Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

III

Miguel se tomó en serio su papel de buen novio y quiso seguir compensando a Andrés antes de partir a la base militar con su padre.
Ahora el dilema no era la falta de atención, sino el hostigamiento constante del primer nombrado.

En un día "normal", el mayor se escondía en el bosque, subiendo a las copas de los árboles y quedándose ahí un tiempo excesivo. Él sabía que esconderse no era la solución, pero en ese espacio, pensaba los diferentes escenarios de confrontar a su pareja.

Todas las probabilidades terminaban en ruptura y lo que menos quería era, que a ese punto de su vida, teniendo consciencia de los próximos acontecimientos, volverse completos desconocidos. Entendía que Mike podría necesitarlo en cierto punto, entonces ideó mejores opciones.

[...]

Dos días después.
Como tal no iba a "enfrentarse" al híbrido, solo hablarían y continuarían aprendiendo juntos.

Sparta lo citó para acampar, tal cual acordaron en una ocasión. En ese lindo y acogedor lugar le expresaría sus pensamientos.
Si bien es cierto que su novio es comprensivo, a veces es un poco exagerado en cuanto a la reacción de noticias.

La tienda de campaña, la comida y unos cuantos detalles más estaban listos para hacerlo parecer un encuentro casual.

En minutos, Miguel se presentó y de inmediato abrazó a su pareja, besando repetidamente su cabeza. Las risas de su contrario no tardaron en resonar, para que luego se separaran los dos.

—Creí que llegarías más tarde, amor —comentó Andrés.

—No. Terminé mi entrenamiento temprano y aproveché —respondió—. Entonces, ¿Es una cita o quieres hablarme de algo?

—¿Cómo sabes?

—Cielo, sé que te he estado hostigando, hasta mi mamá me lo dijo cuando le platicaba sobre lo que te daba.

—¿E-en serio? —titubeó nervioso.

—Claro.

—Y... ¿Está bien para ti? ¿No quisieras terminar conmigo? ... ¿Nuestra relación está bien? —divagó entre sus múltiples pensamientos.

—Por supuesto que sí, mi vida —afirmó y le abrazó nuevamente—. Parte de ser un buen novio para ti, es aprender a escucharte y estar abierto a tus expresiones.

—¡Ay, gracias! —mencionó y suspiró—. No sabes lo angustiado que estaba pensando en todo esto. Te amo demasiado, mi amor.

—Yo también te amo, mi niño.

Luego de alejarse otra vez, Sparta presentó los detalles del escenario que había armado en la cueva.
Señaló, además de lo anterior contado, una fogata sin encender adentro y un espacio para admirar las estrellas afuera; aquí se ubicaron antes de pasar a degustar.

—¿Ves de lo que nos perdimos antes? —recalcó Andrés.

—Sí. Lo lamento, cielo; lamento que mi tiempo se haya ido completamente en...

—En lo que ya eres bueno —lo interrumpió—. No deberías seguir obsesionado con lo que has practicado tantas veces.

El otro suspiró.

—Solo quiero que mi padre no se decepcione de mí. Quiero ser el hijo que siempre deseó.

—Tranquilo. Estará orgulloso, te lo aseguro, amor —se acercó y depositó un beso en su mejilla.

—Gracias.

—Entonces, ¿Te parece pasar a la cueva para probar lo que hice? —ofreció.

—Mmm, ¿Tú lo cocinaste en serio? —inquirió el híbrido.

—Obvio —dijo con cierta vanidad—. ¿Qué? ¿No me crees? —dudó levantando una ceja y viendo a su pareja.

—Jaja, sí, sí te creo —contestó, sujetó la mano ajena y comenzó a caminar.

—Más te vale.

[...]

Al finalizar su cena, los dos volvieron al exterior, se recostaron en el suelo sobre una manta y observaron las miles de estrellas que iluminaban aquel cielo nocturno.

—Aunque el mar es mi paraje¹ favorito, debo reconocer que esto es hermoso igualmente —enunció Andrés.

—Tienes razón, amor —coincidió Mike—. Me recuerda mucho al brillo de tus ojos cuando te emocionas.

