Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

24 ¿Para cuando?

Nina no puede creer que lleva con Miranda 12 meses juntas, el viernes cumplen exactamente un año de novias, y ella es su relación más larga, e internamente claro que espera que sigan por mucho tiempo más.

   —Bien vamos al cumpleaños de tu madre ¿Crees que va a gustarle el regalo?

   —¿Gustarle? Le va a encantar. No sé cómo te se ocurrió, pero le va a fascinar.

   —Solo recordé que una vez dijo, en una conversación casual que había viajado una vez y que vio una taza en forma de hongo con tapa, que le encantó y no compró, cuándo quiso hacerlo al día siguiente el puesto no abrió y ella tenía que volver. Me auto pase la foto cuando tuve la oportunidad y la mandé a hacer con un amigo artesano que hace cerámica —Miranda la mira con una gran sonrisa— ¿Qué?

   —Amo lo detallista que eres, nadie se hubiera percatado de eso, de hecho esa es una historia que cuenta mil veces y a mí jamás se me ocurrio. Esas son las cosas que más amo de ti, tu atención a los detalles —acaricia su mejilla y la besa—. Sigue enamorándome así y terminaremos casadas.

    —¿Premio o castigo? Porque no importa que sea, claro que quiero. Pero —le muestra el dedo anular—, tengo una condición llamada hazme una buena propuesta —la castaña se ríe.

   —Lo haré.

  Se bajan del auto en la casa de la madre de Miranda, uno de sus primos abre la puerta, atrás llega su tía que saludan con un abrazo y entran para encontrar al resto de la familia y el barullo que hacen dentro, están los adolescentes tirados en el sillón con aus teléfonos, los niños que corren jugando, los adultos divididos en diferentes grupos y conversaciones y las mujeres metidas la mayoría en la cocina ayudando para servir la comida.

   —¿Me lo puedes tener? —le dice una de las tías de Miranda a Nina, dándole un bebé de cuatro meses antes de que ella responda, para ir con su hijo que le sangra la nariz al baño— te dije que no te subieras ahí...

   —Te queda bien —le dice la castaña abrazándola por atrás, apoyándo el mentón en su hombro y tomando una manito del bebé— ¿No quisieras uno nuestro?

   —¿Hablas de ser madres?

   —Sí, de eso hablo.

   —Si lo había pensado, siempre quise una familia grande que llenara la casa, solo tengo una hermana, pero ver a mis sobrinos compartir entre ellos que son tres me gusta, como también ver a tus primos hacerlo cuando se junta la familia. Pero...

   —Pero qué, amor.

   —La maternidad es una gran responsabilidad, tienes que mantener a una personita que prácticamente vive al borde de la muerte toda su niñez, los niños son kamikazes —uno de sus primos se tira desde un peldaño alto en la escalera— ¿Ves? —ambas ríen—. Pero supongo que si es contigo me encantaría, imagina tener uno así que se parezca a ti.

   —O a ti —besa su mejilla—, amo tu color  de cabello y pienso que un hijo nuestro con tu color, tu piel y tus pecas se vería adorablemente hermoso.

   —Igual creo que es pronto para pensar en hijos.

   —Lo sé, solo tanteo el terreno, igual no es como que alguna corra el riesgo de embarazarse cuando estamos juntas. Solo pienso a futuro —Nina la mira embelesada «¿Ella también piensa en una relación a futuro? ¿En un futuro juntas?»— ¿Qué? Piensas que yo quiero un noviazgo nada más, yo contigo quiero todo el combo, Benedict —le susurra al oído.

   —¿Ustedes para cuando? —pregunta la cumpleañera y se hace un silencio en el que todos voltean a verlas— A este paso, Melanie será abuela antes que yo.

   Nina se pone nerviosa, tan nerviosa que el rojo es el color que adorna no solo su cabello sinó también su rostro, y orejas. Mira con una risa nerviosa a Miranda y ella está en shock.

   —Te aseguro que estás no embarazan —señala las manos de Nina, lo que hace que ella abra los ojos grandes y quede aún más roja—. Aparte, Melanie está en edad de ser abuela, tú eres demasiado joven.

   —Tu madre es mayor que yo, niñata insolente —le dice su tía algo molesta.

   —Lo olvidé, supongo que las apariencias si engañan —se ríe y Melanie le saca el dedo medio, mientras se rasca la ceja—. Deja de molestar, aparte primero quiero hacerla mi esposa.

   —Prima espérate un año más que cumpla los 18 para la despedida de soltera —le dice una de sus primas.

   —¿Cuándo se casan entonces? —sigue su madre— Me encantaría tener definitivamente a Nina de nuera, sino la te casas, la adopto, pero que se queda en la familia es seguro —varios ríen y su hija hace cara de asco, al pensar que su novia podría ser su hermana adoptiva—, es la primera buena elección que haces.

   —¿Me dejas que se lo proponga al menos? Aparte que les importa y no lo haré con ninguno se ustedes presente. No necesito público para cuando me diga que sí.

   —Que confianza te tienes, pero mira a tu novia está en un cortocircuito mental —voltea a ver a Nina—, ni siquiera puede hablar —se ríe.

   —¿Cómo pase de alzar a un bebé, a proponerme tener uno y planear una pedida de matrimonio?

   —Bueno sorpresa te la vida, la vida te da sorpresas —Miranda ríe mientras la madre del niño lo toma de vuelta.

   Pero esa idea se instala en Nina, ve a Miranda jugar con los niños, pese a ser la más grande de los primos y nietos, alza al bebé y le da el biberón viéndolo con amor, e imagina un futuro así, compartiendo un hijo de ambas, que las llame mamá.

   —Le queda bien —le susurra su suegra—, oye con respecto a lo de que me hagan abuela... —Nina la mira.

   —Ya sé, estabas jugando.

   —No, la verdad que no —se ríe—, pero tomense el tiempo que quieran. Sé que no dejarás a mi hija, ni ella a ti, lo sé porque se miran con amor y jamás le habla visto tan feliz y sonreír tanto como cuando está contigo —la pelirroja asiente sonriendo—. Gracias por darle eso a Miranda, es mi única hija y que haya encontrado a alguien tan buena como tú, me deja mucho más tranquila. Aunque si me preocupe un poco cuando te investigamos —Nina la mira—, sé que suena raro hacer eso, pero con el negocio familiar y siendo ella mi única bebé, tenía que asegurarme y me alegro de ver que le haces bien.

   —Yo cambié mucho An, quiero ser la mejor versión, para ella y por mí, sigo yendo a terapia y sigo trabajando en mí.

   —Lo sé, Nina —le aprieta el hombro mostrando apoyo y cariño.

   Miranda las observa con una gran sonrisa y se acerca a ella haciendo dormir al pequeño en sus brazos que descansa bastante relajado y saciado, besa a su novia y la observa fijamente un momento.

   —¿Qué pasa?

   —Nada, solo creo que cada día me enamoro más de ti, Nina, te juro que parece imposible, pero es lo que siento.

   —No parece imposible, porque también lo siento —acaricia su mejilla—. Te amo.

   —También te amo —la besa.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro