla para así poder transportarla, trabajaremos por turnos— me puse mi gorra de cirugía y un par de guantes—un doctor a la vez, nadie se queda ahí más de 20 segundos— miró a mi padre—doctor Sloan, ¿Quien quiere que entre primero?—

—yo no voy a entrar— las cuatro mujeres presentes lo miramos sorprendidas—seria muy irresponsable que uno de los dos cirujanos sanos sea expuesto a esa neurotoxina, una neurotoxina cuyos efectos a largo plazo desconocemos, yo me quedo aquí—

—Tu no irás, ¿Pero dejarás que tu adolescente hija que es cirujana especialisada en varios campos y que es más útil que un cirujano plástico entre?— lo miré con una ceja alzada.

—en primera, auch y en segunda tu te ofreciste— se encogió de hombros—y puedes tomar mi turno, aguantas mucho—

—bien, yo entraré primero— giré a ver al jefe.

—bien, Sloan irá primero— volví a girarme hacía papá, el me puse el cubrebocas y los lentes—Sloan, dele las gasas a Sloan, ya sabes que hacer— Asentí, tomé las gasas, al tenerlas en mis manos salí corriendo hacía el quirófano, mojé las gasas rápidamente y las puse en la cavidad—si te sientes débil sal— al terminar mi trabajo volví a correr hacía la salida, tomé una gran bocanada de aire.

—listo—

Izzie y Cristina entraron detrás de mí con el plástico, al poco tiempo salieron ya que se les había enredado, luego entró Grey a terminar con el trabajo.

[...]

—un heróico trabajo de todos, heróico, Doctor Sloan venga conmigo— ambos se fueron.

—nosotros hacemos todo el trabajo y el recibe la gloria— habló Derek.

—porque es Mark—

—¿Y saben que es lo peor?— volví a ponerme la máscara y los tres cirujanos me miraron—prefirió que su pequeña hija entrara y se expusiera a la neurotoxina antes que entrar el—

—es un idiota— dijo Addison.

—coincido—

[...]

—hola...— saqué el brazo de mi cara-estaba descansando en una de las camillas que había en el pasillo- encontrándome a Meredith, volví a poner mi brazo sobre mi cara ignorándola.

—Judith, por favor, hablemos— seguí ignorándola—te compro un helado...— lo pensé unos segundos y solté un suspiro rendida, no me puedo negar a un helado. Me senté en la camilla y la miré expectante—yo...siento todo lo que te dije— se sentó a mi lado—no fué mi intensión decirte esas cosas y menos gritarte, es solo, mi madre jamás habló así de mi como lo hace de tí, se que no es tu culpa que lo haga, pero no lo sé, creo queme dolió...— hizo una mueca.

—¿Tu madre alguna vez te contó como me conoció?—

—no, nunca lo hizo— negó.

—yo, nací prematura, nadie me daba más de un par de horas de vida, si sobrevivia había una gran posibilidad de pasar el resto de mi vida de cirugía en cirugía, mi madre me abandonó al enterarse de mi situación y papá no sabía que existía, así que estaba sola en una incubadora probablemente muerta horas después si no me operaban. Todos se habían dado por vencido, bueno, todos excepto tu madre, ella... Vió algo, algo que le decía que podía salvarme y que mi futuro sería brillante— callé por un momento.

—¿Y luego?— me preguntó impaciente.

—tu madre me operó y luego pasé siete años en cirugías, cuándo necesité un neurocirujano a los tres años llamaron a Derek y el descubrió que había una posibilidad de que yo fuera hija de su entonces mejor amigo, cosa que confirmaron luego de una prueba de ADN, desde ese entonces supe que no estaría sola, tenía a tu madre que fué la primera en meterme en el mundo de la cirugía y luego tenía un padre y dos tios que me amanban con el corazón...—

—vaya...— se quedó sin palabras.

—si, bueno, vayamos a casa, ya tuve muchas emociones por un día—

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AVISO: este episodio es el 3×14 de la serie, con este capítulo entramos en la cronológia.

AVISO 2: Este capítulo no está editado al igual que el resto y es probable que invente algunas enfermedades y/o procedimiento para la trama.

AVISO 3: Ya está disponible la ficha de Judith en mi libro "Wiki Fandom"