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Capítulo 25 ✔️ [Corregido]

¡Uf! Esto es peor que las cartas de amor. ¡Detesto las cenas con espectáculos! 

Película: SHREK TERCERO

Parte 1

—¿Qué sucede, Rose? Desde que saliste del baño estás distraída. —Volteo a ver a Arianna apenas estaciono el auto en la casa.

—No es nada, tranquila —miento. Arianna asiente no muy convencida, pero no insiste. Lo agradezco.

La verdad estoy ansiosa por saber qué pudo resolver Xavier, quiero saber si los trabajadores terminarán todo mucho antes, porque de ser así, solo de pensarlo, mi corazón se acelera y mis piernas se desploman.

Bajamos del auto y entramos en la casa. Ian está jugando con los niños en la sala, Rocío imagino que está en la cocina. Arianna saluda a Ian y sigue su camino.

—Hola —saludo también, me siento en el sofá frente a él y los niños por fin deparan en mi presencia y vienen gateando para abrazarme. Los abrazo y beso sus cabecitas.

—¿Largo día? —pregunta Ian señalando los documentos y carpetas que dejé a mi lado en el sofá al sentarme.

—Ni te imaginas —admito. Ian sonríe y llama a los niños, estos obedecen felices.

—Ya vengo —avisa, asiento y sigo viendo a los niños mientras juegan con sus legos—. Listo. —Ian llega con un recipiente con agua, supongo.

—¿Qué es eso? —pregunto confundida. Ian se arrodilla frente a mí y deja el recipiente en el piso, que efectivamente si tiene agua.

—Agua —dice obvio. Golpeo su cabeza suave y este se queja—. Te daré un masaje, ¿y así es como me agradeces? —Ríe dramático, pero yo solo me concentro en sus palabras de que me dará un masaje.

—¿Qué has dicho? —cuestiono.

—Que te daré un masaje, tranquila, no es la gran cosa —asegura restándole importancia y coge uno de mis pies. Me suelto de su agarre.

—No, estás loco. No te dejare darme un masaje, Ian —replico. Ian me mira como si estuviera loca.

—Rose, de verdad no es la gran cosa, solo quiero que te relajes. Vamos, ven. —Sigo negando con la cabeza, pero luego de unos minutos de insistencia, cedo.

Además, ¿cómo negarse a un merecido masaje de pies? Y gratis, de paso. Una ganga.

Apenas mis pies tocan el agua tibia, un alivio recorre mi cuerpo.

Cierro los ojos colocando la cabeza hacia atrás apoyada en en el espaldar del sofá.

Ian comienza primero sacando un pie del agua para repartir pequeños masajes haciendo presión en diferentes partes. Esto es divino, tanto, que me duermo.

Despierto por diferentes voces charlando, abro los ojos de espacio hasta que me acostumbro a la luz y veo a Rocío riendo con Arianna e Ian mientras colocan la mesa, no sé dónde están los niños, imagino que deben estar ya acostados.

¿Cuánto tiempo me dormí? Me levanto del sofá con el cuerpo aún adormecido.

—Buenas —saludo reuniéndome con ellos.

—Al fin despertaste, mi niña. Ya está lista la cena. —Rocio besa mi frente y entra en la cocina.

—Yo también llegué durmiendo, pero por lo menos yo llegué a la habitación —se burla Arianna, la codeo y ella ríe.

—Los niños ya están durmiendo, podrás trabajar más tranquila y por cierto, Arianna me explico un poco del trabajo y me tomé el atrevimiento de ayudarte con dos contratos, ya solo debes pasarle una ojeada y verificar que todo esté en orden. —Ian acaricia mi hombro con su mano y yo le sonrío agradecida.

—Gracias por todo, de verdad. —Soy sincera. Si alguien me hubiera dicho que Ian podía actuar de esta manera, me hubiera reído en su cara, pero fíjate las vueltas que da la vida.

—A comer, todos. —Rocío regresa con la comida y todos cenamos entre risas. Rocío nos cuenta de las nuevas travesuras que están haciendo los niños y ese es el tema principal para reír durante toda la comida.

Me ofrezco para lavar los platos y recoger, pero Rocío me lo prohíbe, así que me dirijo a mi habitación con mis carpetas para revisar todo.

Solo traje unas siete, espero hacerlas todas hoy y no acostarme tan tarde.

Me pongo manos a la obra y al terminar de leer los dos contratos que Ian revisó y verificar que todo está bien, lo transcribo en la computadora. Gracias a su ayuda ya son menos los que debo revisar desde cero, decido que si voy a hacer esto es mejor buscar algo que me mantenga despierta.

Me levanto de la cama y camino hasta la cocina.

Al llegar al final del pasillo veo un bulto sobre el sofá, enciendo la luz y es Ian quien está durmiendo. Arrugo el entrecejo.

¿Por qué no me avisó que se quedaría a dormir? Le hubiera pedido a Arianna que durmiera conmigo.

Apago de nuevo la luz y sigo mi camino hasta la cocina para tomar lo que vine a buscar.

Cojo un envase de Coca-Cola, dos vasos y preparo unas palomitas en el microondas que no dejo que llegue al tiempo final para que no haga ruido y despierte a Ian.

Regreso a mi habitación, dejo todo en la mesa de noche y vuelvo a salir. Paso por la habitación de huéspedes dónde está quedándose Arianna y la encuentro despierta metida en su portátil.

—Hola —saludo tímida—. No toqué porque pensé que estabas durmiendo —me excuso apenada. Arianna sonríe.

—Tranquila. ¿Qué sucede? —pregunta cerrando la portátil.

—¿Puedes dormir esta noche conmigo? —Arianna alza una ceja burlona.

—¿La niña no quiere dormir solita? —se burla. Ruedo los ojos con una sonrisa.

—No seas tonta, es para que Ian pueda dormir acá, no voy a pedirle a él que duerma conmigo —digo obvia. Arianna abre la boca sorprendida y la vuelve a cerrar.

—¿Se quedó a dormir? —pregunta confundida. Asiento—. No me di cuenta —confiesa.

—Yo tampoco, hasta ahorita que lo vi durmiendo en el sofá, no sé porqué no me lo dijo —le explico. Arianna asiente y coge su portátil, su celular y se coloca de pie.

—¿Se levanta temprano o tarde? —cuestiona mirándome, me encojo de hombros.

—¿Yo qué sé? —replico de vuelta. Arianna me mira mal.

—Tú viviste con él, tonta. —Abro la boca con la intención de replicar, pero nada viene a mi mente. Estúpido cerebro que sigue dormido.

—Eso no significa que siga despertando a la misma hora que cuando vivíamos juntos —argumento. Arianna bufa.

—Llevaré mi ropa de una vez, de todas formas. —Asiento y doy vuelta.

—Iré a despertarlo —le aviso y salgo de la habitación escuchando un "ok" de Arianna. Llego a la sala y enciendo la luz para no tropezarme con nada.

»—Ian —lo llamo tocando su hombro. Este hace ruidos ininteligibles, pero no despierta. Lo muevo más fuerte y esta vez sí abre los ojos y los vuelve a cerrar de golpe mientras dice un impropio.

—¿Qué hora es? —cuestiona con voz ronca. Eso me trae recuerdos. Sacudo mi cabeza volviendo a la realidad.

—No lo sé. Vamos para que te acuestes en la cama —le digo bajito. Ian parpadea un par de veces hasta acostumbrarse a la luz.

—¿Qué cama? ¿Quieres que me acueste contigo? Aquí estoy bien, tranquila, no es necesario —dice todo creo que sin respirar y no sé si sentirme mal porque no quiere dormir conmigo o al contrario, alegrarme de que ya no quiera estar conmigo.

Esperen, ¿eso debería alegrarme?

—No conmigo, tonto. Yo dormiré con Arianna y tú podrás dormir en la habitación de invitados —le explico. Ya no hablo bajito. Ian asiente.

—¡Ah, sí, claro, entiendo! —Ruedo los ojos. Ian se coloca de pie y camina hasta el cuarto de huéspedes, no sé por qué lo sigo. Apenas entra al cuarto se queda en la puerta y me mira de frente. Estamos muy cerca—. Gracias. —Asiento.

—No fue nada, tranquilo. Gracias a ti por la ayuda de hace un rato. —Le vuelvo a agradecer.

Ian asiente y baja la cabeza unos segundos mirando al piso, cuando la levanta sus ojos hacen contacto directo con los míos y a pesar de todo, sigo creyendo que tiene un par de gemas por ojos.

Son de un color precioso.

—Ya te he dicho que los tuyos son aún más preciosos e hipnotizantes que cualquier otros ojos. —Bendita la manía mía de pensar en voz alta y, bendita costumbre de sonrojarme por todo, aquí estoy avergonzada y sonrojada. Perfecto.

»—Si sabes que no dije en mala onda lo de que no era necesario dormir contigo, ¿cierto? —pregunta Ian, suspiro.

—Tranquilo, yo tampoco quiero dormir contigo —aclaro. Ian alza una ceja retador, lo imito.

—¿Segura? —Se acerca aún más a mí, hasta que su aliento choca contra el mío. Inmediatamente mi cuerpo se pone en modo alerta y mi respiración se acelera, desafortunadamente Ian lo nota y toma eso como una respuesta—. Buenas noches, Rose —dice y deposita un beso sobre mis labios.

Solo eso, un toque, no se queda sobre ellos esperando que le corresponda el beso ni muerde mis labios, no. Solo me dio un pico y se dio vuelta para entrar de nuevo al cuarto y cerrar la puerta.

Lo que no entiendo es porqué si solo fue un simple pico, mi corazón está tan acelerado y mi mente tan nublada. ¿Qué me sucede?

Aixa🌙

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