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Capítulo veintiuno

—Tener novia es difícil... —lloriqueo el Dr. Gray, llorando a moco tendido mientras unos grilletes sujetaban sus brazos y piernas, fijándolo contra una pared.

—No soy tu novia —aseguró la Dra. Mironi—. No hasta que se te pase lo loco. —Acto seguido, comenzó a aplicarle terapia de electrochoques.

—¡IIIIIIIIIIHH!

Cuando pudo escaparse de su novia loca y torturadora, escapó directo a su laboratorio y comenzó a escuchar su música disco para animarse, aunque sin dejar de hacer pucheros de tristeza porque ni un besito le habían dado en todo el fanfic.

—¡No es justo! ¡Si soy muy guapo! —Se miró al espejo.

Mironi últimamente lo estaba obligando a peinarse todas las mañanas, pero con las sesiones de electrochoques y su escape por el bosque siempre acababa igual de despeinado que siempre.

—¿Será por eso que no me da un besito? —se preguntó con un puchero—. Mmm... Las vacas son lindas... Y los alienígenas se las llevan... Hablando de alienígenas, debería ir a hablar con Whyman que fue convenientemente insertado en la trama a último momento —murmuró para sí mismo, colocándose sus botas voladoras y dirigiéndose a la mansión Ishigami.

Golpeó a la puerta dos veces y le abrió Ishigami Byakuya.

—¡Hola! —lo saludó alegremente.

—¡Oh, el loquito! ¡Hola! —le devolvió el saludo con la misma alegría.

Ah, el Dr. Gray estaba realmente feliz de que hace pocos años, luego de una larga y convenientemente omitida trama de búsqueda de la estatua de Ishigami Byakuya (que fue petrificada por un Whyman del futuro ya que eventualmente la humanidad lograría dominar el viaje en el tiempo y por lo tanto la Medusa había podido enviar el rayo petrificador hasta él), el padre de Senku había sido devuelto a la vida y pudo conocer a sus dos nietas.

Primero supusieron que la estatua de Byakuya estaba en el cementerio de la aldea Ishigami, pero no lograron encontrarlo, por eso Byakuya no pudo regresar sino hasta hace unos años cuando de la nada encontraron una pista de...

—¡Por cierto! —gritó el Dr. Gray, interrumpiendo descaradamente al narrador—. ¿Cómo te has sentido desde que te hice treinta años más joven gracias a mis innovadoras tecnologías de medusa turritopsis dohrnii?

—¡Maravilloso! —aseguró Byakuya, saltando en un pie con los brazos en posición de gruya—. ¡Puedo jugar con mis nietas sin ningún problema! O bueno... —De repente, su sonrisa decayó un poco y empezó a lagrimear con todo y mocos—. Eso creí...

El Dr. Grey siguió a Byakuya dentro de la mansión Ishigami, que lo guio hasta unas ventanas y de allí vieron a través de otras ventanas a Senku en su laboratorio experimentando con químicos raros junto a Tsukiku (de ahora catorce años). A través de otros ventanales, vio a Kohaku y Shizuku (que ahora tenía cinco años) entrenando artes marciales, aunque de la nada, cuando la pequeña se tropezó y su madre la tomó en brazos, ambas comenzaron a bailar entre risas.

—Mi Tsukiku últimamente tiene papitis... —exclamó Byakuya, llorando cascaditas—. Y Shizuku mamitis... ¡pero luego intercambian roles! Y resulta que por la tarde Shizuku tiene papitis y comienza a cocinar con su papá, y a Tsukiku le da mamitis y entrena con su madre o salen de compras... —Sus hombros se hundieron—. Y Lillian está de gira ahora...

—Lillian también fue revivida gracias a Whyman del futuro que envió el rayo petrificador a su tumba desde el futuro cuando se logre una máquina del tiempo —explicó el Dr. Gray.

—¿A quién le hablas? —preguntó Byakuya.

—A los celestitos —dijo el Dr. Gray con alegría.

—¿Eh...?...

