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Diferente

Espero que les guste~

Nota: Vi unos pocos comics acerca de esto y no me pude resistir

Nota-2: Si alguna vez algo más se me ocurre, lo publicare justo aquí. Si tienen alguna idea, no duden en dejarla ^_^

Nota-3: En su momento, se decía mucho que Danny y Timmy eran primos, así que lo use

Timmy Turner no era la persona más callada de todas. No le gustaba el silencio, una consecuencia quizás de siempre tener a sus padrinos mágicos cerca, y siempre hacia lo lo que sea para sentirse cómodo. A veces practicaba su silbido, otras divagaba sin parar de demasiadas cosas como para poder seguirle el ritmo y si no, tarareaba alguna melodía sacada de un comercial o de una canción, incluso hace sonar sus dedos y nudillos solo para molestar.

Así que la falta de ruido total es lo que esta poniendo algo ansioso a Jimmy en esos momentos.

No le molesta la presencia apoyada contra su espalda, porque no es la primera ni la última vez que el chico de grandes dientes decide interrumpir su momento de concentración para hacerle compañía, pero si es la primera vez que no dice nada. No hay charla, no hay tarareo, ni siquiera un murmullo. Es silencioso, terriblemente silencioso y le molesta. Ha sido así por unas semanas y lo pone ansioso.

-Timmy...- decide romper el silencio él, levantando los anteojos protectores que estaba usando. Duda, principalmente porque no tiene idea que decir y teme meter la para, pero esta ansioso, una sensación que solo crece con cada día que su amigo actúa diferente. -...¿estás bien?-

-...bien...- y es toda la respuesta que obtiene antes de volver al silencio anterior. Jimmy solo suspiro, frustrado, fingiendo volver a lo que estaba haciendo pero sabiendo que no podría concentrarse, no con el silencio reinando entre ambos.

Timmy Turner no era un chico particularmente cariñoso. Claro, aceptaba con facilidad cualquier pequeño gesto, sonriendo cuando despeinaban su cabello y apoyándose sin problema cuando rodeaban sus hombros con un brazo, incluso correspondía los abrazos si alguien los iniciaba.

Pero ahora esta particularmente...pegajoso.

Aunque Bob ame los abrazos con cada fibra de su esponjoso ser, no puede evitar preocuparse por el chico que lo abraza en esos momentos. Es extraño, principalmente porque el chico esta callado, luciendo extrañamente decaído y triste cuando se le acercaba, solo para sentarse y abrazar a la esponja sin preguntar siquiera pero le preocupa, especialmente por su apariencia. Esta descuidado, su cabello despeinado y con ojeras oscuras marcadas en su ahora pálida piel, hasta se podía decir que los tonos de su ropa se ven opacos por alguna razón.

-¿Estas bien, Timmy?- no se mueve, porque puede sentir la cabeza ajena apoyada encima suyo, pero le gustaría poder mirarlo, quizás intentar leer su expresión.

-...bien...- es lo único que susurra y Bob decide ya no presionar, decidiendo por divagar de todo lo que se le viniera a la mente. Es la decisión correcta, puede sentirlo relajarse y supone que es lo mejor que puede hacer por el momento.

Dejan pasar unos días más antes de que ambos pierdan la paciencia y vayan con el miembro más responsable entre ellos.

-Tienes que hablar con él- ordeno Jimmy con expresión seria pero Danny aprendió, con los años y la practica, a identificar las emociones de los integrantes de su extraño grupo, así que puede identificar fácilmente la suplica en su tono.

-¿Yo por qué?- la pregunta sale por si sola, por puro instinto. También esta preocupado, no hay necesidad de negarlo, pero sin importar cuanto preguntara a las hadas y a los amigos del chico de gorra rosa, no consiguió ni una pista siquiera, solo tristes miradas.

-¡Eres su primo!- señalo el genio de manera casi acusadora, aunque el medio fantasma no se lo toma como algo personal. Todos estaban preocupados y ansioso, tenso por la actitud de su amigo de dientes grandes.

