Narra Katsuki:

Llegué a la casa de ten-ten; tras haberme caído dos veces de camino para acá. Cuando llegue toqué la puerta lo primero que me recibí fue un golpe como de los que le da sakura a mi itoko naruto, ya se su dolor. Levanté la mirada sabiendo que encontraría a la chica de moños.

—Llegas tarde—. Dijo ella enojada.

—Perdona me, pero pegando me no resuelves nada, ya se lo que siente Naruto—. Dije sobándome el chipote.

—Jeje, creo que me pasé—. Dijo ella apenada.

—Si ya lo noté—. Dije entrando a la casa. —¡Ya llegué!— grité para que me escucharan.

Todas estaban sentadas en el suelo.

—H-hola—. Saludo Hinata.

—¡Te hemos estado esperando!—. Me reclamó Ino.

—¡Hey, Katsuki!—. Dijo sakura tratando de no sonar deprimida.

Me senté junto a ellas con una sonrisa.

—¿Que haremos primero?—. Pregunte.

—Lo primero será ponernos el pijama—. Contestó ten-ten.

Cada una se levantó y tomo su mochila respectiva donde tenían su pijama. Todas comenzamos a cambiarnos. Sakura tenía un pijama rojo con pliegues en las mangas de la camisa y de las piernas, Ino tenía uno morado parecido a un vestido, el de Hinata era blanco como la nieve y básico, el de ten-ten era verde la camisa tenía el dibujo de una kunai y un pantalón corto, todas fijaron su mirada en mi cuando me puse el mío.

—Tú—. Hablo Ino.

—Pijama—. Continuó ten-ten.

—Es—. Sakura sigue.

—De—. Hinata siguió.

—Neji—. Concluí yo con indiferencia pijama era camiseta básico negra de neji y un pantalón corto. —¿Que pasa? Un día olvidé la llave de mi casa y mis padres salieron de la aldea esa noche y dormí en su casa, y me dejó su pijama, bueno me la quedé—. Reí.

Flash back (narrado por Katsuki):

—¡Me lleva, Neji! Dejé la llave dentro de mi casa y mis padres no regresan si no hasta mañana, ¿Que voy a hacer?—. Dije yo preocupada.

—Uff, sigues siendo una molestia—. Dijo él tomándose el puente de su nariz con impaciencia. —dormiras en mi casa—

—¡Gracias, neji-kun!—. Grité para irnos a su casa.

~Ya en su casa~

—Usa esto para dormir—. Dijo él, una vez que ya estábamos en su habitación, extendiendo me una camiseta negra básica, una talla más grande que la mía y unos pantalones anchos por la rodilla que también era una talla más grande que la mía. Neji salió de la habitación yo me cambié, siendo abrazada por el olor del Hyūga y sonriendo por inercia. Dejé mi ropa doblada a un lado y me acosté en el furton que él me había dejado y caí dormida.

Cuando desperté neji dormía profundamente a unos metros de mi. Tenía los labios entre abiertos y los músculos de la cara relajados. Me pareció muy tierno. Busque por los pasillos la cocina Ise un desayuno para llevárselo a la habitación, como gesto de agradecimiento. Luego de haber realizado mi obra de arte culinaria, ya con una bandeja en mis manos camine hasta la habitación con mucho cuidado. Entre a la habitación y esquivé todo lo que podía interponerse en mi camino coloque la bandeja con cuidado en la mesita de noche que él tenía aun lado de la cama. Pero sin querer me tropecé y el jugo que le había preparado por alguna razón no fue la comida se elevó por los aires y cayó en mi ropa y hizo ruido despertando a Neji.

—¡No mires!—. Dije colocando mis manos en sus ojos para que no viera el pequeño desastre de jugo, pero él las apartó.

—¿Que ha pasado?—. Dijo él enfadado.

—Yo quería hacerte el desayuno para agradecerte—. Señale la bandeja. —Pero me he tropezando y el jugo se boto, y lo siento mucho por eso—. Me disculpé.

—Gracias—. Habló él asiendo que lo mirara sorprendida. —Lo que cuenta es la intención—. Probó algo del desayuno. —En realidad cocinas muy bien—. Se levantó y tomó mi ropa. —Tú camiseta está toda mojada, ¿Qué harás?—

—La tuya es muy bonita, ¿sabes?—. Sonreí.

Fin del flash back...

Se me escapó una risita juguetona sin querer, e Ino sonrió con picardía y me miró.

—No nos mientas, Katsuki—. Dijo Ino.

—¿Te gusta Neji?—. Preguntaron todas al unísono, y aunque parezca extraño también yo me he hecho esa misma pregunta.

¿Me gustaba Neji?...

Fin del capitulo...