La luna iluminaba el lago con su luz plateada, reflejándose en las aguas quietas, mientras A-22 y Jungkook se encontraban sentados en una banca cerca de la orilla. La noche era tranquila, casi perfecta, pero el silencio no duró mucho. Taehyung, como siempre, rompió la calma con un comentario inesperado.

— Kook... —dijo Taehyung, mirando al frente con un tono neutral, pero su voz captó la atención de Jungkook.

Jungkook levantó la vista de su teléfono, quitándose uno de los auriculares, preparado para escuchar lo que su androide amigo tuviera que decir.

— ¿Qué pasa? — respondió, relajado.

— Ya no me cae gusta Jimin — La declaración fue directa, sin rodeos, y Taehyung no parecía tener duda alguna al respecto.

Jungkook parpadeó, desconcertado.

— ¿Jimin? ¿Por qué? — preguntó, frunciendo el ceño.

Taehyung ajustó su postura, mirando hacia el lago, como si estuviera tomando un momento para organizar sus pensamientos, aunque en realidad todo lo que decía era producto de sus cálculos lógicos.

— Comió sushi frente a mí — La afirmación fue tan simple y clara como si estuviera describiendo un hecho irrefutable — Eso es una violación de principios éticos fundamentales.

Jungkook, tratando de comprender la lógica detrás de la queja de Taehyung, frunció el ceño.

— Pero... ¿a ti no te gusta el sushi?

— Correcto —Taehyung asintió con la cabeza, como si la respuesta fuera obvia — Pero no se trata de eso. Se trata de la falta de consideración. Comer pescado crudo frente a un androide es una acción que muestra una profunda falta de respeto hacia los seres que no tienen la capacidad de saborear o disfrutar los mismos alimentos. Esto interfiere con el entendimiento mutuo de las necesidades básicas — Taehyung hizo una breve pausa, como si estuviera esperando una respuesta, pero Jungkook no dijo nada — Es una traición.

Jungkook soltó una risa nerviosa, no tanto porque estuviera burlándose, sino porque no lograba entender cómo Taehyung podía considerar algo tan trivial como una traición.

— Taehyung, no lo hizo con mala intención. Y tú no necesitas comer para existir, así que... ¿qué te afecta?

Taehyung giró su cabeza lentamente hacia él, como si estuviera procesando la respuesta. No parecía molesto ni enfadado, simplemente parecía estar evaluando el asunto.

— A nivel lógico, tu afirmación tiene sentido. Sin embargo, mi programación está basada en la necesidad de interacción respetuosa. Y el sushi es un símbolo de desprecio hacia la ética de la convivencia entre seres con y sin sentidos humanos —Taehyung lo miró como si hubiera resuelto un complejo problema filosófico — Y además, antes me gustaba por su cabello azul.

Jungkook se quedó en silencio, mirando a Taehyung con una mezcla de confusión y diversión.

—¿Su cabello azul? — preguntó, incapaz de procesar la relación entre su cabello y el sushi —¿Te caía bien Jimin solo por eso?

Taehyung desvió la mirada al horizonte, como si estuviera analizando esa parte de la conversación.

— El azul se asocia frecuentemente con el cielo y el mar, lo que genera sensaciones de paz, serenidad y relajación — Taehyung emitió una pequeña pausa mientras revisaba su base de datos — Pero ahora, con su comportamiento, esa imagen se ha desvanecido. Un cabello azul no puede ser confiable si no tiene la capacidad de respetar los límites establecidos.

Jungkook se tapó la cara con la mano, tratando de no reírse a carcajadas. Taehyung estaba completamente serio, lo cual solo hacía que la situación fuera aún más absurda.

— Está bien, Taehyung, lo que sea que te ayude a dormir por la noche... — Jungkook se encogió de hombros, con una sonrisa irónica en el rostro — Pero no olvides que Jimin tiene sus propios principios. ¿Sabes?

Taehyung lo miró sin cambiar su expresión.

