ii
Eran las doce del medio día cuando Niall sacó todos los materiales que tenía que usar para armar su puesto.
El sol estaba brillante y el rubio respiró aire fresco antes de colocarse su gorra de béisbol y empezar a rellenar de color verde las letras que su mamá le dibujó, sobre el rectángulo de madera que su padre le prestó.
— ¡Ahh!
Un grito se escuchó al otro lado de la calle; los aspersores se encendieron en la casa de los Behrmann, y con ello, una Emilie soltó una manguera verde que tenía en sus manos y salió corriendo. Al poco tiempo se apagaron los grandes chorros de agua pero nadie volvió a salir.
¿Por qué riega sus plantas con una manguera, si tiene aspersores?
Igual, no es malo ver a Emilie de vez en cuando.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro