Volví a casa luego de un día, ya que gracias a mi metabolismo de licántropo, mis heridas sanaron más rápido de lo normal.

En casa me la pasé tratando de calmarme y aceptar que Jordan y yo jamás seremos algo. Tenia que dejar de sentirme mal por eso... pero... ¿Cómo... ? Con solo pensar en él, me siento mal.

Mi loba parece estar peor, ¿Y como no? Si ellos viven por sus Mates, no están completos sin ellos.

Luego de volver a la escuela, mi hermano y mis amigas alejaron a todos aquellos que querían aprovecharse de mi estado actual de debilidad para vencerme.

Ya que... muchos quieren el control de mi manada, y venciendo a la actual Alpha era la manera de conseguirla... aunque eso no quiere decir que mi manada los vaya a aceptar, pero... no quiero que pasen por eso.

Suspiré pesadamente dejando de pensar en todo aquello, me estresaba hacerlo. Me levanté de la mesa del comedor, ya que estábamos almorzando, consiguiendo que mis amigas me miren.

- Voy al baño - Ellas se levantan.

- Te acompañamos -

Asentí sin más, ellas se colocan a mis lados y hablábamos mientras caminábamos hacia el baño. Hicimos lo que teníamos que hacer y al estar lavándonos las manos, de golpe entra una pareja mientras se besaban con bastante necesidad.

- ¡¿Por qué no van a otro lado, hambrientos sexuales?! - Dice Gina molesta.

Bajé la cabeza un momento antes de ignorar todo y agarrar un par de papeles para secar mis manos. Los tiré a la basura y pasé junto a aquella pareja.

- ¿Qué? ¿Ya no haces ni un show? - Regina me mira burlesca, mis amigas gruñeron pero yo me detuve y la miré.

Mi mirada pasa a Jordan por un momento, pero no estaba de ánimos de nada.

- Gina, Hanna... Vámonos - Aparté la mirada y salí del baño.

- ¿Qué? Nicol, aguarda - Ellas salen rápido para alcanzarme. Me miran mientras estaban a mis lados.

Me detuve en seco luego de unos cuantos pasos.

- Oye... - Hanna apoya su mano en mi hombro pero nota que estaba temblando.

Me sentía realmente mal luego de ver aquello, aunque no quisiera... el dolor de Rexha estaba pudiendo con el mío.

- Nicol... - Gina me mira preocupada.

- ¿Estás bien? ¿Qué sientes? - Pregunta Hanna. Negué con la cabeza indicando que no estaba bien. Comencé a desequilibrarme por un mareo repentino y dolor de cabeza.

- ¡Por la Diosa! Te estás poniendo muy palida... Nicol, necesitas ir a la enfermería - Dice Gina tocándome el rostro.

- C..Chicas... - Solté en un suspiro antes de sentir que caía hacia atrás, Hanna me sujeta justo a tiempo pero terminamos en el suelo.

- ¡Nicol! - Gritan ambas pero ya no lo soporte más.

***

***

Me quejé al recobrar el conocimiento, me di vuelta hacia un lado e intenté levantarme apoyando mis brazos pero estos temblaban con debilidad.

- No hagas mucho esfuerzo, cariño - La enfermera me ayuda.

- ¿Qué pasó? - Pregunté. Ella me mira con lástima antes de suspirar y responder.

- Tu loba... -

- ¿Qué? ¿Qué le pasa? - Pregunté preocupada.

- Está sufriendo demasiado, es por eso que te sientes así -

- ¿Qué puedo hacer? -

- ¿Sabes por qué sufre? - Cuestiona.

Lo pensé por un momento. ¿Debería decirle? No quiero hacerlo realmente...

- No lo sé... - Mentí.

- Pues debes saber porqué sufre y encontrar una forma de arreglarlo... Si sigues así, empeorarás... y... puedes llegar a morir por eso... - Dice.

Sus palabras helaron mi sangre, mi respiración se cortó y me quedé mirando un punto fijo hasta que pude reaccionar.

- ¿M..Moriré...? -

- Solo si no solucionas el problema, de lo contrario, estarás bien -

No... sí moriré... Mi mate no me querrá jamás, ya lo sé...

