El sonido de la wafflera al terminar de cocinar interrumpe el silencio suave que se había formado entre ellos. Jake levanta la cabeza, soltando lentamente a SungHoon con una pequeña sonrisa.

—¡Waffles listos! —Anuncia SungHoon con una sonrisa, intentando devolver la ligereza al ambiente.

Jake se ríe suavemente y se dirige a la mesa, emocionado por la promesa del dulce desayuno. SungHoon le sirve los waffles y los cubre con una generosa cantidad de sirope de frutas, tal como Jake había pedido.

—Mira lo que logré —Dice SungHoon con un tono juguetón, mientras coloca el plato delante de Jake.

Jake lo mira con ojos brillantes, como si estuviera viendo el mejor manjar del mundo.

—¡Se ven increíbles! —Exclama, tomando su tenedor rápidamente y comenzando a comer con entusiasmo.

SungHoon se sienta frente a él, observando cómo Jake disfruta del desayuno, sus orejas de lobo moviéndose ligeramente con cada bocado. Esa escena, tan simple y cotidiana, le recuerda cuán valiosos son estos momentos juntos. La vida que comparten, aunque tenga sombras del pasado para ambos, está llena de pequeños instantes como este, de amor y cuidado mutuo.

—Tú también deberías comer, Hoonie —Le dice Jake con la boca medio llena, señalando el plato de waffles que SungHoon aún no ha tocado.

SungHoon se ríe suavemente y asiente, tomando su tenedor para unirse a Jake en el desayuno.

Mientras comen, se sienten más conectados que nunca, sabiendo que, sin importar lo que el futuro les depare, siempre tendrán estos momentos, solo para ellos.

El desayuno transcurre en una calma reconfortante, con Jake saboreando cada bocado como si fuera una celebración. SungHoon, por su parte, disfruta ver a su híbrido tan relajado y feliz, sintiendo que, al menos por ahora, todo con su celo está en equilibrio.

—¡Estos son los mejores waffles que he probado! —Declara Jake después de terminar su plato, limpiándose un poco de sirope que había quedado en la comisura de sus labios.

—Me alegra que te gusten, siempre puedo hacer más —Responde SungHoon con una sonrisa, inclinándose un poco para limpiar el resto del sirope con su pulgar, un gesto cariñoso que hace que las mejillas de Jake se ruboricen levemente.

—¿Sabes qué quiero hacer después? —Pregunta Jake con una energía renovada, sus ojos brillando de emoción.

—Sorpréndeme —Le dice SungHoon, curioso de ver qué idea se le ha ocurrido esta vez.

—Quiero ir al parque —Responde Jake sin dudar, sus orejas moviéndose con emoción—.¡Quiero que corramos juntos!

SungHoon asiente, sabiendo cuánto le gusta a Jake sentir el aire libre y disfrutar de su libertad, algo que le había sido tan limitado en su vida anterior.

—Eso suena como una gran idea. Terminamos de recoger y nos vamos al parque —Dice SungHoon mientras se levanta para empezar a limpiar la cocina.

Jake se une rápidamente, ayudando de la manera más eficiente posible, aunque en su emoción por salir parece estar más concentrado en apresurarse que en limpiar realmente. Cuando terminan, Jake casi salta hasta la puerta, poniéndose unas zapatillas deportivas que SungHoon le compró.

—¡Vamos, vamos! —Lo apura, impaciente por salir.

SungHoon suelta una risa, poniéndose también sus zapatos mientras observa a Jake, quien ya está prácticamente dando vueltas en la puerta. Siempre le ha resultado adorable cómo puede pasar de un estado de calma a pura energía en cuestión de minutos.

—Listo, ya podemos irnos —Dice finalmente, abriendo la puerta.

El parque no estaba muy lejos de su casa, por lo que deciden caminar. El aire fresco de la mañana hace que Jake respire profundamente, como si quisiera absorber toda la libertad que siente. Durante el trayecto, sus pasos son ligeros y despreocupados, y SungHoon lo observa con una mezcla de orgullo y cariño.

Cuando finalmente llegan, Jake no puede contener su emoción y comienza a correr en círculos por el césped, su risa llenando el aire. SungHoon lo sigue con una sonrisa, caminando lentamente detrás de él, dejándolo disfrutar de su energía inagotable.

—¡Atrápame si puedes! —Grita Jake de repente, girando para mirar a SungHoon con una expresión desafiante.

SungHoon alza una ceja, divertido por el reto.

—¿Estás seguro de que quieres desafiarme? —Pregunta, con una sonrisa juguetona.

Jake asiente, y sin esperar respuesta, comienza a correr más rápido. SungHoon no tarda en seguirlo, acelerando el paso, pero sin esforzarse demasiado al principio, disfrutando ver a Jake divertirse. El híbrido corre con agilidad, sus orejas moviéndose al compás de sus pasos, mientras su risa llena el parque.

