Capítulo 44 ✔️ [Corregido]
La humildad no es pensar menos de ti mismo, es pensar menos en ti mismo.
C. S. Lewis.
Es sábado y Rodolfo me tiene como loca dando vueltas de un lugar a otro.
El muy necio rentó una casa en la orilla del mar, para la falsa despedida de Xavier y pedida de mano de Tony.
Ya busqué las bebidas y pasabocas que ordenó, también busqué los confeti que explotará cuando Tony acepte, aún no sé dónde los colocará, de eso se está encargando él.
Quiero imaginar que ya buscó el anillo y a mí me falta buscar el pastel, de hecho, voy en camino a buscarlo. Es sencillo: de chocolates y fresas, porque no puede ser llamativo, ya saben porqué. Equis, estaciono el auto frente a la pastelería y bajo.
Entrego la factura de compra que Rodolfo me entregó y enseguida me traen el pastel. Es grande, el chico me ayuda a subirlo al auto, le agradezco y le doy propina.
Conduzco despacio de regreso para que no le pase nada malo al pastel, Debo buscar a Xavier en el aeropuerto en un rato.
Decido primero dejar el pastel seguro en casa y después ir por él. Con eso en mente, emprendo mi camino hasta la casa. Llego y bajo todo con sumo cuidado de no estropear nada.
Las bebidas sí las dejo en el auto para no tener que meter todo de nuevo mañana. Creí que Arianna estaría en casa, pero no es así.
Regreso al auto, ya no me queda mucho tiempo para llegar al aeropuerto, intento conducir lo más rápido que puedo, tomando en cuenta el tráfico, pero igual llego tarde y ya Xavier me espera frente al aeropuerto, le pito y sube.
—Disculpa la tardanza, Rodolfo me encargó muchas cosas —me excuso. Xavier me mira sonriente.
—No te preocupes, te extrañé. —Xavier me sorprende uniendo sus labios a los míos, al principio me quedo paralizada, pero luego le correspondo el beso, aunque no con la misma intensidad que él. Al separarnos, Xavier me sonríe abiertamente y se acomoda bien en su asiento.
—Yo también te eché de menos —confieso ya menos abrumada.
—Ya lo creo —comenta irónico, lo miro mal y ríe.
—¿Quieres hacer algo antes de ir a casa o vamos de una vez? —pregunto por educación, la verdad preferiría regresar a casa y dormir de una vez hasta mañana.
Me importa un chingado que apenas sean las 17:09hrs.
—¿Te gustaría ver una película en el cine? —propone y en su voz se nota la emoción, quiero cerrar los ojos, pero estoy conduciendo y eso sería irresponsable.
—Me encantaría —miento, Xavier sonríe satisfecho y yo cambio mi ruta hacia el sur para ir al centro comercial.
Apago el auto al estacionar y bajo sin mucho afán, me concentro en no demostrar mi cansancio y le sonrío a Xavier que me espera para entrar juntos.
No nos cogemos de la mano, solo caminamos uno al lado del otro mientras que Xavier me cuenta animado lo bien que han sido estos primeros días del nuevo negocio.
Asegura que no ha faltado clientela ningún día y que si sigue así, prosperará más pronto de lo pensado. Me alegra mucho eso, tener un negocio próspero es la meta de todo empresario.
Llegamos al cine y solo hay unas cuantas personas en la fila para comprar las entradas, no es temporada de vacaciones y no hay muchos menores en todo el centro comercial.
—¿Qué película quieres ver? —pregunta Xavier viendo la cartelera. Niego con la cabeza.
—No lo sé, ¿una graciosa? —propongo. Xavier asiente y es nuestro turno. Compra las entradas y le agradece a la chica. Pasamos a comprar las palomitas y Coca-Cola para caminar de prisa a la función que ya inició hace unos minutos.
Entramos a la sala y tan solo hay unas seis, cuando mucho siete personas acomodadas en diferentes partes. Xavier nos conduce a los asientos del medio. Aún están pasando los tráiler de otra película que estrenará pronto.
Nos da tiempo de acomodarnos y estar cómodos para cuando empieza. La sala se llena de risas a medida que la película avanza y yo lucho por mantener mis ojos abiertos.
También me he reído, no lo niego, pero puede más el cansancio de estos días que me está pasando factura. Apoyo mi cabeza en el hombro de Xavier y de a poco me voy quedando dormida hasta que no escucho nada mas.
