En nuestro mundo existe una extraña condición que solo afecta a los alfas, si no consiguen emparejarse después de los 25 años comienzan a convertirse en un animal salvaje.

Indomables, agresivos, y lo único que parecía estar en su mente era follar.

Es por eso que el día que Eddie Gluskin cumplió 24 años y comenzó a presentar los primeros síntomas, su madre me llamo.

Mi madre y la suya fueron amigas en la universidad, y habían mantenido un esporádico contacto, el cual se redujo cuando ambas tuvieron hijos con 5 años de diferencia.

Waylon era un omega de 30 años, soltero y sin un interés por encontrar un alfa, más aún con lo desastrosa que había sido su vida amorosa.

Aun así, recordaba a la perfección al pequeño Eddie, a quien conoció una vez cuando eran pequeños, Eddie era como un patito que le seguía a todos lados en su fiesta de cumpleaños, gruñendo a los que trataban de acercarse.

-lamento molestarte, pero ya han venido a hacer la revisión anual y ya no sé qué más hacer-

-entiendo, puedes enviarlo a mi casa mañana mismo-

Waylon en verdad no quería comprometerse a nada, pero sabía lo que hacían a los alfas solteros, y la señora Gluskin siempre fue amable con él, y sabía que su madre hubiera querido que le ayudara.

-te lo agradezco Waylon, sé que Eddie se comportara bien-

Waylon solo sonrió incomodo a su teléfono, deseando que esto no le diera demasiados problemas.

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Eddie llego a la casa de Waylon a primera hora de la mañana, tenía dos maletas grandes y venia con un enorme ramo de rosas.

Su vestimenta era algo formal, pero era algo normal en él, así que Waylon no se sorprendió.

-vamos Eddie, te mostrare tu habitación-dijo mientras trataba de ayudarle a cargar una maleta, pero Eddie solo le entrego el ramo y tomo ambas maletas como si no pesaran nada.

La señora Gluskin ya le había avisado que Eddie ya había dejado de hablar hace semanas, solo se comunicaba con señas o gruñidos.

Era triste ver lo que su propia biología hacia con estos hombres, solo por ser alfas.

La habitación de Eddie estaba en el segundo piso, al lado contrario de la suya.

Por ahora solo debían vivir juntos, para evitar que el gobierno se llevara a Eddie a una institución "psiquiátrica", donde harían toda clase de experimentos en él, todo para tratar de detener lo inevitable.

-esta será tu cama, tienes un armario en esa puerta y el baño está en el pasillo-

Eddie asintió y se sentó en la cama.

Miles le había dicho que los alfas en ese estado eran como perros grandes.

Su mejor amigo trataba así al alfa que metió en su casa, Chris Walker un ex militar de 30 años que estaba demasiado avanzado con su condición.

Gracias a Miles había vuelto a hablar un poco, pero debía admitir que su aterradora apariencia y tamaño no le ayudaba mucho.

Aun así, Miles lo trataba con gran facilidad, le daba órdenes y a veces era tan descarado que lo tocaba sin importar si alguien más estuviera ahí.

~les gusta el sexo Waylon, así que yo lo uso a mi favor~ le dijo mientras acariciaba la entrepierna de Chris.

El alfa solo se hinco y le dejo hacer lo que deseara con él.

Él no quería llegar a ese punto, pero no podía descartarlo aún, Eddie aún era joven y podría revertir su condición viviendo juntos un par de meses,

Quizás Miles podría encontrarle un buen omega, de hecho, habían planeado ir a una fiesta especial en unos días.

-te dejare solo para que te acomodes, yo debo terminar unos informes así que estaré en mi oficina, está en la planta baja por si necesitas algo-

Eddie solo asintió y comenzó a desempacar su ropa.

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Cuando su madre le dijo que debía mudarse le causo mucha angustia, pero apenas dijo que viviría con Waylon Park su emoción le hizo empacar todo con prisa y tomar el primer vuelo para ir a su encuentro.

Se había enamorado del omega hace años, era tan bonito y olía tan bien que había decidido que Waylon seria su omega.

Lamentablemente nunca pudo volver a verlo, esos años de diferencia hicieron que sus vidas fueran diferentes.

Y cuando la madre de Waylon falleció el no pudo acercarse.

Aun cuando sabía lo que le pasaría si no marcaba a un omega, se negó a tomar a otro que no fuera Waylon, y estaba más que resignado a ser tomado por el gobierno.

Pero ahora tenía una oportunidad única, aunque su cuerpo ya no respondiera con normalidad, el haría lo que fuera para ser aceptado por Waylon.

-EDDIE QUIERES DESAYUDAR-

El corrió a su encuentro y comenzó a cocinar para su omega, lo cual parecido asombrarle.

Los alfas normalmente eran toscos y brutos, les gustaba mandar y tener el control, pero Eddie necesitaba demostrar que no sería una carga para su omega.

Le entrego un abundante desayuno, dos panes tostados, algo de huevo y un jugo fresco.

-esto es magnífico Eddie, eres muy bueno-

Eddie sintió un calor en su cuerpo ante las palabras, y tuvo que ocultar la leve erección que comenzaba a formarse en sus pantalones.

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Eddie es un buen chico, ayuda en todo en casa desde lavar la ropa y los trastes, hacer comidas y hasta reacomodo todos los muebles para limpiar.

Era el alfa perfecto, ojalá pudiera encontrar a un omega perfecto para él.