Luego de un tiempo de haber calmado, llegué hasta mi clase con muy ligeras marcas de mi llanto. A pesar de todo, nadie se atrevería a decirme nada, saben que no les conviene y prefería eso.

No levanté la cabeza hasta sentir el aroma de mi Mate, lo vi al fondo de la clase, sonreía con cinismo al darse cuenta de que había estado llorando pero a la vez sonreía por las cosas que Regina le decía al oído mientras acariciaba su pierna y brazo.

Apreté los dientes y aparté la mirada, no quería soportar esto ahora que revienta me había calmado.

"¡Mátala! ¡No merece estar junto a nuestro Mate!"

"Aunque eso quisiera... no puedo. Su manada es casi igual a la nuestra en fuerza, no puedo empezar una guerra así como así... "

"Pero no soporto ver esto..."

"Yo tampoco, Rexha..."

Bufé frustrada, caminé hasta mi lugar y me senté de mala gana, quería distraerme así que agarré mi libreta y comencé a dibujar. Pero apenas y me concentraba en lo que hacia ya que de vez en cuando, Jordan dejaba salir su aroma por un momento para divertirse conmigo.

Mientras que yo solo quería llorar...

Me aguanté el sentimiento por toda la clase hasta que por fin escuchamos el timbre del final de esta, me levanté agarrando mis cosas rápidamente y fui la primera en salir de la clase. Respiré con fuerza luego de estar atajando mi respiración por mucho tiempo.

Cerré los ojos y suspiré. Fui a mi casillero para guardar mis cosas y luego a la cafetería a por mi almuerzo.

Mis amigas y yo siempre almorzábamos en una misma mesa todos los años, era la mejor por varias razones, así que la elegimos. Regina lo sabía, pero aún así fue a sentarse con mi Mate en esa mesa. Quería tentarme...

No quería darles el gusto de rendirme nada más por verlos, así que traté de recomponerme y parecer como si la presencia de mi Mate no me importara.

- Hey, esta es mi mesa - Dije al acercarme.

- Am... ¿Y eso nos importa? - Regina sonríe.

- Debería. Vayan a otro lado -

- No queremos - Jordan sonríe ampliamente.

- ¿Por qué? -

- Porque no se me da la gana moverme - Dice.

Apreté la bandeja de comida entre mis manos, tratando de controlar mi enojo.

- ¿Te irás ahora o te quedarás parada ahí como una idiota? - Dice Regina riendo.

A la mierda controlarme.

Ella chilla cuando le tiré mi bandeja encima que, desgraciadamente, no le cayó nada a mi Mate que solo se alejó riendo sorprendido.

- ¡Estúpida! -

- Que original - Rodé los ojos antes de darme vuelta e irme molesta.

Salí como si nada de eso me afectara pero al cruzar un pasillo vacío, dejé que nuevamente las lágrimas de impotencia y dolor escaparan de mis ojos. Esto era realmente horrible.

Me pasé la mano por mis ojos y traté de no ser tan ruidosa pero entonces sentí la mano de alguien agarrar la mía, me golpea contra la pared y antes de reclamar o hacer algo, une sus labios contra los míos.

Abrí los ojos de par en par y me quedé paralizada por completo al notar a Jordan frente a mi.

¡¿Pero qué mierda?! ¡¿Qué le pasa, por qué me está besando después de todo?!

No podía conseguir que mi cuerpo reaccionara, ni siquiera podía apartarlo o aceptar el beso, solo... permanecí quieta.

Él muerde mi labio inferior para abrir mi boca y meter su lengua, me besa con intensidad y luego se separa.

Había sido suficiente para dejarme sin aire y él se quedó jadeando pero sonriendo, me agarra la barbilla para elevar más mi mirada y acaricia mis labios con su pulgar.

- Nada mal... -

Al reaccionar, lo empujé y corrí hasta el baño para tratar de esconderme, jadeaba bastante por la sorpresa y las emociones explotando en mi interior. Me miré en el espejo dándome cuenta de que... tenía las mejillas sonrojadas y un brillo en los ojos.

¿Por qué... ? No debería ser así...

- Mi teoría era cierta - Me di vuelta rápidamente al verlo acercarse a mi.

- ¿A..A qué... te refieres? - Se colocó frente a mi, acorralándome contra la mesada de los lavabos.

- No te hagas ilusiones, solo me preguntaba que sabor tendrías. Quería saber si tú eras más dulce que Regina o las demás... -

Apreté los labios ante sus palabras, nuevamente me había lastimado con solo eso... lo volví a empujar para volver a escapar, salí del baño y me alejé corriendo lo más rápido que pude llegando a fuera. Respiré agitada y tragándome mis emociones.

- Pierdes tu tiempo - Me giré con molestia al escuchar la cansante voz de Regina.

- Déjame en paz - Me enderecé y comencé a caminar para irme.

- Solo está jugando contigo, él no te quiere - Me detuve y apreté los puños.

Lo sé... y me duele bastante saberlo, pero eso es algo que ella no necesita que se lo demuestre.

- ¿Y lo dices tú? - Me reí con sorna - No me jodas, Regina. Ni siquiera te quiere a ti -

- Por lo menos... yo si puedo estar con él - Sonríe - Por eso yo soy la novia -

- La novia más cornuda y mensa que haya existido -

- No son cuernos. Así es nuestra relación, una abierta. Aún así sigo siendo la oficial, pero tú... su pasatiempo -

- Me dan asco - Espeté.

- ¡Que novedad! - Dice con sarcasmo - ¿Sabes? Él está muy consciente de que... como es tu Mate, caes rendida ante sus pies. Por eso solo quiere acostarse contigo, para luego aplastarte como la asquerosa cucaracha que eres -

- Basta ya, no tengo porque soportarte más - Me di la vuelta para irme de nuevo.

- ¡Solo eres un capricho! Él solo te busca para eso, solo por sexo -

- Te he dicho que pares, Regina -

- Eres un juego para él. No eres nada más que eso, un simple ju-gue-te... -

- ¡Dije basta! - No pude evitarlo y me transformé.

Salté sobre ella que ni siquiera se dignó a esquivarme. Le di un zarpazo que la tiró al suelo y justo cuando iba a saltar sobre ella, otro lobo se mete a la pelea y me aparta. Era él...

Regina me mira sonriendo pero luego se fija en Jordan y comienza a llorar.

- A..Amor... s..solo me crucé con ella y me atacó... No soporta que estemos juntos - Dice la muy perra.

Jordan me mira con fastidio y molestia antes de acercarse a Regina y volverse humano, la carga y se la lleva pero ella me mira asegurándose de que Jordan no pudiera ver su expresión y sonríe con victoria antes de volver a su actuación.

Gruñí con molestia pero vi las miradas de todos, me miraban como a un bicho raro, una rata... Chillé de dolor.

- ¡Nicol! - Las chicas y Ethan aparecen.

Negué con la cabeza hacia ellos antes de darme vuelta y salir corriendo como tuve que haberlo hecho antes con Regina.

Entonces, luego de correr tanto tiempo, llegué hasta el borde de un risco, me transformé lanzándome al suelo de rodillas, respiraba realmente agitada hasta que no pude aguantarlo más.

Grité destruyendo mi garganta en el proceso, tiré mi cabeza hacia atrás y volví a gritar una y otra vez para desahogarme. Estaba segura que mi grito se había escuchado por casi todo el bosque pero no podía retenerlo más.

El dolor en mi pecho era realmente insoportable, mi loba y yo sufríamos por el rechazo de nuestro Mate y eso nos hacía peor.

Intenté levantarme pero mis piernas fallaban, me sentía completamente débil, como si hubiera enfermado. Mi cabeza comenzó a doler horrible y a dar vueltas.

Entonces me desplomé en el suelo comenzando a ver borroso y finalmente negro.