11: El Don de la kunoichi.
Narra Katsuki:
Comenzamos a caminar por la aldea sin rumbo fijo. La primera impresión que te podías llevar es que está totalmente hecha de arena, a la segunda lo compruebas. Pero tiene su belleza. Kankuro y yo hablabamos de cosas sin mucha importancia, conociéndonos un poco más. Estás conversaciones son las que me gustaban, eran divagantes a medias pero divertidas. De repente mi pie golpeó contra algo y sentí mi cuerpo en el aire yo esperé unos segundos para esperar el golpe que me daría contra el suelo. Todo fue tan rápido Kankuro trato de ayudarme para no caer y neji salió de no sé dónde y corrio hacia a mi. ¡¿Ese tonto nos ha estado espiando?!... Me iba a oír mis regaños. Pero la arena fue finalmente la que me salvó ya por tercera vez. Mi cuerpo se vió sujetado por una nube de arena y neji paro de correr, mientras que Kankuro quedó estático. La arena me colocó de nuevo los pies en el suelo y se disipó...
—¡¿Que acaba de pasar?!—. Preguntaron y gritaron neji y Kankuro al mismo tiempo. —¡¿Que fue eso?!—
—He sido yo—. Gaara apareció encima de una casa no muy alta y con la vista en mi dijo. —Tú y yo tenemos que hablar—. Exigió. Y la arena me sujeto por la cintura y me alzó en el aire.
—¡Puedo caminar yo sola! ¿Lo sabes idiota? ¡Bájame Gaara!—. Grité yo entre otras cosas mientras pataleaba y movía mis extremidades, neji y Kankuro también le gritaban cosas pero por mis gritos no se oían. —¡¿Crees que está es la forma de tratar a una dama?!—. Le grite a Gaara.
—No veo a ninguna dama por aquí. Bueno si Kankuro te sirve—. Dijo y siguió caminando como estaba a unos metros de mi, yo decidí seguirlo de mala gana.
—¡¿Se puede saber que pasa?!—. Pregunto yo, agarrándolo del hombro.
—¿Que es lo que eres tú?—. Pregunto mirándome.
Yo me acerque a él con algo de inseguridad. —se que esto es difícil para ti—. Dije yo tomando una bocanada de aire, a lo que él abrió los ojos a la espera de la respuesta que quería. —Jamas te has relacionado con nadie de mi género—. Dije a lo que él me miró con más ansias. —y bueno sabes soy una chica, Gaara. Se que es raro para ti de seguro ni te juntas con chicos de tú edad ¿Verdad? Si tienes alguna duda no dudes es decirme la—. Dije yo con una sonrisa.
—¿Acaso eres idiota?—. Pregunto.
—no, ¿Alguna otra pregunta?—. Dije yo.
—Dios, realmente eres idiota—. Tomó con su mano el puente de su nariz. —si pudiera te mataría. —. Suspiró y me miró. —¿No sabes de lo que estoy hablando? ¿Cierto?—. Lo mire sin ninguna emoción con mis grandes ojos estallando en duda negando con la cabeza. —¿Sabes lo que soy yo?—. Yo abrí la boca con intención de contestar. —Con que digas, que un chico, si trataré hasta más no poder con todas mis fuerzas para asesinarte—. Yo di un paso hacia atrás. —Soy un jinchuriki. El de shukaku. Shukaku es una animal loco de la cabeza, con ansias de sangre que no me deja ni dormir literalmente. Y a tí desde la primera vez que me tocaste, te habría matado. Pero eso no pasó, él estaba como ausente. Y tú eres la culpable.—
—¡¿Qué?! ¡¿Yo?! ¡Yo no le hecho nada!—. Dije levantando las manos en señal de inocencia.
—oh, si lo hiciste. Al tocarme tú chakra ató a shukaku. Lo calmó básicamente—. Me examinó con la mirada. —Nunca había oído de algo así ¿Controlar a los bijuus? Parece una locura. Si bien, con que shukaku hubiese puesto algo de resistencia habría contrarrestado tú poder. Pero le pareció interesante—. Por primera vez fue Gaara quien puso contacto físico entre nosotros colocando su mano sobre mi hombro. —Tienes que aprender a controlar tú poder, debes entrenarte Katsuki, en tú aldea hay un jinchuriki, ¿No? Entrena con él—. Gaara se dió la vuelta para irse. —espero, que algún día, seas capaz de controlar mi locura. Ahí serás digna de ser mi rival—. Añade, antes de marcharse.
Yo me deje caer sobre el techo de la casa, quedé sentada. Había mucha información para mí y muy rápido ¿Tenía ese gran poder? ¿Desde cuándo?... Unos pasos se oyeron a mi espalda...
—¡¿Estás bien?!—. Preguntaron dos voces unísonas.
—si—. Dije sonriendo mientras me levantaba, mi mirada se posó en neji. —¡¿Se puede saber de dónde saliste?!—. Pregunte chillando, recordando el momento en que casi me encuentre con el suelo y él salió de la nada.
—yo solo estaba caminando por allí y te Vi tropezar—. Dijo él excusándose y mirando hacia otro lado, y Kankuro se ríe.
—Estabas paseando por un callejón oscuro y estrecho, que buena vista ¿Ah?—. Pregunte yo sarcástica, sus pies se dispusieron a caminar para alejarse, yo rápidamente lo tome del brazo. —es de mala educación no mirar a las personas cuando te hablan—. Dije recordando las primeras palabras que él me dijo cuando nos conocimos.
—ts...—. se quejó y miro a Kankuro que lo miraba divertido y con una ceja levantada.
—Admitelo, nos estabas espiando—. Dijo soltando una pequeña risita. —Solo se puede ser tan patético como eso cuando quieres a alguien, es la vida, viejo—. Soltó.
—yo no la quiero!..—. Se quejó neji, a lo que yo lo mire con indiferencia.
—No la quieres porque no sabes querer—. Kankuro me miró. —Katsuki te ha ha dicho algo Gaara—. Yo negué con la cabeza. —esta bien tengo que irme a entrenar. Adiós—. Se despidió y se fué.
—Yo también me voy—. Le dije a neji. —por siento si me vuelves a espiar te cortaré ese pelo tan bonito que tienes—
—Te mandaré al hospital de nuevo—. Neji sonrió de lado.
—¿Porque tan creído?—
—Porque puedo—
—Porque te comportas tan bipolar?. Sales con unas cosas que ya no sé por dónde pillarlas—. Dije de brazos cruzados.
—¡Tú me haces ser así!—. Se quejó. —Si no fuera por mi tú no estarías aquí!
—Cierra los ojos pues quiero enseñarte un nuevo jutsu, tú castigo por espiar me será no esquivarlo—. Él inseguro asintió cerrado los ojos con fuerza. Yo sonreí y de mi boca salió. —¡Jutsu de abrazo!—. Salté sobre él y lo abrace.
—¡¿Que haces?! ¡Quítate!—. Dijo neji balanceándose, tratando de soltarme.
—solo es una muestra de cariño neji, no creí que te molestará tanto—. Dije entre risas a lo que él estaba un poco enfadado. Pero luego dijo.
—mocosa—. Dijo abrazando me devuelta y mirando para otro lado sonrojado—
A veces neji también parecía una persona normal...
Fin del capitulo...
Dedicado a
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro