━━━ VANCOUVER ━━━

Apenas habían pasado tres semanas desde que Clarissa Adele Fray había conocido el Mundo de las Sombras y con ello, su verdadera naturaleza como historia. Revelando quien realmente es su padre, y poniéndola en peligro. No se introdujo sola a ese mundo, Simon Lewis le acompañó como todo amigo leal, terminando de una rata a vampiro en tan pocos días.

Esas tres simples semanas habían sido catastróficas, y ahora todo era aún peor, pues Valentine Morgenstern tenía la Copa Mortal a su poder, su madre había muerto por un estúpido demonio, lo único salvable de todo era que ella estaba bien, su hermana menor estaba bien fuera de un mundo caótico que la amenazaba todos los días.

Si bien, con todo su mundo siendo un desastre, se sentía con la necesidad de llorar, sintiendo ese vacío en su pecho por la pérdida de su madre que apenas había recuperado. Simon estaba con ella, ya que Luke tampoco daba pistas de estar vivo, no quería estar en el Instituto, se sentía sola, devastada y arruinada como lo estuvo al saber que su madre había desaparecido.

Pudo haberse ido a Vancouver con su hermana, pero al saber todo lo que ocurría y de las verdades que su madre jamás les dijo, no podía ponerla también a ella en peligro. Su hermana había logrado lo que ella no, un futuro y una vida mundana que a ella le fue arrebatada en una simple noche, donde antes de eso, había felicitado a su hermana.

Simon acarició su espalda, brindándole apoyo sin decir ni una palabra, solo manteniéndose como un pilar y hombre de llantos para su mejor amiga.

━ ¿No crees que deberías decirle? ━ interrogó Simon después de un momento de silencio.

━ No, no puedo━ la voz de Clary apenas alcanzó a ser un susurro, pero Simon la escuchó perfectamente.

━ Solo le has mandado mensajes mintiéndole, no me parece justo━ agregó algo decaído.

━ Le estaré mintiendo, pero sería egoísta arrebatarle su vida. Ella es feliz, Simon━ se apartó de él para mirarlo.

Sus ojos verdes estaban rojos por llorar, hinchados y sus mejillas de igual manera coloradas. A Simon le dolía verla así, de una manera tan vulnerable y que su Akemi no estuviera para abrazarla y brindarle fuerza, porque ahora eran ellas solamente, porque Jace no podía entrar porque él no había conocido a Jocelyn.

━ ¿Si sabes que volverá algún día a Nueva York? No te encontrará, lo primero que hará será ir a tu apartamento y solo verá un lugar abandonado.

Clary miró al suelo, mordiendo su labio con fuerza y cerró los ojos, dejando que más lágrimas recorrieran su rostro. Tenía razón, pensó con más angustia, ella debe saber al menos que su madre estaba muerta.

━ Está bien━ suspiro, limpiando con su manga las lágrimas de su mejilla y tomó su celular.

━ No se lo dirás por una llamada, Fray━ le arrebató el aparato.

━ ¿Entonces? ━ Clary no estaba para razonar, su tristeza la dominaba, ella no había sido entrenada como los cazadores de sombras para controlar sus emociones, ella como todo mundano se dejaba dominar por ellas.

━ Iremos a verla, creo que es hora de que sepan de Akemi━ Simon se puso de pie y extendió su mano hacia Clary.

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La joven pelirroja arrojó el balón con fuerza y sin titubear del tiro. El balón voló por la mitad de la cancha y golpeo el tablero para después entrar a la canasta. Sonrió satisfecha y orgullosa, escuchando los aplausos de su mejor amigo, quien fue por el balón negro con líneas plateadas.

━ Se pudo━ chocaron puños.

━ Se tenía que poder━ Akemi sacudió su cabeza, dejando que algunos mechones de su cabello se movieran y las gotas de sudor se esparcieran.

━ Vamos, apuesto que mi madre ya debe tener la cena lista y muero de hambre.

Juntos caminaron por la cancha para ir a las bancas donde estaban sus cosas. Ya había terminado su entrenamiento de baloncesto, pero como de costumbre, se quedaban a seguir practicando tiros de diferentes puntos, como algunas jugadas o simplemente jugar un rato.

