el contraataque de la ciencia
El hijo de la luz se alzó envuelto en gloria sobre el campo de batalla, con los brazos extendidos y sonriendo radiante conforme el brillo que manaba aumentaba su potencia.
AHORA ES EL MOMENTO DE LA CIENCIA...
LA CIENCIA DE LA HUMANIDAD CUBRE EL CAMPO DE BATALLA.
—Está flotando... ¡¡Es una locura!!
—¡¿Es algún truco?!
—¡¡No, es magia!!
Edison:—No. Non. Nein—negó Edison, divertido—. No hay magia ni ningún truco barato. Esto es ciencia.
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En 1943, después de la muerte de Nikola Tesla, una gran cantidad de investigaciones que no salieron a la luz fueron robadas de su casa. Se rumorea que los culpables fueron el FBI y la KGB.
Se cree que Tesla fue capaz de inventar las Armas Súper Científicas.
Armas sísmicas...
Un sistema inalámbrico mundial...
El rayo de la muerte...
LOS ESTADOS UNIDOS Y LA UNIÓN SOVIÉTICA QUERÍAN ALGO EN ESPECÍFICO...
UNA DE SUS INVESTIGACIONES, EL SUEÑO ETERNO DE LA HUMANIDAD...
Manipular la gravedad a su antojo, o en otras palabras, un sistema de anti-gravedad.
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Geir:—Un... ¡¿Un sistema de anti-gravedad?! dijo la menor confundida!
Brunhilde:—Aunque claro, en aquel entonces no existían los materiales que le permitirían llevarlo a cabo pero el sistema de anti-gravedad siempre estuvo completo dentro de la cabeza de Tesla. Y ahora, gracias a su valquiria consiguió el material perfecto para dar vida al Súper Autómata B. Con cada descarga eléctrica que daba, estaba liberando unas partículas muy interesantes: las Súper Partículas Tesla. Cuando las partículas cargan por completo la bobina de Tesla permiten el funcionamiento del sistema de anti-gravedad.
Geir:—Esa... esa es la... ¡¡Gematria Zone: Prisión de los Dioses!! dijo con claro asombro observando la arena pero algo llamo su atencion volteando a ver a su hermana. —¿Pero qué son las Súper Partículas Tesla?
La mayor solo se encojo de hombros mientras sonreía con los ojos cerrados.
Brunhilde:—En realidad no lo sé solo hay una persona que lo sabe: el único mago en la historia de la humanidad, Nikola Tesla.
De regreso a la arena: Ra, el dios del sol, se encontraba furioso, su semblante ennegrecido por la rabia mientras su mirada se fijaba en Tesla con un odio abrasador. El nombre "Prisión de los Dioses" había herido su orgullo de manera que nadie antes había logrado.
Ra:—¿Prisión de los dioses? patético humano arrogante.
Sus llamas ardían con una intensidad brutal, distorsionando el aire a su alrededor, pero Tesla, flotando en el aire con un aura de electricidad pura, no mostraba miedo.
Tesla:—Creo que aún es muy pronto para que te formes una opinión.
El humano cargó una inmensa cantidad de energía en su puño derecho.
Tesla:—Pero déjame darte la bienvenida... ¡¡Con un espectáculo de mi ciencia!!
La electricidad chisporroteaba salvajemente, y las bombinas de su traje giraban tan rápido que parecían a punto de explotar. Sin previo aviso, Tesla salió disparado hacia Ra como un cohete humano, su figura envuelta en destellos azules.
https://youtu.be/UUFLgoDU6vc
Ra intentó esquivar el ataque inicial, inclinándose hacia un costado con un movimiento preciso, pero el golpe de Tesla impactó en el suelo con una fuerza tan descomunal que destruyó toda la sección del pilar hexagonal donde cayó.
Fragmentos de piedra salieron disparados en todas direcciones, y el estruendo del impacto resonó como un trueno.
Ra, aún ileso, había logrado esquivar por poco, pero Tesla no le dio tregua. Pisó con fuerza el suelo, generando otra descarga eléctrica que impulsó su cuerpo hacia arriba. Con su brazo derecho extendido y cubierto de rayos, Tesla dio un salto giratorio en el aire.
