- Y recuerden, si ven algo, enseguida tienen que alertar - Dije a los guerreros quienes me confirmaron que lo harían.

Miré hacia el bosque y me transformé, ellos hicieron lo mismo y salimos corriendo en busca de Taylor.

Pasamos como unos treinta minutos corriendo cuando finalmente percibo algo. Luego escucho movimiento.

- ¡Aquí! - Advertí, todos corrimos.

Ya la tenía localizada, así que corrí más rápido para alcanzarla. Pero vi una cuesta abajo, así que frené y miré a todos lados. Miré hacia abajo sin ver a nada ni a nadie; me di vuelta para volver pero ella aparece y me empuja haciendo que cayera.

Rodé de manera que no podía ni frenar, ni evitar todos esos golpes. Habían muchas rocas y troncos partidos, me mareaba y no podía alcanzar algo para detener mi caída hasta llegar al suelo. Gruñí a la par que intentaba levantarme.

Ella baja y se acerca a mi, intenté arrastrarme y aullar por mi manada pero ella apoya su pata en mi garganta.

- Ni se te ocurra - Dijo. Gruñí en respuesta.

Se aleja un paso y camina a mi alrededor como observándome y analizando la situación para saber que haría ahora. La miré atenta.

- ¿Me vas a atacar o te quedaras mirando? - Dije retándola mientras me levantaba en mis patas delanteras, una dolía más que la otra.

- Mm nah... tengo un plan para ti, por eso debo contener mi deseo de matarte justo aquí... justo ahora... - Dijo sonriendo.

- ¿Qué quieres? - Dije gruñiendo.

- Por ahora... nada, pero luego... cuando tenga a tu pequeña y preciada hermana entre mis garras... lo tendré todo sin necesidad de hacer mucho - Dijo.

- Te atreves a tocarla y haré que mueras de la peor manera - Rugí.

- Eso lo veremos... -

Escuchamos el aullido de mis guerreros y ella me vuelve a mirar.

- Nos vemos... Nuerita - Se da la vuelta y se va corriendo rápidamente, justo aparecen mis guerreros y me ayudan.

- ¿Estás bien? - Pregunta Hanna.

- Si - Respondí simple.

Volvimos a casa más despacio, ya que aún se me estaban curando las heridas. Al volver, busqué rápido a Naomi y al verla junto a Jordan fue cuando me tranquilicé y pude soltar el aire que había acumulado inconscientemente.

- No vuelvas a irte... - Suplica despacio.

Le di una pequeña lamida en la mejilla. Luego vi a Jordan quien me miraba preocupado al igual que mis padres y Ethan.

- ¿Estás bien? - Pregunta Jordan.

- Si, no se preocupen tanto -

- ¿Qué sucedió? - Pregunta Ethan.

- Un pequeño encuentro de suegra y nuera, ya sabes - Dije.

- ¿Qué te hizo? - Pregunta mi padre.

- Tirarme de un acantilado, pero bueno... cosas que pasan - Hice una mueca restándole importancia, pero pasé por el lado de ellos y entré en casa aún con una pata herida.

Estaba cansada y adolorida. Lo único que quería era tirarme en mi cama y que al despertar, ya todo lo malo se haya acabado y estemos en paz.

Al llegar a mi habitación, me volví humana y me puse vendas en las heridas que siguen sangrando. Pero sentí su presencia y luego sus manos en mi cintura.

- Lo siento... - Dice Jordan con su rostro en mi cuello.

- Jordan, ya te dije que... - Me interrumpe.

- No solo por eso... Lo siento por todo: por el rechazo, por el haberme metido con Regina, por quererte solo para una noche, por todo. Lo siento en serio, te juro que si pudiera borrar eso, lo haría y lo reemplazaría. Al recordarlo... quiero golpearme hasta quedarme inconsciente por todo lo que te hice pasar... - Dijo.

- Jordan, con lo que hiciste por Naomi... salvarla. Lo que pasó ya casi que no importa; al salvarla a ella, estamos, y lo digo por todos, en deuda contigo. Naomi es alguien muy importante para todos y muy querida por la manada, así que terminé de perdonarte por lo que hiciste... - Dije.

- Aún no siento que sea suficiente... - Gruñe frustrado.

Yo tomé sus manos que seguían en mi cintura y me di la vuelta para mirarlo a los ojos.

- Para mí es más que suficiente y quiero que eso lo sepas bien - Uní nuestros labios para besarlo con dulzura.

Me correspondió al instante pero también sentía su arrepentimiento por lo que me hizo al conocernos. Pero yo le hacía ver que eso ya no importaba.

Lleve mis brazos alrededor de su cuello y lo acerqué más a mi. Sus manos se juntaron en mi espalda baja. Lo comencé a empujar hacia la cama y cuando estuvimos sobre ella, Jordan me detiene jadeando, apoya sus manos a mis lados y se levanta para verme.

- Espera... - Dice - Tus heridas... -

- Ya no duelen - Dije.

Vi sus ojos, estaban comenzando a brillar en dorado, pero permanecen de su color negro natural.

- No quiero hacer esto si no estás lista... - Dijo.

Yo volví a besarlo para que dejara de dudar.

- Lo estoy -