La habitación estaba iluminada por la fría luz fluorescente del techo, creando un ambiente tenso y serio. En el centro de la sala, una gran mesa de conferencias estaba rodeada por sillas de cuero negro. Frente a una pantalla gigante que mostraba múltiples monitores con datos y mapas, Namjoon se encontraba con los brazos cruzados, observando en silencio. Los informes sobre Taehyung, el androide, se proyectaban en la pantalla, pero la expresión de Namjoon estaba lejos de ser relajada.

En la puerta, Yoongi y Hoseok entraron, con el rostro marcado por el cansancio. Yoongi, en su típica postura relajada pero seria, parecía molesto, mientras que Hoseok tenía un aire preocupado. Ambos se sentaron frente a Namjoon sin decir palabra, conscientes de que las noticias que traían no serían fáciles de aceptar.

Namjoon no desvió la mirada de la pantalla, pero su tono ya había cambiado — ¿Qué pasó? ¿Lograron capturar al androide?

Yoongi fue el primero en hablar, su voz grave y directa — No, no lo conseguimos, jefe. Todos los agentes fueron derrotados.

Hoseok suspiró, mirando a Yoongi antes de añadir — Lo peor es que... no tenemos evidencia. Las cámaras de seguridad que colocamos para grabar el enfrentamiento fallaron, justo cuando el androide...atacó.

Namjoon arqueó una ceja, dándole a Hoseok y Yoongi una mirada penetrante. Sabía que las fallas de las cámaras no eran casuales. El androide debía tener algo que ver con eso.

— ¿Cómo que fallaron las cámaras? — Su tono era casi incrédulo — ¿Dejaron de funcionar por un simple error técnico?

Yoongi negó con la cabeza — No, no fue un fallo técnico. Las cámaras dejaron de funcionar justo antes de que todo el sistema se apagara. Creemos que, cuando el androide activó su poder, también causó un apagón masivo en la ciudad. La red de electricidad en varias colonias se fue al diablo durante toda la noche.

— ¿Un apagón? — La sorpresa en la voz de Namjoon era palpable — ¿Es eso posible? ¿De qué tipo de energía estamos hablando?

Hoseok intervino rápidamente, con un tono preocupado — Lo que sabemos hasta ahora es que cuando los agentes lo rodearon, él reaccionó de manera... diferente. No solo derrotó a los agentes en cuestión de segundos, sino que provocó una interferencia masiva en la red de electricidad. Todo el sistema se cayó. Las cámaras se apagaron, las luces de las calles, los semáforos, todo. Fue como si él pudiera manipular la energía a su alrededor.

Namjoon frunció el ceño, procesando la información rápidamente. No le gustaba lo que escuchaba. El poder del androide parecía ser mucho más complejo de lo que habían previsto.

— ¿Y los agentes? — preguntó con una seriedad renovada — ¿Todos están bien?

Yoongi soltó un suspiro, desanimado — No, todos están débiles. Algunos más graves que otros, pero todos inconscientes. No tenían la mínima oportunidad contra él.

Namjoon asintió lentamente, evaluando la situación. Ya había anticipado que capturar al androide no sería una tarea fácil, pero la magnitud de su poder era algo que aún no comprendían completamente.

— Esto es un desastre — Namjoon murmuró, comenzando a caminar de un lado a otro, pensativo — El apagón, los fallos en las cámaras, los agentes derrotados... necesitamos respuestas. Esto está fuera de control. Y si ese androide realmente tiene esa capacidad de manipular la energía, las consecuencias podrían ser mucho peores.

Hoseok asintió con gravedad — Lo sabemos, jefe. El androide es más peligroso de lo que pensábamos. Y ahora, con lo que pasó, es más difícil rastrearlo.

Yoongi levantó la mirada, sus ojos mostrando una mezcla de frustración y determinación — Pero no todo está perdido. Si lo seguimos investigando, si logramos entender más sobre sus habilidades, podremos encontrar una manera de neutralizarlo.

Namjoon se detuvo y se giró hacia ellos — No podemos permitirnos otro fracaso. Necesitamos que cada agente esté completamente preparado. Pero más que eso, necesitamos saber cómo funciona ese androide, cómo controla la energía. Si alguien está detrás de todo esto, necesitamos encontrarlo.

Ambos agentes asintieron al unísono, sabiendo que las consecuencias de no lograrlo serían devastadoras.

— Vamos a redoblar esfuerzos — dijo Namjoon con determinación — Yo les daré acceso a más recursos. Pero esta vez, quiero que se concentren en rastrear sus huellas energéticas. Si él puede manipular la electricidad, debemos estudiar esa capacidad. Y lo más importante, si hay más de él, necesitamos saberlo antes de que sea demasiado tarde.

Yoongi y Hoseok intercambiaron una mirada cómplice antes de responder. —Sí, jefe. Sabemos lo que tenemos que hacer.

Namjoon asintió, confiando en ellos, pero el peso de la responsabilidad era claro en su rostro. —Nos estamos jugando mucho. No hay margen para errores. Manténganme informado.

Mientras Yoongi y Hoseok se levantaban para salir, la tensión seguía flotando en el aire. Sabían que lo que venía no sería nada fácil. Cada minuto que pasaba sin que pudieran localizar al androide los ponía un paso más cerca de perder el control sobre la situación. Pero, en el fondo, ambos sabían que tenían que encontrar una forma de detener a A-22, no solo por el bien de la misión, sino por la seguridad de todos.

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La oficina de Namjoon estaba iluminada solo por la luz fría de las pantallas que cubrían las paredes, mostrando gráficos, mapas y datos en constante movimiento. La tensión en el ambiente era palpable. Las noticias sobre el androide, su fuerza y habilidades para manipular la energía, habían dejado a todo el equipo de la NASA en alerta máxima.

Jin se encontraba frente a Namjoon, con los brazos cruzados y su mirada fija en una de las pantallas, observando los últimos informes de los agentes que habían intentado capturar al androide. Su rostro era una mezcla de calma calculadora y una ligera insatisfacción por el fracaso de las operaciones anteriores. Su presencia imponente parecía absorber la energía de la sala.

Namjoon, sentado a su escritorio, miraba en silencio los informes, repasando los datos con detalle. Su expresión estaba tensa, sus dedos tamborileando en la superficie del escritorio mientras pensaba en la mejor estrategia para capturar al androide.

— No hay manera de acercarse a él, Namjoon — Jin rompió el silencio con una voz suave, pero cargada de intención — A-22 es más impredecible de lo que pensábamos. Sus habilidades de manipulación de energía están fuera de nuestro alcance. El hecho de que haya dejado fuera de servicio toda la red eléctrica en varias colonias demuestra que no solo es un androide avanzado, sino que también tiene un control absoluto sobre su entorno.

Namjoon asintió, sus ojos fruncidos en concentración — Es una amenaza mucho más grande de lo que habíamos anticipado. Necesitamos una nueva estrategia. Pero... ¿cómo podemos rastrearlo si no tenemos evidencia sólida de su paradero? Los agentes están fuera de combate, y el apagón ha complicado aún más las cosas.

Jin dio un paso al frente, su mirada fría y calculadora, como si estuviera contemplando una jugada maestra — Si no podemos acercarnos directamente a él... entonces, debemos involucrar a alguien más. Alguien que lo conecte con nosotros de una forma que no pueda evitar.

Namjoon levantó una ceja, intrigado pero cauteloso — ¿A qué te refieres? ¿Cómo planeas hacerlo?

Jin se acercó a la mesa, sus manos descansando sobre ella mientras miraba a Namjoon con intensidad — A Jungkook.

Namjoon lo miró fijamente, sin entender al principio — ¿Jungkook? ¿El chico ciego? ¿Por qué él?

Jin sonrió de manera casi imperceptible, un brillo calculador en sus ojos — Porque Jungkook es la clave. Lo sabes, Namjoon. Si A-22 tiene alguna clase de vínculo con él, si de alguna forma Jungkook lo está controlando, entonces... él es nuestra única forma de llegar a Taehyung.

Namjoon frunció el ceño, el giro de los eventos comenzando a tomar una forma preocupante en su mente — Pero Jungkook no está involucrado directamente con nosotros. No es un objetivo de nuestra misión. No podemos simplemente secuestrarlo.

Jin dejó escapar un suspiro, como si la obviedad de sus palabras lo cansara — No se trata de "secuestrarlo", Namjoon. Se trata de tener una palanca. Jungkook es vulnerable. Lo sabemos. Si el androide realmente tiene alguna conexión emocional con él, si Jungkook es su "punto débil"... entonces podemos usarlo para obligar al androide a cooperar. No tendremos que enfrentarnos directamente a su poder. Solo necesitamos... hacerle saber que podemos lastimar lo que más le importa.

Namjoon se quedó en silencio por un momento, procesando lo que Jin había dicho. La idea de usar a Jungkook como herramienta para controlar al robot le disgustaba, pero entendía la lógica detrás de ello. Si el androide realmente tenía algún tipo de vínculo con Jungkook, esa era la manera de llegar a él sin enfrentar su poder directamente.

— No quiero que Jungkook se vea atrapado en esto —dijo Namjoon, con una expresión grave en su rostro, como si le pesara la decisión — Es un chico inocente, no tiene nada que ver con el conflicto.

Jin lo miró con calma, su voz baja pero firme — La inocencia no es un factor que nos ayude en este momento, Namjoon. Lo que estamos manejando aquí es un riesgo global. Si no conseguimos al androide, si no lo detenemos ahora, las consecuencias podrían ser... mucho más graves. Y si Jungkook es la clave para que el androide se rinda, entonces no hay otra opción.

Namjoon cerró los ojos por un segundo, sintiendo el peso de la decisión sobre sus hombros. No quería hacerle daño a Jungkook, pero Jin tenía razón en un punto, la amenaza que representaba A-22 era demasiado grande para ignorarla.

— ¿Y cómo planeas acercarte a él? — preguntó Namjoon finalmente, con tono sombrío — No podemos simplemente secuestrarlo y esperar que eso funcione.

Jin sonrió, un brillo malicioso cruzando su rostro — Dejemos que el destino haga su trabajo. Jungkook está demasiado cerca del robot. Si lo vigilamos, si seguimos sus movimientos... eventualmente, él nos llevará hasta él.

Namjoon asintió lentamente, sin estar completamente convencido, pero sabiendo que no tenían muchas otras opciones — Está bien, Jin. Pero si esto sale mal... si Jungkook resulta ser más vulnerable de lo que pensábamos, tendrás que ser tú quien se haga responsable de las consecuencias.

Jin asintió con calma, su expresión imperturbable — No te preocupes, Namjoon. Lo manejaré.

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El laboratorio estaba aislado en una parte olvidada de las instalaciones. En un rincón alejado de todo, donde las luces parpadeaban con una tenue luz amarillenta, se encontraba Frank Nolaso, sentado frente a una mesa cubiertas de cables y pantallas que ya habían visto mejores días. El lugar estaba lleno de una quietud inquietante, como si el tiempo se hubiera detenido allí. La habitación parecía desolada, las paredes de concreto desnudo sin ningún adorno, y el aire pesado con el olor a metal y tecnología obsoleta.

Frank había estado allí durante días, encerrado entre cuatro paredes, rodeado de las máquinas y herramientas que él mismo había construido, pero sin ningún contacto humano. Solo el sonido constante del ventilador que zumbaba desde una esquina rompía el silencio. Era un ambiente que reflejaba su propia soledad, su obsesión por lo que había creado y lo que estaba por venir.

Sobre la mesa, Frank había colocado con cuidado un pequeño dispositivo, apenas visible entre las sombras. Con la destreza que lo caracterizaba, había creado un micrófono que le permitía escuchar todo lo que sucedía a miles de kilómetros de distancia, en las instalaciones de la NASA. Un dispositivo simple, pero funcional, hecho con piezas básicas que había encontrado en su entorno. No necesitaba más, porque en su mente, las ideas eran más poderosas que la tecnología misma.

La voz de Jin y Namjoon llegó clara y precisa a través de los altavoces del micrófono. Frank se inclinó hacia adelante, sus ojos brillando con una intensidad inhumana, escuchando cada palabra que se decía. Sabía que la clave del futuro estaba en esas conversaciones, en esos detalles que otros pasaban por alto. Cada información que escuchaba era una pieza más del rompecabezas que él había estado armando durante años.

— Jungkook será la clave... — murmuró Jin con calma, mientras Frank anotaba mentalmente. La conexión entre el chico ciego y el androide que Frank había creado, era algo que no había previsto. Algo que él debía explorar más a fondo.

Mientras la conversación continuaba, Frank no pudo evitar sonreír, sus pensamientos corriendo más rápido que sus manos. Tomó su libreta, una vieja libreta de cuero que había usado durante años para escribir sus teorías y experimentos. La abrió rápidamente y comenzó a escribir con furia.

A-22

#3 

El cerebro de A-22, es capaz de realizar más de miles de millones de operaciones por segundo. Debido a su sistema de escaneamiento ocular avanzado y su enorme base de datos conectada a la network, puede escanear a una persona y saber aspectos notables de su vida, como edad, estado médico, estado financiero, historial escolar, penal, gustos o disgustos. 

Debido a la dopaoxiserodorfina, A-22 puede sentir gusto o atracción por algo que llame su atención, así como tener pensamientos propio. 

Una vez que A-22 encuentre a una persona para proteger, está se volverá su primer objetivo. No lo abandonará en ningún momento y haría todo lo posible para el bienestar del mismo.

Las palabras fluían sin cesar, como un torrente de ideas que Frank no podía detener. Sabía que su investigación había dado un giro inesperado, pero no podía dejar que nadie descubriera lo que estaba detrás de la creación de Taehyung. Ese androide, más que un simple experimento, era la culminación de todo lo que había soñado, pero también el reflejo de un error.

Un error que ahora, gracias a las acciones de Jin y Namjoon, comenzaba a desmoronarse.

Frank miró hacia la pequeña cámara en una esquina de la habitación, asegurándose de que estaba apagada, y luego metió rápidamente la libreta en un compartimento oculto debajo del colchón. Era un refugio seguro para la información más sensible. Nadie debía encontrarlo. Nadie debía saber lo que él había planeado con Taehyung, lo que aún estaba por venir.

De vuelta en la mesa, Frank manipuló nuevamente el micrófono, ajustando los pequeños controles con una sonrisa distante. Sabía que lo que estaba sucediendo era solo el principio. Su creación, Taehyung, iba a cambiar las reglas del juego, pero para que eso sucediera, necesitaba más tiempo, más espacio, y sobre todo, más control.

— Todo está por suceder... — murmuró en voz baja, mientras la luz amarilla de la habitación parpadeaba ligeramente.

La conversación entre Jin y Namjoon continuaba en el fondo, pero Frank ya no escuchaba. Sus pensamientos se habían desviado a lo que estaba por venir, las piezas del rompecabezas finalmente encajando, y él, como siempre, en el centro de todo. La idea de perder el control sobre A-22 nunca lo había asustado; al contrario, lo emocionaba.

Lo que seguía sería aún más grande que lo que había imaginado.