Los vientos de Brooklyn soplaron con mayor intensidad, las nubes aumentaron su tamaño y los habitantes fueron testigos de la aparición de un desastre sobrenatural.

— ¡Miren!

Las calles fueron invadidas por un remolino que apareció de manera inexplicable.

Era grande, su viento teñía de color rojo, giraba en torno a un edificio, como sí lo estuviese protegiendo, aumentaba su tamaño y fuerza por cada segundo que pasará, sin alejarse de su punto inicial, cómo sí alguien lo estuviese reteniendo.

Algunos habitantes buscaron refugio mientras que otros se acercaron para tomar fotos y ver que el tornado también ocultaba unas luces color amarillas que aumentaron su tamaño.

Rocas que eran vistas por los que usaban binoculares.

Crecían hasta tener un tamaño ideal, eran arrojadas a la superficie, como meteoritos caídos del cielo, y al hacer impacto con la superficie se abrían, como huevos, para darle nacimiento a unos seres, de apariencia reptilita.

Bestias que actuaban sin conciencia. No pensaban, no hablaban y solo se dejaban guiar por el hambre, la tortura y la orden.

¡Destruyan a los seres que robaron nuestro mundo!

— ¿Qué son esas cosas?

Las creaturas miraron a los humanos, sintiéndose perdidos y obligados a atacar.

— ¡AHHH!

Los humanos corrieron al ver que no eran amigables...

Cada reptil veía a su presa de manera diferente y lo atacaba según su naturaleza.

Algunos escupían sustancias acidas, otros arrojaban espinas desde sus brazos, piernas o espaldas y también había quienes atrapaban a sus víctimas con sus lenguas y las devoraban.

— ¡AYUDA!

El departamento de policía acudió a la zona, emitió una señal al ejército y todas las fuerzas armadas del país.

Algunos agentes ayudaron a las multitudes y se encargaron de los seres que al principio veían como creaturas salidas de un videojuego.

— ¡Armen fuego!

La ciudad se convirtió en un campo minado.

Las creaturas recibieron varios disparos en diferentes partes del cuerpo. Impactos que habrían sido letales sí hubiesen sido humanos, sin embargo esos reptiles sentían los disparos como simples piquetes de mosquito.

Molestias que no les impedían seguir atacando.

—¡Retirada!

Varios oficiales recibieron el impacto de espinas clavándose sobre sus yugulares, manos o espaldas y otros fueron estrangulados al ser sujetados por lenguas gigantes que los arrastraban hacia sus bocas.

Ya no había nadie quien pudiera ayudarlos.

Solo había una solución y esa era correr y esconderse.

— ¡Auxilio!

Las multitudes huían despavoridas sin ver lo que ocurría en su entorno...

— ¡AY!—...como el niño soltó la mano de su madre y cayó—. ¡MAMÁ!

—Scotty —La madre no lo notó.

Estaba tan asustada que no sintió el momento en que soltó la mano de su hijo.

— ¡SCOTTY! —su hijo estaba lejos...

—¡Clear Noooo! —...y su esposo no la quería dejar ir.

—¡Sam suéltame!¡Scotty está en peligro! ¡ solo tiene 3 años!

—Lo sé pero no podemos hacer nada, ¡mira!

Sam había visto a una creatura acercarse a su hijo.

Una grande y que lo miraba igual que a un alimento.

—¡AYUDA! —Scotty no sabía qué hacer.

Era un niño de tres años que estaba ante una creatura que ejemplificaba cualquier cosa que hubiese visto en una caricatura de acción.

—¡MAMÁ!

La bestia estaba lista para atacar.

Sus garras estaban en posición y en solo un segundo...

—¿ARGGGG? —...Scotty fue testigo de un milagro.

La creatura se detuvo.

Un cuchillo había atravesado su cuello, separando su cabeza del cuerpo.

—Wow —Scotty quedó sorprendido.

El lagarto había muerto.

—Estas bien amiguito —y detrás de él apareció una mujer vestida de negro que lo veía con alegría—. Porque creo que esa cosa te asustó.

La mujer era más alta que su mamá, tenía cabello corto y sostenía una lanza en las manos.

