Jekyll y Hyde.

—¿Irás a la feria de disfraces? —Preguntó Florian.

—¿Cuál feria?

Florian le mostró el volante que invitaba a todos a la fiesta local de Nuevo Verano que ese año tendría temática de disfraces.

»No lo sé, no tengo disfraz.

—Puedo conseguirte uno.

Nieves le dió una mirada que claramente decía «no te creo».

»De verdad, no te muevas de aquí. Iré a buscar el disfraz.

Florian salió de la casa de los Alexander para buscar el vestido de Blancanieves que estaba en su casa.

...

—Espejo, espejo, dime una cosa. ¿Quién de todas es la más hermosa?

—Eres hermosa, Reina. Lastimosamente Nieves lo es más.

—Nieves está muerta —Dijo ya irritada de esa respuesta.

—No, Reina, Nieves está viva y vive con los Alexander.

—Quiero verla —Exigió.

El espejo mostró una imagen de Florian y Nieves sentados baja el manzano de la casa de los Alexander. Florian sostenía en un gancho un disfraz de Blancanieves y en su otra mano, el corset perteneciente al mismo.

»Alguien aquí es muy fuerte, pero todos tenemos un talón de Aquiles.

...

—No lo sé, Florian. ¿Qué hay de Reina?

—Seguramente está muy ocupada admirándose frente a un espejo.

—Sigues sin conven...

—Nieves.

La mencionada logró reconocer la voz de Hunter, que la llamaba desde el otro lado del muro que separaba la calle del patio. Con ayuda de Florian, se trepó sobre el muro para poder ver a Hunter.

—¿Qué ocurre? —Le preguntó.

—Tienes que venir conmigo.

—¿Para qué?

—Debo mostrarte algo en mi lado del barrio.

Nieves lo miró con desconfianza.

»Puedes traer a alguien si te hace sentir segura.

—Espérame ahí —Aceptó luego de meditarlo un poco.

Nieves bajó de la espalda de Florian y le explicó lo que sucedía.

—No confío en ese tipo —Espetó Florian cuando salieron a su encuentro.

—Yo tampoco, pero él es la clave que tenemos para deshacernos de Reina.

—¿Ya terminaron de hablar de mí a mis espaldas?

Nieves y Florian asintieron en silencio.

»Entonces, acompáñenme.

Los tres echaron a andar hacia el lado del barrio; Nieves y Florian iban unos pasos más atrás de Hunter por precaución.

—¿Alguna vez leyeron el extraño caso del doctor Jekyll y míster Hyde? —Interrogó al detenerse frente a una lúgubre casa.

Florian y Nieves se miraron mutuamente y negaron, aunque sí lo habían hecho.

—Pues prepárense, porque ahora vamos a vivir la historia —Sentenció caminando hacia la casa.