Guardaron sus cosas y se marcharon de la cancha del campus universitario. Su mejor amigo le entregó uno de los cascos y se subieron a la motocicleta tras él prenderla. Akemi amaba la adrenalina que le producía la motocicleta, más la locura con la que Sebastian Mercator conducía.

Él era su único mejor amigo, ya que de ahí todos eran conocidos ajenos de los cuales recurría si necesitaba algo. Sebastian estudiaba lo mismo que ella, pero se conocieron y entablaron conversación tras comenzar a entrenar baloncesto. Akemi se había sentido atraída por él, porque Sebastian era guapo, pero Sebastian le avisó de primera que era exclusivo para hombres, algo que le divirtió a ella por la forma en que lo dijo.

Era viernes, por lo que el fin de semana ninguno de los dos estaría en su residencia y viajaban a la casa de Sebastian a pasar esos días. Si bien, su casa no quedaba tan retirada de la universidad, pero debía quedarse en las residencias para no llegar tarde ni a sus prácticas de baloncesto como a alguna de sus clases. Vancouver era increíble, pues solo a finales de año eran las temporadas de lluvia y heladas, por lo que en su mayoría todo estaba fresco.

Atravesaron la calle West Mall, la casa Mercator quedaba en la esquina, siendo la 2598 de la cuadra. Sebastian detuvo la motocicleta y Akemi se bajó, fue cuando el chico se bajó también cerca de la acera disponible, asegurando la moto ambos se acercaron a la reja. Moviendo el seguro abrió la pequeña reja de metal e ingresaron, para después cerrarla.

━ ¿No hay manera de que tu mamá me adopte? ━ cuestionó Akemi tras subir las escaleras y Sebastian abrir la puerta.

━ No, conmigo es más que suficiente━ fue burlón y ambos ingresaron a la casa.

El calor de esta los envolvió, al igual que el aroma de la comida caliente recién hecha.

━ ¡Mamá, ya llegamos! ━ avisó Sebastian, dejando su maleta en el suelo y el casco en el perchero.

━ Estoy en la cocina━ la voz suave de su madre se escuchó, y ambos jóvenes caminaron hacia el lugar.

━ Buenas noches, mamá Mary━ saludó Akemi con una sonrisa.

Mary le sonrió mientras que Sebastian se acercó para abrazarla y brindarle un beso en la mejilla, cosa que hizo a Mary mirarlo con reproche al sentir sus cabellos mojados.

━ ¡Sebastian! ━ lo regañó, no de forma molesta, pues tenía aún esa sonrisa.

━ Perdón━ su tono juguetón y forma de arrugar la nariz hizo a Mary reír.

━ ¿Qué cenaremos? ━ interrogó Akemi, golpeando con sus dedos el mármol de la mesa.

━ Espagueti con albóndigas━ respondió Mary, apagando a la flama y se giró para mirarlos━. Ahora váyanse a duchar mientras pongo la mesa.

Ambos asintieron para mirarse con desafío, de un momento a otro corrieron escaleras arriba entre risas y empujones. Akemi casi formaba parte de la familia Mercator, y eso dejaba a Jocelyn Fray tranquila, pues su hija estaba segura y bien cuidada en otro estado muy lejos de Nueva York.

A la pobre pelirroja le había costado tres semanas convencer a su madre para que la dejara hacer su vida con tan solo 15 años, ya que apenas había ingresado a la preparatoria había conseguido una beca y una oportunidad valiosa para estudiar tanto la preparatoria como tener un pase directo a la universidad, cosa que Akemi Fray no iba a desperdiciar.

Tuvo que recurrir a Luke e inclusive a sus maestros y entrenador para convencer a su madre, y cuando ella finalmente la dejo, Luke estuvo cuidándola un mes en Vancouver mientras Akemi se acostumbraba a todo. Y desde ahí llevaba viviendo sola hasta sus dieciocho años, donde comenzaba la universidad.

Llamaba a diario a su familia en vacaciones, pero cuando ingresaba a la escuela todo su tiempo iba a eso y muy apenas mandaba mensaje a su madre, cosa que molestaba a Jocelyn, pero Akemi no podía perder tiempo cuando se trataba de la escuela o su nivel deportivo, ya que pasaba sus tiempos libres practicando en el campus o en alguna cancha cercana.