—Muñeca. —Escucho que Xavier susurra en mi oído, abro los ojos de a poco y noto que las personas están saliendo y solo nosotros quedamos sentados—. Me hubieras dicho que estabas cansada y hubiéramos ido a casa —habla Xavier cuando me enderezo, le sonrío avergonzada, él acaricia mi rostro para después colocarse de pie y ofrecerme su mano, la acepto y me levanto.
Me suelto de su agarre con la excusa de sacudirme la ropa de las migas de palomitas, pero la verdad, lo hago para mantener distancias.
Ya he tomado una decisión y necesito mantenerla firme.
Salimos de la sala de cine, para después salir completamente del cine y del centro comercial. Volvemos al auto después de comprar unos helados en McDonald's para Rocío y Arianna.
Xavier insiste en conducir él y no me opongo. Llegamos a la casa sin cruzar palabras, yo solo veo por la ventana como cae la lluvia mientras que la música nos envuelve. Al llegar a casa no solo están Arianna y Rocío, sino también Marcus, Ian, Rodolfo y Tony.
—Si que se han tardado —se queja Rodolfo. Sonrío cansada—. Ya estoy muriendo de hambre —añade tocándose el estómago dramáticamente. Todos ríen.
—Lo siento, no pensé que estarían todos acá. No les trajimos helados a todos —confieso apenada entregando el helado a Rocío y Arianna, esta última abraza a su hermano con alegría.
—Hicimos una parada antes —explica Xavier—. Aunque parece que muy aburrida, porque Rose se durmió. —Lo miro mal. Eso ha sonado muy mal.
—Estoy cansada —me excuso—. Iré a ver a mis bebés —les aviso y camino hasta allá.
Los encuentro sobre su colchoneta en el piso jugando con sus legos y se escucha de fondo jazz, eso tiene que ser obra de Rocío. Pero a los niños parece gustarle esas canciones. Sonríen al verme, me agacho junto a ellos y me entretengo un rato hasta que escucho a Rocío llamarme.
Todos están sentados alrededor de la mesa hablando de yo no sé qué, la verdad el cansancio no me deja concentrarme.
Sumándole a eso, que mi cuerpo se siente triste, o quizás solo sea mi corazón pesándome por lo que haré en unos días.
Decidí regalarle a mi mejor amigo un día importante para él y entonces después tomaré mi decisión, en realidad ya la tomé, pero necesito convencerme aún de que es la correcta.
La cena transcurre todos hablando del día de mañana, lo emocionados que están por ir al mar en Roma, (Esos son Arianna, Rocio y Xavier) y estableciendo el punto de partida, que por estar aquí Xavier, que supuestamente es él el motivo de la salida, deberemos estar todos listos a las 10:00hrs.
Todos asienten y apenas acabamos de cenar me disculpo y regreso a mi habitación. Necesito dormir, de verdad lo necesito.
Voy al baño para tomar una ducha caliente, preparo la tina, vierto todos los shampoo que me encantan y me sumerjo en ella. La música que puse de Shawn Mendez me mantiene despierta y cantando mientras siento como el agua calientita me relaja los músculos del cuerpo.
Siento como mi cuerpo es alzado, obligándome a abrir los ojos, veo como Marcus me tiene en sus brazos y escucho el agua caer en el suelo, gran desastre debemos estar haciendo.
Siento también cuando mi cuerpo es depositado sobre la cama y me quejo.
—La estoy mojando —digo obvia. Marcus me regala una sonrisa y entra de nuevo al baño, me coloco de pie dándole la espalda para que no me vea desnuda, aunque es obvio, ya lo ha hecho.
—Ten, no tengo mucho tiempo, notaran mi ausencia y sospecharan. —Me entrega el paño y camina hasta la puerta. Antes de abrirla, da vuelta y me mira—. No vuelvas a hacer eso, es peligroso —advierte e imagino que se refiere a dormirme dentro de la tina. Asiento y él sale.
Me quedo allí parada viendo la puerta de mi habitación por unos cuantos minutos más, no sé muy bien qué es lo que estoy esperando, si quiero que vuelva y me bese o si solo estoy deseando volver a verlo preocuparse por mí. Cuál sea de los dos, debo prohibirme esperarlas.
Suspiro y busco en mi closet una pijama para colocarme. Coloco una alarma en el celular para las 08:00hrs, tiempo suficiente para estar lista para el día de mañana y me acuesto a dormir de nuevo.
Mis amores, el final se acerca. Faltan unos dos o tres capítulos más y listo.
Sin más, sigamos leyendo.
Aixa🌙
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