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Los lamentos, los gritos de desesperación, las voces pidiendo ayuda y piedad ,aquel pequeño pueblo estaba siendo masacrado.
Yuls los veía morir de forma lenta, muchos la reconocían, y solo podían mirarla con rabia.
Mientras ella se reía niños se encontraban en el suelo sin signos vitales —Esto....es mejor de lo que esperaba... gracias cachorro, te amo.
Beso por detrás de su oreja recibiendo de vuelta un empujón de él.
Mientras tanto Jungkook veía todos entre lágrimas, su vida entera la habían destruido, ahora solo quedaban pocos con vida y aún que aún no veía a YoonGi ni a su familia ya los motivos para seguir se habían acabado.
Esperaba con todas sus fuerzas que ellos estuvieran bien por lo menos quería darles esa oportunidad.
—Buscalos...tráeme a ese maldito y la perra.
Pidió sin ser específica ,pero era claro que el torpe lobo sabía de quién hablaba.
Corrió por el bosque yendo a ese lugar ,a esa casa donde de pequeño iba con bastante frecuencia, solo fue cuestión de minutos para llegar.
YoonGi ya lo esperaba—Jungkook... amigo.
Con gruñidos el lobo le pedía rendirse. Cosa que YoonGi acepto simplemente por su esposa e hijo estaban dentro.
"Trae a esa maldita "
YoonGi con tristeza lo miro, con pesar se adentro a la casa y solo segundos después apareció con Jun entre sus brazos, ella no se movía, había perdido el color.
—Amor...
—Queden se dentro...no salgan, amor mío cuida de nuestro cachorro.
Era demasiado tarde ya, YoonGi solo acepto su destino sin poder despedirse bien de su familia.
Con Jun entre sus brazos camino siendo escoltado por el lobo.
En su mente pasaron una serie de recuerdos, esos dónde jugaban juntos, dónde reían ,dónde eran felices, el momento de su boda, cuando supo que su mujer estaba embarazada, todo recuerdo feliz apareció dejando que sus lágrimas salieran.
"Jungkook...debes salir, intenta lo una vez más"
Pero simplemente no había respuesta.
Al llegar a dónde Yuls estaba, pudo ver su sonrisa crecer. Ella quería acabar con todo sin importar nada ni nadie.
—Vaya sorpresa...el mejor guerrero del pueblo se escondió como una vil rata, mira a tu alrededor YoonGi y ve lo que tú cobardía causo.
Él no quería eso, no quería ver sangre ni muertes pero se le había puesto una tarea y era mantener con vida a Jun.
—Yuls...está no eres tú.
Ella lo miro está vez sería —¿Cómo sabes eso? ¿Crees que seguiría siendo la niña ingenua de antes?¿Que aceptaría todo sin importar que? Ustedes me arrebataron todo...yo solo estoy cobrando el mismo precio.
—Te lo dije...te dije que si no estabas segura de que Jungkook era tu lazo no te acercaras a él...¡TE LO ADVERTÍ!
Yuls lo miro con odió —Yo...no sabía que él estaba loco.
—Solo reclamo lo que creyó suyo...y tú eras consciente de eso...para esto Yuls, para con todo esto.
Más ella no lo quería y por primera vez su loba salió, el pelaje blanco la cubrió, con rapidez se acercó a ellos pero YoonGi retrocedió, aún con Jun en sus brazos se alejó de ambos lobos y como última opción dejo a su amiga en el suelo dejando salir a su lobo.
Eran dos contra uno, mordidas, golpes y rasguños recibió solo para protegerla de ellos.
Al final una mordida profunda en su cuello lo hizo caer, mientras se arrastraba tratando de llegar a Jun.
"Es inútil que sigas tratando de protegerla...morirá de todas formas"
"Lucharé hasta el final...aún si muero primero"
Escuchaba su risa pero como dijo hasta el final él la protegió, cubrió su cuerpo con el suyo dejando que Jun sintiera sus últimos latidos.
Ella estaba débil, podía escuchar lo todo más su visión era borrosa, pudo sentir como la vida le era arrebatada.
—Y-yoonGi...—Su voz cansada y rasposa se escuchó —Y-yoonGi... despierta —el dolor que sentía al perder a su amigo era demasiado intenso.
La culpa la inundaba pues ese buen hombre no vería a su hijo crecer, no amaría a su esposa cada día, no sería feliz más tiempo.
"Diosa Luna ... concédeme una oportunidad"
Entre llanto pedía en ruego ayuda.
"Dame una oportunidad"
La creación de ese pueblo fue la misma necesidad de un humano para salvar a su familia, pidió a cada dios una oportunidad para luchar y ser victorioso y solo una se lo concedió.
El don de ser parte de la naturaleza, de sentir la unión de formar un lazo, de volver se más fuerte , el don de ser un lobo.
Jun era parte ahora de ellos, su cuerpo surgió,su pelaje creció.
Ella con dolor, furia y rencor se levantó mostrando ante ellos dos que un lobo la había elegido.
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