—Gira en la siguiente avenida, no vayamos a casa— dije antes de que siguiera avanzando, tenía una mejor idea para pasar la noche.

—¿Donde quieres ir?— preguntó algo confundido —Estamos húmedos con la lluvia, necesitamos secarnos

—Nos secaremos definitivamente allá—sonreí y le seguí dando instrucciones.

Llegamos a un lugar que se llamaba "La Bomba" un lugar de música extranjera, sobretodo latinoamericana.
Hace unos años estuve un tiempo en México, Colombia y Chile donde pasé los mejores 6 meses de mi vida, la fiesta se siente por esos lugares.

En Korea los extranjeros a veces son discriminados de los buenos bares así que por razones obvias se terminaron haciendo un bar para ellos.

Entramos al lugar, yo jalaba a Ho Seok de su chaqueta la cual no tardó en sacarse debido al calor del lugar, había gente bailando y algo bebida.

— ¡Chinita bonita! —dijo Roberto, el dueño del Bar  en su característico chileno.

— ¡Toto! ¿Como estas amigo? — lo abracé con ánimos y él bajo mi confianza me nalgeó —¡Hey, no te pases!

Ho Seok estaba tras de mi mirando el lugar sintiendose ajeno a todo.

—¿Quien es el chino que te acompaña?

— Koreano Toto, es un amigo— respondí en mi español casi fluido —Traenos unos tragos de tu país para que pruebe

—Con gusto — lo miró de pies a cabeza buscando saludarlo —¡Añioaseyo!

— Hola — Ho Seok saludó y nos miramos entre los tres.

— ¿Sabes español? —le pregunté en el  oído
— ¡Ah! — sonrió.

—¡Weon chistoso! , me cae bien— golpeteó su espalda haciendo sentir incomodo a Ho Seok —¡Voy por los drinks!

Se fondo sonaba Living la vida loca de Ricky Martín.

—He escuchado esta canción— Ho Seok dijo a mi oido porque la canción estaba alta.

—¿Bailas?— lo jalé de su mano a la pista.
— Está bien— río y me siguió a la pista muy animado.

—¡Sus piscolas chicos!— Roberto llegó a nosotros en la pista.

— ¿Que tiene esto? — Ho Seok lo probó y me miró.

— Pisco y Coka Cola— respondí luego de beber gran parte del mio de un solo trago.
— ¿Que es pisco?

— Un licor, destilado, alcohol— respondí a su oído —Bebe con confianza.

Ho Seok llevó el vaso a sus labios mirándome entre el sudor y su ropa algo húmeda por la lluvia, yo bailaba tocando mi pelo frente a él.

— ¡Fondo, Fondo, Fondo!—Gritaba la gente a nuestro alrededor con ánimos.

—Bebelo todo— le dije a su oido nuevamente —¡J Hope, J Hope, J Hope!— comencé a gritar para que los demás también lo hicieran.

Ho Seok se animó y se bebió el vaso alargado hasta el final y se los entregué a un chico que pasaba por ahí.

Despasito de Luis Fonsi sonaba de fondo y Ho Seok se emocionó, comenzó a cantar las partes que se sabía moviéndose de forma histrionica, creo que el trago ya estaba haciendo su efecto. Lo seguí con la misma vibra. Los fines de semana de fiestas en LATAM fueron épicas y aprendí muchos estilos de baile.

La gente lo miraba con mucha felicidad porque no es usual ver a un hombre coreano con tanta fluidez en el baile, miraba a los otros como bailaba y los imitaba como si fuera una coreografía que seguir.

—Quiero bailar así— Apuntó a una pareja que bailaba Valió la pena de Mark Antony.

— Esperame— Me acerqué a la pareja y le pedí que nos enseñará, eran venelozolanos muy amables y se apartaron de la pista para ayudarnos.

En unos cinco minutos Ho Seok ya están a moviéndose muy bien, ¡Este hombre tiene alma de latino! decía la pareja con mucho ánimo.

Las avispas de Juan Luis Guerra sonaba de fondo y pusimos en práctica nuestros pases aprendidos, nos aplaudían y eso me animaba más, esto era muy divertido, lejos lo mejor que me ha pasado desde que había vuelto a Korea luego de muchos años.

Cambiaron el estilo de música, Me rehuso de Danny Ocean y nos adaptamos a lo que todo el mundo hacia, bailaban pegados a pesar del calor.

Mi espalda estaba apegada a su pecho y mi trasero moviéndose sobre su pelvis, todos hacían lo mismo de forma más descarada que la mía, me encantaba sentirlo tan cerca con la excusa del baile.
Me giré para verlo con un poco más detalle sin restar distancia.

Sonaba Mayores de Becky G.

—¡Beckyyyyyy! — dijo — ¿Qué dice? — se refirió a la canción.

— Que le gustan los hombres mayores—reí porque su cara fue de impresión abriendo los ojos a tope.

— ¿Cuántos años tienes Somsatang? — me habló al oído.

—Para que quieres saber eso, Oppa—reí y fui por un shot de tequila a la barra.

—¿Te lo llevarás a la cama Chinita loca? — Roberto me alcanzó en la barra.

—Amigo, me insultas— me hice la víctima.

—Esta cayendo en tus encantos Chinita, ¿Debería advertirle de ti?

— Te lo prohibo— lo miré desafiante luego de beber mi shot de tequila —Buenas noches, por si no te veo luego.

Caminé hacia Ho Seok, la música de fondo para posiblemente la última canción que bailabamos.

—Tengo que irme, Rubí llamó para saber como estaba el apartamento y bueno, yo estoy acá bailando contigo— era una sucia excusa para irnos del lugar.

Downtown de Anitta sonaba mientras me dedicaba a contonearme contra él.

—¿Tenemos que irnos entonces?—respondió luego de un rato.

—Tu puedes quedarte, iré por un taxi
—Llegué contigo y me voy contigo—Calzó su mano con la mía para darme una vuelta.

—Todo un caballero ¿no? Entonces llevame al apartamento— le dije al oído.