— ¿Eres la agente Black Widow?

—No. Ella me mandó en su lugar, porque tuvo un compromiso. Soy la agente Emily.

—Mucho gusto —aunque Scotty no sabía nada de esa "agente" se sintió feliz de que Nick Fury estaba ahí para salvarlos—. Y ¿dónde están los demás agentes?

—Están en otras misiones, pero no te preocupes unos amigos y yo nos encargaremos de esto. Por cierto Cómo te llamas.

—Me llamó...

—¡Scotty! —Scotty se sintió seguro cuando oyó la voz de su madre—¡Oh por Dios! ¡Scotty! —Ella lo tomó y lo abrazó como sí no lo hubiese visto en años—. Gracias a Dios que estas bien.

—Lo sé, mami pero también fue gracias a la agente Emily.

— ¿Agente Emily?

—Solo cumplí con mi deber, señora —Emily tuvo que seguirle el juego a Scotty, para que no se asustará, aunque sabía que su madre podía creer que era una vagabunda.

—Gracias —pero Clear le dio importancia a la acción— "Agente Emily" —tomó a su hijo y corrió a una tienda donde su esposo la esperaba junto con otros sobrevivientes.

Scotty estaba a salvo y Emily feliz de haber hecho lo correcto.

—Oye "Agente Emily" —una sensación que Ethan destruyó al momento de hablarle—sé que estas muy ocupada pero sí no es mucha molestia nos podrías ayudar ¡Porque no creo que podamos solos!

Emily volvió a la realidad.

Sus amigos estaban en peligro, la ciudad al borde de ser destruida y había muchos niños que esperaban ser rescatados por la Agente Emily.

* * *

Al liberar la última alma el tornado comenzó a aumentar su nivel.

Las almas se trasformaban con mayor velocidad y Demetri ya se sentía preparado para la fase dos.

—¡Ahora gran luna roja te ofrezco la vida de La Nacida y el Heredero para que le otorgues inmortalidad a mis nuevos hijos!

Los cuerpos de Nadine y William comenzaron a ser iluminados por la energía que Demetri les arrebató, quitándoles el resto de las fuerzas y dejándolos atrapados en un sueño profundo.

Demetri había ganado.

El campo estaba listo.

—Lumia

—¡Ahí! —pero su concentración fue intervenida al sentir una descarga eléctrica sobre la espalda.

Una fuerte y repentina sensación que no tardó en repetirse.

—Lumia —El segundo impacto fue más intenso que el anterior —. Lumia —El tercero debilito más sus defensas y el cuarto—Lumia —fue el que lo obligó a soltar las manos de Ted y Jen.

—¡NO!

Demetri lo vio todo detenidamente.

Él caía y sus esclavos eran arrojados por la energía que al no ser contenida aumentó su tamaño y volumen hasta convertirse en una masa que explotó, acabando con el remolino y liberando todas las almas presas.

Demetri había perdido.

—Se han ido Demetri. Todas esas almas son libres —al oír aquella voz sonando a sus espaldas Demetri sintió una duda que no pudo aclarar hasta verlo con sus propios ojos. Kevin, el mismo aliado al que más consideraba como a una basura, lo había detenido y ahora lo veía de frente sosteniendo una lanza de doble punta—. Pero no te preocupes, pronto vas a saber lo que se siente estar muerto.

Kevin estaba a punto de atacarlo pero Demetri no le tenía miedo.

—Vaya, se nota que has progresado, aunque, desde mi perspectiva pudiste haber elegido un mejor cuerpo, ¿no lo crees Ted?—cuando Demetri pronuncio su nombre Ted comenzó a sentirse atrapado.

Demetri lo había descubierto

* * *

—¡Cuidado! —Ethan reaccionó al momento.

El caído que iba a atacar a Madison por la espalda recibió el impacto de una flecha sobre su cuello, dejando a Madison sorprendida.

—Gracias —Ethan le había salvado la vida— creo que te debo una.

—Olvídalo, tú has salvado mi trasero muchas veces —Ethan trató de mantener la compostura con su amiga—, además no tenemos tiempo para eso ¡Mira! ¡Allá hay más!

Madison tuvo que tomar consciencia, aunque en el fondo todavía esperaba que Ethan se diera cuenta.

Pero no era el momento ideal para darle importancia a algo como eso.

Ethan, Madison y Emily tomaron diferentes caminos. Arrojaron flechas, cuchillos y lanzas sobre los caídos, al mismo tiempo que eran vistos por los humanos agradecidos, como héroes.

— ¡Miren! —pero todo eso iba a acabar.

El tornado comenzó a aumentar su tamaño.

Ahora era más grande, rojo y desprendía una energía que no era controlada.

— ¡Al suelo! —todo fue tan rápido.

Ethan, Madison, Emily y el resto de los humanos reaccionaron al momento.

La energía que rondaba por el tornado explotó, creando una ola de viento que arrasó con la ciudad durante unos segundos.

La sensación fue rápida, instantánea y cuando terminó notaron que las cosas habían cambiado.

La ciudad tenía daños leves, todos los sobrevivientes estaban ilesos y Emily comenzó a sentir una sensación de alegría.

—No lo puedo creer —ver a las almas que fueron capturadas, por su hermano, elevándose hacía el cielo le hizo sentir que su trabajo estaba hecho, pero que su misión no había terminado—¡Oh no!—porque el cielo también estaba cambiando.

El campo que protegía el cielo estaba desapareciendo.

—Emily —Madison fue la primera en preocuparse—. ¿Te encuentras bien?

—No —Emily se sentía asustada—. Es el cielo miren.

—No puede ser —Ethan no creyó hasta verlo con sus ojos—. Él campo está desapareciendo.

—Así es —dijo Emily— Demetri nos usó.

—¿De qué hablas?—dijo Madison.

—Él sabía que yo sentía culpa hacía esas almas que robó, por eso liberó a los Caídos —Emily lo comprendió todo—. Los Caídos eran un anzuelo.

—¿Un anzuelo? —pero no— ¿pero para qué?

—Para atraerme —Emily se sintió como una tonta—. No lo ven. Demetri lo que en realidad quería era romper el campo y sabía que la única forma de hacerlo era sí los dos estábamos a lado de una fuerza sobrenatural —su hermano la había usado—. Pero lo que no entiendo es porque... —y todavía le tenía algunas sorpresas— ¡AAAHHH!

—¡Emily! ¿Pero qué té...? —Madison notó que Emily empezó a experimentar un cambio— ¡Oh por Dios! —que ella e Ethan también comenzaron a experimentar.

Sus cuerpos comenzaron a desaparecer repentinamente.

—Es Demetri —dijo Emily—, no solo recuperó sus poderes. También los fortaleció —sus manos habían desaparecido, al igual que sus brazos y piernas—. Nos está atrayendo.

—Atrayendo, pero a don...—Madison fue la primera en desaparecer.

—Maddie, donde...—Ethan el segundo.

— ¡Oh no!—Y Emily la tercera.

Los tres habían caído en la trampa.

* * *

— ¿Pero qué acabas de decir?—Ted no creía lo que pasó.

—Lo que tu oíste, "Ted", o enserio ¿creíste que nunca lo notaría?—Demetri actuaba confiado, como si estuviese esperando que ese evento pasara—, sí siempre decía que eras demasiado noble para ser verdad —. Ted en cambio se sentía atrapado por la sorpresa— y ¿adivina qué? ahora vas a saber el costo de traicionarme —Demetri lo había descubierto y no estaba solo—. ¡Atrápenlo!

Jen, Sara, Jared y su cuerpo se levantaron, sin darle importancia a los daños que sufrieron. Todavía no se habían auto-curado, tenían muchas heridas y sus esencias se sentían débiles, como sí por dentro estuviesen agonizando.

Actuaban como zombis.

Perdidos y sin control.

—¡Chicos! —Dijo Ted— ¡No tienen por qué actuar así...! ¡Demetri los está usando!

