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Le era difícil no recordar él por qué estaba casado con él.

- Por supuesto que si, sabes que es mi vida entera. - Sus labios chocaron agrios con su boca.

NightMare era hermoso, elegante y educado. Un hombre perfecto... Perfectamente despiadado.

Sus padres lo vieron como un candidato perfecto para su débil hijo.
Dream no era despiadado, tampoco un sin corazón, sin... Nada... A cambio.

Su esposo era lo contrario.

- Tienes mucha suerte, Dream. Tu marido es un hombre hermoso.

- Gracias, señora Toriel.

Dream trago saliva cuando sintió la mano de NightMare en su cadera. El olor a perfume de una mujer iba pegado en la camisa de su "marido".

Giró su vista hacia un hombre alto y de cabello azabache oscuro que lo miraba hipnotizado. El hombre le sonrió a penas y Dream desvío su mirada rápidamente.

Las reuniones sociales eran asi... Ellos siempre eran perfectos.

Una hora después, Dream se colocó el pijama poco a poco mientras veia como NightMare se vestía para largarse de allí.

- Hoy un hombre me miraba. - Habló, su mirada estaba cansada... perdida...

- ¿A ti? - La risa del azabache se escuchó por la habitación. - ¿Porque te mirarían a ti si tienen a mujeres mas bellas?

- Tal vez... Soy lindo para alguien. - Dream hacia aquello involuntariamente, tratando de que algo de celos surgieran en él.

- Debe de usar lentes, eso es seguro. - NightMare se acomodó su camisa viéndose al espejo y suspiró. - Así que me iré ya. Duerme, come o llora como casi siempre lo haces... Solo trata de quedarte vivo para él lunes, te necesito feliz. Nos juntaremos con él dueño de las corporaciones Cross.

NightMare lo miró, relojeandolo de arriba a abajo.

- Duerme. - Y gruño las siguientes palabras con asco. - Mi amor...

La puerta de la habitación se cerro de un portazo, Dream dio un bote en la cama y bajo la vista.

¿Tan grotesco era para NightMare? ¿Era feo? ¿O su cabello rubio era feo? ¿Era muy delgado? ¿Era muy gordo?

Dream hizo lo que todas la noches hacia: se levantaba y caminaba frente al espejo; soñando que NightMare regresaba y lo abrazaba por atrás.

Fingió la sonrisa que le regalaba a la gente ajena a su vida privada. Se miró lentamente, se desprendió la camisa y la abrio.

Había empezado a ir a un gimnasio al menos tres o cuatro veces por semana, había comenzado una dieta e incluso iba a una estética... Todo con ilusiones de que NightMare lo viera.

Le daba verguenza de que, por cada reunión a la que fueran, siempre habia alguna mujer que sabia que Dream era casto, que Dream no sabia lo que era ser tocado en una cama.

Porque NightMare se encargaba de dejarlo en claro que en todas las noches se iba y no volvía al otro dia.

Dream deshizo lentamente su sonrisa, sus ojos se llenaron de lágrimas ¿Comó pudieron pensar sus padres en casarlo con el magnate mas joven y exitoso del medio? ¿Por que no pudieron confiar en el para las riendas de la empresa familiar?

Las lágrimas comenzaron a correr lentamente por sus mejillas, Dream se dejo de ver en el espejo y se acostó en la fría y solitaria cama.

Él se sentia vacío, solo... ¿Que había mal con él?

Y, cuando estaba apunto de dormir, recordó la sonrisa que aquel hombre le dio esa noche, temprano, y una sonrisa débil se dibujo en sus rosados labios.

- Soy lindo para alguien. - Murmuró bajo, cerrando sus ojos.

Muchas horas después, cuándo él reloj marco las cinco de la mañana, NightMare volvió.

Él perfume fuerte femenino estaba pegado a su piel. Se sentía saciado, tranquilo y ... Y vio a Dream.

Hizo una mueca de asco y se acostó en la cama, durmiendo por encima de las sábanas con las que Dream se tapaba.

Él mismo que estaba despierto y bajo la mirada hacia el suelo, otro perfume mas a la colección que NightMare solía traer.

Y las siguientes noches pasaron de la misma manera. NightMare comenzó a irse con algunas empleadas de la fábrica, Dream comenzó a perder el gusto de verse bonito porque, según NightMare, "¿Cuántas veces debo decirte que no puedes verte bonito ni aunque pongas todo tu pobre empeño?".

Hasta que llegó él Lunes.

La familia Cross tenia un lindo hijo, Cross Sans, estaba comprometido a un hombre que no conocia a sus pobres diecinueve años.

Él chico era tímido, asi que estuvo con sus padres todo él tiempo. La mayoría de la gente, eran los invitados de la reunión anterior; así que ahora se sumaban otros pares de ojos que lo miraban con burla.

Fue entonces cuando Dream se dio cuenta que aquella noche de la última reunión, NightMare se había ido para hacer un trío con esas dos rubias del final.

- Hola.

Una voz suave lo hizo girarse para ver a el hombre que lo miraba y le había sonreído.

- ¿A mí? - Se señaló.

- A ti. - El hombre asintió con la cabeza y le tendió una fina copa. - Soy Error... ¿Tú?

- ¿Porque estás hablando conmigo? - Dream giró y quiso alejarse pero la voz de aquel hombre lo detuvo.

- Porque hace tiempo que quiero hacerlo, me pareces demasiado hermoso pero he sido bastante tímido.

- Estoy casado. - Murmuró Dream.

- Un chico casado puede tomar un café ¿verdad? - El hombre le sonrió, bonitos hoyuelos en sus mejillas. - Soy Error, Error Sans.

- Dream, Dream Sans. - El joven bajo la mirada a la segunda copa, extendió suave su mano para tomarla. - Gracias.

- ¿Te gusta el arte? - Preguntó el joven hombre y Dream asintió. - ¿Has asistido a la obra de Life In Pink? - preguntó. - Amaría conocer al pintor Ink ¿Tú no?

Y Dream sonrió, por primera, genuinamente.

- Si, a mí también me gustaría.

- ¿Te gustan las montañas?

- Sí, mis padres fueron de vacaciones el año pasado.

- Es muy lindo para hacer senderismo ¿No crees? - Y Error, sin siquiera saberlo, era el ganador de una sonrisa de blancos dientes.