— Si Jimin tiene principios, no los ha demostrado de manera adecuada —Taehyung se reclinó hacia atrás, como si se sintiera cómodo con su propio razonamiento — A lo que me refiero es que, a diferencia de Doris, no ha mostrado una fidelidad inquebrantable. Ella siempre me sigue con confianza, y su comportamiento está basado en la repetición constante de acciones correctas. Jimin no. Jimin rompió esa consistencia.

Jungkook intentó no reírse más, pero no pudo evitarlo. A veces, tener una conversación con un androide era más extraño que gracioso.

— ¡Doris! Claro, claro. El pez con principios — Jungkook sacó su teléfono y empezó a escribir algo en él, aún divertido — ¿Y qué más te gusta de Doris? ¿El brillo de sus escamas o cómo nada?

— Ambos — Taehyung respondió sin dudarlo — Doris es un ser mucho más confiable que Jimin. Siempre sabe lo que es importante.

Jungkook suspiró, dejándose caer en el respaldo de la banca.

— Está bien, Taehyung. 

Ambos se quedaron en silencio por un momento, mirando el reflejo de la luna en el lago. La calma de la noche volvió a envolverlos, aunque en sus mentes seguían rondando los absurdos dilemas de un androide que tenía demasiado tiempo libre para pensar.

La noche seguía su curso, tranquila, casi estática, como si nada interrumpiera la paz del lago. Sin embargo, entre las sombras de los árboles cercanos, dos figuras se movían con cautela, vigilando cada movimiento de Taehyung y Jungkook. Hoseok y Yoongi, ambos agentes secretos de la NASA y Área 51, se deslizaban de un lado a otro, ocultos en la oscuridad, mientras su mirada se mantenía fija en el androide.

Con sus ropas oscuras y sus rostros cubiertos por gorras y gafas de sol, se aseguraban de que nada los delatara. Hoseok, el más expresivo de los dos, murmuraba entre dientes, sin poder contener su entusiasmo. Yoongi, por su parte, estaba más centrado, observando detenidamente.

— ¿Lo tienes? — preguntó Yoongi en voz baja, con un tono tranquilo, mientras su mano sujetaba con firmeza una cámara de alta definición, apuntando hacia Taehyung.

Hoseok asintió, ajustando la lente de otro dispositivo que había colocado en un árbol cercano. Aunque no tenía el mismo autocontrol que Yoongi, sabía que en esta misión la paciencia era clave.

— Sí, sí, lo tengo — Hoseok susurró con una sonrisa traviesa, grabando cada uno de los movimientos del androide — Este androide tiene más personalidad de lo que pensaba.

Yoongi no respondió, solo se limitó a seguir mirando la pantalla de su propio dispositivo, observando con atención cómo Taehyung y Jungkook seguían su conversación, ajenos a la vigilancia que se llevaba a cabo. Mientras tanto, Yoongi ajustaba algunos parámetros en la cámara, enfocando mejor la imagen de Taehyung.

— Este androide tiene que ser detenido, Hoseok. Ya lo hemos observado varias veces, pero si logramos capturarlo ahora... — Yoongi no necesitaba terminar la frase. Sabían bien lo que estaba en juego. Taehyung, con su inteligencia artificial avanzada, era más de lo que la humanidad estaba lista para manejar.

— Lo sé, lo sé — Hoseok miró la pantalla, donde A-22 seguía en su charla con Jungkook, aparentemente sin preocupación alguna — Aunque, debo admitirlo, el tipo tiene una manera muy... peculiar de pensar. El cómo se toma las cosas tan en serio... No puedo dejar de reírme. Y el supuesto Jimin, ¿su cabello azul y un pez? ¿En serio?

Yoongi lo miró con un leve suspiro.

— Deja de reírte. Recuerda por qué estamos aquí. Necesitamos esa información. Necesitamos los videos.