Akemi entro a su habitación en esa casa, habitación ya personalizada, y se deshizo de su ropa dando traspiés para llegar al baño. Dejando su ropa esparcida por el suelo y abrió la llave, sin importar que el agua estuviera helada, y se permitió reír tras dar un brinco.

Un baño siempre le refrescaba la mente, y era lo que necesitaba con urgencia. Recuperar la postura tras divertirse y retomar la vida universitaria, la carrera que eligió no era fácil, y eso la volvía interesante.

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Al atravesar el portal que Magnus Bane había creado en un chasquear de dedos, llegaron a un campus universitario. Demasiada vegetación a los alrededores como alumnos jóvenes deambulando por la zona. Era sábado, y la mayoría de los estudiantes tenía prácticas o alguna materia a re-cursar para poder inscribirse al siguiente semestre de su carrera.

No debían pasar de ser las 3 de la tarde por la forma en que el sol estaba en el cielo, volviendo la tarde algo calurosa. Todo el grupo siguió a Clary, que parecía buscar entre los jóvenes a su hermana. Alexander Lightwood, que seguía inquieto por lo que había ocurrido en el Instituto, observó algo similar al Big Ben de Londres, un reloj muy alto que marcaban las 2:30 de la tarde.

━ ¿Sabes si está aquí? ━ cuestionó Jace Morgenstern, buscando alguna cabellera pelirroja igual a la de su hermana.

━ La pulsera nos trajo aquí, debe de estar aquí, Jace━ ni siquiera lo miró.

━ ¡Corre! ━ se escuchó a un chico gritar, Alec lo miró algo fastidiado, pero se quedó pensativo como atontado al ver el cabello rubio cayéndole por la frente━. El partido ya tuvo que haber terminado y vamos tarde al nuestro.

Vestía un uniforme de baloncesto color vino con blanco. El nombre del equipo como el logo eran visibles al frente de su playera, Vancouver Nighthawks.

━ ¡Oye, Ed! ━ Clary lo llamó al percatarse de quien se trataba.

El joven la miró, dejándole ver a Alec los ojos avellana relucientes por el sol. Clary se acercó a él seguida de los demás.

━ ¿Has visto a...?

━ Clary, hola━ le sonrió, interrumpiendo su pregunta.

━ ¡Vámonos, Hudson! ━ lo jaló el chico que el dichoso Ed había apurado.

━ Ella está jugando, vamos━ Ed la tomó de la mano y la jaló también.

Jace vaciló ante dicho acto, pero los siguieron. Corrieron por la calle, bajo el sol abrasador de Vancouver y Alec se interrogó porque el negro debía ser el color general para su ropa. Estaban en septiembre y el calor simplemente era demasiado para la estación de otoño.

Llegaron a un lugar amplio, ingresando a lo que parecía ser un auditorio, una cancha de baloncesto. Las gradas llenas de personas, estudiantes en su mayoría, animando a los dos equipos que ya estaban jugando. La cancha era enorme, y los jugadores estaban sincronizados en lo que parecían ser jugadas ya entrenadas y memorizadas.

Todos buscaron entre las personas a aquella cabellera pelirroja por la que iban. Alec visualizó a una en las bancas, apoyando al equipo. Bajita y vestida con un uniforme de porrista, con pompones en las manos, que de espaldas se asemejaba a Clary.

━ Mira, ahí está━ habló Ed, y tras ello, una ola de gritos se escuchó como el sonido del marcador indicando el final de uno de los tiempos del partido, o dando por finalizado el partido.

━ ¡Esa es mi mejor amiga, perros! ━ Alec miró a la primera fila de las gradas, donde un chico brincó y corrió hacia la cancha.

Fue donde Alec observó que la pelirroja que había visto no era realmente la hermana de Clary. El chico le dio vueltas en el aire a la verdadera pelirroja que tenía el mismo uniforme que Ed Hudson. Sus cabellos pelirrojos sujetados por una liga, con algunos mechones cubriendo su rostro colorado por correr.

━ Vamos, nos toca jugar━ avisó Ed a su amigo, y se giró para mirar a Clary━. Ya la encontraste, fue un gusto volver a verte, Clary.

━ Lo mismo digo, Ed━ Clary le sonrió y el chico se fue para reunirse con el equipo masculino.

━ Vaya, son idénticas━ comentó Isabelle, al analizar mejor a la chica.

Clary no dijo nada, espero a que terminaran de felicitar a su hermana para poder acercarse. Ed se acercó a ella, murmurándole algo al oído y recibiendo protestas por parte del mismo chico que había corrido a felicitarla. La pelirroja miró a la dirección donde ellos estaban, y sonrió.

━ ¡Clary!

Corrió hacia ellos, arrojándose a los brazos de su hermana, tirándola en el proceso.

━ ¡Estás sudada! ━ se quejó Clary al sentir lo mojado del uniforme como lo pegajoso de la piel de su hermana.

La chica soltó una risa, poniéndose de pie y ayudándola a levantarse. Alec logró verla perfectamente, sus ojos esmeralda relucientes por la felicidad, sus cabellos pegándose a sus cienes por el sudor y sus mejillas coloradas, las pecas esparcidas de una forma más remarcada que las de Clary y un poco más alta.

Magnus notó su mirada sobre la otra Fray, cosa que le provocó un poco de celos, pero ¿por qué debería? Alec es gay, se dijo a sí mismo para intentar calmarse. Pero había algo raro en su mirada, una forma peculiar de mirarla como no lo había visto ni a él. Y eso le dejo más inquieto.

━ ¿Qué haces aquí? ━ ladeo la cabeza, y por fin los miró a ellos━. Nuevos amigos━ susurró para sí misma, y comprendió de qué faltaba alguien━. ¿Dónde está Lucio?

━ Simon, él...━ Clary intentó buscar una excusa, pero no encontró ninguna.

━ Debió quedarse, problemas con la escuela━ inventó Isabelle, llamando la atención de Akemi.

Ella ladeo la cabeza, conocía los tipos de su hermana, y sin duda no eran los llamativos. Todo aquel grupo desconocido era diferente en al grupo de personas con las que Clary se juntaba, todos bien vestidos a excepción del más alto, que parecía haber encontrado su ropa en la basura.

━ Lía, debemos hablar━ aunque Clary intentó no sonar triste, Lía la conocía muy bien.

━ ¿Qué ocurre?

Clary iba a explicarle que debían hablar a solas, pero alguien hizo sonar el silbato, cosa que la aturdió por la potencia del mismo.

━ ¡Mercator! ━ habló la voz del entrenador, al notar que solo faltaba él.

━ Debo irme━ informó el chico━. ¿Se quedan? No los conozco, pero no está de más tener más público━ miró a los demás.

━ Sería interesante verte jugar━ agregó Isabelle, sonriente.

El chico sonrió, no de forma coqueta, pero sí educada.

━ Sebastian Mercator━ se presentó ante todos en general.

━ Tienes un partido━ le recordó Lía, pero empujó a su amigo para que se fuera a la cancha━. Quiero todas de tres, ¿entendido, Velociraptor?

━ A la orden, para el desorden, capitana Fray━ Sebastian se alejó corriendo y apenas llegó fue enviado a la cancha.

━ Ahora sí, ¿qué pasa? Debiste haberme avisado que vendrías con nuevos amigos, ¿Dónde está mamá? ━ Lía miró a Clary, quien ante la mención de lo último cerró los ojos.

━ Debo decirte algo━ su voz era diferente, con más presencia de lo que Lía había escuchado cuando dijo que debían hablar.

━ ¿Está todo bien, Lee? ━ se acercó a ella, acunando el rostro de Clary entre sus manos.

Clary simplemente la abrazó, para después romperse en llanto. Akemi no titubeo al momento de abrazarla de vuelta, acariciando su cabello y su espalda. De a poco Clary sintió que estaba bien entre los brazos de su hermana, se sentía segura y un poco más fuerte para decir lo que debía decir.

El público lanzó vítores tras una canasta por parte del equipo al que pertenecía Akemi, volviéndola a la realidad.

━ Vamos━ le susurró y la llevó a los vestidores, donde no había nadie.

Los demás les siguieron, sin decir nada ya que tampoco sabían que decir. Jace se sentía extraño de ver dos Clarys, pero había una sensación diferente en ella, algo que la diferenciaba de Clary de una manera peculiar.

Eran físicamente iguales, pero muy diferentes a la vez.

