Barbara

La carta que nos escribió Sara nos dejó sin ánimos para seguir adelante.

Ya nose que aser¿Debería de buscarla?, tal vez pero no se dónde puede estar , nose ni siquiera que voy a aser con mi vida.

Estaba concentrada en mis pensamientos cuando empezó a sonar el teléfono de Laura, me dispuse a contestar - hola.

-mira no estamos aquí para formalidades, voy a ir al grano, se que tú no quieres que tú amiga muera, así que quiero que hoy mismo vallas a el bosque que está Serca de tu hubicacion, allí te estaré esperando, a menos que quieras que tú linda amiga muera, entrégate tu antes de las ocho y ella vivirá - después de esas palabras colgó la llamada, solo con esa voz pude reconocer quien era .

-laura necesito pedirte un favor, por favor dile a tu madre que nos lleve al bosque, al parecer mi madre tiene secuestrada a Sara quiere que yo me entregue antes de las ocho y ya son las siete con treinta así que vamos ahora - su madre no dijo nada solo nos llevó.

Al llegar empecé a correr tanto como puede, ahora que lo recuerdo nunca me dijo en qué parte del bosque se encontraba, eso ya era otro problema, la lluvia empezaba a caer poco a poco, yo seguía corriendo estaba agotada ya no quería seguir pero devia, todo esto lo asia por Sara así que no me detendré.

Nuria

E estado llamando una y otra vez a Bárbara pero no e tenido respuesta alguna, son las siete cuarenta y cinco, y no tengo noticias de ella.

-bueno - mi teléfono empezó a sonar pero era un número desconocido.

-ay hijita ya no me recuerdas- esa miserable voz.

-que es lo que quieres de mi ahora - nose cuanto tiempo lograré retener las ganas de llorar.

-está bien te diré, pues sucede que tengo aquí a una amiga de Bárbara, la pobre chica no para de llorar, y yo que pensaba que estaba cómoda en esa silla, pero eso no es lo que te queria desir , ahora mismo tu hermana debe de estar corriendo en el bosque para encontrar a su preciada amiga , si ella no muere hoy lo ara su amiga, y puede que pronto también tu, así que cuidado - quería insultarla pero colgó.

-maldita sea- dije mientras apretaba el teléfono en mi mano- ahora que voy a aser.

-Nuria ¿estás bien?- que ago le digo, y si me juzga,no yo lo conozco y se que el nunca sería capas de aser eso.

- debo de confesarte que, desde que era pequeña e sufrido de maltrato, tanto físico como psicológico. A los trece años fui abusada sexual mente por un hombre que le pago a mi madre, "el dinero suficiente para salir de esta pobreza" , o al menos eso fue lo que ella me dijo - comencé a llorar cuando recordé todo eso, todo lo que e querido olvidar - cuando nació mi hermana tuve que salir a las calles a pedir dinero ya que mi madre no trabaja, se mantiene a costillas de los demás - pare en seco cuando senti unos brazos rodeado me, era Alejandro me estaba abrasando.

-no te preocupes, no tienes que contarme todo, yo se que esto es difícil para ti, sabes muy bien que siempre estaré aquí para cualquier cosa, así que nose por qué no me lo contaste desde antes, aunque creo que es por qué no te sentías totalmente segura de aserlo. Si tú quieres contarme todo yo estaré escuchando te y sintiendo tu dolor como si fuéramos unos solo, una sola persona que cuidara de las heridas de los demás, después de aver sanado la suyas mismas- dijo mirándome a los ojos - no tienes por qué tener miedo saves que yo siempre estare junto a ti, y aunque sea lo último que aga te  voy a proteger a toda costa- acaricio mi mejilla y unió más nuestro abraso. El era un hombre maravilloso, la perfección misma, apenas es que puedo darme cuenta de esto, todo éste tiempo estuve segada por mis propios problemas que nunca me puse a pensar en todo lo que el asia por mi, siempre estuvo a mi lado desde la infancia, aunque yo nunca me abriera con el, siempre estuvo ay para mí, y siempre lo estara.