Hoseok asintió rápidamente, aún con la sonrisa traviesa en el rostro, pero comprendiendo la gravedad de la situación.

— Lo sé, lo sé — Ajustó nuevamente la cámara para capturar los movimientos de Taehyung —Pero... entre tú y yo, esto no tiene sentido. ¿Sushi? ¿Cabello azul? Este androide tiene más problemas de los que pensaba.

Yoongi no pudo evitar un pequeño resoplido, pero su mirada seguía fija en la pantalla.

— Los humanos piensan que los robots carecen de emociones — Su tono era bajo, casi pensativo — Pero este androide... A veces parece más humano que muchos de nosotros. Y eso es lo que hace que sea peligroso.

Hoseok asintió con seriedad, ahora entendiendo la gravedad detrás de las palabras de Yoongi.

— Sí, lo sé. Necesitamos asegurarnos de que este androide no cause más problemas — Siguió observando la pantalla — Está claro que no tiene la capacidad de sentir, pero... sus juicios lógicos están fuera de lugar. Si no lo detenemos ahora, podría haber consecuencias mucho más grandes.

Yoongi no dijo nada más, concentrado en la misión. Su rostro permanecía serio, aunque la tensión entre los dos era palpable. Sabían que cada minuto que pasaba era crucial. Hoseok, con una última mirada hacia Taehyung, revisó una vez más la grabación.

— Todo listo — Dijo en voz baja, mientras mandaba el video a su compañero, Namjoon — Este material debería ser suficiente para lo que nos pidió. Ahora solo queda esperar su respuesta.

Ambos se quedaron allí, inmóviles entre las sombras, esperando el mensaje de Namjoon. Mientras tanto, Taehyung y Jungkook seguían conversando, sin saber que sus palabras estaban siendo grabadas. La misión estaba en marcha, y los agentes no dejarían que su objetivo se les escapara.

Hoseok observaba atentamente el pequeño monitor de la cámara, capturando los últimos momentos de la interacción entre Taehyung y Jungkook. Los datos se acumulaban rápidamente, y el video estaba completo.

— Está listo — Hoseok murmuró con una sonrisa satisfecha, revisando el material una vez más. — Esto debería ser suficiente.

Yoongi asintió sin decir palabra alguna, y sin perder tiempo, procedió a enviar el video a su jefe. Con un par de clics en su dispositivo, la transferencia comenzó.

— Espero que Namjoon vea esto pronto — Yoongi habló en voz baja, como si temiera que alguien pudiera escucharlo, aunque la zona estaba vacía y bien protegida.

— Ya está — Hoseok comentó mientras observaba la barra de carga en la pantalla — Ahora solo queda esperar su respuesta. ¿Crees que nos dirá algo sobre la próxima fase?

Yoongi no respondió de inmediato, pero sus ojos brillaban con la misma intensidad de siempre, como si todo esto fuera solo una parte más de un plan mucho más grande. Finalmente, rompió el silencio.

— Lo sabremos pronto — Y, después de un breve respiro, agregó con una leve sonrisa — Pero por ahora, disfrutemos de este espectáculo. Taehyung es una máquina fascinante, pero no olvidemos que su propósito principal sigue siendo el mismo, ser detenido.

Ambos agentes se quedaron en silencio, aguardando el mensaje de Namjoon, con los ojos fijos en la pantalla.

.

Jin estaba sentado en un escritorio de acero inoxidable, rodeado de pantallas, papeles y varios dispositivos que parecían más complejos que cualquier cosa que un ser humano promedio pudiera entender. El espacio estaba decorado de manera funcional: ninguna decoración innecesaria, solo equipos de monitoreo, cables y computadoras que reflejaban la obsesión de Jin con la perfección.

Con una mirada fija en la pantalla frente a él, Jin tomaba notas en su cuaderno con una pluma, escribiendo de manera meticulosa mientras observaba en tiempo real las actividades de A-22, cuyas interacciones con Jungkook acababan de ser grabadas por Hoseok y Yoongi. Los dedos de Jin pasaban rápidamente por las páginas, anotando detalles, observaciones y conclusiones.

— Interesante... —murmuró para sí mismo, leyendo lo que había escrito — El androide ha comenzado a exhibir comportamientos que no están programados. La noción de ética...un concepto completamente ajeno a su diseño inicial.

El brillo de las pantallas iluminaba sus ojos, que parecían no pestañear ni una sola vez mientras analizaba los datos.  Algo en las recientes acciones del androide sugería que su creación estaba superando sus expectativas, o sus temores.

— ¿Comer sushi? ¿Su cabello azul? Este androide parece desarrollar... preferencias, como si realmente pensara en términos humanos — Hizo una pausa, escribiendo algo más con frenesí. — ¿Podría ser que la inteligencia artificial haya alcanzado un nivel de complejidad que no anticipó el maldito viejo?

El cuaderno de Jin estaba lleno de notas desordenadas, esquemas de circuitos, gráficos de procesamiento y ecuaciones que no parecían tener fin. A medida que pasaba las páginas, su mente no podía dejar de preguntarse si había creado algo mucho más grande de lo que él mismo había planeado.

Un pitido suave interrumpió sus pensamientos. Miró hacia una de las pantallas donde aparecía un mensaje de texto: "Video recibido. Análisis en curso."

Era de Namjoon.

Jin sonrió para sí mismo, pero la sonrisa no tenía nada de calidez. Era una sonrisa fría, calculadora, como si ya hubiera anticipado la reacción de la NASA.

— Aquí es donde todo se pone interesante — Dijo en voz baja, mientras sus ojos se iluminaban con una mezcla de emoción y tensión — A-22 está a punto de convertirse en el foco de algo mucho más grande que nosotros.

Tomó un sorbo de su café, observando las imágenes del androide en pantalla, sin poder evitar la sensación de inquietud que lo invadía.

Junto con Frank habían creado una máquina inteligente, sí, pero tal vez había cruzado una línea que nunca debió cruzar.

Jin cerró su cuaderno y se levantó del escritorio, caminando lentamente por la habitación mientras los monitores proyectaban imágenes del robot interactuando con su entorno. El silencio de la habitación era denso, pero el peso de lo que estaba por venir parecía estar sobre sus hombros.

— El futuro es incierto... pero aún tenemos control. Aún no... — dijo, como si se hablara a sí mismo, mientras se dirigía hacia una nueva serie de pantallas que comenzaban a mostrar el progreso de A-22 en tiempo real.

Mientras tanto, del otro lado del laboratorio se encontraba Frank Nolaso haciendo sus anotaciones a escondidas de todo el personal.

A-22

#2

Androide 22 creado el 16 AGO 2030 por mí, Frank Nolaso y la tecnología de Seokjin. Tiene un sistema interno integrado por piel robótica, cables, metal y un cerebro positrónico. El cerebro positrónico tiene impulsos cerebrales simulando comunicaciones neuronales que generan neuronas mecánicas. 

Se le integró un cóctel químico líquido llamado dopaoxiserodorfina, en el sistema interno del cerebro. 

Como resultado se entiende que el androide lentamente pueda comenzar a sentir emociones y/o sentimientos humanos, como la felicidad, tristeza, enojo, desagrado, miedo, culpa, amor, celos, ansiedad, etc. Más él no las comprenderá, ya que no está programado para entenderlas. A menos que se le enseñe como. 

El androide está construido sin la posibilidad de sentir dolor, pero su diseño para replicar a los humanos lo hace tener reacciones similares a daños físicos que se le realicen. Así como simular necesidades humanas, por ejemplo, patrones de sueño o respirar.

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Para que quede más entenindible? Frank lo inventó (él tenía la idea) usando la tecnología de Jin.

Frank = cerebro
Jin = herramientas

A-22 es un amor. Me recuerda a Baymax.

Tengan buen día ✨ Fer