11 - Polonia
Notas del cap:
No hay razón, no hay motivo... solo tenía ganas XD
¡A leer!
11 - Polonia
Había vuelto tan rápido como había corrido para ir a casa en cuanto supo de la desaparición de Rusia. Unos días más tarde, sabiendo que no habrían pistas, si bien, fue tratando con todos e intentando ayudar a sus hijos lo mejor que podía, lo cierto es que en su empresa exigían que volviera a trabajar o seria despedido por incumplimiento; sin mencionar que, luego de la extraña charla que había tenido con Nazi, el mismo Urss cayó en cuenta que, tan pronto como había corrido, había olvidado a México solo en casa
Así que, ayudado del pretexto de ser obligado a volver a trabajar para que así, el resto de la familia pudiera seguir buscando a Rusia. Urss volvió a su segundo hogar, el lugar donde eran solo él y el tricolor
Así que, tan rápido como se había marchado hace ya poco más de una semana, del mismo modo volvió a su hogar con México a su espera en la puerta de entrada tal y como le había enseñado a hacer. En cuanto ambos countrys se vieron, México extendió sus brazos a la espera de que fuera Urss quien corriera hacia el tricolor
Y así fue como sucedió, como siempre sucedía. Urss dirigiéndose con velocidad hacia el mexicano que, no solo le recibía con los brazos abierto, sino con un húmedo beso lujurioso que obliga a la mente de Urss a solo concentrarse en el. El abrazo se vuelve de algo tierno a algo pasional cuando las manos de Urss bajan de su espalda hacia el trasero del tricolor apretándolo y el country, solo suelta pequeños gimoteos entre el beso. Ambos se separan, México lame los labios de Urss en una súplica por más placer. Urss no puede esperar demasiado y tira al latino ahí mismo en el suelo donde, apartando la camisa, única prenda que cubría el desnudo cuerpo country, comienza a besarlo y lamerlo
—Perdóname por haberte abandonado por tanto tiempo mi amor —suplica el soviético lamiendo la pequeña erección que brotaba en el country. México cubre con una de sus manos su rostro y asiente. Sus piernas se abren, Urss puede ver como el country le ofrece su pequeño anillo de carne para que entre en el. Urss siente dolorosa la erección en sus pantalones mientras se quita la ropa con velocidad
Antes de que pueda volver a decir algo, el enorme cuerpo del soviético atrapa al tricolor, su erección se empuja contra el interior de México y ambos sueltan un gemido de placer. Urss no sabía lo mucho que había extrañado a México hasta que su miembro se vio apretado por las paredes internas del country y, mientras Urss cerraba sus ojos, comenzando a moverse velozmente contra las caderas del otro, México solo lo observa con pequeñas lagrimas y gemidos de placer
Urss había vuelto, había regresado a él. Encadenado por el deseo de lujuria y avaricia por poseer su cuerpo, Urss había regresado encadenado a su pecado, y México, el demonio que había jurado destruirlo, lo recibió de brazos abiertos. Aferrándose a su cuello, besándolo con lujuria, con un odio que el country carmesí no pudo descubrir en su propia lujuria
No puede notar que entre las caricias pasionales de su pequeña muñeca, estas van cargadas de odio, de resentimiento, de cólera por su mera existencia y envidia a su estado "vivo" a comparación suya que estaba muerto. Urss no puede percibir en la mirada somnolienta y lujuriosa de su marioneta, ese brillo de odio y verdadero deseo de venganza. Pero no importa, se dice fugazmente la mente del mexicano. Mientras Urss siguiera preso por su deseo, mientras fueran solo ellos dos entre estas cuatro paredes, mientras el alma del mexicano, convertida en un demonio, pudiera ir apartando a Urss de la realidad, todo estaba bien
Porque si Urss le había arrebatado todo en esta vida, México le arrebataría todo del mismo modo, lento, cruel, para que cuando se dé cuenta, fuera demasiado tarde para el soviético
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Norte había regresado sobre sus pasos luego de haber visto a Urss entrar en su hogar. Aun no termina de entender que había pasado. Sabía que era verdad, el lugar donde había despertado y la forma en que lo había hecho. Podía saber que era cierto, en especial porque tenía su rostro inflamado en un costado por el golpe que había recibido de su hermano Sur
Pero Sur ya no estaba y tampoco habían rastros de sangre o de la ropa de este. Es como si se hubiera esfumado, como si la tierra misma se lo hubiera tragado. Norte no termina de comprender esta parte. Aun cuando observa la camisa de un hombre más grande y fornido, recuerda la silueta del country, delgada y delicada, moviéndose con velocidad sobre su propia erección y gimiendo con un placer que lo hacía ver tan erótico que Norte sintió una cosquilla sobre su entrepierna que intento ignorar por su propio bien
Entro a su hogar, confundido. Se dirigió a su habitación y se sentó en el sofá que tenia ahí, observando la camisa blanca que traía entre sus manos. El resto del día, sin demasiadas ganas de moverse, se ve obligado a comer un poco. Por primera vez en días, con una tranquilidad agradable sin la presencia de su hermano
Pero vuelto un nudo que le prohíbe seguir alimentándose cuando recuerda que, efectivamente, vio a su hermano morir frente a sus ojos, su garganta arrancada con violencia y su cuerpo desmembrado a mordidas, sus huesos rotos y devorados y finalmente, solo ser una mancha de sangre de lo que alguna vez fue su propio hermano menor, querido y adorado
«Por favor, que esto haya sido una puta pesadilla» suplico colocando sus manos sobre su frente en un intento por tratar de mantener la calma
... ... ...
Había vuelto a su habitación, se había recostado con la camisa blanca sobre su pecho. No tenía un único pensamiento al que poder aferrarse, su mente divagaba entre recuerdos, sensaciones y pensamientos que no terminaban en nada; vagaba en los recuerdos de cómo vio morir a su hermano, las sensaciones que sintió al estar dentro de ese niño tomándolo como si no hubiera un maldito mañana y los pensamientos, lo poco racional que podía ser en su duda
Ese niño le había dicho que era un no muerto, una muñeca creada por una supuesta bruja del pantano. Bueno, si, sabía que habían rumores de una bruja viviendo en el pantano que estaba cercas de ellos pero ¿Era verdad? No podía decir a viva voz que creía que fuera una mentira, luego de lo que había vivido anoche, pero también se pregunta si es verdad y entonces, el ciclo se repite
Los recuerdos de ver a su hermano morir, las sensaciones que sintió mientras se desbordaba en el menor y dudas existenciales que al final, acaban por cansar su mente y quedar profundamente dormido
... ... ...
Sintió peso sobre su cadera, un peso que parecía contonearse suavemente como si bailara sobre su entrepierna. Norte gruño, lentamente saliendo de su estado adormilado. Sus manos tallaron sus ojos, lo primero que enfoco fue que la habitación estaba oscura. La noche lo había alcanzado y seguramente se había quedado dormido sin darse cuenta
Lo siguiente que descubre, es que el movimiento que siente acariciando su entrepierna, viene seguido de un tenue gemido. Su cuerpo reacciona y pega un brinco por la sorpresa de descubrir de nuevo a ese tricolor apoyando sus manos sobre su pecho y moviendo sus caderas simulando cabalgar su erección. Ambos se miran, las mejillas de Norte se calientan en un fuerte sonrojo mientras le observa. El menor solo lo mira suplicante nuevamente
Manchado de sangre en su boca, con otra camisa blanca varias tallas más grande que su cuerpo, manchada en sangre y como, en cuanto se sabe visto, se acerca para pedir por un beso que por algún motivo, Norte no puede negar
—¿En serio eres real? —cuestiona Norte luego de alejarse ambos del beso, observando un asentimiento silencioso de parte del pequeño invasor a su hogar. Lo siguiente que puede sentir, es al mismo adolescente bajando, abriendo el botón de su pantalón y el cierre, metiendo su mano para sacar de entre su ropa interior su miembro semi erecto y comenzar a lamerlo como una paleta
Norte se sienta en la cama, observando el gesto del menor, seductor, suplicante, aun portando el velo sobre su cabeza como si fuera alguna clase de novia recién casada dando un oral en su noche de bodas. Norte sintió un escalofrío algo incomodo mientras volvía a pasar su mano sobre la cabeza del niño para empujar su rostro contra su erección, exigiendo con sus acciones que lo engullera todo y marcar un ritmo que el tricolor obedece sumisamente
Norte jadea suavemente, tomando con ambas manos la cabeza de México y moviéndolo a un vaivén rápido que empuja la cabeza del adolescente hasta que sea su nariz la que toque el vientre de Norte. Entre gruñidos y jadeos, Norte consigue un momento de claridad mental y, alejando la cabeza del tricolor quien jadea necesitado de aire, Norte lo mira con reproche, girando su cuerpo para que quede boca arriba en la cama. Tan pronto lo hace, México abre sus piernas, sujetando debajo de sus rodillas para ayudarse a abrir su interior, entregándose a Norte
—¿Quién eres? —cuestiona Norte molesto, posicionándose entre las piernas de México y colocando la punta de su miembro sobre su anillo de carne, dispuesto a embestirlo— ¿Dónde está mi hermano Sur?
—México —jadea— soy México, una NigroDoll creada por un deseo inmundo por poseer al verdadero México —explico, sorprendiendo a Norte quien, sin ser demasiado consciente de su cuerpo, empuja su erección entrando en el latino, ambos, soltando suspiros de placer. Norte insiste con su segunda pregunta, México cierra sus ojos, disfrutando del placer— muerto —chillo cuando Norte golpeo en lo profundo del menor— lo devoré hasta los huesos, ya no existe mas
Para NorCorea, fue como un balde de agua helada escuchar esas palabras. Entonces, se dijo, no había sido una mera pesadilla como él había imaginado, no había sido una alucinación, había sido cierto. El vio morir a su hermano menor sin poder hacer nada para evitarlo. El odio lo envolvió por completo, observando al tricolor
Gira su cuerpo y, aferrándolo desde sus cabellos, eleva su cadera y lo penetra de nuevo con fuerza, sin consideración alguna, empuja con violencia su cuerpo, escuchando solo sus gemidos de placer. Lo muerde, lo maltrata, aprieta con violencia su cuerpo, lo lastima con el deseo de vengar la muerte de Sur mientras, cegado por su propio placer, continua embistiendo su interior, empujándose tan profundo puede, derramándose en su interior y escuchando sus gemidos llenos de placer
En el corazón de Norte, nace un odio que se convierte en obsesión por este pequeño tricolor y por su cuerpo, por sus gemidos, por su sumisión. Así que muerde, chupa, incluso golpea su cuerpo. No lo quiere dejar ir. No permitirá que se vaya de nuevo, no hasta que Norte se sienta saciado de su cuerpo, de ese deseo enfermo que nació por culpa del tricolor...
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Los ojos de Urss se abrieron. Era de noche, se encontraba recostad sobre el sofá en la sala. Miro a sus alrededores, su ropa estaba mal puesta y, mientras busca con la mirada por toda su casa hasta donde puede, se descubre solo, sin México
—Huugg —se queja sentándose correctamente en el sofá— ¿México? —pregunta, sobando su cabeza, siente que todo le da vueltas y, mientras lentamente se va poniendo en pie, buscando por todo su hogar, el tricolor no parece dar señales de estar por aquí— ¿México? —vuelve a preguntar Urss luego de haber investigado por la plata baja y el sótano y no encontrar al tricolor
—¡México! —llama nervioso el country al comprender que no aparece ante su llamado. Corre por la parte superior de la casa, busca entre las demás habitaciones y cuando llega a su propia habitación, sin haber encontrado al tricolor, ni siquiera en su baño personal, lo único que encuentra, es un reloj marcando las 3:33 am
—Amo Urss —alterado, a punto de salir de casa para buscarlo, Urss descubre a México aparecer detrás suyo, justo en el medio de la habitación que ambos comparten. México solo usa una camisa blanca desabotonada, Urss lo observa, sintiendo alivio al ver que ha aparecido
—Gracias al cielo —jadea avanzando en su dirección— por un segundo temí lo peor —suspira colocando una mano sobre su pecho, llegando delante del pequeño country que, en cuanto se sabe cercas, se abraza a Urss interrumpiendo su monologo y viéndose ambos, Urss con sorpresa, México con un tenue sonrojo— ¿Dónde estuviste? ¿Estás bien? —pregunta, pasando su mano a la mejilla tricolor para acariciarla, rosando con su pulgar los labios del country
—Tenía hambre —susurra México— te necesito Urss~ —suplica de un modo lloroso al country que, comprendiendo sus palabras, asiente, acercándose al tricolor y acariciando sus labios suavemente
La mirada de ambos countrys colindo. Urss descendió lentamente mientras unía sus labios a los del tricolor. El sabor dulce de siempre le recibió con regocijo, una imperiosa necesidad por ser tocado broto en el mexicano al tiempo que se aferraba a las ropas del soviético. Los cuerpos se pegaron y restregaron sobre la ropa, Urss desprendió la camisa que cubría su desnudes y con la misma desesperación de un naufrago, acaricio la piel tricolor
Beso su piel, centímetro a centímetro, la beso, la lamio, modio hasta la saciedad y siguió marcando su piel repetidas ocasiones hasta que finalmente, mientras ambos se hacían uno y llegaban a un hilarante éxtasis, el tricolor acaba desplomado encima del cuerpo del soviético, finalmente, satisfecho no solo de haberse alimentado de carne humana, sino por haber fortalecido ese "lazo" que lo unía a su dueño y carcelero
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El sonido del timbre de la puerta exalto a Urss. Ni siquiera se detuvo a pensar quien podría ser quien tocaba. Corrió hacia la puerta, con la esperanza de que fuera algún policía avisando que habían encontrado a su hijo Rusia. Pero, contrario a recibir alguna respuesta (que aun no aparecía pese a la siguiente semana que se mantuvo en su hogar intentando trabajar lo menos posible) Urss solo descubre a un countryhumans en su puerta, saludándole con tranquilidad
—Ha pasado el tiempo Urss —saluda un country de dos colores en blanco y rojo, sonriendo con amabilidad
—Polonia —susurra Urss confundido, mirando de arriba hacia abajo al country que es una cabeza más bajo que el, vistiendo ropas ordinarias— ¿Qué haces en este lugar? —pregunta, confundido de su inesperada aparición en el lugar. Después de todo, lo último que supo del country que alguna vez fue amigo tanto suyo como del german, fue que se había mudado
—¿Qué más? —pregunta divertido el country, moviendo su cuerpo suavemente mientras busca sacar del interior de su chaqueta una cartera, dejando entrever para Urss una pistola oculta entre sus ropas— estoy trabajando y de paso, quise visitarte —menciona el country, mostrando la cartera donde se deja ver una placa de policía— soy el encargado en este lado del país de investigar la desaparición de tu hijo
—¿Eres un policía? —pregunta sorprendido, notando una media risita divertía del country
—Soy un detective policiaco —se encoje de hombros— que sería algo bastante similar —vuelve a reír suavemente, observando al country de pies a cabeza y suspirando con una media sonrisa que, aunque luce gentil, Urss podía decir que había cambiado demasiado... ya no era solo una sonrisa gentil... había algo mas oculto tras esa sonrisa y el no podía comprender lo que era— entonces... ¿Dejaras pasar al detective que investiga la desaparición de tu hijo Rusia... o prefieres que te haga las preguntas aquí de pie en la puerta de tu casa? —pregunta suavemente, guardando su placa y sacando una pequeña libre con una pluma
—He... no, no, no —confundido de la sorpresa de reencontrarse con el country, niega y gira— por favor, pasa —susurra quedando de perfil en su hogar y permitiendo al country entrar lentamente. Ahora, es Polonia quien observa los alrededores de la casa, suspirando, se dirige hacia la sala, sentándose en el sofá
Urss le entrega un vaso de agua y, sentándose delante, ambos countrys se miran, siendo Urss quien luzca preocupado
—¿Ha habido algo nuevo sobre mi niño? —pregunta el soviético honestamente preocupado, Polonia, quien aun sujetaba su libreta en una de sus manos la abre, pasando entre hojas sin demasiada relevancia mientras parecía leer sus propios apuntes
—De hecho —susurra— las cámaras del aeropuerto dan testimonio de que Rusia si llego a este lado del país —explica el polaco— subió a un transporte y, mas allá de ello, no parece que haya algo que nos diga más de su presencia —continua, cerrando la libreta un momento para observar al soviético quien luce honestamente preocupado y sorprendido a partes iguales— parece ser, que el secuestro debió de ser en este lugar —explica
—¿Quién pudo ser el maldito malnacido? —pregunta el soviético enfadado, apretando sus puños y aguantando los deseos de llorar
—Tengo entendido —suspira Polonia, abriendo su libreta en otra página y leyendo, ignorando el enfado de Urss— que meses antes de la desaparición de Rusia, hubo un adolescente de quince años (*) que desapareció ¿cierto? —pregunta, observando el rostro de Urss cambiar a confusión y asintiendo
—A-Así es —tartamudea— un muchacho de nombre México —susurra
Polonia asiente y, mientras continua el country haciendo preguntas y anotando algo sobre su libreta, Urss alcanza a percibir como el mismo mexicano quien había dado la orden de ducharse, salía lentamente por la habitación, caminando y portando únicamente una camisa gris de Urss. El velo lo había tenido que lavar pues estaba muy sucio y, cuando México entro, tallando sus ojos con cansancio y abrazando al soviético, Polonia, quien observaba todo, solo se mantuvo en silencio
—Ha... yo... —tartamudea Urss— puedo explicarlo —susurra, aferrando el cuerpo de México a su pecho. El latino, confundido, se abraza al cuello del soviético, observando fijamente al polaco
La mirada de ambos colinda por segundos, no hay palabras de por medio, pero Polonia solo sonríe suavemente. Una sonrisa demasiado similar a la que le entrego la primera vez mientras se veían, una mirada, que por un instante le hizo estremecer al country carmesí, guardando silencio y observando únicamente como, con esa sonrisa gentil que parecía ocultar mas, los miraba a ambos, a México y a el
—Yo no juzgo —susurra, poniéndose en pie y guardando su libreta— bueno, por ahora eso es todo Urss —responde Polonia, sonriendo tal vez de un modo cómplice al soviético— si hay noticias sobre la desaparición de Rusia, te mantendré informado
Polonia ha llegado a la puerta, con Urss siguiéndolo desde atrás por dos pasos y, un paso más atrás, el pequeño tricolor. Polonia toma el pomo de la puerta, dispuesto a marchar pero, girando para ver a su antiguo amigo soviético, su mirada vuelve a desviare hacia el tricolor que se abraza a la cintura del más alto
—Por cierto —susurra Polonia dirigiéndose únicamente al mexicano— ¿Puedo saber cuál es tu nombre?
Urss coloca una mano sobre el hombro de México, no. No quiere que lo diga. Sabe lo que pasara si Polonia se entera. Pero México no comprende sus insinuaciones
—México
Urss se congela, asustado, mira a Polonia quien, desviando su mirada del tricolor, vuelve a ver al country carmesí regalándole una gentil sonrisa que tensa al mayor
—Lindo nombre —abre la puerta y finalmente sale— nos vemos Urss
La puerta se ha cerrado y un silencio pesado ha brotado... ¿Esto qué significaba para Urss? Sus días de felicidad al lado del latino estaban contadas? Debía de escapar antes de que la policía y España vinieran para arrebatarle a su amada muñeca? Sería llevado a prisión solo por amar demasiado a una pobre alma?
—Urss —sintió que sus miedos se detenían un segundo y su cuerpo era jalado hacia abajo. Confundido descubre al latino llamándolo, viéndolo con un gesto somnoliento antes de ponerse en puntitas. Urss, instintivamente se inclina, recibiendo un beso de su parte. Ambos se miran, México acaricia con sus manos las mejillas del soviético— el no dirá nada. Lo se
Si... tal vez México tenía razón... pero Urss tiene la preocupación de saber si esto era cierto y si lo era ¿Por qué?
Notas fianles:
*Una mega disculpa, no me acuerdo si México tenía 15 o 17... XP estaba escribiendo contra reloj, no tenía tiempo ni oportunidad de observar en ese momento la edad del latino
Juro que cuando escribí la aparición de Polonia, originalmente pensé en él como una especie de vecino de Urss... hasta que escribí que Polonia tenía un arma y pum, sorpresa, resulta que es un detective... sip, hasta yo estaba como Urss de "ya valimos" XD
Datos extra:
*Con este nuevo lemon, Norte confirma que su hermano esta muerto y quiere vengarse de México... pero su cuerpo también quiere ukearselo
*Urss parece cada vez más loco y no en un sentido de psicópata, sino que parece que va perdiendo la realidad y solo concentrarse en el latino... supongo que esto también es porque México es una NigroDoll
*Polonia... Polonia, Polonia Polonia XD... ¿Qué quieren que les diga? Vamos a gritar cada vez que lo veamos porque, por dios... Polonia no es un héroe aquí
*Sip... Polonia ya entendió que Urss tiene secuestrado a México... lo primero que uno puede llegar a pensar es en Estocolmo pero bueno... ¿Va a delatar a Urss? Nop ¿Por qué? Secreto 7w7
*Se supone que luego de esto debe de haber un salto de tiempo... así que, el siguiente capítulo será un mini arco de dos capítulos para una ship por aparte XD lol
En fin, por ahora es todo
¿Les ha gustado?
Que tengan lindo día
¡Comenten!
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