20 de Agosto 2030

La biblioteca estaba silenciosa, con solo el suave murmullo de las páginas pasando y el sonido de teclados siendo tecleados. Jungkook estaba sentado frente a su escritorio, con un montón de libros de ingeniería abiertos frente a él. Su mente, como siempre, estaba centrada en sus estudios. Jimin estaba a su lado, completamente absorbido por la pantalla de su teléfono.

Jimin, con su cabello azul perfectamente peinado, estaba mirando algo en su teléfono con una expresión divertida. Sus dedos se movían rápidamente mientras deslizaba por la pantalla, leyendo noticias, pero luego se detuvo, frunciendo el ceño.

— ¿Sabías que hay un mafioso suelto por Las Vegas? — dijo Jimin en tono burlón, levantando los ojos de su teléfono para mirar a Jungkook.

Jungkook, que estaba absorto en un complejo problema de matemáticas, levantó la cabeza solo para escuchar a Jimin quien tenía una sonrisa traviesa en el rostro. Aunque el tema era serio, conocía a su amigo y sabía que probablemente estaba a punto de hacer alguna broma.

— ¿Un mafioso? — preguntó Jungkook, sin poder evitar una leve sonrisa mientras se frotaba los ojos cansados. Jimin se veía entretenido por la noticia.

— Sí, parece que está causando todo un alboroto en la ciudad. Lo llaman "El Fantasma de Las Vegas". Dicen que nadie sabe realmente quién es, pero que tiene un montón de poder e influencia. ¿Te imaginas estar metido en algo tan grande? — comentó Jimin, haciendo una pausa para mirar a su alrededor, como si esperara que alguien los estuviera escuchando —Puedo verlo, Jungkook. Tú y yo, en medio de una misión secreta, luchando contra mafiosos...un par de héroes salvando la ciudad.

Jungkook soltó una risa suave, pero luego negó con la cabeza.

— No es un mafioso, Jimin — respondió de manera tranquila, con la mirada fija en los libros frente a él, aunque su tono era serio — El "Fantasma" de Las Vegas no es lo que parece. No es un mafioso ni nada parecido. Es algo mucho más complicado.

Jimin lo miró con curiosidad, dejando de lado su teléfono por un momento.

— ¿Ah, sí? ¿Y qué es entonces? ¿Un espía internacional? ¿Un asesino a sueldo? — preguntó, con un tono exagerado y haciendo gestos como si estuviera interpretando una película de acción.

Jungkook se acercó asegurándose de que nadie estuviera cerca, antes de susurrar con una voz baja.

— Es... algo que han estado buscando durante mucho tiempo. Algo que tiene que ver con lo que está más allá de todo lo que conocemos. Pero no, no es un mafioso — dijo, su tono aún más grave.

Jimin se inclinó hacia adelante, intrigado, dejando de lado las bromas.

— ¿En serio? — preguntó, sus ojos brillando con curiosidad — ¿Sabes de qué estás hablando? Porque esto suena como algo sacado de una película.

Jungkook, con un leve suspiro, se recostó en su silla, dejando a Jimin con una expresión seria, aunque había una pequeña chispa de preocupación en su rostro.

— Te lo juro. No es lo que piensas. Pero el "Fantasma" está relacionado con algo que se ha estado buscando, algo que está más cerca de lo que imaginas. De hecho, está justo aquí, entre nosotros.

Jimin frunció el ceño, sin comprender del todo.

— ¿Aquí? ¿En la escuela? ¿Entre nosotros? — preguntó, mirando alrededor de la biblioteca como si esperara encontrar algo sospechoso.

Jungkook se quedó en silencio, y luego bajó la voz a un susurro casi imperceptible.

— Sí, en este mismo lugar. Y no es un mafioso. Solo... alguien que está en busca de algo importante. Algo que podría cambiarlo todo.

Jimin lo observó en silencio, claramente desconcertado, pero también un poco cautivado por la seriedad de Jungkook.

— No puedo decirte más, Jimin. Es... un secreto — agregó Jungkook, sonriendo levemente, como si quisiera aliviar la tensión.

Jimin, después de un momento de silencio, soltó una risa nerviosa.

— ¿De verdad? ¿Tienes toda esta información secreta y no me la vas a contar? Eso no es justo, Kook. Si vas a ser parte de una misión secreta o algo así, ¡yo también quiero serlo! —bromeó, volviendo a su tono juguetón.

Jungkook sonrió de nuevo, pero su mente seguía trabajando en las palabras que había dicho. Sabía que Taehyung, de alguna manera, estaba vinculado con ese "Fantasma", pero aún no podía revelar la verdad a Jimin. No podía arriesgarse. Taehyung era más que un simple androide. Y las fuerzas que lo buscaban no se detendrían hasta encontrarlo.

— Lo siento, Jimin — dijo Jungkook con una leve sonrisa —...Este es un secreto que solo puedo compartir con unos pocos.

Jimin sin dejar de sonreír, se recostó en su silla, mirando a su amigo con una expresión divertida.

— Está bien, Kook. Pero algún día, cuando todo esto termine, ¡me vas a contar todo! — dijo, guiñándole un ojo.

Jungkook solo asintió, aunque en el fondo sabía que ese día podría estar mucho más lejos de lo que Jimin imaginaba.

Después de un par de horas ambos salieron de la biblioteca, caminando por el pasillo con un aire despreocupado. Jimin seguía bromeando sobre la misteriosa conversación que habían tenido, mientras Jungkook lo escuchaba de forma distraída, su mente todavía procesando lo que había dicho sobre el "Fantasma".

Cuando llegaron a la puerta del aula, Jungkook la abrió con una mano, y los dos entraron. Sin embargo, algo en el ambiente de la clase les pareció extraño. Los estudiantes estaban sentados en sus puestos, pero había una tensión en el aire, como si algo estuviera fuera de lugar. Al mirar hacia el fondo del aula, Jimin vio a dos hombres con trajes oscuros, de pie cerca del escritorio del profesor, observándolos fijamente.

Un escalofrío recorrió su espalda, pero intentó mantener la calma. Jungkook no parecía notar nada raro, ya que se dirigió a su asiento con ayuda de su bastón, sin preocuparse.

Los dos hombres, que estaban de pie junto a la pizarra, intercambiaron miradas antes de girarse hacia Jungkook. Era imposible no notar la forma en que sus ojos lo escrutaban con intensidad.

Uno de los hombres, de cabello corto y oscuro, se adelantó con una expresión seria. Era Hoseok. El otro, un hombre de cabello plateado y con una mirada penetrante, era Yoongi. Ambos tenían la apariencia de agentes de alguna agencia secreta o de seguridad.

Antes de que Jungkook pudiera reaccionar o preguntar qué sucedía, los dos hombres levantaron las manos, señalando directamente hacia él, y todos los ojos en el aula se volvieron hacia él. El ambiente de la clase pasó de estar relajado a completamente tenso. Un silencio pesado llenó el aire.

— Jeon Jungkook, somos los agentes Yoongi y Hoseok — dijo Yoongi con voz fría, avanzando hacia él. Su mirada era incisiva, como si estuviera estudiando cada uno de sus movimientos.

Jungkook se quedó inmóvil. La incertidumbre lo invadió, pero una sonrisa irónica apareció en su rostro.

— ¿Qué pasa? ¿Están aquí para arrestarme por lo del supuesto mafioso? — dijo, señalando con un gesto hacia la pantalla del aula donde se podía ver una noticia sobre el "Fantasma" de Las Vegas. Sabía que sus palabras no los distraerían, pero no podía evitar el sarcasmo.

Hoseok no sonrió. En cambio, avanzó hacia él, y sin previo aviso, lo tomó del brazo con firmeza, guiándolo hacia la salida del aula.

— No estamos aquí para hablar de mafiosos — dijo Hoseok con voz baja, pero cargada de autoridad — Ven con nosotros. Hay algunas preguntas que necesitamos hacerte.

Jungkook no luchó, pero caminó con paso tranquilo, como si nada de esto fuera una gran sorpresa. El sarcasmo en su voz no desapareció.

— Vaya, esto es un cambio de ritmo, ¿eh? ¿Me llevan a una sala de interrogatorios? ¿O tal vez solo quieren saber cómo va mi proyecto de ingeniería? A lo mejor mi genio es tan impresionante que están buscando que me una a su equipo de élite, ¿verdad?

Los condujeron a un pasillo apartado y luego a una pequeña sala de reuniones. El ambiente se volvió aún más tenso cuando Yoongi cerró la puerta detrás de ellos. Jungkook se acomodó en una silla, dejando su bastón cerca de él en todo momento.

— Sabemos que estás involucrado con algo grande, Jungkook — dijo Yoongi, mirando fijamente a los ojos de su interlocutor. Su tono era directo y sin rodeos— Estás en el centro de algo que no entiendes del todo. Y necesitamos saber qué sabes sobre el androide que hemos estado buscando.

Jungkook se recostó en la silla, sin perder su actitud relajada. Su mente corría rápidamente, evaluando sus opciones. Sabía a qué se referían, pero no podía revelar la verdad.

— ¿Un androide? — repitió Jungkook, fingiendo sorpresa — Vaya, qué curioso. ¿Están buscando al "Fantasma" también? Porque parece que ese tipo de tecnología está mucho más avanzada que cualquier "androide" que yo haya visto. Quizá están confundidos, tal vez el tipo de la mafia tenga algo que ver con eso... No me sorprendería.

Yoongi lo observó, como si evaluara si estaba hablando en serio o solo estaba jugando con ellos. Hoseok se cruzó de brazos, observando con atención, y Jungkook sintió que ambos parecían ser muy cautelosos.

— No estamos jugando contigo, Jungkook. Sabemos que sabes más de lo que dices. Y lo que sea que esté involucrado en esta red, necesitamos detenerlo antes de que cause más problemas — dijo Hoseok, sin apartar la mirada.

Jungkook soltó una risa ligera, como si todo esto fuera una broma que no lo afectara.

— Lo siento, pero no tengo ni idea de lo que están hablando. Tal vez deberían seguir con su búsqueda en Las Vegas. Yo tengo clases que atender, además como sabría algo sobre un supuesto androide, cuando ni siquiera puedo ver — dijo, levantándose lentamente.

Los agentes intercambiaron miradas y, finalmente, Yoongi asintió levemente.

— Te dejaremos ir por ahora —dijo Yoongi, su tono firme — Pero mantendremos un ojo en ti, Jungkook. Si descubrimos que estás involucrado en algo, no dudaremos en actuar.

Jungkook salió de la pequeña sala de reuniones con paso firme, sintiendo cómo el frío del pasillo lo rodeaba. A pesar de la tensión del interrogatorio, su rostro mantenía una expresión impasible. Con cada paso que daba, se aseguraba de usar su bastón con precisión, tocando suavemente el suelo en busca de obstáculos, una rutina que había aprendido a perfeccionar con los años.

Al regresar al aula, la puerta se cerró con un suave golpe detrás de él. El sonido de la entrada hizo que las miradas se volvieran hacia él de inmediato. Los estudiantes, que antes estaban absortos en sus tareas, ahora lo observaban con curiosidad. Todos sabían que algo extraño había ocurrido. Los dos agentes, Hoseok y Yoongi, lo habían sacado de clase, y su regreso no pasó desapercibido.

Los murmullos comenzaron a llenar el aire. Algunos se preguntaban si Jungkook estaba en problemas o si había algo más detrás de su desaparición temporal. Sin embargo, Jungkook no les prestó atención. Con el bastón en una mano, avanzó hacia su asiento junto a Jimin, como si nada hubiera pasado, moviéndose con la misma seguridad de siempre. A pesar de las miradas, no dejó que su presencia se viera afectada por los susurros ni por la intriga de sus compañeros.

Al llegar a su mesa, deslizó el bastón cuidadosamente hacia el costado, dejándolo descansar a su lado. Luego, sin perder tiempo, se sentó con una calma absoluta y comenzó a organizar sus materiales de estudio. Sacó su cuaderno y empezó a escribir, como si lo ocurrido no fuera más que una molestia menor.

Un par de estudiantes intercambiaron miradas, pero Jungkook no les prestó atención. No le importaba lo que pensaran. Sabía que había algo más importante en juego, algo mucho más grande que cualquier rumor o curiosidad que pudieran tener sobre él. A lo largo de los años, había aprendido a bloquear los ojos curiosos de los demás y enfocarse solo en lo que importaba.

Con concentración, volvió a sumergirse en sus estudios, trabajando en los problemas matemáticos que había dejado a medio resolver antes del incidente. Cada número, cada fórmula, parecía más clara que nunca en su mente. En su mundo, la percepción no venía de lo que veía, sino de cómo podía escuchar, tocar y sentir.

Aunque el aula seguía llenándose de susurros, Jungkook simplemente se concentró en la pizarra frente a él. Sabía que no podían entender lo que había sucedido, ni lo que él había vivido fuera de esas paredes. Después de todo, ¿quién podría comprender lo que era estar en la oscuridad más allá de lo físico?

De vez en cuando, sentía la curiosa mirada de algún compañero, pero sus pensamientos seguían centrados en el futuro, en la búsqueda que lo rodeaba y en lo que debía hacer a continuación. No podía permitir que nada de eso interfiriera con lo que había decidido hacer: estudiar y prepararse. Y, sobre todo, mantener sus secretos a salvo.