CAPITULO 15
06 de Junio 2026
Era una tarde calurosa de verano, pero la calidez del sol no era lo que Jungkook sentía en su pecho. La atmósfera en la casa de los Jeon estaba densa, llena de gritos y una sensación de estancamiento. Aquel día no iba a ser igual a los demás. No podía soportarlo más. Desde que había perdido la vista en ese accidente tratando de salvar a su hermano, la relación con sus padres se había vuelto cada vez más difícil.
La sobreprotección había sido su respuesta inmediata, y eso lo asfixiaba. Jungkook no quería vivir con miedo, no quería ser tratado como si fuera frágil, incapaz. Quería tomar sus propias decisiones, vivir como cualquier otra persona, sin importar su ceguera.
Estaba en su habitación, sentado en su cama, sus manos sobre las piernas. El sonido de los gritos de sus padres llegaba hasta él, distorsionado por la desesperación de un hogar roto. Su madre lloraba, su padre gritaba, y su hermano mayor intervenía de vez en cuando. Pero Jungkook ya no quería ser parte de esa dinámica. Ya no quería estar allí, bajo su control. Sentía que su vida estaba siendo gobernada por los miedos y limitaciones de los demás.
Finalmente, la puerta de su habitación se abrió de golpe.
— ¡Jungkook, por favor! — La voz de su madre sonó cargada de angustia, pero él no se inmutó. Había tomado una decisión. Ya no iba a quedarse en ese lugar.
— ¡¿A dónde crees que vas?! — El tono de su hermano era agresivo, pero Jungkook no se molestó en responder. No podía más.
Se levantó lentamente, con una determinación renovada, y empezó a recoger algunas de sus cosas. Su madre lo miraba, aterrada, como si todo lo que había hecho hasta ese momento hubiera sido en vano.
— ¡Jungkook, tienes que entender! ¡No puedes irte! — insistió su madre, acercándose un paso más — Te hemos cuidado toda la vida, ¡no puedes simplemente dejar todo atrás! Eres ciego, no puedes…
— ¡No soy un niño! — gritó Jungkook, interrumpiéndola, su voz llena de rabia contenida — ¡No soy una carga! ¡No soy frágil! ¡Ya no quiero que me traten como si no pudiera hacer nada solo!
Su madre vaciló por un momento, pero su hermano lo miró con desdén.
— Jungkook, eres ciego. No sabes lo que haces. Si te vas, te vas a meter en problemas, ¿y qué vas a hacer cuando te pase algo? ¿Cómo vas a vivir solo? — dijo su hermano con desprecio, sin entender lo que realmente sentía su hermano menor.
Jungkook, con el rostro tenso y los ojos cerrados como si no pudiera soportar más las palabras de su hermano, respiró hondo y dijo, con calma pero firmeza:
— No me importa lo que pienses, no me importa lo que piensen ustedes. He vivido toda mi vida bajo sus reglas, y ya no quiero vivir así. Quiero tomar mis propias decisiones. Quiero la libertad de ser yo mismo. No quiero ser tratado como si fuera incapaz.
Un silencio se instauró en la habitación, pero estaba cargado de dolor. La madre de Jungkook empezó a llorar en silencio, su rostro lleno de angustia. Su hermano, por un momento, pareció dudar, pero luego simplemente se dio la vuelta y salió de la habitación. No entendía, no podía entenderlo. Para él, Jungkook era su hermano menor, el que necesitaba protección. No podía aceptar que él quisiera irse. Pero Jungkook no lo iba a permitir más.
Recogió lo que pudo, unas cuantas ropas, su teléfono, y una pequeña caja con recuerdos de su hermano. Sin mirar atrás, salió de la habitación y de la casa, con el corazón apretado por la tristeza, pero con la determinación de no seguir siendo alguien que sus padres sentían que debía proteger.
En la calle, el aire cálido de la tarde lo envolvió, pero la sensación de estar fuera, de estar tomando el control de su vida, le dio una extraña sensación de libertad. No importaba si sus padres no lo entendían; él necesitaba tomar esa decisión por sí mismo. Ya no podía seguir siendo el niño que todos veían, incluso después del accidente.
No tardó mucho en que Jimin apareciera en su camino. Como siempre, Jimin había estado al tanto de lo que estaba pasando, pero no había intervenido hasta ahora. Sabía lo que Jungkook sentía, sabía que en el fondo, necesitaba salir y encontrar su propio camino.
— Oye, ¿a dónde vas? — preguntó Jimin con su tono de siempre, relajado, como si no hubiera pasado nada.
Jungkook, aún con la mochila en la espalda, dejó escapar una pequeña risa amarga.
— Me voy — dijo, sin vacilar, con el tono de alguien que ya no podía seguir callando lo que sentía — No quiero estar más allí.
Jimin lo miró por un momento, evaluando la situación. En lugar de presionarlo para que volviera a casa, como probablemente haría cualquier otra persona, simplemente asintió.
— Está bien. Ven conmigo, al menos esta noche. Después veremos qué hacer.
Jungkook se dejó guiar por su amigo. Aunque su mente aún estaba llena de pensamientos contradictorios, se sentía aliviado al estar con Jimin, el único que lo entendía completamente. Jimin lo llevó a su departamento, el lugar donde Jungkook solía quedarse de vez en cuando, el espacio donde nunca se sintió como una carga, donde su ceguera no era un impedimento.
Cuatro años habían pasado desde aquel día. Jungkook ya no era ese joven que había huido de su casa lleno de dudas. Había aprendido a vivir solo, a ser independiente, a depender de sus propios esfuerzos. El accidente que lo había dejado ciego parecía algo distante ahora, y aunque no podía olvidar la sobreprotección de su familia, había encontrado su propia forma de vivir.
Vivía en un pequeño departamento, tranquilo, modesto, pero lleno de ese sentimiento de libertad que siempre había buscado. El sonido de su teclado era su compañía más constante, y los proyectos de programación que llevaba a cabo lo mantenían ocupado y enfocado en su futuro.
Cada día era una nueva oportunidad para demostrarle a sí mismo que podía ser más que su ceguera. Ya no dependía de nadie, y aunque los recuerdos de ese día seguían vivos en su mente, había logrado forjar una nueva vida, una en la que no necesitaba el permiso de nadie para tomar sus decisiones.
Y, a pesar de todo, a veces, cuando pensaba en su familia, no podía evitar sentir una punzada en el corazón. Pero no se arrepentía de su decisión. Había tomado el control de su vida. Y eso era lo que realmente importaba.
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03 de Septiembre 2030
Era una noche cálida y silenciosa, lejos del bullicio de la ciudad. Jungkook y Taehyung caminaban juntos por un sendero polvoriento que conducía a un campo vacío, alejado de las luces y las sombras de la ciudad. La brisa suave acariciaba sus rostros mientras avanzaban en silencio, el único sonido era el crujir de la tierra bajo sus pies y el suave susurro del viento.
Jungkook había decidido llevar a Taehyung allí, a ese lugar apartado que tanto le había gustado cuando aún podía ver. Era un lugar especial para él, un refugio donde se sentaba a observar las estrellas, donde su alma podía descansar bajo el vasto manto del cielo. Pero ahora, con su ceguera, todo eso era solo un recuerdo lejano, un deseo imposible de recuperar.
— Aquí es — dijo Jungkook, deteniéndose y mirando hacia el cielo oscuro, aún sin poder ver las estrellas, pero con la esperanza de sentirlas de alguna forma.
Taehyung se detuvo a su lado, observando al joven con sus ojos cibernéticos, que nunca mostraban emoción, pero que parecían entender la profundidad de lo que ese lugar significaba para él.
Jungkook sonrió suavemente, como si se diera permiso a sí mismo para sentir, para recordar.
— Este lugar… me hacía sentir libre, ¿sabes? — dijo, su voz suave y nostálgica, mientras caminaba hacia el centro del campo, guiado por su memoria — Antes podía ver todo esto. Las estrellas, las constelaciones, el universo.
Taehyung lo observó en silencio, pero había algo en su programación, algo en su sistema que parecía captar la esencia de las palabras de Jungkook, algo que despertaba un sentimiento que no entendía completamente, pero que lo impulsaba a actuar de una manera diferente.
Jungkook se sentó en el suelo, su rostro hacia el cielo, con los ojos cerrados. Un pequeño suspiro escapó de sus labios, como si deseara sentir la conexión con ese vasto universo que ya no podía ver.
— Quiero… quiero volver a ver las estrellas, aunque sea solo por un momento — dijo, casi como un susurro, en medio del silencio de la noche.
Taehyung, que se encontraba de pie cerca de él, se inclinó lentamente hacia su amigo. En su interior, había algo que no podía definir, una necesidad de dar algo a Jungkook, de ofrecerle un poco de lo que había perdido.
Con una calma desconcertante, Taehyung extendió su mano hacia la de Jungkook. Este, sintiendo el contacto, levantó la cara hacia él, desconcertado, pero sin apartarse. En el rostro de Taehyung no había nada más que la fría neutralidad de un androide, pero sus movimientos, tan suaves y cuidadosos, decían lo contrario.
— Te puedo mostrar las estrellas, Jungkook — dijo Taehyung, su voz suave, pero con una certeza que sorprendió a Jungkook.
Jungkook no entendió de inmediato, pero antes de poder preguntar, sintió cómo los dedos de Taehyung tocaban suavemente su cabeza. Fue un contacto leve, pero extraño, como si estuviera conectado de alguna forma a su mente.
Y entonces, en ese preciso momento, algo sucedió.
Jungkook sintió una oleada de imágenes, de luces brillantes, de destellos que comenzaron a llenar su mente. No era una visión normal, no como la que alguna vez tuvo, sino algo diferente, como si pudiera ver las estrellas a través de los ojos de Taehyung. Era como si el androide hubiera conectado su mente a la de él, permitiéndole experimentar lo que solo había sido un recuerdo difuso.
Las estrellas comenzaron a brillar frente a sus ojos cerrados, pero esta vez, no las veía como antes. Era como si estuviera flotando en medio del espacio, rodeado de constelaciones, de estrellas fugaces, de la inmensidad del universo. Sentía el frío del espacio, la quietud de la noche, el brillo cálido de las estrellas a su alrededor. Podía escuchar la calma del cosmos, el silencio absoluto que llenaba todo a su alrededor.
Jungkook respiró hondo, abriendo los ojos lentamente, pero lo que vio no era el campo vacío ni el cielo oscuro. En su mente, veía el universo desplegarse ante él, con cada estrella brillando en su propio rincón del vasto espacio. Era hermoso, tan hermoso como lo recordaba. Una sensación de paz y asombro lo invadió, y su corazón latió más fuerte, no por la emoción, sino por el simple hecho de poder sentir todo eso de nuevo, aunque fuera solo en su mente.
— Es… es increíble — susurró Jungkook, su voz llena de asombro, y en sus palabras había una gratitud que Taehyung no podía comprender, pero que sentía de alguna forma.
Taehyung no dijo nada. Su mano permaneció en la cabeza de Jungkook, conectado a él, transmitiendo esa sensación que no podía ser medida en términos humanos. Solo sentía el peso de las palabras de Jungkook, y por primera vez en mucho tiempo, algo dentro de él cambió.
Cuando Jungkook abrió los ojos nuevamente, ya no podía ver las estrellas como antes, pero el eco de esa visión permaneció en su mente, como si hubiera tocado algo más profundo que él mismo. Algo que solo él y Taehyung compartían ahora.
—Gracias —dijo Jungkook, sus palabras suaves, pero llenas de emoción.
Escaneando....Felicidad 100%
Taehyung retiró su mano, su rostro tan impasible como siempre, pero en su interior, algo había cambiado. No entendía por qué, ni qué significaba todo esto, pero de alguna manera, había hecho algo que parecía importante para Jungkook, algo que solo él podía hacer por su amigo.
El viento seguía soplando suavemente, y Jungkook, ahora con una ligera sonrisa, se recostó en el suelo, mirando el cielo sin realmente verlo, pero sintiendo que, de alguna manera, las estrellas todavía estaban allí, brillando solo para él.
— Ahora, al menos en mi mente… puedo verlas — murmuró, y Taehyung, de pie junto a él, observó en silencio.
Aún no comprendía del todo el significado de esa conexión, pero en ese momento, se dio cuenta de que, quizás, había algo más allá de lo que su programación podía explicar. Algo en él había comenzado a cambiar también.
Miro hacia Jungkook quien estaba perdido por lo sucedido.
Escaneando.....Amor 30%
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Me encanta que poco a poco mi pequeño algodón de azúcar pueda sentir emociones humanas y que el primero en sentir "amor" sea Kook.
A veces las emociones no son literales, sino que escanea emociones lo más cercanas a la oroginal.
Por ejemplo, Tae no puede escanear la "incomodidad", porque no es una emoción directa. En su sistema le va a aparecer como "desagrado".
En este caso "Amor" que fue lo que escaneo, fue lo más cercano a la verdadera emoción que sentía Kook al momento.
Tengan buen día ✨ Fer
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