—Pierdes tú tiempo. Ellos no te hacen caso —Demetri recuperó el control de su cuerpo—. Solo piensan obedecerme, o ¿acaso nunca te preguntaste por qué nadie se preocupó por Kevin cuando desapareció o por qué dejé que me vieras a los ojos aquella noche?

—Me dejaste espiarte.

—De qué otra forma habría descubierto lo que estabas planeando.

Demetri lo había estado usando y ahora lo único que podía hacer Ted era luchar contra sus propios hermanos.

Arrojó a Jen contra una pared, golpeó a Jared y le disparó varios Lumias a Sara y su verdadero cuerpo, logrando herirlos durante lapsos cortos.

—No puede ser —Ted no podía creerlo. Sus amigos se levantaban, cada vez que caían o se lastimaban, ignorando el dolor que emitía su cuerpo, como robots guiados por el control— ¡Chicos yo sé que ustedes pueden despertar! ¡Por favor! ¡Escúchenme! —Ted hizo todo lo que pudo. Arrojó Lumias, al mismo tiempo que mencionó recuerdos pasados de las vidas de cada uno. Los momentos que vivieron y todo lo que Demetri les quitó—. ¡NO! —pero todo era inútil.

Demetri los tenía controlados.

—Petrix —y Ted solo era uno—. Vaya Ted resultaste ser más persistente de lo que pensé, tengo que reconocer que habrías sido un gran aliado de no ser porque te dejaste guiar por esas tontas emociones.

—Esas emociones son lo más hermoso que he tenido porque me permiten ver cómo son ustedes en verdad.

—Quienes, ¿acaso te refieres a estos perdedores?

—No son perdedores Demetri. Son humanos, como tú.

—¡No te atrevas a llamarme así! —Demetri no tomó control de su acción—Lumia

—¡AHH! —Al momento de caer Ted sintió como una estatua rota— ¡Maldito!—. No podía mover su cuerpo pero sí sentir el dolor—, hijo de puta. ¡¿Dime desde cuando los sabías?!

—Desde la noche que llegaste desprendiendo la esencia del heredero —Ted recordó que eso se debía al poder que William le usó para curarlo—. Y créeme que iba a matarte, pero me di cuenta de que podías serme útil.

>>Te dejé creer que era un ingenuo para poder espiarte cada vez que te contactabas con William. De esa forma pude conocer su mente y sus poderes, como lo hice con Stan y Nadine.

—¡No! ¡Estas mintiendo!

—Y por qué iría a hacerlo, sí esa es la verdad. O de qué otra forma habría logrado contenerlo —Ted miró a William tendido en la estrella. Estaba vivo pero no emitía ningún movimiento—. William escondía secretos y de no ser por ti nunca los habría identificado, ni habría aprendido como debilitarlo. Y tampoco habría logrado mi verdadero plan.

—¿Verdadero plan? —La última parte parecía más una broma— ¿Pero de qué estás hablando?

—Digamos que el ejército era solo un anzuelo, o acaso no has visto el cielo.

Ted no entendió la metáfora de Demetri hasta ver el cielo con sus propios ojos.

Su color era diferente.

—El campo, ya no está.

—Así es. Por primera vez en 17 años ese campo ya no está.

—¿Pero cómo?

—Creo que no te has dado cuenta. Mi hermana y yo creamos ese campo el día que perdimos algunos de nuestros poderes, porque fueron ellos los que lo crearon. Y desde un principio sabía que ninguno de los dos sería capaz de destruirlo, aun estando juntos. Incluso el Heredero y la Nacida tampoco habrían podido solos, pero estando los cuatro sí, porque solo así podría usar la energía de dos para destruirlo y así recuperar todos mis poderes.

—¿Entonces me utilizaste para traer a Emily?

—Tenía que hacerlo. Emily sentía lastima por esas tontas almas y yo necesitaba destruir ese campo para poder pagar mi deuda.

—¿De qué hablas?

—Hablo de un pacto que hice con algunas personas que también fueron afectadas.

>>Seres que perdieron lo que solían ser ese día y se convirtieron en débiles humanos. Pero no te preocupes pronto sabrás todo. Por ahora creo que lo importante es volver a casa, que mis invitados no tardarán en llegar.