¡Uy, qué noche!. Creo que no pude dormir plácidamente luego de ver ese video, pero quizá la reminiscencia de las imágenes son algo de temática inmemorial, quizás ver a Sasha en su estado más vulnerable incentivo en mí, la duda sobre quien es real: la que conocí en una tienda y me salvo la vida o la chica de sexualidad explosiva y erotismo imperante. En verdad, estoy confuso sobre eso, pero más confuso estoy de llamarla Sasha; en serio, porque tuve que conocer su nombre por manos de esos subproductos de adolecentes calenturientos o azarosos pubertos; es más, ¿porque tuve que estar en ese ámbito en primer lugar?; "¡oh, cierto... Mi venganza!".

Pero, volviendo al tema principal y a la trama trágica que compete a mi vida. Estoy en el instituto, observando y esperando a que las manecillas del reloj en la pared de mi aula marquen las 10:30 AM. ¿Porque lo hago?; pues.. Esa la hora en que haré magia al estilo Harry Potter o Gandar El Gris. Y, para mi mala suerte, falta una larga hora para que se cumpla el primer paso para mi venganza, mi dulce y anhelada venganza. Es de extrañar, que de todos los momentos que he estado en la escuela, éste sea el más tranquilo y apacible, es como si el mundo esperara mi siguiente paso al abismo negro. Y, es algo satírico pensar que desde hoy seré un miembro de los nerd sin vida social y de aficiones extravagantes. Hoy pasaré de ser un fantasma, a volverme una asidua mierda-seca y sin carisma (vaya, que notable evolución; Darwin debe estar riendo en su tumba).

Y así, la hora esperada llego. El profesor salió del salón para su hábito diario (tomarse su cafecito mañanero), y luego de su ida.. El aula completa entró en un progresivo movimiento, un movimiento derogado por el profesor, pero ahora tal movimiento tomaba lugar o forma, moviendo con frenesí cada pieza del juego jerárquico en la que yacía cada estudiante del salón.

Por lo que, luego de ver como cada estudiante iba a su grupo respectivo. Yo, Benjamín Alexander Jenkins tomo la iniciativa de salir de mi anonimato y mi aparente existencia inexistente.

Huelga decir, que yo me acerco a los nerd y le sonrió como un idiota, y le pregunto: "si el comic que leían era Avenger Asamble volumen 2". A lo que el líder, Connor Jones responde: "claro, es el mejor comic creado".

Y yo, haciendo uso de mi elevado conocimiento adquirido sobre comic de la noche a la mañana (literalmente), le digo: "no, el mejor comic creado es Sandman, sus imágenes e historias son algo nunca visto con anterioridad en los comic".

Es extraño que todos se quedaran en silencio luego de esa declaración, pero más extraño fue su respuesta ya que fue muy previsible, ya que ellos me dijeron: "siéntate, colega". Y, lo próximo que supe fue que estamos hablando sobre: Hokuto no ken, Berserk, Neon Genesis Evangelión, Cowboy Bebop. Y, sin darme cuenta, me volví uno de ellos de la manera más sorpresiva de lo que pensaba, ya que este plan en mi mente calculaba que duraría por lo menos un mes, y todo fue tan bien que lo logre en tan sólo 1 día.

Horas más tardes. Es extraño que mi tiempo fuera tan corto; en verdad, lo más sufrible de ir a la escuela es precisamente lo largo que son las clases y lo interminable que son los descansos, pero hoy mi día de 24 horas se volvió un día 4 horas. Pero no es de extrañeza está anomalía de tiempo, puesto que pasé cada minuto hablando con unos nerd sin vida sobre mangas, comic y videojuegos. Y ahora que estoy en mi casa; por alguna razón, el cansancio no osa venir ante mí y, abrazarme en los finos telones de sus mullidos senos. Pero eso es bueno, ya que gracias a esa falta de sueño yo... Decidí efectuar algo que llevaba mucho tiempo sin hacer, y eso es una tranquila y apacible caminata nocturna.

Caminé, en verdad que yo caminé. Caminé como nunca lo había hecho en mi vida; tanto por el centro urbano como las zonas aledañas, fue tanto lo que anduve que llegué a un punto en que no sabía en donde estaba, pero para mi suerte mi celular tenía una aplicación de GPS, por lo cual no era difícil regresar a mi casa antes de que la noche se volviera turbia. Pero, cuando estaba a medio paso de mi morada, me encuentro con lo inesperado, me encuentro con Sasha Grey, la chica que alguna vez salvó mi vida, y ella.. Estaba siendo acosada por un tipo enorme quizás un matón de clase mundial viendo su rudimentaria fachada. Y, mientras observaba desde lejos como el sujeto parecía amenazarla, lo único que pude escuchar de la boca de Sasha era: "no". Un "no" que mostraba su descontento por algo, quizás por el mismo sujeto que la oprimía. Intenté no inmiscuirme en el asunto, seguir mi rutina de ser un cobarde de mierda, mi estrategia sublime que me ha salvado de más golpizas de las que puedo contar, pero por alguna razón... Mi persona se sobresaltó al ver como Sasha luchaba contra un muro que no podía derrumbar, esa sensación de impotencia en sus ojos es un gesto que veía en mí cada vez que me miraba en el espejo, por lo que sin saberlo yo me acerco a Sasha y al sujeto malhumorado, golpeo al sujeto de modo que cae al suelo y, sujeto la mano de Sasha y salgo con ella corriendo.

Esto no puede estar pasando pensaba, como pude golpear a alguien, yo... Un débil debilucho y enclenque. ¿Acaso otra vez esa sensación que siento cuando estoy con ella me forzó a dejar mi cobardía de lado para protegerla, acaso ella me está cambiando de algún modo?.

Bueno, luego de correr por un largo trayecto, ella y yo nos refugiamos en un callejón. Relajarnos luego de tremendo trote no es algo que debería decirse, pues es obvio que desde que nos detuviéramos lo primero que haríamos sería lazarnos contra un muro o una pared asentada con la fecunda frialdad de la noche. Pero es curioso que luego de que dejáramos de correr, ella comenzara a reír afónicamente conforme con los suspiro que exhalaba su ser. Así que, por mi extrañeza ante tal reacción, ella me explica que: el sujeto no era un acosador o un pervertido, era su manager y guardaespaldas personal. Y allí me di cuenta que todo mi esfuerzo fue en vano, y en lugar de sentirme realizado, me sentí con una bien justificada rabia. Y ante tal emoción, yo le digo a la chica delante de mí: "maldita sea. Puede callarte, Sasha".

Y, curiosamente ella obedeció, pero en realidad.. Fue por otra razón, fue por mencionar su nombre, el nombre que nunca me dijo. Así que, luego de mirarme de manera analítica por medio segundo, ella me dice: "¿desde cuándo sabes mi nombre, Benjamín?".

Entonces, yo quedo catatónico por un desliz de mi parte, dije algo que me delato ante ella. Dije su nombre, un nombre que ella nunca me dijo, pero por alguna razón sé. Quizás, ese nombre que es su emblema de identidad sea algo que no debía conocer, quizás hubiese sido mejor que nuestra relación de amistad se mantuviera con esa pequeña ignorancia.

Así que, yo tartamudeando mientras le expreso mis inseguridades, yo prolifero mis ideas diciendo: "bueno es que.. Un compañero, tenía una revista, y...". Nunca en mi vida había sentido una vergüenza tan grande, es curioso que Sasha me haga experimentar tantas experiencias, pero está es la más indeseadas de todas.

A contra pelo a mi vergüenza, fue más horroroso contarle la historia de cómo supe su "nombre". ¿Por qué no pudo ser algo "Como conocí a tu madre o Friends"?. ¡Oh, cierto!; mi vida no es escrita por un guionista frustrado que intenta vivir sus últimos sueños mediante sus personajes planos y sin atractivo engañoso.

Volviendo al tema. Luego de contarle la historia, Sasha comenzó a reír; una risa que hacía sentir a cualquiera, un personaje cómico de principios de los noventas o comienzo de los 2000. En serio, si esto es ser un payaso no me gusta para nada, es demasiado jocoso y jovial para alguien como yo.

Y, posterior a un instante que perpetuaba los segundos y minimizaba los minutos, ella me dice: "vaya, ¿soy tan popular entre la juventud?; ja', parece que mis años de esfuerzo dieron sus frutos".

Entonces, yo le digo: "no seas ridícula. ¡Que unos nerd gocen con ver tu desnudes no es algo de mérito. Es más, yo he visto tus videos y puedo decirte que puedo ver el arte que le pones al sexo!".

Y, ella inteligentemente y con fuerte mordacidad, me dice:
"¡oh, los viste!. Y... ¿te tocaste viéndolo, benjamín?".

Y yo le digo: "sí, toda la noche, bebe". No sé si el sarcasmo podía ayudarme en ese momento, pero viendo la reacción de Sasha parece que mi intento dio en el clavo. Sasha reía, reía de una manera tan vivida y al mismo tiempo tan desbocada; sin embargo, esa misma risa fue un logro que no pensé que algún día tendría entre mis manos. No entiendo en totalidad esto, pero me siento como Leonardo DiCaprio en el Titanic, gritando a los cuatro vientos que "soy el rey del mundo".

Bueno, luego de eso. Llevo a mi amiga Sasha al apartamento en donde ésta frecuentaba, en donde nos esperaba como si el destino lo estableciera, su guardaespaldas de 2 metros de alto y figura casi demoniaca. El hombre se me acerca furiosamente, listo para devolver el golpe pero, con una palabra de Sasha y una palmadita en la espalda, el hombre se volvió tan sumiso como un cachorro que le habían dado un enorme hueso. Y, luego de ver como él y Sasha entran al apartamento, yo suspiro. No por cansancio, sino por la excentricidad que Sasha me estaba contagiando, en serio que diablos pasa con ella y conmigo.