Llegué al instituto, guardé mis cosas en mi casillero y justo al terminar noté a las chicas junto a mi.

- Hey, hola - Saludé.

- Hola -Responden.

- Oigan... tengo algo que contarles - Empecé.

- Somos toda oídos - Dice Hanna haciéndome sonreír.

Les conté sobre lo que pasó con Jordan y Taylor. Se sorprendieron bastante luego de que les conté sobre quién era Taylor pero me apoyaron en todo y... creo que comenzaban a aceptar a Jordan.

Entonces un aroma conocido pero desagradable me llega, arrugué la nariz y me di vuelta rodando los ojos para encontrar a Henry.

- Escuché que la Alphita recuperó su fuerza, ¿Es cierto? - Pregunta inclinándose sobre mi.

Supongo que creía que no era cierto, o que de igual forma me ganaría, ya que eso demostraba su rostro, pero yo sonreí de lado. Lo tomé del cuello y lo levanté consiguiendo que sus pies dejasen de tocar el suelo y comenzara a faltarle el aire.

- Así es - Respondí simple.

Cuando lo solté, él comenzó a toser bastante y sujetarse del cuello, me mira sin decir nada pero yo me di media vuelta y me alejé junto con mis amigas.

Suena el timbre justo cuando llegamos a nuestra clase, fuimos a sentarnos en nuestros lugares pero yo miraba bastantes veces hacia la puerta, esperando ver a Jordan, pero jamás apareció.

No pasa nada... Seguro... seguro tuvo algo que hacer...

***

***

Salí a correr luego del instituto para despejarme y calmarme. El que Jordan no apareciera en todo el día me preocupaba... Temía de que Taylor le hubiera hecho algo...

Jordan es fuerte, no me preocupa tanto... pero cuando se trata de su madre, mi confianza flaquea.

Reaccioné al escuchar un llanto, como un aullido, era de dolor y de auxilio... Corrí hacia aquella dirección en donde se escuchaba, y así fue como encontré a una niña pequeña, rubia y bastante linda... pero su pie estaba atrapado en una trampa de cazadores.

Por su aroma pude saber que pertenecía a una manada.

Miré a todos lados atenta a cualquier cosa, esperaba que no apareciera ni un cazador, y cuando estuve segura de que no había nadie me acerqué a ella. La niña, al verme, se asusta; seguramente estaba esperando la ayuda de su manada.

- ¿Q..Quién eres? - Pregunta.

- Tranquila... soy Nicol Cowell, te ayudaré, no te preocupes - Dije, sus ojos me miran sorprendidos.

Me conoce...

Me acerqué más y con mis garras destruí la trampa, dejándola libre.

- Eres de la manada... ¿Down moon? - Mencioné al percibir mejor su aroma.

- Si... - Responde.

Esto era difícil... Su manada es la de Regina, fueron nuestros enemigos desde casi siempre... pero no podía dejarla aquí.

- Te llevaré, sube - Dije decidida y ella asiente - ¿Cómo te llamas? -

- Daiana -

Asentí. Suspiré mientras miraba a todos lados encontrando la dirección hacia su manada, no solo sabía cual era su manada... sino que también sabía quien era su familia. Por desgracia... era de la familia de Regina.

Miré a todos lados cuando percibí el sonido de unas ramas rompiéndose, me mantuve alerta mientras caminaba un poco cabizbaja.

Entonces, una de mis orejas se mueve hacia una dirección, me lancé hacia la otra justo a tiempo esquivando el disparo.

- Sujétate - Dije para enseguida salir corriendo.

Escuché más disparos pero pude esquivarlos, aunque uno de ellos me rozó el hombro. Gruñí por el dolor pero no me detuve, solo aumente la velocidad al escuchar las motos de los cazadores.

Decidí que tenía que hacer algo más, así que, le dije a Daiana que cerrara los ojos; me perdí entre los árboles, doble rápido y aparecí detrás de ellos de un salto agarré a uno, sacándolo de la moto y girando su cabeza, mordí el costado del otro y lo lancé igual.

Faltaban cuatro.

Solté un alarido al sentir un disparo en mi costado pero gruñiendo seguí corriendo. Me dolía por lo que agaché mi cabeza chillando y distrayéndome un poco.

- ¡Nicol! - Levanté la cabeza viendo a un cazador agarrando a Daiana.

Salté mordiéndo el cuello del cazador y después agarrar a Daiana, la volví a acomodar en mi lomo y aceleré tanto como pude.

Los escuché rendirse y quedarse atrás, sonreí ante mi victoria y corrí hasta la manada de Daiana, donde al entrar en el territorio, ya veía a su familia correr hacia nosotras.

Regina estaba llorando y nada más tenerla cerca la aparta de mi para abrazarla con fuerza.

- Por la Diosa... Daia... me asustaste - Dice ella entre sollozos.

Las veía y por un momento me pareció vernos a Naomi y a mi en su lugar... estaba segura que yo también lloraría si algo le pasara, o a Ethan. Me sentí enternecida por primera vez con algo que estuviera relacionado con Regina, era extraño.

- Gracias... Alpha - Me giré para ver al padre de ambas. Solo asentí en respuesta.

- ¿No quiere pasar a curarse las heridas? Es lo mínimo que podemos hacer por usted... como agradecimiento por ayudar a nuestra hija - Dijo la madre.

- Gracias, pero estoy bien. No se preocupen - Respondí. Ellos asienten sin insistir - Debo irme - Me di la vuelta pero Regina me habla.

- Nicol... - Duda un poco pero luego suspira - Gracias... -

- No fue nada... -

Noté que Daiana se acerca a mi, solo me quedé quieta pero me sorprendí cuando ella me abrazó. Susurra un "gracias" antes de separarse y me sonríe. Le devolví el gesto antes de irme finalmente.

Procuré no tener ni un otro encuentro y llegué a mi casa bastante de noche.

- ¿Dónde estábas? Nos tenías preocupados... - Dice mi madre y me abraza pero yo me quejé del dolor.

- Lo siento - Murmuré.

- ¿Que te pasó? - Pregunta Naomi.

- Un encuentro con cazadores - Dije restándole importancia - Estoy cansada, mejor voy a dormir - Dije.

Ellos asienten y yo voy a mi habitación, me curé las heridas y me puse una camisa para dormir. Me tiré en mi cama y abracé la chaqueta de Jordan, pidiendo que estuviera bien.

Estaba por quedarme dormida cuando escuché algo en mi habitación, al levantar la mirada rápidamente, vi a Jordan entrando por la ventana.

- No sabía que dormías con mi chaqueta - Dice sonriendo.

Me sonrojé bastante pero todo desapareció cuando vi una marca en su cuello, me levanté rápido y me acerqué a él sin evitar preocuparme.

- ¿Qué te sucedió? - Pregunté queriendo ver su cuello pero él sujeta mis manos y aparta la mirada.

- Nicol... -

- Jordan... ¿Qué pasó? - Insistí.

Él me mira y resopla antes de bajar mis manos.

- Solo... estaba arreglando un problema... - Dijo pero yo bajé mi vista a sus manos que sujetaban las mías.

- ¿Qué... ? - Quise mirarlas mejor pero las aparta y las mete en los bolsillos de su nuevo abrigo, aunque vi una mueca de su parte.

- No necesitas preocuparte -

- Aunque digas eso... igual me preocupa - Murmuré.

Nos quedamos en silencio pero yo llevé mis manos a su cuello, él se apartó muy ligeramente pero yo insistí con lentitud, finalmente deja que me acerque y aparté su ropa para verlo. Abrí mis ojos de par en par.

- ¡Por la Diosa... ! Jordan... - Lo miré asustada.

Tenía la marca de quemaduras por una cadena de plata, agarré sus manos rápidamente y vi sus muñecas... estaban igual de heridas...

Suspira pesadamente.

- Mi madre... ella... me encerró - Admitió apartando la mirada.

- Pero... ¿Por qué...? ¿Por qué te hace esto? -

Me mira dudoso pero entonces me toma por los brazos delicadamente y me hace retroceder hasta sentarme en el borde de mi cama.

- Nicol... te dije que quería arreglar las cosas contigo, eso significa... confestarte algo... -

- ¿Q..Qué cosa... ? -

- Escucha... mi madre me ordenó acercarme a tu manada, llamar la atención de tu familia y de ti... asustarlos... -

- ¿Por eso atacabas a los guerreros? - Asiente.

- Pero luego pensó en algo... mejor para ella pero peor para los demás... ella quería que yo me acercara a ti, para persuadirte... - Resopla y baja la mirada.

Yo lo miré bastante tiempo pero él continúa.

- Cuando supe que eras mi Mate, sabía que eso sería mejor para mi madre y nuestro plan. Sabía lo que ocurriría contigo si trataba como te traté... por eso lo hice... el dolor del maltrato por tu Mate es mucho peor que el de una simple pareja temporal -

Bajé la mirada asintiendo al comprender lo que decía. Entonces... él me trató porque tenía un plan contra mi familia y contra mi, con su madre.

- Mi madre adoró la idea de que estuvieras débil, pero ella no quiere ensuciarse las manos, así que mandó a Piter y los otros -

- ¿Qué? ¿Ellos estaban aliados con ella? -

- Si... pero para ese punto yo ya estaba dudando de si lo que hacía... estaba bien para mi, así que decidí ayudarte. Claro que Piter le fue con el cuento y ella decidió actuar... -

Él resopla pesadamente pero se me acerca agachándose frente a mi y tomando mis brazos de nuevo, me veía suplicante.

- Nicol.. escúchame bien - Presiona un poco su agarre - Nunca te acerques a ella. Aleja a todos tus amigos y familia porque mi madre no parará hasta destruirte y destruir a tus padres. Esta loca, tiene una obsesión con tu padre que aún no supera... -

- Pero... tú... sigues en peligro - Dije - ¿Qué harás tú? -

- Lo que tenga que hacer... para alejarla de ti, y de tu familia... Prefiero ser yo, a que sean ustedes... ya hice suficiente daño, no quiero ocasionar más -

- No lo acepto - Dije firme - No acepto que te pongas en riesgo así, te vendrás a vivir aquí -

- Nicol... - Lo corté.

- No aceptaré tampoco un no como respuesta, te estoy diciendo lo que va a pasar, así tenga que traerte arrastrando -

Él se queda en silencio, sorprendido por mis palabras que se escuchaban sinceras y seguras, pero él suspira.

- Aunque aceptará... a tu familia no le agradará la idea, y con razón -

- No me importa - Apoyé mis manos en sus mejillas - Aprenderán a tenerte cerca porque no permitiré que corras peligro -