—Ay, basta —rió avergonzado—, siempre tan halagador —hizo una pausa—. Y... ¿Cuándo te vas?

—¿Me voy? Los soldados vendrán por los híbridos cuando sean solicitados, pero no nos dieron una fecha específica.

—¿O sea que podría ser en cualquier momento?

—Sí, amor.

—Hubiera preferido que me dijeras un día, para así estar mejor preparado —habló en tono desanimado.

—A mí también.

El ambiente se tornó algo tenso al dar ese anuncio, sin embargo, música a lo lejos relajó la situación.

—¿Qué es eso? —preguntó el mayor.

—Se oye como si fuera un festival... ¿Es hoy? —se cuestionó a sí mismo y tras levantarse, se asomó al pueblo cercano—. Oh, sí, iniciaron apenas.

—¿Iniciar? ¿¡Es el festival de Luna Llena!? —mostró emoción por el evento.

—Je, correcto, mi vida —aclaró Miguel—. Pensé que no lo vería antes de irme.

—Pues ahí está —sonrió y se puso a su lado—. Me alegra que podemos apreciarlo juntos —tomó la mano del menor.

—Y... ¿Quisieras bailar conmigo, cielo? —pidió, acercando a su novio y sujetándolo suavemente de la cintura.

—Si insistes tanto.

Sparta accedió y guiados por el cántico de las personas a la distancia, comenzaron a mover sus cuerpos en sintonía.

La luna fue testigo de aquella danza tan maravillosa y también de como ellos dos demostraban su amor con más que simples palabras vacías. Al mismo tiempo que bailaban, uno a otro se daban cariño con besos, caricias o abrazos cortitos.

Antes de que la canción llegara a su fin, el híbrido visualizó a su contrario con un ceño de preocupación, así que levantó el mentón ajeno y ocurrió un contacto directo.

—¿Qué pasa, cielo? ¿No te gusta como bailo? —intentó bromear.

—Je, no, por supuesto que no; tú bailas increíble —respondió, sin cambiar su expresión.

—¿Entonces?

—... N-no quiero que te vayas —confesó, empezando con pequeños sollozos.

—Ay, mi amor —empatizó y lo acurrucó en su hombro—, lo sé.

—¿No hay manera de que te quedes? ¿Ninguna?

—No. Lamentablemente todos los híbridos debemos combatir —acarició también su cabeza—. Somos los únicos que podemos hacerle frente al enemigo.

—Sí... Claro. ¿Quién habrá descubierto que esa era una opción viable?

—Pues llevan estudiándonos desde tiempo atrás, supongo que por ahí.

—Así que es un hecho que te vas, ¿Verdad?

—Sí, amor.

Para calmarse un poco más, se escuchó un suspiro por parte de Andrés.

—Voy a extrañar tus orejas y tu cola; cuando dormimos juntos, son como un peluche.

—Yo también voy a extrañar abrazarte; todo de ti.

Al momento de alejarse, Mike realizó un movimiento rápido y de ese modo, inclinó a su novio hacia un lado mientras él se encorvaba

—¡Oye! ¿Y eso qué fue? —preguntó Sparta—. Me provocó cosquillas, jaja.

—Solo anhelo que cada día que pase, sea una especie de regalo para ti. Sirve que no me extrañarás tanto.

—¿Eso crees?

—Sí —dijo, dibujando después una sonrisa de lado en su cara.

—Bésame de una vez, Mike.

Cumpliendo la orden de su pareja, Miguel acercó sus labios hasta juntarlos con los del otro. Su cola se agitaba rápidamente a los lados; era la única parte de su cuerpo que obedecía por impulso.

Otra vez se separaron y notando que la noche se había vuelto más oscura, ambos entraron en la cueva, luego a la tienda de campaña, se acostaron, se abrazaron y durmieron bastante cómodos, esperando por un nuevo día.

Las parejas necesitan construir su camino con base a lo bueno y lo malo que ocurre en su relación. En el caso de los mencionados con anterioridad, lo estaban haciendo excelente para apenas contar con 15 años de edad.

__________________________________

[N/A]

-Vocabulario-

¹ Lugar en el campo aislado y singular.

[...]

¡¡¡Bye!!!

-AshleyHgoRdz

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro