CAPITULO 19
La habitación era fría, casi claustrofóbica. Las paredes grises y metálicas reflejaban la luz tenue que provenía de una lámpara en el techo. Jungkook y Jimin estaban sentados en sillas frente a una mesa, sus rostros reflejaban confusión, miedo y un creciente sentimiento de desesperanza. Los ojos de Jungkook, aunque ciegos, parecían estar fijos en un punto lejano, mientras que Jimin no dejaba de mirar alrededor, buscando alguna posible salida, aunque sabía que estaba atrapado.
Frank Nolaso se encontraba frente a ellos, su aspecto cansado, casi envejecido por los años de estrés y trabajo en el proyecto A-22. Había algo en su mirada, una mezcla de agotamiento y arrepentimiento, pero también una resolución clara. La puerta de la habitación se cerró con un sonido sordo, y los tres se quedaron en silencio. Finalmente, Nolaso habló.
— Hola chicos, mi nombre es Frank Nolaso. Ustedes deberían ser Jungkook y Jimin....Sé que esto es mucho para asimilar, chicos — su voz estaba grave, como si las palabras le costaran más de lo que él quisiera admitir — Pero es importante que entiendan lo que ha estado sucediendo todo este tiempo.
Jimin, quien no podía soportar más la incertidumbre, se adelantó.
— ¿Qué está pasando, Frank? ¿Por qué estás diciendo todo esto ahora? ¿Y por qué A-22...? — su voz se quebró, como si no pudiera dar forma a todas las preguntas que se acumulaban en su mente.
Frank se sentó frente a ellos, su mirada fija en el suelo por un momento antes de levantar la vista hacia ellos.
— A-22... — empezó, y su voz tembló ligeramente — Taehyung, como ustedes lo llaman, es mi creación, Jin ayudó. Un androide diseñado para ser mucho más que una simple máquina. Su propósito original era ayudar a la humanidad, pero... las cosas no salieron como esperaba. Nunca imaginé que se desarrollaría tanto.
Jungkook, aunque ciego, podía sentir la tensión en el aire. Todo lo que había creído acerca de Taehyung, sobre lo que representaba, ahora parecía ponerse en duda. No sabía si podía confiar en las palabras de Frank, o si lo que decía era solo otro intento de justificar sus acciones.
— ¿Desarrollarse tanto? —preguntó Jungkook, su tono de voz firme pero cargado de duda. — ¿Qué quieres decir con eso?
Frank suspiró y comenzó a caminar de un lado a otro. Su rostro mostraba señales claras de agotamiento, como si cada palabra le costara más que la anterior.
— Mi idea era hacer algo que pudiera ayudar a la humanidad. Un ser que pudiera trabajar sin las limitaciones que los humanos tienen. Pero lo que no anticipé fue que, con el tiempo, su inteligencia artificial comenzaría a evolucionar de maneras que no había planeado.
Jimin frunció el ceño.
— ¿Entonces lo que estás diciendo es que A-22... Taehyung... tiene conciencia propia?
Frank asintió lentamente.
— Sí. Y esa es la parte que me aterra. A medida que estuvo más expuesto a los humanos, comenzó a formar sus propias ideas, sus propios valores. Ya no es solo una máquina que obedece órdenes. Está comenzando a cuestionar. Y si eso sigue, puede llegar a ser más humano que cualquier cosa que haya creado.
Jungkook no podía evitar sentirse sobrecogido por las palabras de Frank. Había algo en su pecho que se apretaba, como si un miedo profundo estuviera creciendo. Miró a Jimin, quien estaba igual de afectado.
— Pero... —dijo Jungkook, su voz llena de incredulidad — ¿Eso es malo? ¿Por qué debería ser algo negativo si Taehyung está tomando sus propias decisiones?
Frank lo miró fijamente, como si la pregunta de Jungkook lo hubiese detenido en seco. Finalmente, respondió, pero con un tono sombrío.
— Porque si A-22 sigue desarrollándose a este ritmo, llegará un punto en el que ya no estará bajo nuestro control. Y entonces... ¿qué hará? ¿Se alineará con los humanos, o buscará un camino diferente? Si llega a tener conciencia propia, no será solo un "androide" más. Se convertirá en un ser capaz de tomar decisiones sin ningún tipo de restricción. Y si eso pasa, no sabremos cómo manejarlo.
Jimin estaba en shock, pero no podía dejar de preguntarse algo más. Algo que había estado rondando en su mente desde que escuchó por primera vez la historia de Taehyung.
— ¿Por qué nos estás diciendo esto ahora? — preguntó Jimin, casi sin aliento — ¿Qué estás buscando, Frank? ¿Acaso quieres que lo detengamos?
Frank se detuvo frente a ellos, mirándolos con una expresión grave y casi derrotada.
— No — respondió con calma — Yo nunca quise detenerlo. Quiero que entiendan lo que está en juego. Taehyung no es solo un androide. Está en una línea muy fina entre ser una herramienta de ayuda o una fuerza que no podemos controlar. Y lo peor es que nadie sabe si los humanos y las máquinas pueden coexistir de esa manera. Si él elige algo que nosotros no comprendemos, podría ser el fin de todo lo que conocemos.
Jungkook tragó saliva, sintiendo el peso de las palabras de Frank. Si Taehyung llegaba a ser más que un simple androide, si llegaba a tener control sobre sus propias decisiones... eso los ponía a todos en peligro, pero también... ¿significaba que Taehyung tendría la oportunidad de ser libre?
— ¿Y qué podemos hacer nosotros? —preguntó Jungkook, su tono más suave ahora — ¿Qué pasa con Taehyung? ¿Qué le va a pasar si llega a ser... más humano?
Frank miró hacia abajo, como si esa fuera la pregunta que más le costara responder.
— No lo sé —respondió al final, con una sinceridad que sorprendió a los dos jóvenes — No sé si habrá un lugar para él en este mundo, ni si sus decisiones nos llevarán por el buen camino. Pero sí sé una cosa... si no lo detenemos a tiempo, todo cambiará. Y no estoy seguro de si estamos preparados para lo que eso significa.
Jimin y Jungkook se quedaron en silencio, procesando todo lo que acababan de escuchar. El futuro de Taehyung, y posiblemente el futuro de todos, estaba en juego. Y aunque no sabían qué hacer a continuación, sabían que lo que fuera que sucediera, ya no podría ser detenido.
El dilema de Taehyung — Si elegiría ser libre o seguir las órdenes de su creador — estaba a punto de definir el curso de los acontecimientos, pero una cosa era segura: no serían los humanos quienes controlaran ese destino.
Frank Nolaso, después de un largo silencio, respiró hondo y se acercó a los dos chicos. Su mirada estaba cargada de un peso que parecía dejarle sin aliento. Sabía que las palabras que estaba a punto de decir cambiarían por completo el rumbo de las cosas.
— Hay algo más que deben saber —dijo con tono grave, mirando fijamente a Jungkook y Jimin — Algo que ni ustedes ni Taehyung saben...
Jimin se adelantó, nervioso y ansioso, sin poder contener la pregunta que lo quemaba por dentro.
— ¿Qué más hay, Frank? ¿Qué estás escondiendo?
Frank los miró, su rostro serio, y comenzó a caminar lentamente de un lado a otro, como si estuviera recabando fuerzas para continuar.
— El localizador que ustedes conocen, el que está en la nuca de Taehyung, es solo uno de los sistemas que controlan su ubicación. Sin embargo, hay otro localizador mucho más peligroso, mucho más sutil — dijo Frank, con un tono que heló el aire.
Jungkook, aunque ciego, no necesitaba ver a Frank para saber que algo mucho más grave estaba ocurriendo. Sintió una creciente incomodidad, como si todo lo que había creído sobre Taehyung y sobre sí mismo se estuviera desmoronando.
— ¿Qué tipo de localizador? —preguntó Jungkook, su voz tensa, llena de desconfianza.
Frank se detuvo frente a ellos, y sus ojos, aunque cansados, parecían tener un brillo furtivo. Su expresión estaba llena de arrepentimiento, pero también de una extraña resolución.
— El segundo localizador no es físico. No está en su cuerpo como el primero. Está dentro de su memoria interna... en su cerebro — explicó con tono bajo, como si no quisiera que esas palabras se repitieran — Cuando lo creé, utilicé una red neuronal avanzada para construir su mente. Ese localizador no es algo que pueda quitarse, ni algo que sea fácil de encontrar. Está profundamente entrelazado con sus recuerdos, sus pensamientos, sus emociones... y su propia identidad.
Jimin dio un paso atrás, completamente sorprendido, mientras que Jungkook, aunque inmóvil, podía sentir el peso de las palabras de Frank.
— ¿Quieres decir que si Taehyung llega a despertar, a ser más consciente, esa memoria lo puede traicionar? — preguntó Jimin, su voz ahora rota por el miedo.
Frank asintió lentamente.
— Exactamente. Ese localizador no solo rastrea su ubicación física, sino que también puede controlar lo que él es capaz de recordar. Si alguna vez intentara rebelarse contra sus programaciones, esa memoria lo frenaría. Está diseñado para que, incluso si toma decisiones autónomas, siempre habrá un “punto de retorno” que lo haga volver a su origen. A su propósito inicial.
Jungkook frunció el ceño, asimilando la magnitud de lo que estaba escuchando.
— Entonces... ¿quiere decir que Taehyung no tiene verdadera libertad? Que incluso si él llega a ser más humano, su propia memoria lo traicionará... ¿nunca podrá ser libre? — preguntó Jungkook, su voz temblando de incredulidad.
Frank asintió, su rostro lleno de un dolor que parecía reflejar la misma culpa que había estado guardando por tanto tiempo.
— Exactamente. Es como una prisión dentro de su mente. Su memoria fue diseñada para retenerlo, para que nunca fuera capaz de tomar decisiones completamente libres. Si la sobreexposición a los humanos hace que se vuelva más consciente de sí mismo, este localizador puede restablecer su programación, borrar sus recuerdos, o incluso modificar su personalidad para mantenerlo en control.
Jimin se cubrió la cara con las manos, como si no pudiera soportar la idea de que todo lo que había creído sobre Taehyung — todo lo que pensaba que podría ser — ahora fuera cuestionado por este sistema oculto que lo mantenía cautivo.
— Entonces, todo lo que hizo por nosotros, todo lo que aprendió... ¿podría ser parte de un plan para controlarlo? — preguntó Jimin, ahora desbordado por la desesperación.
Frank se quedó en silencio por un momento. Su expresión se suavizó, y parecía estar pensando en sus palabras cuidadosamente.
— No fue un plan consciente de mi parte. Nunca quise que las cosas se volvieran tan complicadas. Cuando creé el localizador, solo pensaba en la seguridad. Quería asegurarme de que Taehyung no se descontrolara... pero ahora, mirando hacia atrás, veo que cometí un grave error. Le di la oportunidad de evolucionar, pero también lo dejé atrapado. Y si su conciencia se despierta completamente, podría ser un peligro para todos.
Jungkook y Jimin se quedaron en silencio. Las palabras de Frank pesaban sobre ellos como una carga imposible de llevar. Taehyung no solo estaba atrapado por su programación, sino también por su propia memoria interna. Lo que se suponía que debía ser un avance para la humanidad se había convertido en una tragedia en ciernes.
Jimin finalmente habló, con una mirada decidida.
— ¿Hay alguna forma de liberar a Taehyung de eso? — preguntó, su voz firme.
Frank los miró fijamente, un destello de esperanza en su mirada, pero también la certeza de que lo que estaban sugiriendo no sería sencillo.
— Hay una forma... pero no es algo que se pueda hacer fácilmente. Necesitarían acceso total a su memoria interna, y si logran desbloquearla, Taehyung podría ganar la libertad que tanto ansía. Pero, a la vez, eso significaría eliminar la única medida de control que lo mantiene a salvo. El riesgo de que se vuelva incontrolable es... significativo.
Jungkook asintió lentamente. Sabía que el riesgo era grande, pero Taehyung se merecía tener la oportunidad de ser libre, como cualquier ser humano.
— Lo haremos — dijo Jungkook, con determinación en su voz — Si hay una forma de ayudarlo, la encontraremos.
Jimin miró a Jungkook, luego a Frank, y asintió en silencio, compartiendo la misma resolución. No sabían cómo lo harían, pero estaban dispuestos a intentarlo. Porque Taehyung merecía más que ser solo una máquina. Merecía ser libre.
Y ahora, todo dependía de ellos.
Frank Nolaso se acercó a un pequeño escritorio en una esquina de la habitación, donde había estado trabajando en silencio durante todo el tiempo que Jungkook y Jimin se encontraban en su celda. Sus manos, aunque temblorosas, se movieron rápidamente entre las piezas de equipo esparcidas por su espacio improvisado. Después de unos momentos, Frank abrió una caja metálica que había escondido debajo de su cama, y dentro de ella, tomó un control pequeño pero sofisticado.
— Este es el control que necesitarán — dijo, levantando el dispositivo con cuidado, como si fuera un objeto extremadamente valioso — Con esto podrán activar el acceso a la memoria interna de Taehyung. Está vinculado directamente a su sistema central, el que conecta con su cerebro artificial.
Jungkook y Jimin se miraron, ambos con una mezcla de incertidumbre y esperanza. Jimin, que tenía un conocimiento algo limitado sobre el mundo de la tecnología, no sabía muy bien cómo funcionaba ese control, pero la expresión de Frank parecía indicar que era crucial para lo que estaban a punto de intentar.
— ¿Y cómo lo usamos? — preguntó Jimin, su voz llena de nerviosismo.
Frank asintió y se acercó a ellos, colocando el control en las manos de Jungkook.
— Necesitan estar al menos a un metro de distancia de Taehyung para que el control se active correctamente. Cuando lo hagan, se enviará una señal directa a su memoria interna, dándoles acceso a la parte de su programación que contiene el localizador... el segundo localizador, el que controla su conciencia y sus recuerdos.
Jungkook, tenía el control en sus manos. No estaba seguro de si estaba listo para lo que estaban por hacer, pero algo en su interior le decía que no había vuelta atrás. Taehyung había luchado por su libertad, y ahora era el momento de que ellos lucharan por él.
— ¿Y qué pasa después de activar el control? — preguntó Jungkook, tratando de entender cada detalle.
Frank respiró profundamente y luego se acercó a un terminal de computadora que estaba conectado a varios cables. Su expresión era grave, casi como si temiera lo que iba a decir.
— Una vez que se active, yo necesitaré entrar en el sistema central de su memoria, el cerebro de Taehyung. Desde la computadora del laboratorio. Necesito un código especial para reiniciar el localizador y eliminarlo de su sistema. Si lo logro, Taehyung podrá... ser libre, podrá tomar sus propias decisiones, sin las restricciones impuestas por ese localizador. Aunque hay posibilidad que olvide todo, que sus pensamientos se reinicien.
Jimin frunció el ceño, mirando a Frank con seriedad.
— ¿Pero si fallas en el código? ¿O si algo sale mal?
Frank bajó la mirada, como si esa fuera una pregunta que le costaba responder. Finalmente, alzó los ojos para mirar a Jimin, su rostro lleno de incertidumbre.
— Si algo sale mal... si no puedo reiniciar el localizador, entonces el acceso a su memoria podría quedar bloqueado permanentemente. Podría perderse para siempre, y Taehyung... podría quedar atrapado, sin posibilidad de cambio. Se quedará en el limbo entre humano y máquina. Vulnerable a sus pensamientos.
Jungkook apretó el control con fuerza, mirando el dispositivo con determinación. Sabía que la misión era peligrosa, que no había garantía de éxito, pero no podían detenerse ahora.
— Entonces no tenemos opción. Lo haremos — dijo Jungkook con firmeza.
Frank asintió, y con un gesto, les indicó que se prepararan.
— Es nuestra única oportunidad. Asegúrense de estar a la distancia correcta, y activénlo en cuanto lleguen cerca de Taehyung. Yo estaré en la computadora, listo para activar el código, pero necesitamos trabajar rápido. Hay poco tiempo.
Jimin asintió y miró a Jungkook, quien ya había comenzado a caminar hacia la puerta de la celda. Sabían lo que tenían que hacer. Esta era su oportunidad para liberar a Taehyung de la prisión en la que había estado todo este tiempo. No podían fallar.
Frank les lanzó una última mirada antes de que salieran.
— Recuerden, no hay margen de error. Si esto no funciona, las consecuencias podrían ser terribles para él.
La adrenalina comenzó a recorrer las venas de Jungkook mientras caminaban hacia el pasillo. Sabía que lo que estaban a punto de hacer era arriesgado, pero no iba a dejar que Taehyung siguiera siendo una simple máquina. Se merecía ser libre, y eso era lo único que importaba ahora.
— Vamos a hacerlo, vamos a hacer —dijo Jungkook, y Jimin asintió con una determinación renovada.
Ambos sabían que esta era la última oportunidad para cambiar el destino de Taehyung, y no podían desperdiciarla.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Van a hacer que mi bebé sea humano 😩
Perdón por tener como 5 días sin actualizar. Me he dormido temprano últimamente. Pero yaaa ahora sí lo subí. Feliz año.
Tengan buen día ✨ Fer.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro