Jane

Veinte minutos.

Solo tenía veinte minutos para prepararme e ir a la escuela, por nada del mundo podía llegar tarde una vez más, me rehuso a recibir otro sermón por parte de mi madre o el director, así que me dispongo a levantarme de la cama con un salto y rápidamente me dirijo al baño.

Lavé mis dientes y tomé una ducha rápida para luego secarme y vestirme con el uniforme escolar, el cual consistía en una falda poco más arriba de la rodilla color vino a cuadros, una camisa de cuello blanca y un jersey negro con el logo de "Holmes Chapel's London School" al lado derecho del pecho, hice mi cama, me puse unas botas negras al tobillo e hice una coleta en mi cabello para luego tomar mi bolso y las llaves.

El sonido de la televisión me hace parar en seco y antes de salir me dirijo a apagarla pero una noticia en particular capta mi atención.

"Esta mañana en el lago de Holmes Chapel a las salidas de la ciudad fue encontrado en cuerpo sin vida de una mujer caucásica, presentaba signos de asfixia y varias contusiones en el cuerpo, algo aterrador y por primera vez visto algo así en Holmes Chapel, el terror comienza a sembrarse en las calles de la ciudad, Acaso la autoridad se pondrá en marcha para encontrar al culpable? Soy Naomi Smith informando esta lamentable noticia desde UK News."

Apagué la televisión luego de ver tan aterradora noticia y traté de alejarla de mi mente, no era bueno empezar el día con noticias así, era la primera vez que algo así pasaba en un territorio como este y el terror ya empezaba a formarse en mi subconsciente, y pensar que ya tenía suficiente con mis pesadillas...

Al bajar mi madre leía el periódico mientras tomaba una taza de café y mi padre tomó su portafolios para salir por la puerta principal sin más que un "Adiós." Mi madre emitió un suspiro y pareció no percatarse de mi presencia hasta que murmuré un apresurado "buenos días" y tomé una manzana dirigiéndome hacia la salida.

- Vas tarde. - Anuncia mi madre en forma de reproche sin embargo no retira su mirada del periódico ni se ofrece a llevarme.-

- Ya me iba. - Dije molesta por su actitud, porque vamos, estaba castigada injustamente y ella no tenía porque actúar de aquella forma tan hostil conmigo.-

- Jane, te quiero de la escuela a la casa inmediatamente salgas, recuerda que estas castigada.

Dejé salir un bufido, de mala gana y salí de la casa, vi el reloj de mi muñeca y tenía 7 minutos restantes, me apresuré a la parada de autobús, no tenía ganas de soportar su actitud y si ella quería aplicar la ley del hielo conmigo entonces así sería.

Pasados dos minutos mire a ambos lados de la calle en espera del autobús y palpaba mis manos en mis muslos sobre la falda de forma inquieta cuando de repente una voz a mi lado me hizo sobresaltar, esa voz, yo conocía esa voz.

- Así que, otra vez tarde eh? - Dijo aquel chico alto que ya había visto antes de tes blanca mientras llevaba un cigarrillo a sus labios a lo que yo arrugue la nariz.-

- Acaso me espías? - Dije mirando la basura que sostenía entre su dedo mayor e índice.-

Él se percató de lo que me refería y una sonrisa ladina salió de sus labios hacia mi.

- Es así como das los buenos días? - Preguntó él ahora encendiendo y dando una calada a su cigarro.-

- Tu tampoco me los has dado, Harry. - Digo casi en un murmuro recordando su nombre y el voltea a mirarme posando sus ojos en los míos.-

- Te acordaste de mi nombre. - Dice algo sorprendido y siento mis mejillas ruborizarse levemente haciendo que aparte la mirada.-

Mierda.

- Eh... si, no es difícil de recordar. - Miré en espera del autobús y vi que este se acercaba.

Gracias a Dios.

- Te ves hermosa cuando te sonrojas, sabías, Jane? - Dice con esa voz ronca que lo caracteriza y siento mi piel ponerse de gallina, el autobús se para frente a nosotros y el abre la puerta para mí.-

- Que tengas buen día. - Dice con una sonrisa para luego soltar el humo contenido hace segundos atrás en mi rostro haciéndome sentir aturdida.-

No me da tiempo a responder ya que las puertas del autobús se cierran y este comienza a moverse así que me siento junto a la ventana pensando en lo ocurrido segundos atrás y una pregunta no tarda en llegar a mi mente,
Como sabe mi nombre?

Miro ligeramente por la ventana viendo a aquel alto y misterioso chico agitar su mano en forma de despedida mientras nos alejamos y casi puedo jurar que vi algo extraño en sus ojos, casi.

~.~.~.~

- Tiempo record! - Dice Emma mientras recarga su espalda en su casillero y yo frunzo el ceño por su broma de mal gusto.-

- Sabes que siempre he sido puntual... - Digo a medias y espero a que termine mi oración, porque sé que va a hacerlo.-

- Excepto...

- A excepción de esta última semana, ya lo sé, no tienes que recordármelo. - Digo rodando los ojos al cielo y ella sonríe porque ha logrado su objetivo.-

- Solo me gusta molestarte, ven, vamos a clase. -Dicho esto pasó su brazo por mi hombro y nos dirigimos a clase.-

Al entrar el director nos esperaba frente a la clase mientras todos entrábamos lo cual me sacó de balance.

Qué ocurría?

- Tomen asiento, Jóvenes. - Nos informó el director y todos hicimos lo que nos dijo.-

- Donde está Miss. Ghales? - Pregunté sin poder contener mi curiosidad y el director dirigió su vista hacia mi.-

- Tengo una noticia que darles...

Todos lo miramos con rostros confundidos y él se tardó varios segundos en informar lo ocurrido lo cual solo alimentaba nuestra curiosidad y confusión.

- Tengo la devastadora noticia de informarles que Miss. Ghales... ya no está con nosotros. - Anunció y yo solo fruncí el ceño sin entender nada.-

- Es decir, Renunció? - Preguntó Emma y el director la miro con cierto deje de pena en su rostro.-

- De hecho... Esta mañana en las noticias anunciaron que un cuerpo fue encontrado en el lago de Holmes chapel... y desgraciadamente tengo para anunciar que él hallazgo de este... Ha sido el cuerpo de Miss. Ghales... - Anunció y los comentarios se asombro y pena no se hicieron esperar.-

- Por Dios... - Susurré sintiendo mi estomago revolverse y la bilis subir por mi garganta.-

Lagrimas de horror se encargaron de empañar mi vista e imágenes de las anteriores noticias publicadas esta mañana regresan a mi mente como un flash aturdiéndome.

Un jadeo se construye en mi garganta y no puedo evitar dejar salir un sollozo mientras lágrimas contenidas segundos atrás de deslizan por mis mejillas.

Miss Ghales fué mi maestra desde el Jardín de infantes y era posiblemente el ser más dulce y dedicado que existía en la tierra, era la maestra más querida y sincera, siempre dispuesta a brindarte su apoyo y ayuda, era mi maestra favorita y fue muy amiga de mis padres.

- Debido a Tal noticia se les informa que el día de hoy luego de la tercera hora de clases podrán volver a casa. Todos estamos muy dolidos y consternados con la noticia. - Dicho esto el director salió y yo solo me limité a sollozar en silencio.-

Emma me abrazó fuertemente y cerré mis ojos con fuerza mientras la abrazaba de vuelta y sollozaba sin control esta vez.

En qué diablos se estaba convirtiendo el mundo?

El resto de las clases transcurrieron de manera normal pero no pude concentrarme, por mi mente no paraba de rondar la pregunta de quién podría hacerle algo tan horrible a otra persona, y mis ojos y nariz ya estaban rojizos de tanto llorar.

El timbre sonó dándonos a entender el fin de las clases, recogimos nuestras cosas y Emma brindándome su consuelo se encargó de acompañarme hasta el pasillo.

- Ten cuidado, de acuerdo? - Dijo Emma con un semblante preocupado a lo que yo asentí aún derramando algunas lágrimas.-

- Tu también Em, Gracias. - Susurré y la abrazé para luego sentir sus dedos limpiar mis lagrimas.-

- No me gusta verte llorar. - Dice haciendo puchero y yo le brincó un atisbo de sonrisa.-

- Ya deberías estar acostumbrada. - Ella me mira de forma reprobatoria para luego despedirse no sin antes asegurarme que me llamara tan pronto llegue a casa y se da la vuelta para dirigirse hacia la salida.-

"Tengan cuidado al volver a casa jóvenes, cuídense y no salgan solos de noche! Hagamos todo lo posible por mantenernos a salvo! Que tengan buen día."

La voz del director a través del micrófono escolar se hizo escuchar por los pasillos y muchos de los estudiantes se amontonaban en la salida, unos ignorando el mensaje, otros llorando en los pasillos aún por la noticia, y otros simplemente conversando como si nada hubiese pasado, yo me despedí de Emma y me dirigí hacia la salida aún con mis ojos húmedos por llorar.-

Caminé por el pasillo y limpié mi nariz con la manga del sweater del uniforme, una acción no muy femenina pero no me importaba, estaba triste, estaba devastada, estaba aterrada pero sobre todo estaba furiosa.

Levanté mi vista y me encontré con unos conocidos ojos azules y cabellera rubia,
Niall Horan me brindó una tímida sonrisa desde el otro lado del pasillo y yo solo aparté la mirada, no porque no quisiera devolver el gesto, si no por qué estaba segura de que lucía del asco. Me apresuré a salir entre la multitud y me dirigí sola de vuelta a casa.

Me reprimí a mí misma por actuar como una perra antisocial con un chico tan dulce como Niall, pero no estaba de humor para nada.

El simple hecho de tener que lidiar con el humor de mi madre o estar sola cuando llegase me hizo sentir aterrada y exhausta.

No simplemente por lo que ocurría en mi familia, si no por todo lo que también ocurría en casa cuando estaba sola.