Epílogo ✔️ [Corregido]
Como llama divina es el fuego ardiente del amor. Ni las muchas aguas pueden apagarlo ni los ríos pueden extinguirlo.
-Cantar de los Cantares 8: 6-7
Por favor, primero que nada, denle play al vídeo y escuchen y lean la traducción, es hermosa y va con el capítulo. ♡♡
Narra Marcus.
Observo como Rose está sentada frente al mar con los mellizos a su lado y del otro lado, Arianna. Sonrío, le debo todo a esa niña.
Gracias a ella estoy aquí, recuerdo el mensaje que me envió contándome dónde estaban, cuando le pregunté por qué lo hacía, solo respondió: Ella te ama.
Eso fue lo único que necesité para subir al primer vuelo y venir. Y ahora que la veo hablar con Arianna mientras sonríe, creo que todo lo que he hecho en mi vida, bueno o malo, se reduce a este momento.
Cojo aire cuando Arianna se levanta dejando sola a Rose y aprovecho para caminar hasta ella. Me detengo unos pasos atrás, sin saber realmente qué es lo que diré.
Ella nota mi presencia y voltea. Su rostro cambia drásticamente, primero es de confusión, luego pasa a miedo y ahora creo que es algo de alegría, espero que así sea. Se coloca de pie, sacudiendo el vestido largo veraniego que tiene puesto, mira a los niños antes de acercarse a mí.
—Hola —dice con un hilo de voz. Trago hondo.
—Hola —respondo sin tener claro qué más decir. Rose acomoda un mechón de cabello detrás de su oreja y vuelve a ver a los niños para centrar su mirada ahora en mí.
—¿Qué haces aquí? —cuestiona despacio. En su voz no hay rabia ni dolor. Solo curiosidad.
—No volveré a renunciar a ti —sentencio.
—¿Alguna vez lo has hecho? —contraataca Divertida. Me gusta verla animada. Sonrío.
—Yo creo que no, pero me refiero a que no volveré a cometer el error de hacerme a la idea de que no te amo y que no me importa verte con alguien más. —Abre la boca, pero alzo las cejas retándola a que hable. La cierra—. Sin excusas, Rose, si no quieres intentarlo, será tu decisión, pero no viviré lo que me queda de vida pensando en lo que pudo haber sido —zanjo.
—Te amo, Marcus. Lo sabes. —Mi corazón bombea más rápido con solo esas dos primeras palabras—. Pero también amo a mis hijos —añade. Niego con la cabeza.
—Yo también los amo —confieso viendo como ambos juegan alegres con la arena—. Pero, Rose, apenas tienen un año. ¿En cuántos años crees que tengamos que explicarles lo nuestro? —cuestiono. Rose no contesta y sigo.
»—Yo prefiero empezar a amarnos desde ahora, que esperar a que ellos tengan la edad suficiente para explicarles y después de eso poder estar juntos. Me niego a seguir sufriendo por no estar contigo, me niego a seguir despertando solo en las mañanas y no a tu lado, me niego a verte y no poder besarte.
»—Dijiste que la próxima vez que te besara sería para darle fin a lo nuestro o un nuevo inicio, ¿qué significado quieres darle tú? —pregunto tomándola del rostro y acercándome lo suficiente a ella para que pueda sentir mi respiración, siento como la de ella se detiene un segundo.
No espero más y la beso. Rose envuelve sus manos alrededor de mi cuello tirando de mi cabello hacia atrás. Gruño en su boca. Nuestras lenguas se sincronizan a la perfección. Nos separamos por falta de aliento, pero no la suelto. Uno mi frente a la suya.
Nuestras respiraciones son aceleradas.
—Cásate conmigo, por favor —le pido. Rose se separa y me mira con los ojos sorprendidos. Arianna pasa por nuestro lado tomando a los niños, nos sonríe y sigue su camino.
—¿Qué? —pregunta casi en un susurro. Sonrío y me coloco de rodillas sacando el anillo que Rodolfo me dijo había cautivado a Rose. Rose abre los ojos cuando abro la caja—. Marcus, párate —ordena viendo a los lados. Algunas personas nos miran, yo sonrío avergonzado.
—¿Mi vuoi sposare, mia regina? —le pregunto en italiano. Rose lleva las manos a su rostro, para después arrodillarse frente a mí y tomarme las manos.
—¿Estás seguro de esto? —pregunta, sus ojos brillan y me llena el alma saber que brillan por mí. Asiento convencido—. ¿Incluso sin importar las críticas de todos? —insiste. Sonrío abiertamente y saco el anillo de la caja para colocárselo. Una vez lo hago, ella lo admira en su dedo.
—Te seguiré amando cuando todo eso pase —aseguro—. Si estoy contigo, nada más me importa —confieso.
Rose deja de ver su anillo para lanzarse sobre mí y besarme. Me coge desprevenido y caemos ambos hacía atrás, se escuchan bitorreos de las personas que nos observaban y Rose ríe sobre mis labios.
Juro por Dios que este es el segundo mejor momento de mi vida... El primero fue cuando vi a mi hijo nacer.
—¿Nos casaremos? —cuestiona sorprendida. Mira su anillo y me mira a mí. Sonrío y asiento.
—Serás la sra. Lombardi. Mi señora —sentencio. Rose hace una mueca de desagrado y río.
—Ese es un apellido muy feo —se queja. Rio con ganas—. Pero mientras sea tu señora, no me importa usarlo. —La vuelvo a besar y nos levantamos de la arena.
Rose toma mi mano y caminamos al interior de la casa que han rentado. Arianna nos espera en la sala con los niños y Rocio. Al vernos tomados de la mano, Arianna es quien habla.
—Entonces, ¡¿hay boda?! —pregunta chillando. Rocio la golpea en la cabeza y reímos.
—¡Hay boda! —grita eufórica Rose, para después soltarse y salir corriendo a abrazar a Arianna.
Dan vueltas brincando y gritando. Rocío las observa como si estuvieran locas, al igual que los mellizos, y yo solo puedo pensar que me casaré con Rose.
Me casaré con mi reina y muero por hacerlo ya.
Lo siento, lo siento, pero yo amo mucho la pareja que hacen estos dos.
Los Amooooooo.
Aixa🌙
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