-...esta empeorando...- murmuro Bob con tristeza y ahí es cuando los tres se voltean a ver al único integrante de su grupo que no se ha movido de su lugar desde su llegada. Timmy esta sentado en el sillón que Danny alguna vez trajo para poder estar más cómodo, sin zapatos para poder estar cruzado de piernas. Parece ignorante del gato verde acostado en sus hombros, su expresión esta en blanco y la mirada  perdida perdida en la nada, sin mirar nada en concreto de seguro, acariciando en piloto automático el gato rosa acurrucado en regazo.

-Ya ni siquiera se esfuerza para comer- gruño el castaño, luciendo desesperado.

-Llora cuando duerme- la esponja hizo un puchero, luciendo como si estuviera al borde de las lagrimas.

-Debes hablar con él- miraron al medio fantasma con suplica y exigencia, a lo que él levanto las manos en un gesto de paz, suspirando con cansancio.

-Lo hare, lo hare- su intención fue esperar a que Timmy decidiera hablar y buscar consuelo con alguno de ellos, como había hecho algunas veces antes debido a ciertas situaciones, pero al parecer, esta en particular era peor que todas las anteriores. Así que respiro profundo, armándose de valor y salió del improvisado escondite, yendo directamente hacia su primo de aspecto catatónico. -Hey- se acerco a paso lento, alzando un poco la voz y sintiendo una leve victoria cuando el castaño parpadeo, alzando la vista para mirarlo. Sus ojos se ven opacos e irritados, como si hubiera estado llorando por horas. Los gatos lo miran, suplicantes, el verde bajándose de su lugar para acurrucarse junto a su esposa en el regazo del chico. -¿Quieres hablar con tu primo favorito?- se sentó al lado ajeno, mostrando una sonrisa amable y tentativa.

-...claro...- se apoyo en el hombro ajeno y se acurruco, aunque ninguno de los felinos se movio. Danny ahora puede escucharlos ronronear, de seguro en un esfuerzo para consolar a su angustiado ahijado.

-Bien- rodeo a su primo con su brazo, apoyando su mejilla contra la cabeza ajena y permitiéndose unos segundos para pensar en qué decir a continuación. Ninguno de ellos esta muy bien capacitado para problemas sentimentales pero rayos, eso no va a detenerlo, no ahora. -¿Quieres decirme lo que esta pasando por esa cabeza tuya?- susurro, sin hacer amague de moverse de su posición.

-...cumpliré 18 años en unos meses...- murmuro luego de lo que parecieron horas de silencio tenso pero que solo resultaron ser unos segundos.

-Lo sé- tenían planeado una pequeña fiesta para ese día, una con una de las tortas de chocolate más empalagosas que pudieran conseguir y una piñata con sorpresa dentro.

-...legalmente, seré un adulto...- agrego, acurrucándose un poco más en su lugar, sus labios temblando ligeramente y acariciando el pelaje verde del felino en su regazo, decidido a no apretar los puños.

-¿Y cuál es el problema?- siente que esta presionando pero ha logrado sacar más que unas pocas palabras de su primo y lo toma como una especie de victoria.

-¡Las reglas! ¡Las tontas reglas!- se enderezo, los gatos erizándose y saltando del regazo ajeno pero quedándose cerca, sentados en el suelo. -¡Las reglas son estúpidas, eso es lo que pasa!- hay lagrimas saliendo de su ojos, luciendo angustiado y desesperado al mismo tiempo. 

-¿Qué pasa con ellas?- Danny se siente en conflicto. Hay una parte de él que esta aliviado por verlo reaccionar pero otra, esta dolida por las emociones que el menor muestra.

-¡Se los llevara!- grito, a lo que el mayor solo pudo parpadear, quieto en su lugar. -¡Cumpliré 18, seré un adulto y él se lo llevara todo!- sollozo. -Se llevara mis aventuras, se llevara mis buenos momentos...- se seco las lagrimas pero eso no evito que siguieran saliendo. -...se llevara a Cosmo y a Wanda...- la expresión del medio fantasma cae porque sabe que, por mucho que Timmy ame a sus padres, sus padrinos mágicos se volvieron básicamente sus padres en algún momento de todos los años que pasaron juntos. -...se llevara a Bob, se llevara a Jimmy...- lo miro a los ojos, la angustia y desesperación brillando en sus ojos. -...te llevara a ti...- sollozo nuevamente, destrozado. -...se llevara mis recuerdos-

-¿A qué te refieres?- extendió su mano solo para poder acunar la mejilla ajena, triste por la angustia ajena.

-Las reglas dicen que los padrinos mágicos se van cuando eres un adulto...- confeso, cerrando los ojos mientras se apoya en el toque amable de su primo, buscando abiertamente consuelo. -...y con ellos, también se van los recuerdos- la noticia golpeo al medio fantasma, sus ojos abriéndose con sorpresa.

-Oh, Timmy...- rodeo al menor con sus brazos para atraerlo rápidamente, abrazándolo con fuerza, aferrándose mientras lo sentía acurrucarse en su contra y lo escuchaba sollozar contra su hombro. El tiempo pasa lento mientras se esfuerza por consolar a su primo, quien en algún momento alcanza su limite y cae del agotamiento, su mejilla incómodamente aplastada contra el hombro del mayor mientras duerme profundamente. El medio fantasma lo acomoda, dejándolo acostarse en el sillón y usar su regazo como almohada. -Entonces...- Danny no aparta la vista de su primo, pasando suavemente su mano por el cabello castaño. -...¿es cierto?- solo los mira al escuchar el sonido distintivo de ellos usando magia, enarcando una ceja hacia el par de hadas que ahora flotan frente suyo. Ambos se ven tan cansados como el chico ahora dormido en su regazo, de seguro habían estado más preocupados y ocupados en cuidarlo que en cuidarse a si mismo.

-Me temo que si- Wanda se ve devastada, luciendo al borde de las lagrimas mientras mira a su ahijado pero Cosmo no se resiste, llorando sin vergüenza, sonándose la nariz de la manera más ruidosa y caricaturesca posible con el pañuelo que la haga rosa le entrega. -Es parte de las reglas- retuerce su varita entre sus manos. -Cuando el niño se convierte en adulto, significa que nuestro trabajo termina y que debemos volver...pero sus recuerdos se irán con nosotros-

-¿Hay alguna forma de evitarlo?- porque sabe lo importantes que son los recuerdos para Timmy. Ama a sus padrinos como si fueran sus padres, los ama a ellos y a todas sus aventuras, hará lo posible para evitar que le arrebaten a su primo sus memorias. La pareja se mira entre ellos, teniendo una especie de conversación silenciosa, y aunque ella se muerde el labio inferior en un gesto de indecisión, él le muestra una pequeña sonrisa. Se toman de las manos y miran a Danny con decisión brillando en sus ojos.

-Jorgen es el único que puede crear y doblar las reglas- dicen ambos al mismo tiempo.

-Bien...- asintió, satisfecho de al menos tener una idea de que hacer a continuación. -...me encargare de él- frunció el ceño, su mente corriendo ya con planes. Sus ojos brillan de un verde radioactivo, lleno de amenazas y enojo apenas reprimido, el tipo de mirada que podría hacer estremecer a cualquiera del miedo

-Te ayudaremos- Bob y Jimmy no tardan mucho en aparecer a su lado, obviamente habían estado escuchando. El genio se ve lívido, con una expresión de científico loco y promesas de violencia brillando en sus ojos. La esponja tiene el ceño fruncido, luciendo enojado como en las pocas oportunidades que han podido verlo. Los padrinos mágicos solo los miran, un escalofrió corriendo por sus espaldas, tienen la sensación de que eso tres lograran una especie de milagro por medio de amenazas y mucho violencia.

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