Ni Lógico Ni Injustificado
La luz entraba por los grandes ventanales del laboratorio sin óbice alguno. A pesar de que Viktor prefería los espacios poco iluminados, en esta ocasión aquella claridad no representaba una molestia para él.
Era un momento excepcional, en el cual no estaba haciendo anotaciones para una investigación. Tampoco prestaba atención al invento en el que trabajaba, lo cual le ganó un reclamo por parte de su inconsciente. Aun así, planeaba que aquel despiste en el que se encontraba se prolongara por unos segundos más, sólo se permitió eso.
¿Qué si lo entendía? No, en absoluto. Pero ese extraño impulso le ganó a su cerebro, que le decía "debes concentrarte, ese aparato no se terminará por sí solo". Ignoró esto, y simplemente lo hizo. Levantó la cabeza y se volteó desde donde estaba sentado, todo para posar su mirada, su atención, sobre alguien. Nadie más que su asistente, que trabajaba en un escritorio al otro extremo del laboratorio, cerca de la ventana.
El rostro del castaño permaneció inexpresivo al principio. Ella revisaba unos papeles mientras los organizaba en unas carpetas. Parecía muy concentrada en su tarea, podía verlo en sus ojos.
Viktor era un hombre de ciencia, objetivo, disciplinado; siempre tenía una lógica que seguir o una razón para hacer las cosas. En esta ocasión, simplemente había cedido a un insólito y repentino afán, uno capaz de incluso desviar su interés comúnmente obstinado sobre lo referente a su trabajo con tecnología Hextech.
En su complejo y a veces algo estresante mundo laboral, había pequeños momentos en que se separaba de su escritorio y tomaba algo de café o té para relajarse por un breve instante. Mirar a Sky como lo estaba haciendo ahora, tenía casi ese mismo efecto o quizás incluso uno más placentero y reconfortante.
¿Contaría aquello como una explicación racional del porqué de su repentina fijación hacia la joven? Era una buena excusa, pero se limitaba a ser la punta del iceberg. Obviamente, había algo más que sólo la tranquilidad que le producía a su ser con tan sólo verla.
Pasaron unos segundos hasta que se completó el minuto, y él seguía sin poder dejar de mirarla.
Sus labios se curvearon ligeramente. La luz sí que favorecía el perfil de la mujer.
Para las personas, es casi un sexto sentido el sentir las miradas de los otros. Sky desvió su atención de los papeles frente a ella y alzó la cabeza. Se topó con un Viktor sentado de espaldas, ocupándose del mismo proyecto de la semana pasada. Se acomodó los lentes y retomó lo que hacía. El castaño soltó un suspiro desde donde estaba.
"¿Qué se supone que estoy haciendo?", pensó, recriminándose a sí mismo. No podía dejar de trabajar por algo tan trivial... no, eso tampoco. Lo referente a Sky no era un asunto trivial. Era su asistente, sí, pero hasta él tuvo que reconocer que desde hacía un tiempo ese término era insuficiente para representar lo que ella era, en realidad, para Viktor.
Su razón volvió a ser derrotada por ese extraño capricho que su corazón no cesaba de pedir. De nuevo suspendió sus labores y se volvió para verla. Tan concentrada y atenta, con su trabajo, con él, con todos. Ponía dedicación y esfuerzo en cada cosa, sin mencionar su dulce y servicial carácter. Le alegraba tener a una persona tan valiosa en muchos ámbitos ahí, trabajando juntos. Esto le hizo pensar que, pese a que sus acciones y sentimientos parecían no tener lógica, por otro lado estaban bien justificados. Tenía razones de sobra para fijarse en Sky.
Sonrió involuntariamente, de nuevo. Eran escasas las ocasiones en las que se sentía tan bien.
Sky alzó nuevamente la mirada, y sus ojos claros chocaron con los de él. Un escalofrío recorrió la espalda de la morena.
Viktor no apartó la mirada, ni siquiera intentó disimular. Todos los pensamientos racionales en su cabeza parecieron desvanecerse en cuanto la de cabellos rizados lo observó de vuelta. Lo habían atrapado en el acto, pero no le importaba. Le pareció absurdo tener que ocultar algo como aquello si ella se había dado cuenta ya.
- ¿Sucede algo, Viktor? - Cuestionó, tratando de no hacer evidente su propio nerviosismo.
Él meditó un poco lo que diría a continuación - Sólo observaba lo linda que está hoy, Srita. Young. Lamento si eso la incomodó de alguna forma - Habló con honestidad y delicadeza, reconociendo y a la vez no las palabras que acababan de salir de su boca.
- Oh, no, no te preocupes. Y...¿Gracias? - Dijo ella, un poco confundida. Luego bajó la cabeza, carraspeó y se acomodó nuevamente los lentes. Viktor pudo ver que esbozaba una pequeña sonrisa acompañada de un ligero enrojecimiento en su rostro, mismo que se reflejó tenuemente en las mejillas del hombre.
Retomó, por fin, su trabajo, al igual que lo hizo ella. "Debe estar extrañada por lo que le dije" pensó el castaño. Estaba claro que aquella "confesión" parecía ser más un cumplido y sinceramente no se conformaba con sólo hacer esto. Ahora quería tener una oportunidad de disipar las dudas que Sky tuviera y de paso reafirmar lo que en su interior reconocía ya como algo patente.
Y que mejor forma de hacerlo que con una agradable caminata nocturna. Acompañarla a casa sería sin duda, un buen primer paso.
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¿Quién publica un shot de una pareja infravalorada que jamás se hará canon a la 1 de la mañana? Yo mera.
Solamente creo que esta pareja se merece más amor y darle, al menos en los fanfics, el final feliz que se merecía.
Les agradecería si comentaran, votaran y me hicieran saber los errores ortográficos. Los quiero <3
¡Hasta la próxima!
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