—O también he pensado en llamarlos kaomyristas...

—No te entiendo... pero bueno, ¿quieres un poco de ramen?

—¡Claro! —Los dos marcharon felizmente a la cocina.

—Shizuku siempre prepara demasiado, cinco años y ya es toda una cocinera, ¡aunque la ayudamos, claro! Y luego Senku envasa al vacío todo para hacer ramen instantáneo casero ¡y delicioso!

—¡Wuu! —El Dr. Gray aplaudió.

Mientras esperaban a que se calentara el agua, Byakuya llevó al Dr. Gray a hablar con Whyman.

—¿Qué se siente que yo ya haya descubierto todos los secretos que tú quieres saber pero que no voy a revelar ninguno por el bien de la trama? —preguntó el Dr. Gray mientras se columpiaba en el aire de un columpio invisible.

—Es frustrante y quisiera petrificarte —admitió Whyman—. Por suerte mi interruptor de emociones está apagado, así que no soy vengativo, y tampoco tendría lógica hacer eso.

—¡Nop, pero sería divertido! —Gray rio a carcajadas—. Pero no te preocupes, igual eventualmente recuperare la cordura y ayudaré un poco a la humanidad... creo... eso vi en el futuro... ¿o lo vi en la película de Volver al futuro?

—Ya, deja de molestar a Whyman. —Byakuya palmeó su espada amistosamente y lo llevó de regreso a la cocina.

Se sentaron a comer tranquilos y Byakuya siguió lloriqueando de que sus nietas no le prestaban mucha atención.

—Senku siempre se molesta en pasar un tiempo conmigo, y es genial y todo, pero... —Hizo puchero—. ¡Quiero estar más tiempo con mis nietecitas! Todos estaban muy felices cuando Lillian y yo volvimos, pero ahora mis nietas ya se acostumbraron mucho a mí y ya no sé qué hacer para llamar su atención... —Lloró cascaditas—. ¿Me tendría que convertir en un abuelo más "cool"?

—Puedo hacerte capaz de tolerar temperaturas bajo cero si quieres —ofreció el Dr. Gray amablemente.

—Nah, eso solo impresionaría a Tsukiku y Senku un tiempo, pero no mucho. —Suspiró, jugando con su tenedor—. Tuve más nietos, ¿sabes?

—Sí, te hice ir a visitarlos el mes pasado. A ti y a Lillian. —Gray asintió alegremente.

—¡Sí, gracias por eso! —Byakuya le enseñó el pulgar—. Aun así, pude pasar mucho tiempo con mis nietos de hace tres mil setecientos años, pero llevo pocos años con Tsukiku y Shizuku, ¡y ya siento que las estoy perdiendo! Entiendo que quieren pasar más tiempo con sus padres, pero... —Volvió a hacer pucheros—. ¡El abuelo también necesita atención! Pero Tsukiku siempre quiere estar experimentando y Shizuku tiene tanta energía que a veces solo su madre le sigue el ritmo... y cuando se cansan de lo mismo, invierten a sus padres. Siempre es Senku con Tsukiku y Kohaku con Shizuku. O Senku con Shizuku y Kohaku con Tsukiku. ¡Pero yo quiero mi tiempito con ellas también! —Lloró a viva voz y el Dr. Gray le tendió un pañuelo—. Gracias. —Sonó su nariz ruidosamente.

—Entiendo... —El Dr. Gray sonrió inmensamente, con su sonrisa de loco inocente, con cara de que acababa de ocurrírsele algo—. Y creo que tengo la solución exacta para tu problema...

.

Horas después, la familia Ishigami se reunió a cenar, conversando alegremente y pasando algo de tiempo todos juntos que hizo que Byakuya se sintiera mejor, pero aún quería pasar más tiempo él con sus nietas así que, después del postre, cuando las niñas se fueron directo a sus habitaciones, Byakuya decidió aprovechar la ocasión para decirle a su hijo y su nuera la brillante idea del Dr. Gray.

—¡Tengo algo que decir! —Aplaudió alegremente—. Es una propuesta de algo muy interesante y novedoso... ¡El Dr. Gray me lo sugirió este mismo día!

—¡¿Aceptaste una idea de ese loco?! —Senku lo miró horrorizado de inmediato, hasta se escondió detrás de Kohaku y todo—. ¡Olvídalo, como me vuelva a convertir en gato, en muñeco o en mi esposa lo voy a matar!

—¿Él t-te hizo todo eso? —Byakuya se quedó con la boca abierta.

Le habían contado muchas de las travesuras del científico loco, pero no todas, y por lo que Senku le decía, le pasaron muchas cosas bizarras de la mano del agradable pero loco Dr. Gray.

Senku no le hizo mucho caso a su pregunta, sin embargo, más concentrado en despotricar en contra del Dr. Gray como prueba del gran repudio que le había agarrado a él y a todo lo que tuviera que ver con sus planes de neurótico.

—¡Sé que es inmortal pero juro que encontraré la manera de matarlo! ¡Como me vuelva a hacer algo de alguna forma juro que voy a encontrar la forma y que me divertiré encontrándola! —Empezó a reír como psicópata.

—¿Seguro que tú no estás loco también, hijo? —Byakuya lo miró sinceramente preocupado.

—¡Loco me va a volver ese bastardo! Y será mejor que tú no te sumes a sus locuras, nada bueno ha salido nunca de escuchar a ese bastardo.

—Pero es un buen plan...

—¡Ja, nada bueno sale de ese hombre! —aseguró Kohaku, también desconfiada—. Lo siento, pero yo tampoco creo que sea buena idea escucharlo, ha hecho muchas locuras en el pasado. Algunas fueron divertidas, pero...

—Yo no me divertí en lo absoluto —masculló Senku rencorosamente.

—¡Ja, eso dices ahora! —Le envió una mirada que decía un "tú sabes que nos divertimos mucho en varias ocasiones".

Senku carraspeo, intentando borrar los recuerdos de la vez en la que separó sus personalidades o la vez en la que intercambió sus cuerpos.

La leona tenía razón, pero no iba a admitirlo... y menos delante de su padre.

—Como sea, no vamos a darle una oportunidad ahora, ha tenido muchas y siempre las ha arruinado con su locura.

—Es cierto, no creo que sea prudente. —Kohaku asintió, de acuerdo con su esposa.

—Pero él dijo...

—¡Mejor no hacerle caso! —exclamaron ambos.

—Pero solo dijo que ustedes deberían tomar vacaciones de pareja y dejarme al cuidado de las niñas. —Cuando dijo eso, Senku y Kohaku se congelaron.

—¿Qué?...

De todas las locuras que podrían haber esperado, jamás habrían esperado algo como eso... ¡sonaba a algo que diría una persona cuerda, y eso era lo más loco de todo!

—Sí, podrán pasar algo de tiempo de calidad a solas y yo podré estar con mis nietecitas. —Sonrió encantado—. ¡Las llevaré a pasear y cocinaremos galletitas!

—Tú no sabes cocinar cosas como esas ni para salvar tu vida... por eso siempre comíamos en restaurantes cuando era pequeño —murmuró Senku con ojos entrecerrados, aunque luego rio con nostalgia.

—No, ¡pero mi Shizuku me enseñara! Para tener cinco años es muy habilidosa...

—Ja, creo que ya cocina mejor que yo. —Kohaku rio con orgullo—. ¡Aw, mi bebé! ¡Iré a contarle un cuento! —Corrió escaleras arriba para ir a mimar a su niña más pequeña antes de que se durmiera.

—¡Oye! ¡¿Y las vacaciones?! —preguntó Senku.

—¡Yo digo que sí, tú decide! —gritó ya a lo lejos.

Senku suspiró, frotando su oído con fastidio.

—Tengo mucho trabajo...

—Siempre tienes mucho trabajo —rebatió Byakuya, sonriente—. Sobrevivirán sin ti una semana.