"Rexha, por favor... "

"Lo siento Nicol, no puedo evitarlo... lo intenté pero... lo necesito..."

Suspiré pesadamente, la entendía... pero no quería morir...

- ¿Puedo irme? - Pregunté.

- Si... claro - Me ayuda a ponerme en pie y me deja libre.

No había nadie en los pasillos excepto por mis amigas que al verme corrieron hacia mi.

- ¿Estás bien? ¿Qué es lo que tienes? - Preguntan realmente preocupadas.

- Nada, se me pasará, no se preocupen - Lo sonreí apoyando mi mano en el hombro de Gina y comenzando a caminar.

No quería que se alterasen ahora, además... de todas formas no podrían hacer nada, el único que podría hacerlo era Jordan, pero no puedo manipular lo que siente por mi.

- Nicol... ¿En serio? -

- Si, en serio - Les sonreí, ellas no dijeron más nada pero sabía que no estaban convencidas, así que decidí cambiar de tema - Una duda ¿Cómo pudieron traerme? -

Ellas se miran un momento pero luego a mi, parecían algo nerviosas.

- Nosotras... no te trajimos - Dice Gina.

- Fue Jordan... - Termina Hanna.

- Hm... lo siento, pero no puedo creer eso - Me crucé de brazos y seguí caminando más rápido.

Realmente si lo creía, porque Jordan es alguien que actúa extraño... se contradice a sí mismo y eso me hace confundir.

Él me odia. Eso lo sé... pero luego quiere ayudarme ¡Realmente no entiendo a los hombres!

Gruñí molesta pero seguí caminando, tenía mucho frío pero lo disimulé siguiendo de brazos cruzados. Llegamos a nuestra clase consiguiendo que todas las miradas se posaran en nosotras.

No quería verme débil, y no soportaba que me miren ahora. Gruñí en alto y ellos apartaron las miradas, excepto, claro... una persona. Rodé los ojos y sin mirarlo fui a sentarme a mi lugar y lo ignoré en todo momento.

***

***

- Nicky... puedes decirme... ¿Por qué estás así? Me preocupas -

Naomi se había enterado sobre mi desmayo en el instituto y no me deja sola por miedo a volverme a desmayar. La quiero... pero no me gusta que esté muy preocupada por mi, preferiría que prestara atención a sus cosas.

- No te preocupes Nami, estaré bien. Tú no necesitas preocuparte tanto - Le sonreí mientras me pasaba por mi estantería y miraba los libros.

- ¿Por qué? Quiero saber... -

- Solo hazme caso, no quiero que luego pienses en cosas que no son -

- No Nicol - La miré de reojo - Quiero saber que te pasa -

Ella me mira con bastante determinación, el que me haya llamado Nicol y no Nicky ya demostraba que esto era serio. Suspiré dejando el libro que había agarrado y la miré.

- Lo que pasa... es que mi loba está mal, está sufriendo... por eso me pasa todo esto... - Respondí al fin.

- ¿Pero por qué sufre? Anda hermana, dime, confía en mi por favor... sé que soy menor pero... puedo entender... -

Lo sé... eres muy inteligente para tu edad. Miré mis manos un momento y luego tomé las suyas agachándome hasta su altura.

- Es... mi Mate... él... no quiere estar conmigo, anda con otra chica y dice abiertamente que no quiere nada conmigo... Eso hace que mi loba se sienta mal - Dije.

- P..Pero... ¿No que un Mate... te quiere, te cuida y te es fiel cuando se encuentran... ? - Pregunta comenzando a tener los ojos aguados.

Esto era lo que me preocupaba... Esto era lo que quería evitar.

- Nami... recuerda que nuestros Mates piensan, aunque no parezca - Reí leve - Ellos deciden sobre sus vidas así como nosotras, que decidimos amar a nuestros Mates... pero el mío quiso ser único y divergente -

Ella hace una mueca de tristeza.

- Pero ahora tú tienes que pagar por eso... -

No respondí más, no sabía que mas decir, ella se limpia los ojitos y yo suspiré antes de abrazarla.

- Estaré bien... -