Akemi tenía un timbre de voz suave, Clary uno más fuerte; Akemi tenía las pecas más marcadas y de forma uniforme por la mayoría de su cuerpo, las de Clary apenas eran visibles; el color de cabello de Akemi era unos tonos más claros de naranja, y sus ojos eran verdes y más alegres. Alec llegó a considerar que Akemi era un nivel de irritación más elevado que la misma Clary.

━ Lee, me estás preocupando━ Akemi sentó a Clary en una banca y se arrodillo para mirar a su hermana.

━ No sé cómo decírtelo━ fue honesta, estaba nerviosa y aterrada al mismo tiempo.

━ ¿Tan grave es? ━ hizo una mueca, para después mirar a los demás que parecían atentos━. ¿Ustedes saben que le ocurre a mi hermana?

Ante aquella pregunta y en su forma de formularla, a Alec le provocó una extraña ternura. Era como si Max Lightwood le hubiera interrogado algo, tenía ese mismo nivel de adorable. Pero ella no es Max, se dijo para sí, formando con sus labios una línea recta.

━ Bueno, solecito, esta será una plática muy larga━ comenzó Magnus, tomando la iniciativa y se acercó a las gemelas.

Magnus Bane conocía a Akemi de una forma diferente a la versión que tenía con Clary, ya que desde que la vio en los brazos de Jocelyn cuando ambas tenían cerca de año y medio, Akemi demostró curiosidad por todo lo que había en su departamento, tratando mejor al gato que Clary que lo había asustado.

Había notado que Akemi era más tranquila, curiosa y observadora, mientras que Clary era inquieta, temeraria y en busca de aventuras, por eso era una artista nata, por lo que a Akemi le correspondía ser la intelectual apegada a la realidad, y quien se tomaba la mayoría de cosas con calma.

El brujo se sentó a un lado de Akemi para mirarla, dispuesto a ser aquel que le contara la verdad de inicio a fin.

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Akemi se mantuvo quieta y muda en todo el relato, mientras que Clary sollozaba. Aunque parecía que se lo había tomado con calma, su cabeza estaba a mil de recuerdos con su madre, cuando todo era perfecto en su vida. Memorias sobre las veces que había visto a su madre llorarle a una caja y cuando se ponía nerviosa cuando Akemi le preguntaba sobre las cicatrices que tenía en la espalda, brazos y piernas.

Ella ya conocía el mundo de las sombras, pero por su concentración en otras cosas no les había tomado atención. Ahora entendía el comportamiento de su madre tan sobreprotector, pero no le tomó tampoco relevancia a lo que era, estaba concentrada en la muerte de su madre.

La última vez que habló con ella fue de rápido, solo agradeciéndole por las felicitaciones y ya. El día de su cumpleaños. Día que había sido uno pesado porque había sido su primer día en la universidad y conocía el campus. Ahora no tendría otra felicitación por parte de su madre, y tampoco podría disculparse por no ponerle más atención.

━ Así que básicamente debes volver a Nueva York━ concluyó Magnus, pero apenas Akemi lo escuchó.

Se puso de pie, echándole una última mirada a los demás, salió de los vestidores. Jace e Isabelle miraron a Clary, tal vez esperando que ella la detuviera o le dijera algo, pero Clary solo se abrazó a sí misma y Magnus se levantó del suelo, sacudiendo su ropa.

━ Hay que darle espacio━ explicó Magnus a los cazadores de sombras.

━ Debemos volver al Instituto━ había cierta ansiedad en la voz de Alec, mientras miraba a la puerta.

━ Tal vez ella no quiera ir al Instituto━ murmuró Clary, mirando el suelo━. Su vida está bien aquí, lejos del peligro de Valentine. No puedo arrebatarle eso.

━ Es una cazadora de sombras, no podemos dejarla a la deriva━ habló Isabelle, cruzando sus brazos.

━ Démosle un par de horas, y veremos lo que dice al respecto━ Magnus insistió con darle espacio, pero Alec comenzó a dirigirse a la salida.

━ Isabelle tiene razón, no podemos dejarla a la deriva.

━ Alexander━ Magnus intentó detenerlo, pero Alec ya había abandonado los vestidores para ir en busca de Akemi.

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Primer capítulo y ya estoy bien enamorada de Akemi, <3