—No me gusta dejarlas solas con el Dr. Gray dando vueltas por aquí —masculló con una mueca—. Extrañamente contigo se comporta más cuerdo que con cualquiera, pero aun así no me fio de él.

—¡Vamos, solo una semana! Si tanto te preocupa, dejaré de tener mis salidas de amigos con él.

—Bien... pero creo que aun así iré a hablar con ese demente.

Senku fue acompañado de Tsukasa y Gen por precaución para hablar con el Dr. Gray al día siguiente.

La Dra. Mironi actualmente estaba trabajando en una especie de lobotomía rara con ayuda de la esposa de Gen, y estaba preparando las máquinas para hacerlo con el Dr. DJ, por lo que había esperanzas de que pronto se le quitara lo loco, pero iba a durar por lo menos varios meses más así.

Llegó al laboratorio con sus dos amigos, y vieron que el Dr. Gray no estaba por ningún lado.

—Quizás está escapándose de su novia otra vez~.

Senku escaneó el laboratorio con la mirada, hasta que sus ojos se posaron en una especie de puerta entreabierta que antes no estaba ahí... y de la que parecía emanar cierto brillo.

Sin pensarlo mucho, se acercó a la puerta, pero Tsukasa colocó una mano en su hombro.

—No creo que debamos tocar nada de lo que hay aquí —exclamó el primate más fuerte.

—Está entreabierta, quizás esté ahí... o quizás ahí encontremos secretos de alguno de sus increíbles inventos. —Sus ojos se iluminaron con avaricia y abrió la puerta de golpe.

Una luz lo cegó por un momento, y entonces sintió un impacto.

Alguien chocó contra él...

Se apartó gruñendo y parpadeo varias veces para acostumbrar los ojos, viendo con vista borrosa a una chica bajita delante de él, una chica que parecía...

—¿Tsukiku...?...

Sus ojos se acostumbraron mejor y pudo ver bien, dándose cuenta que no era Tsukiku, se parecía, pero...

—Eres... ¿Tsukiku de cincuenta años?...

—¡Tengo cuarenta y pocos, bastardo! —le chilló esa mujer—. ¡Y mi nombre no es Tsukiku! ¡No sé de qué me hablas!

Senku ladeó la cabeza.

Ya nada debería sorprenderlo del Dr. Gray, pero esta mujer... se parecía a Tsukiku... pero también a Shizuku...

—¿Quién es este? —De pronto un hombre rubio de cabello despeinado que aparentaba estar al final de sus veinte se levantó del piso frotando sus ojos azules—. ¿Dónde estamos ahora, Senko?

Senku se quedó congelado un momento.

—Perdona, ¿qué?

—Mierda, no veo nada... —Otro chico se levantó del suelo, también frotando sus ojos. Parecía ser un niño de trece o catorce y se parecía a...

Senku tragó saliva, notando que ese chico que parecía de la edad de su hija mayor era, de hecho, completamente idéntico a ella, solo que en vez de largas coletas tenía el cabello corto y despeinado igual que el hombre rubio, con un look muy parecido a cuando Kohaku se cortó el cabello para ayudar en la demostración de Suika que convenientemente nunca recordó sino hasta este momento.

Bajó más la vista, viendo sentado en el suelo a un niñito como de cinco años que parecía ser una versión masculina de su hijita menor... los mismos ojos grandes color carmín, los mismos dos mechones sobre su frente, pero con el cabello parado tal como Senku.

Tsukasa y Gen observaron todo boquiabiertos.

—Oye... —El hombre rubio observó a Senku con ojos entrecerrados—. Este flacucho como que se parece a mi Shizashi...

—Estoy sospechando que esto tiene algo que ver con la doctora Gray... —La mujer parecida a sus hijas se frotó las sienes.

Senku de inmediato la imitó, dándose cuenta de inmediato de lo que ella pensaba.

Los dos suspiraron al mismo tiempo.

—Ishigami Senku, cuarenta y cuatro años, científico líder de Japón —dijo con cansancio—. Tengo un Dr. Gray masculino que creo que nos acaba de meter en este problema.

—Ishigami Senki, científica líder de Japón, y no te pienso decir mi edad exacta. —Alzó mucho la barbilla—. Mi Dra. Gray hace mucho tiempo no hacía sus payasadas, pero esta luz acaba de absorberme a mí y a mi familia de la completa nada.

—Yo creo que eso es más bien tu culpa, Senku-chan~ —susurró Gen nada discretamente—. Tsukasa-chan te dijo que no tocaras nada~.

—Cállate, mentalista. —Bufó—. Será mejor que busquemos a ese loco para que arregle esto.

—Si la puerta nos mandó aquí, ¿por qué no solo volvemos por allí? —preguntó la versión masculina de Tsukiku, abriendo la puerta una vez más.

De inmediato, otro brillo los cegó y un grupo de personas cayó directamente encima del chicuelo impulsivo.

—Ok, decidido, nadie vuelve a tocar esa puerta —ordenaron Senku y Senki al mismo tiempo.

—Ouch... —El Tsukiku masculino se puso de pie y miró al grupo—. ¡Oh, mis amigos!

—¿M-mamá... papá...? —preguntó visiblemente espantada la que parecía ser la versión femenina de Haishi. Era una mini Tsukasa femenina, básicamente, pero con el cabello corto apenas llegando por debajo de su mandíbula. Era más alta que Senku y tenía algo de musculo en los brazos, más que Kohaku pero menos que Nikki.

—Larga explicación —dijo el Tsukiku masculino—. Bueno, no tan larga, la loca de Gray hizo esto... o una versión masculina suya.

—Ah. —Todos asintieron, entendiendo de inmediato.

—Soy Ishigami Tsukuya, por cierto.

—¡Yo soy Shizukai! —se presentó la versión masculina de Shizuku, brincando felizmente.

Senku rio con ternura. Esto no era tan malo, de hecho... El viejo se volvería loco al ver a ese pequeño Senku con carita de Kohaku.

—Yo soy Kohaku —se presentó la versión masculina de Kohaku... a lo que Senku, Tsukasa y Gen lo miraron con los rostros en blanco—. Eh... ¿les pasa algo o qué?

—Nada, es que te llamas exactamente igual. —Senku rio entre dientes.

—Oh... qué decepción. —Hizo pucheros y Senki palmeó su brazo a modo de consuelo.

—Yo soy Shishio Hanashi —se presentó la versión femenina de Haishi.

—¿No deberías tener el apellido Hokutazai? —se preguntó Gen.

—No... el apellido lo dan mayormente las mamás.

—Oh... aquí es al contrario. —Rio divertido.

—¿Tú eres la versión masculina de mi mamá, verdad? —preguntó la que claramente era la versión femenina de Elioth, ya que se parecía mucho a Elise—. Soy Asagiri Elsa.

—¡Ah, qué emoción!~ Definitivamente debo hacer que mi Elise te vea~.

—Quédense aquí, iré a buscar a Gray —dijo Senku con rostro frustrado.

—Iré contigo —afirmó Senki, ya comenzando a avanzar.

—También iré —se unió Tsukasa—. Gen, tú vigílalos.

—Claro~.

Gen, por supuesto, llamó a su esposa e hijo y a todo el mundo para que conocieran a estas versiones alternas de los Ishigamis y algunos de los adolescentes.

—¡AAAAAH! —Por supuesto, Kohaku se lanzó a besuquear a Shizukai apenas lo vio, haciéndolo reír—. ¡Así que así hubieras sido de niño, qué lindo! —Parecía al borde del colapso de ternura.

—¡AWW! ¡Siempre quise una niña! —El Kohaku masculino alzó en brazos a Shizuku y le revolvió el cabello, para luego subirla a su hombro, haciéndola reír.

—¡Qué alto está aquí! —exclamó, aplaudiendo.

Byakuya, llorando a moco tendido, se acercó a mimar al pequeño Shizukai junto a Kohaku.

—¡Se parece tanto a Senku de pequeño! ¡Debo sacarle muchas fotos!

Tsukiku y Tsukuya se observaron analíticamente.

—¿Una tiara de gato? ¿En serio? —se burló él—. ¿El estrógeno nubla tanto el cerebro?

—Al menos no soy un enano. —Tsukiku alzó mucho la barbilla, viendo que su versión masculina era más baja que ella.

—¡Aún no pegó el estirón!

Por supuesto, los dos se pusieron a discutir.

—¡No peleen! —gritaron Kinji y su versión femenina, y luego se vieron con curiosidad.

—¡Oh, hola, soy Oki Kinji!

—¡Hola, soy Oki Kizuki! —Ella era muy parecida a Yuzuriha, pero alta.

Misaki y su versión masculina fueron los que detuvieron a los primogénitos Ishigami de seguir discutiendo, luego se miraron con curiosidad.

—Misaki, toco el bajo —dijo ella.

—Mitsuki, lo mismo. —Se sonrieron amistosamente—. Y esta es Yoko. —Jaló a la versión femenina de Yok, que era bastante alta y tenía el cabello corto hasta los hombros y tan despeinado como su contraparte masculina, pero con una tiara sencilla.

—¡Qué linda! ¡Este es Yok! —Misaki le enseñó a su mejor amigo también.

—Todavía con ese ridículo cubrebocas, ¿eh, alteza? —dijeron Tsukiku y Tsukuya al mismo tiempo, para luego mirarse mal otra vez.

—Yo hago lo que quiero, Ishigami —afirmaron Yok y Yoko al mismo tiempo, para luego mirarse con curiosidad.

—Ugh, ni del sexo opuesto cambias esa actitud tan encantadora tuya —volvieron a hablar Tsukiku y Tsukuya al mismo tiempo.

Yok miró mal a Tsukiku.

Yoko, sin embargo, le encajó un fuerte codazo en el brazo a Tsukuya, haciéndolo casi gritar de dolor.

—Vuelve a burlarte de mí, idiota. —Yoko lo amenazó con el puño en alto.

—Lo siento, princesa del drama. Ugh. Qué fuerte pegas. —Frotó su brazo.

—Wow... —Yok abrió mucho los ojos—. Nunca me había planteado esa ventaja femenina...

—Ni se te ocurra, alteza. —Tsukiku le enseñó la pistola de electrochoques que su padre le dio específicamente por si algún día "el mocoso mafioso le daba problemas".

—Ni muerto, soy un caballero. —Alzó mucho la barbilla.

—Wow, nunca agradecí tanto ser chica. —Yoko pareció divertida, a lo que Tsukuya le bajó el cubrebocas, mostrando su sonrisa, cosa que la hizo sonrojar muchísimo.

—Ah, qué raro es verte sonreír, tendré que pedir un deseo —se burló Tsukuya, ganándose un puñetazo en el hombro—. ¡Agh, lo siento, altecita!

—Nunca cambian, eh... —Un chico que se parecía a Ukyo pero con rizos y rasgos más suaves se les acercó con una sonrisa amable.

Tsukiku, Misaki, Shira, Danika, Saira y todas las adolescentes que vinieron por escuchar el chisme de Gen se quedaron con las bocas abiertas.

—¡AAAH! ¡QUÉ GUAPO! —Shira se lanzó a abrazarse al brazo de lo que claramente era la versión masculina de Umi—. ¡Ahora entiendo por qué los chicos se desesperan tanto por Umi! ¡Eres lo más lindo que vi en mi vida! ¡¿Cómo te llamas?! ¡¿Tienes novia?!

—Oye, suéltalo. —Hanashi apartó a Shira sin mucha delicadeza y luego miró mal a todas las que no podían dejar de verlo con rostros sonrojados.

Tsukiku era la única que no estaba sonrojada, pero entendía el revuelo de las demás, sinceramente.

—Soy Saionji Kisumi —se presentó él, con voz encantadora, suave y grave a la vez, luego miró a Umi, que era la única completamente imperturbable ante su apariencia—. Wow... te pareces a mi mamá —dijo Kisumi con una sonrisa.

—Y tú a mi papá. —Estrecharon manos felizmente—. Umi, un placer. También es un placer conocerte a ti, Hanashi-chan. —Miró con interés a la versión femenina de Haishi, que asintió, algo nerviosa.

La mayoría de los adolescentes hombres de la realidad alterna se le quedaron viendo bastante a Umi también, hasta que Haishi se le puso disimuladamente delante.

Senku, Senki y Tsukasa volvieron al poco tiempo, sin haber logrado encontrar al Dr. Gray, y vieron todo el revuelo que se armó afuera del laboratorio del Dr. Gray.

—¡Mentalista!

Al final decidieron que cada quien daría alojamiento a su familiar alterno en su casa, así que varios se llevaron a un adolescente, mientras que los Ishigami tuvieron que llevarse a toda la familia alterna y además a Yoko y Mitsuki ya que Yok era huérfano y la tía de Misaki no iba a aceptar esto.

—¡Wuuu! ¡La familia se hizo más grande! —Byakuya aplaudió emocionado.

—Realmente eres igualita a mi madre. —Senki la miró con resignación y también algo de cariño.

Por lo que Senku averiguó, tuvieron historias de vida muy similares, así que ella también pasó mucho tiempo creyendo que quizás nunca volvería a ver a su madre.

—¡Es una lastima que no haya cruzado también!

—No necesitamos a más gente aquí. —Bufó Senku.

—¡Ja, a mí no me molesta! —Kohaku estaba jugando a medir sus fuerzas con su contraparte masculina, con las manos unidas y los codos sobre la mesa, cada uno buscando derribar la mano del otro.

Kohaku femenina logró darle bastante batalla a la versión masculina, pero eventualmente él le ganó.

—¡Ja, aunque eres mujer eres muy fuerte, eres genial! —la felicitó su versión masculina.

—¡Ja, pero apuesto que te gano corriendo! ¡Hagamos una carrera de obstáculos!

—¡Ja, cuando quieras!

—¡Ja, te tomo la palabra!

Senku y Senki los miraron con resignación, antes de hablar al mismo tiempo:

—Leona escandalosa.

—León escandaloso.

Al día siguiente dieron con la noticia de que la Dra. Mironi y el Dr. Gray se habían ido a unas vacaciones ya que aconsejar a Byakuya le dio la idea y ella lo consideró algo bastante cuerdo y se puso tan feliz que aceptó.

Les dejaron una nota bastante breve y poco especifica que hizo que todos sintieran sudor frío correrles por la nuca.

No les dijeron a dónde se irían ni por cuánto tiempo.

Solo dijeron "nos alivia irnos sin dejar ningún desastre, solo no toquen nada del laboratorio, porfis, besitos".

Y fue ahí que absolutamente todos los pertenecientes y no pertenecientes a ese universo miraron mal a Senku, porque esto era absolutamente su culpa.

Senku estrelló la palma de su mano con fuerza contra su frente.

No podía negar que esta vez el problema se lo buscó él, pero aun así no pudo evitar decir:

—Suerte de mierda.

Continuará...

Holaaaa :D

Muchisimas gracias a mi querida Paula Maxine por comisionar este cap! *o*

Recorde q quería meter una trama de personajes Gender Bender interactuando con los personajes normales xD

Y qué mejor fic para eso que este fic? OwO

En fin, tenía pensado ya ir terminando este fic, pero veré si extiendo esta trama por uno o dos caps más xP

Depende de si les gusta, claro...

Ah, y decidí meter a papi Byakuya porq con el spin-off estoy segura de q él va a volver :'D

Si no entendieron las referencias al spin-off, qué esperan para leerlo? Es una orden(?

Jajaja, en fin, ojala les haya gustado uwu

Me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

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