CAPÍTULO 8
El sonido de la puerta sonó, sacando a Jungkook de su concentración en los estudios. El joven ciego había estado revisando notas en su cuaderno, pero en cuanto escuchó los golpecitos en la puerta, dejó todo a un lado, reconociendo inmediatamente la voz que seguía a esos sonidos.
— ¡Jimin! — exclamó Jungkook, sonriendo aunque no pudiera verlo. Sabía que su amigo había llegado.
— ¡Sushi de la mejor calidad! —respondió Jimin, riendo mientras empujaba suavemente la puerta para entrar, una caja de sushi en las manos. Su cabello azul brillaba bajo la luz cálida del departamento, destacándose de inmediato, un toque vibrante en contraste con la tranquilidad del lugar.
Taehyung, que estaba en la cocina preparando algo más, levantó la cabeza al escuchar la entrada. Los ojos del androide se fijaron de inmediato en Jimin, observando su cabello azul, una tonalidad que lo cautivó instantáneamente. Aunque no mostraba emociones en su rostro, su mirada revelaba una fascinación que no podía ocultar.
Jimin, entrando con su característica energía y agitando la caja de sushi, no tardó en notar la atención fija de Taehyung sobre él. Taehyung nunca había sido particularmente expresivo, pero algo en su postura parecía diferente hoy. Su mirada era más intensa de lo habitual, como si estuviera observando algo fascinante.
Jimin caminó hasta el centro del salón y dejó la caja de sushi sobre la mesa. Se giró hacia Taehyung, que seguía parado cerca de la cocina, mirando con una concentración que Jimin no pudo ignorar.
Escaneando....
"Park Jimin"
- Fecha de Nacimiento: 13/Octubre/2010 (20 años)
- Nació en Nevada.
- Estudiante de Ingeniería en Programación.
- Alergias: Cacahuate y Penicilina.
- Amante del arte y danza.
— ¿Qué pasa con él? Tu roomie es extraño — preguntó Jimin a Jungkook, algo curioso mientras se sentaba en una de las sillas cercanas a la mesa, desenvuelta ya la caja de sushi. Miró a Taehyung, que se mantenía en su lugar, observándolo con esos ojos inquebrantables.
Jungkook sonrió levemente, como si supiera lo que estaba por pasar.
— Ah, lo que pasa es que... Taehyung es mi... amigo, por así decirlo —Jungkook hizo una pausa, consciente de que no podía revelar toda la verdad sobre Taehyung. Era un androide, pero prefería no dar detalles aún, aunque su relación con Taehyung iba más allá de lo que cualquier amistad convencional podría ser — Es Taehyung. Él... me cuida y vive conmigo.
Jimin levantó las cejas, sin poder evitarlo. Miró a Taehyung una vez más, notando la forma en que sus ojos recorrían cada rincón de su cuerpo, como si lo estuviera analizando meticulosamente.
— ¿Te cuida? — repitió Jimin, claramente intrigado, mientras comenzaba a cortar un trozo de sushi y lo llevaba a su boca — No me malinterpretes, Jungkook, pero... ¿él es... como, tu asistente personal o algo así?
Taehyung no dijo nada. Simplemente mantuvo su mirada fija en Jimin, pero había algo extra en su forma de observarlo. Jimin no estaba seguro de qué exactamente, pero había algo en el aire que le hacía sentir que algo no encajaba. Su instinto le decía que Taehyung era diferente, mucho más que un simple cuidador o asistente.
— No es exactamente un asistente, pero... sí, algo así —Jungkook respondió mientras sonreía suavemente y le hacía una señal a Taehyung para que se acercara — Taehyung, ven. Quiero que conozcas a Jimin, de manera decente.
Taehyung finalmente se movió, cruzando el pequeño salón hasta acercarse a la mesa donde Jimin se encontraba sentado. La tensión en el ambiente era palpable, y Jimin se dio cuenta de que, aunque Taehyung no parecía estar haciendo nada fuera de lo común, su presencia era algo inquietante, como si estuviera en una constante evaluación.
— Hola, Jimin —Taehyung dijo, su tono suave pero firme, con una calma que parecía casi antinatural para alguien que no era completamente humano. Sus palabras fueron medidas, casi calculadas, como si estuviera asegurándose de que todo lo que dijera fuera percibido de la manera correcta.
Jimin le ofreció una sonrisa, aunque no podía evitar sentir que algo era extraño. Taehyung era atractivo, sí, pero había algo peculiar en su comportamiento que no podía identificar. Quizás eran los ojos de Taehyung, o la forma en que parecía no necesitar parpadear, manteniendo su mirada fija sin pestañear.
— Hola, Taehyung — Jimin dijo, su tono aún amigable, pero con un leve atisbo de curiosidad — Qué raro... ¿tienes algo en tus ojos?
Jungkook, que estaba acostumbrado a la forma de ser de Taehyung, sonrió ante la pregunta de Jimin. Sabía que su amigo no podía ver lo que estaba pasando en el aire, pero se estaba dando cuenta de algo. No podía culparlo.
— No te preocupes por eso — dijo Jungkook, intentando aligerar el ambiente — A veces Taehyung solo... observa mucho. Es un poco extraño, pero no hace nada malo. Es solo que... su forma de mirar es diferente.
Jimin miró a Taehyung con una ligera sonrisa, pero había algo en su mirada que reflejaba más preguntas que respuestas.
— Ya veo... — respondió Jimin lentamente, un poco desconcertado. Decidió centrarse en el sushi nuevamente, aunque no podía dejar de sentir que algo no estaba bien. Taehyung no era simplemente un "amigo" o "cuidador". Había algo más, algo que lo hacía diferente de cualquiera que Jimin hubiera conocido antes. Y la forma en que Taehyung observaba a Jungkook solo añadía más misterio a la situación.
El silencio se instaló en la habitación, pero Jimin no pudo evitar volver a fijarse en Taehyung. Era fascinante, sí, pero también inquietante. Su presencia era imponente, aunque se moviera con la calma de una persona que ya lo había visto todo. Había algo en su porte que no podía identificar, algo que lo hacía sentirse un poco incómodo.
Parecía un robot.
Jungkook por su parte, se recostó en el sofá, sintiendo la tensión en el aire pero sabiendo que Taehyung no haría nada para incomodar a Jimin. La situación era un poco extraña, pero era un recordatorio de lo importante que era mantener a Taehyung cerca.
Jimin finalmente rompió el silencio, forzando una sonrisa mientras dejaba de mirar a Taehyung, volviendo su atención al sushi.
— Está bien, supongo que me acostumbraré. Pero ya me estás poniendo nervioso, Taehyung — Jimin bromeó, esperando aliviar la atmósfera algo densa, aunque aún con dudas flotando en el aire.
Taehyung, sin mostrar signos de emoción, asintió de manera casi imperceptible.
Escaneando......Ansiedad 78%
— No es mi intención causar incomodidad, Jimin — respondió, su tono impasible, como siempre.
Jungkook sonrió, agradecido de que Taehyung siempre tuviera el control en esas situaciones. Aunque Jimin no entendiera todo, por el momento todo estaba bien. Pero Jungkook sabía que las preguntas de su amigo no iban a desaparecer tan fácilmente. Y aunque él no podía decir toda la verdad, estaba claro que Taehyung no era un simple cuidador, sino algo mucho más profundo y enigmático.
Jimin dejó la caja de sushi sobre la mesa, sonriendo satisfecho mientras se sentaba junto a ella. El aroma del sushi, fresco y apetitoso, llenaba el aire, y el sonido de las cajas deslizándose y los palillos chocando suavemente se mezclaban con el ambiente relajado.
— Bueno, por suerte traje más comida de lo habitual, ¿eh? — dijo Jimin, mirando a Jungkook mientras comenzaba a sacar más piezas de sushi — Sabía que el hambre nos iba a atacar tarde o temprano. ¡Así que disfruten, chicos!
Jungkook sonrió levemente, agradecido por el gesto de su amigo. Aunque no podía ver el sushi, podía olerlo y sabía lo delicioso que debía ser.
— Gracias, Jimin — dijo Jungkook, mientras tomaba los palillos. Se preparaba para comer con entusiasmo, pero antes de que pudiera hacerlo, Jimin, siempre generoso, miró a Taehyung con una sonrisa pícara.
— ¡Oye, Taehyung! — dijo Jimin, haciendo un gesto hacia la caja de sushi — ¡Tienes que probar esto también! No es solo para los ciegos. ¡Vamos, te invito a comer sushi!
Taehyung, que hasta ese momento había estado en su usual posición tranquila, se quedó inmóvil por un momento, mirando fijamente el sushi. Su mirada pasó de una pieza de sushi a otra, y luego se detuvo por completo. Algo en su rostro comenzó a cambiar. La tensión aumentó en el aire, y Jimin no pudo evitar notar que algo no estaba bien.
Taehyung, de manera completamente inexplicable, dio un paso atrás. Su expresión cambió de la calma usual a algo que claramente era... pánico. Sus ojos se agrandaron ligeramente, y de repente, su postura rígida se volvió mucho más incómoda. Empezó a mirar alrededor de la mesa, como si la caja de sushi se hubiera transformado en algo peligroso, algo que debía evitar a toda costa.
— No... no... — murmuró Taehyung, como si estuviera en plena crisis. Su voz, normalmente tan serena, temblaba levemente — No puedo...no es ético.
Jimin, confundido pero aún riendo, levantó una ceja mientras se llevaba un trozo de sushi a la boca.
— ¿Qué pasa, Taehyung? ¿Te da miedo el pescado crudo o qué? — bromeó Jimin, sin darse cuenta de que la reacción de Taehyung no era solo un simple disgusto, sino una verdadera preocupación.
Taehyung no lo miró. Estaba completamente enfocado en el sushi y en algo que estaba más allá de la comida. Miró a Doris, el pez de Jungkook, que nadaba tranquilamente en su acuario, como si su vida dependiera de no mirar el sushi por más tiempo. Estaba tan absorto en su miedo que, por un momento, parecía completamente fuera de lugar.
— ¡Eso es pescado crudo! — exclamó Taehyung, señalando la caja de sushi con pánico. Su voz se llenó de desesperación — ¡Eso es Doris... es como...¡es como comer a Doris! ¡No puedo!
Jungkook, que había estado escuchando la escena con una ligera confusión, ahora estalló en una carcajada. No podía evitarlo, la reacción de Taehyung era tan exagerada y extraña que no pudo dejar de reír.
— ¿Doris? — repitió Jimin, mirando hacia el acuario y luego a Taehyung, que estaba mirando el sushi con una mezcla de horror y preocupación — ¿En serio, Taehyung? ¿Estás diciendo que no quieres comer eso porque te recuerda a Doris, el pez de Kook?
Taehyung asintió rápidamente, casi aterrorizado. Sus manos estaban ahora levantadas como si estuviera haciendo una especie de escudo invisible entre él y el sushi. Su mirada seguía fija en la caja, como si fuera lo peor que podría haber visto.
— ¡No es correcto! — dijo, con un tono tan serio que parecía completamente fuera de lugar en una situación como esa — Comer pescado crudo... No puedo. No puedo hacerle eso a Doris. Es... es inmoral. ¡Es cruel!
Jungkook, aún riendo, no podía creer lo que estaba pasando. Era como si Taehyung, el androide que siempre había sido tan imperturbable, ahora estuviera pasando por una crisis existencial por culpa de unos simples trozos de sushi.
— ¡No es Doris, Tae! — gritó Jungkook entre risas — ¡Es solo pescado! ¡No es como si estuviera comiendo a Doris! ¡No pasa nada!
Pero Taehyung seguía sin moverse, sin despegar su mirada del sushi, como si de repente toda la lógica que conocía hubiera dejado de existir.
— ¿No ves lo que significa? — respondió Taehyung, casi dramáticamente, mirando a Doris con una intensidad desconcertante — ¿Qué pasaría si Doris lo viera? ¡No podría soportarlo! ¡Es un acto de traición!
Jimin, sin poder contener la risa, levantó un trozo de sushi en el aire como si estuviera ofreciendo una ofrenda.
— Bueno, en este caso, Tae, yo soy el "villano" de la historia, ¿no? — bromeó Jimin, disfrutando de la absurda situación — Si te molesta tanto, tendré que comerme todo el sushi yo solo.
Taehyung, al ver que nadie le estaba tomando en serio, finalmente pareció calmarse un poco, aunque todavía estaba muy incómodo. Sus ojos seguían fijos en el sushi, pero su postura se relajó ligeramente. Al final, decidió que era mejor no seguir con esa batalla.
—Lo... lo siento —dijo Taehyung, claramente aún molesto por el concepto de comer pescado crudo, pero aceptando su derrota de manera lenta — Tal vez... tal vez debería solo observar.
Jungkook, ahora recuperado de la risa, le dio un golpe amistoso en el hombro a Taehyung.
— Está bien, solo relájate. Nadie va a comer a Doris, lo prometo — Sonrió, feliz de ver que la situación finalmente se había resuelto, aunque de una manera bastante cómica.
Jimin, riendo por lo bajo, continuó comiendo con tranquilidad.
— ¡Nunca pensé que una persona tendría problemas con el sushi! — dijo, sin poder contener su asombro — Este día sigue siendo más raro de lo que pensaba.
Taehyung, aún algo incómodo, se sentó al lado de Jungkook, sin apartar la mirada de la caja de sushi, pero finalmente entendiendo que no había ninguna amenaza para Doris.
La cena continuó, pero el recuerdo de la "crisis del sushi" siguió flotando en el aire como una comedia absurda que ninguno de los tres olvidaría pronto.
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Parece cap de relleno, pero les juro que no lo es.
El sushi es mi comida favorita. Y tú?
Tengan buen día ✨ Fer
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