Su figura, transformada en un tornado destructor de electricidad, descendió a toda velocidad hacia el dios del sol.
¡¡¡PPPS: PLASMA PULSE PUNCH SURPRISE!!!
El impacto fue devastador. Tesla golpeó directamente el pecho de Ra, enviándolo volando como un proyectil humano.
El cuerpo del dios del sol chocó contra la jaula electrificada, y en ese instante, una descarga masiva recorrió su figura, haciéndolo gritar con furia y dolor. Las llamas que lo rodeaban parpadearon por un instante antes de volver a encenderse.
Ra fue lanzado nuevamente hacia Tesla debido a la fuerza de la descarga eléctrica. El humano, preparado, se había llevado ambas manos a la espalda, acumulando una cantidad descomunal de energía. Sus bombinas giraban a un ritmo frenético, generando un zumbido ensordecedor.
Tesla:—¡Esto es por la ciencia! —gritó Tesla, liberando toda la energía acumulada en un doble golpe eléctrico.
¡¡¡PPPT: PLASMA PULSE PUNCH TWINS!!!
Ambos puños impactaron de lleno en el cuerpo del dios del sol, desatando una explosión de electricidad que iluminó la arena como si fuera de día.
Ra salió disparado hacia atrás, chocando contra uno de los pilares que rodeaban la arena. El impacto fue tan brutal que el pilar entero se hizo añicos, cayendo en cascada de polvo y escombros mientras el público humano estallaba en vítores de emoción.
Tesla aterrizó con gracia en el suelo, su traje emitiendo descargas residuales mientras observaba con intensidad el lugar donde Ra había caído. Heindall, lleno de entusiasmo, narraba con una voz potente:
Newton:—¡El genio de la humanidad ha hecho retroceder al dios del sol! ¡Nikola Tesla está mostrando que ni siquiera el fuego eterno de Ra puede quemar la voluntad de la ciencia!
El público estaba en silencio, esperando a ver si Ra se levantaría una vez más. Desde los escombros, comenzó a emerger una figura humeante, y todos contuvieron la respiración.
Ra cayó al suelo, su cuerpo humeando, rodeado por fragmentos de roca del pilar destruido. La figura imponente del dios del sol se levantó lentamente, su rostro severo ahora marcado por el polvo y las quemaduras de la electricidad que lo envolvía. Su dorado resplandor, aunque todavía poderoso, parecía haber perdido parte de su intensidad.
Tesla, flotando en el aire, miraba con determinación. Las bombinas de su traje giraban a una velocidad frenética, generando un estruendo constante de chispas y truenos. Los relámpagos danzaban alrededor de su figura, iluminando la jaula eléctrica que se alzaba como un coloso de poder puro.
Tesla:—¿Qué pasa, dios del sol? —preguntó Tesla, su voz resonando por toda la arena, acompañada por el zumbido de la electricidad—. ¿El calor no puede superar la velocidad de la luz?
Ra frunció el ceño, su mirada ardía con un odio feroz. El dios alzó su brazo derecho, liberando un torrente de fuego que rodeó su figura, evaporando el aire a su alrededor. El público en las gradas comenzó a jadear, sintiendo cómo el calor del combate alcanzaba sus asientos.
Ra:—¡Tu arrogancia me repugna, humano! —gruñó Ra, dando un paso al frente, cada movimiento haciendo que el suelo bajo sus pies se incendiara—. No eres más que un insecto osado, y yo soy el fuego eterno que lo consume todo.
Tesla no dio tiempo para más palabras. Pisó con fuerza el suelo, creando una explosión eléctrica que lo lanzó de nuevo hacia Ra, su puño derecho envuelto en un campo de alta energía.
Tesla:—¡Si el sol quiere quemarme, que lo intente! —gritó Tesla mientras se aproximaba, su velocidad casi rompiendo la barrera del sonido.
En el palco de los dioses Ares abrió sus ojos de Par en par al ver la velocidad del humano.
Ares:—Pero... ¡¿Cómo consiguió esa velocidad?! ¡¡Ese humano posee una velocidad infernal!!
Hermes analizaba con una sonrisa y con un dedo en el mentón respondió:
Hermes:—Te equivocas, su velocidad apenas ha cambiado.
Ares se molesto viendo al mensajero seriamente.
Ares:—¡¿Qué?! ¡¡Mentiroso!! ¡¡Es claramente más rápido!!
Hermes:—Tanto para los dioses como los humanos, correr es el avanzar a base de patear el suelo dijo el mensajero como si fuera un profesor dando una lección. —Y para llegar a tu máxima velocidad te toma cierto tiempo ya que necesitas aceleración. Pero debido a la anti-gravedad, Tesla es capaz de llegar a su velocidad máxima con un sólo paso. Él puede moverse de un lugar a otro como un rayo...
Ares puso cara de palo al no entender nada de lo que dijo su hermano y miro la arena concentrándose en ella.
Ares:—Mmh... ¡¡Realmente me cuesta entender muchas cosas!!
Muy similar a Ares los humanos de las gradas estaban igualmente confundidos tratando de encontrar una explicación comenzaron los pensamientos e hipótesis.
—¡El ataque conectó pero...!
—Pero ese movimiento es muy extraño...
Edison:—Alcanzar tu velocidad máxima con el primer paso. A ese movimiento, Tesla lo llama...
¡¡DISTANCIA CERO: VELOCIDAD MÁXIMA!!
¡¡¡ZERO MAX!!!
Tesla golpeó el suelo de la arena con ambos puños, liberando una descarga masiva de electricidad que destrozó gran parte de la superficie del pilar hexagonal. Fragmentos de roca salieron disparados en todas direcciones, como proyectiles guiados por la ira del genio humano.
Ra, el dios del sol, levantó ambos brazos, desviando los escombros con movimientos ágiles pero llenos de furia.
Las llamas doradas que rodeaban su cuerpo se intensificaron mientras intentaba disipar la avalancha de ataques. Su ceño fruncido y la tensión en sus músculos denotaban que, aunque poderoso, el humano lo estaba llevando al límite.
Ra:—¡¡ESO NO SERVIRA!!
En un instante, Tesla apareció frente a él, rodeado por destellos de energía azul que chisporroteaban a su alrededor como serpientes eléctricas. Ra preparó un contraataque, alzando su puño ardiente, pero justo cuando estaba por lanzar su golpe, Tesla cambió de trayectoria.
Un destello de luz y un estallido de electricidad marcaron la rapidez del movimiento del humano, quien ya estaba detrás del dios antes de que éste pudiera reaccionar.
Tesla:—Tienes una gran velocidad de reacción—reconoció el científico—. En ese caso... ¿Qué haces contra esto?
Ra:—¿Qué...?! —Ra apenas alcanzó a girarse, sus ojos amarillos abiertos de par en par, solo para recibir un golpe directo en el rostro.
El impacto fue devastador. El dios del sol salió volando hacia atrás, atravesando el aire como un cometa y chocando violentamente contra uno de los pilares del borde de la arena. El pilar explotó en una lluvia de escombros, mientras una nube de polvo y relámpagos envolvía el lugar.
Pero Tesla no terminó ahí. En un parpadeo, apareció sobre el dios caído, con su puño derecho cargado al máximo, un torrente de energía azul fluyendo de las bombinas de su traje hacia su brazo.
Tesla:—¡La ciencia no tiene límites! —gritó Tesla, descargando toda la energía acumulada en un golpe descendente.
Ra apenas tuvo tiempo de levantar la vista antes de que el puño de Tesla impactara directamente contra él. Una explosión eléctrica sacudió toda la arena, iluminando el desfiladero como si un rayo divino hubiese caído.
El público humano aplaudió con fervor mientras Ra fue lanzado nuevamente hacia atrás, su cuerpo volando como un proyectil hasta chocar contra otro de los pilares, que se hizo pedazos al contacto.
Los dioses del panteón egipcio, sentados en sus tribunas, miraban con horror lo que sucedía. Sus expresiones eran de incredulidad ante lo que veían: el dios Ra, su líder, uno de los dioses más poderosos del panteón, estaba siendo empujado al límite por un simple humano.
Tesla aterrizó con elegancia, su cuerpo rodeado de un halo de electricidad mientras su traje chisporroteaba intensamente. Los relámpagos bailaban a su alrededor, haciéndolo parecer más un dios que un hombre. El público humano rugía en éxtasis, mientras Heindall gritaba emocionado:
Heindall:—¡Nikola Tesla ha hecho caer al gran Ra por segunda vez! ¡El genio de la humanidad está demostrando que el ingenio y el avance pueden competir contra los poderes divinos! ¡Esto es increíble!
Mientras tanto, desde los escombros, una figura comenzó a emerger. Ra se levantó lentamente, su cuerpo rodeado de llamas más intensas que nunca. Su rostro estaba ensombrecido, pero el brillo furioso de sus ojos amarillos anunciaba que esta batalla estaba lejos de terminar.
Mientras en el panteón Nordico las 2 aves que se encontraban en los hombros del padre del todo levantaron sus alas mientras lanzaban graznidos de sorpresa por lo ocurrido.
Huggin/Munnin:—P... Pero Ra lo detuvo a tiempo, ¿no es así? dijeron ambas aves viendo al dios del engaño quien tenia una mirada divertida mientras comía una bolsa de frituras.
Loki:—La Barrera Estelar de Ra aún no se había liberado al completo ese humano puede ser un completo dolor de cabeza.
Tesla volvió a lanzarse al ataque, su cuerpo rodeado de un brillo eléctrico que chisporroteaba intensamente a medida que liberaba donde esta creció rápidamente, expandiéndose como un domo de energía azul que casi consumía todo el terreno del hexágono. El público observaba boquiabierto mientras el genio de la humanidad mostraba su invención más impresionante.
Ra, en el centro de la barrera, desató una ráfaga de ondas de calor y llamas doradas, las cuales chocaban contra la barrera de Tesla, intentando resistir la arremetida.
¡BARRERA ESTELAR ARDIENTE!
¡¡LIBERACION TOTAL!!
Sin embargo, algo extraño comenzó a ocurrir.
Tesla, en lugar de atacar de frente como un guerrero tradicional, comenzó a moverse de manera fluida, casi ridícula. Sus pies giraban con agilidad, y sus brazos golpeaban múltiples puntos de la barrera con precisión mientras su cuerpo se contorsionaba.
Ares:—¿Qué está haciendo? —preguntó un confundido dios de la guerra desde las gradas de los dioses.
El público observó con incredulidad mientras Tesla literalmente comenzaba a bailar.
Ares:—Qué... movimiento tan extraño.
Hermes:—Sí, fue bastante inesperado comento algo extrañado.
Tesla:—Ni siquiera un dios es capaz de predecir las maravillas de mi ingenio, la técnica que acabas de ver, la he nombrado...
¡¡¡TESLA STEPS: LOS PASOS PROHIBIDOS DE TESLA!!!
Su ritmo seguía un compás invisible, como si estuviera interpretando una pieza musical en medio de la batalla. Con cada paso y giro, esquivaba con elegancia los ataques de Ra mientras se deslizaba por el suelo grácilmente.
Galileo:—Mmh... bastante lamentable...dijo mientras tenia los ojos cerrados y se rascaba la barba.
Marie Curie se llevo sus manos al rostro tratando de ocultar su vergüenza de ver a su compañero a hacer esto.
Marie:—¡Ya basta! que nombres tan vergonzosos...
Incluso Heindall, desde su puesto, se vio obligado a comentar entre risas:
Heindall:—¡Señoras y señores, Nikola Tesla no solo está luchando, está bailando contra el mismísimo dios del sol! ¡Esto es algo que jamás habíamos visto en el Ragnarok!
El propio Zeus se rascó la cabeza, francamente impresionado por lo que veía.
Zeus:—Qué técnica más agobiante nunca habia visto un movimiento de ese estilo.
Ra, por su parte, parecía dividido entre el asombro y la ira. Sus ataques, ráfagas de llamas y patadas ardientes, eran esquivados con precisión mientras Tesla continuaba con su peculiar estilo de combate.
Ra:—¿Te burlas de mí, humano? —rugió Ra, su voz retumbando como un trueno.
Tesla, sin dejar de moverse, extendió los brazos con un elegante giro y respondió:
Tesla:—La ciencia, querido Ra, no solo es precisión; también es creatividad. ¿Qué hay más creativo que un poco de arte en el combate?
Con cada palabra, Tesla golpeaba puntos críticos de la barrera, haciendo que las ondas de calor de Ra se fragmentaran. Poco a poco, el dios del sol comenzó a retroceder, visiblemente molesto por la presión del humano.
Finalmente, Ra, con un estallido de ira, dio un salto y lanzó una brutal patada giratoria cargada con un aura de llamas abrasadoras.
El golpe impactó directamente en el pecho de Tesla, quien fue lanzado hacia atrás como un rayo descontrolado. El público contuvo la respiración al ver cómo el humano volaba a toda velocidad hacia el borde del hexágono, destruyendo trozos de la arena a su paso.
Pero, antes de que pudieran preocuparse demasiado, Tesla realizó un giro en pleno vuelo, incorporándose en el aire. Sus piernas aterrizaron con fuerza en el suelo, deslizándose mientras las chispas de electricidad lo rodeaban. Su mirada se alzó, fija en el dios, mientras una sonrisa confiada adornaba su rostro.
Tesla:—¿Eso es todo, Ra? —dijo Tesla, flexionando sus manos mientras la electricidad en sus bombinas comenzaba a girar una vez más, más fuerte que nunca.
El público rugió en emoción, mientras Heindall gritaba exaltado:
Heindall:—¡El genio de la humanidad no solo resiste, sino que sigue luchando con todo! ¡Esto es una batalla que está haciendo historia!
Ra frunció el ceño. Su figura ardía con mayor intensidad, y el calor que emanaba se volvió más opresivo que nunca. El enfrentamiento entre el dios del sol y el inventor legendario apenas comenzaba a alcanzar su clímax.
https://youtu.be/Ex3yBoeVPT8
Tesla se detuvo en seco, sus ojos clavados en el dios del sol. Algo extraño sucedía.
Ra lo miraba fijamente, pero uno de sus ojos apuntaba hacia el cielo, mientras el otro se mantenía fijo en él.
En el palco de los dioses Zeus se empezó a reír.
Zeus:—Ra...Parece que este combate está lejos del desenlace.
Sombras cubrían el enfurecido rostro de Ra, sus ojos refulgiendo como pequeños soles ardientes en cuyo fuego podía verse la cólera de una deidad que se siente insultada y ultrajada.
De repente, Ra-Horakhty, alzando su mano, desactivó la Barrera Estelar Ardiente.
Este inexplicable evento dejo al publico mas que desconcertado.
—¿Se rinde?
—¿De verdad? Eso es imposible.
SOLO TESLA QUIEN ESTABA FRENTE A EL DIOS DEL SOL
PUDO VER ESA EXPRESION.
¡CAPTANDO EL VERDADERO SIGNIFICADO DE LA IRA MISMA!
Un aura de tensión invadió la arena cuando las nubes comenzaron a arremolinarse violentamente en el cielo, como si el mismísimo sol estuviera siendo invocado para presenciar este momento.
Una luz intensa se concentró en un solo punto sobre la arena, y entonces algo descendió. Tesla entrecerró los ojos, viendo cómo una silueta brillante emergía desde el cielo. Los espectadores quedaron boquiabiertos al notar que se trataba de un pájaro mecánico majestuoso y dorado, con alas que irradiaban luz como si estuvieran hechas del propio sol.
Heindall:—¿ESO ES UN PAJARO? ¿ES REALMENTE REAL?
Ra levantó sus brazos al cielo, su semblante severo mostrando una sonrisa apenas visible. El pájaro descendió velozmente, con un graznido metálico que retumbó en toda la arena.
Bastet:—Oh... ¡¡Qué lujo tan increíble el de presenciar al señor Ra usando su arma divina en la primera ronda!! dijo con un sonrojo y una sonrisa emocionada.
En un solo movimiento, la criatura mecánica se fusionó con su portador, sus alas plegándose alrededor de su cuerpo, sus garras y su pico transformándose, encajando perfectamente en cada parte de Ra como si fueran piezas de un rompecabezas celestial.
Cuando la luz finalmente se disipó, todos los presentes pudieron observar la majestuosa transformación:
Ra ahora llevaba una colosal armadura mecánica dorada. Cubría todo su cuerpo, excepto su cabeza, dejando a la vista sus ojos que ahora brillaban intensamente, como si fueran dos pequeños soles. Los detalles de la armadura eran intrincados, decorados con símbolos egipcios y grabados solares que irradiaban calor, iluminando cada rincón de la arena.
Las 4 diosas egipcias, Sehkmet, Isis, Hasthor y Bastet, observaron maravilladas desde su lugar. Bastet, con una sonrisa extasiada, murmuró:
Bastet:—Es la auténtica gloria de Egipto... el sol mismo ha descendido.
Isis:—Ah...—suspiró Isis.
Hasthor:—Qué figura tan divina dijo con una sonrisa la diosa.
Bastet:—Esa forma es la fusión del arma divina Horus con el dios del sol, el señor Ra.....¡¡Esa es la forma de Ra-Horakhty, el dios del sol y de la luz!!
FORMA SECRETA DE RA:
''HORUS HORAJ-TY''
¡¡¡RA EL DIOS DEL SOL Y DE LA LUNA!!!
En el palco superior del Valhalla, en la sección dedicada al panteón egipcio, una figura que destacaba por su aspecto excéntrico se encontraba jadeando como un perro.
Era Anubis, el dios de los muertos y los funerales.
Su aspecto era el de un dios muy joven de piel oscura, físico bien formado y ojos grandes. Tiene caninos muy afilados, un par de piercings en la barbilla y una lengua con un par de pequeños caninos negros en sus extremos.
Lleva un sombrero en la cabeza que se asemeja a la cara de un chacal, incluyendo la cara, las orejas y parte del cuerpo, y tiene el pelo largo recogido en una trenza.
Lleva brazaletes y cubre muñecas en ambos brazos y un frente trapezoidal en el cuello y también shendit y pantalones que le llegan hasta los talones, dejando los pies al descubierto. Tiene uñas de las manos y de los pies largas y afiladas.
Su postura era de lo más peculiar: en cuatro patas, su lengua fuera mientras jadeaba exageradamente como si estuviera disfrutando de cada momento.
Anubis:—¡Ohhh, esta sed de sangre es increíble! —exclamó, su voz entrecortada por su jadeo constante—. Ra lo va a destruir. Esto será glorioso... ya puedo saborear la sangre corriendo.
Tesla permaneció inmóvil por un momento, mientras su mirada recorría al dios egipcio ahora en su forma más poderosa. Un silencio abrumador cayó sobre la arena, con los humanos y dioses conteniendo el aliento.
Ra extendió sus brazos, dejando que la luz del sol iluminara su armadura dorada mientras su voz profunda retumbaba por todo el Valhalla:
Ra:—Humano... prepárate para ser reducido a cenizas.
Tesla, con una sonrisa nerviosa pero desafiante, cargó sus bombinas de energía, generando chispas azules a su alrededor mientras una nueva descarga eléctrica recorría su traje.
Tesla:—¿Reducirme a cenizas? —respondió Tesla con su característico ingenio—. Eso suena como un desafío interesante... veamos si tus palabras están a la altura del dios que las dice.
El público estalló en emoción, mientras Heindall elevaba su voz al máximo:
Heindall:—¡Esto es histórico! ¡La tecnología de Nikola Tesla contra la furia del sol encarnado, Ra! ¡El Valhalla arde con la expectativa!
Tesla no dudó ni un segundo.
Tesla:—El sol es el resorte que lo maneja todo—sonrió—. El sol preserva la vida y suministra toda la energía humana. La humanidad... ¡Nunca caerá ante un poder como ese!
Con sus bombinas girando frenéticamente y un rugido que electrificó el aire, el humano se lanzó hacia Ra a toda velocidad.
Su puño, cargado con una cantidad devastadora de electricidad, trazó un arco de luz en su trayecto, chocando contra el lugar donde Ra estaba de pie. Una explosión iluminó la arena, destruyendo parte del suelo y llenando el aire de polvo y escombros.
¡¡¡PPP: PLASMA PULSE PUNCH!!!
Sin embargo, cuando la nube de polvo comenzó a despejarse, la silueta de Ra no estaba allí.
Ra:—Parece que he estado un poco equivocado!
Tesla apenas tuvo tiempo de reaccionar. Un destello dorado apareció a su costado, seguido del sonido de un aura vibrante y poderosa.
Ra:—En este Apocalipsis, lo que debo hacer es... violencia absoluta.
Ra, moviéndose mucho más rápido de lo que el humano pudo prever, ya estaba a su lado, su brazo derecho levantado y rodeado por un intenso resplandor dorado. Su puño brillaba con una energía feroz, irradiando un calor sofocante que hizo chisporrotear incluso el traje de Tesla antes de que el golpe conectara.
Ra:—¡Insolente! —gritó Ra, con un tono lleno de ira divina, mientras su puño se estrellaba contra el pecho del humano.
El impacto fue devastador. El sonido del golpe resonó como un trueno en toda la arena, haciendo vibrar los pilares restantes del hexágono. Tesla fue lanzado como un proyectil, su cuerpo cruzando el campo de batalla a una velocidad vertiginosa antes de chocar brutalmente contra uno de los pocos pilares aún en pie.
El impacto destrozó el pilar, enviando pedazos de roca volando en todas direcciones mientras Tesla se desplomaba entre los escombros. La estructura, incapaz de soportar la fuerza del impacto, colapsó, llenando el aire de polvo y escombros.
El público de los dioses estalló en vítores y gritos de emoción. Las ovaciones y los aplausos sacudieron las gradas, mientras los dioses menores se inclinaban en reverencia hacia Ra, que permanecía firme, con su aura dorada brillando intensamente y su mirada llena de autoridad.
Desde el palco de los egipcios, Anubis saltaba de un lado a otro, jadeando emocionado.
Anubis:—¡Eso es, Ra! ¡Mátalo, destrúyelo! ¡Haz que sienta el poder del verdadero sol!
En las gradas humanas, el ambiente era completamente opuesto. Los espectadores humanos observaban con incredulidad y horror cómo Tesla intentaba moverse entre los escombros, su traje chisporroteando y su respiración dificultosa. Aun así, el ingeniero se aferró al suelo, comenzando a levantarse lentamente.
Heindall tomó la palabra con su voz llena de emoción y asombro:
Heindall:—¡El dios del sol ha desatado su furia! ¡Un solo golpe ha bastado para mandar a Nikola Tesla al otro extremo de la arena! ¿Podrá este brillante humano recuperarse de semejante demostración de poder divino? ¡Esto está lejos de terminar!
Tesla, con un rastro de sangre corriendo por la comisura de sus labios, miró a Ra. Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro, incluso en medio del dolor.
Tesla:—Eso fue... —dijo, jadeando— interesante. Pero... voy a necesitar algo más que eso para detenerme.
El público quedó atónito. Tesla, con las bombinas de su traje comenzando a girar nuevamente, se levantó de los escombros, sus ojos llenos de determinación.
Ra lo observó, su ceño fruncido y su aura brillando más intensamente que nunca.
Ra:—Entonces, mortal, prepárate. Lo que viene será más que suficiente.
El próximo choque prometía ser aún más brutal.
Fin que les parecio?
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