Pero pronto, SungHoon decide tomarlo más en serio.

Aumenta su velocidad, acortando la distancia entre ellos rápidamente. Jake mira hacia atrás y se da cuenta de que SungHoon está más cerca de lo que pensaba, así que trata de acelerar aún más.

—¡No puedes atraparme, Hoonie! —Grita entre risas.

Pero SungHoon lo alcanza con facilidad, atrapándolo por la cintura y levantándolo ligeramente del suelo mientras Jake suelta una carcajada.

—¿Quién no puede atrapar a quién? —Bromea SungHoon, bajando a Jake al suelo mientras ambos se ríen juntos.

Se quedan unos segundos así, riendo y disfrutando del momento, el césped fresco bajo sus pies y el sonido del viento en las hojas alrededor de ellos. Jake, aunque un poco agotado, se acurruca de nuevo contra SungHoon.

—Me atrapaste... —Murmura, aún sonriendo—.Pero me dejé atrapar, solo para que lo sepas.

—Claro que sí, pequeño —Responde SungHoon, envolviéndolo en sus brazos y besando suavemente la parte superior de su cabeza.

Se quedan en silencio por un momento, disfrutando de la tranquilidad que los rodea. El parque, a esa hora de la mañana, está prácticamente vacío, lo que les permite sentir que todo el espacio es solo para ellos.

—Me gusta estar contigo aquí —Susurra Jake, sin soltar a SungHoon—.Es diferente, como si el tiempo se detuviera.

—A mí también me gusta estar contigo aquí —Responde SungHoon, acariciando suavemente el cabello de Jake—.No hay nada más importante en este momento que esto.

Jake cierra los ojos, disfrutando de la calidez del abrazo de SungHoon. Sabía que en su vida habían habido momentos difíciles, pero estar en ese parque, bajo el cielo abierto y en los brazos de quien lo cuidaba, se sentía como el lugar al que siempre había pertenecido.

Y sabía que mientras estuviera con SungHoon, todo estaría bien.

Después de un rato sentados en el parque, SungHoon rompe el cómodo silencio con una risa suave, un tanto nerviosa.

—Sabes, Jake... hay algo que he querido decirte desde que empezamos a hablar de tu celo —Dice, frotándose la nuca como si estuviera avergonzado.

Jake levanta la cabeza de su pecho, parpadeando con curiosidad. Puede notar la vacilación en la voz de SungHoon, algo raro en él, que normalmente siempre parece tan seguro y dominante.

—¿Qué pasa, Hoonie? —Pregunta, inclinando la cabeza ligeramente, sus orejas de lobo moviéndose con suavidad.

SungHoon lo mira y suelta un suspiro antes de hablar.

—Bueno... Cuando supe que ibas a entrar en celo, me preocupé bastante. Leí una de esas guías rápidas que dan para cuidar a híbridos, y honestamente pensé que sería mucho más complicado. Según la "Guía Rápida, para cuidar a tu híbrido de lobo en estado de celo", tu estado de ánimo iba a ser una especie de montaña rusa. Ya sabes, con altos y bajos emocionales y cambios de humor desenfrenados —Admite, con una pequeña sonrisa incómoda—.Pero... en realidad, es todo lo contrario.

Jake lo escucha en silencio, y luego se ríe suavemente, como si todo de repente tuviera sentido.

—¡Ah, esas guías! —Exclama, negando con la cabeza, sus ojos brillando de diversión—.Esas cosas siempre pintan los celos como si fuéramos bestias incontrolables.

SungHoon lo mira con curiosidad, aliviado de que Jake no parezca molesto, pero intrigado por lo que podría decir.

—La verdad es que las personas ven a los híbridos como nosotros solo por nuestro lado animal. Creen que el celo nos convierte en criaturas irracionales, dominadas únicamente por el instinto. Pero... no somos solo animales. Somos una sinergia entre lo animal y lo humano —Explica Jake, acomodándose un poco más en el regazo de SungHoon—.Aunque hay instintos que no podemos evitar, nuestra parte humana también está presente, y la verdad es que tenemos mucho más control de lo que la gente piensa.

SungHoon lo mira con atención, asimilando sus palabras.

—Pero entonces, ¿por qué esas guías lo hacen ver como si perdieras el control de ti mismo? —Pregunta, queriendo entender más sobre la experiencia de Jake.

Jake suspira, sus orejas bajando un poco mientras piensa en su respuesta.

—Es más fácil para la sociedad vernos como criaturas instintivas, algo que necesitan controlar o manejar. Si nos ven solo como animales, es más fácil justificar por qué nos tratan de ciertas maneras. Pero la realidad es que tenemos emociones y pensamientos racionales. Sí, el celo nos afecta, pero no somos solo impulsos sin control. Hay una armonía entre lo que sentimos y lo que pensamos, y somos capaces de procesar lo que sucede. No es como si perdiéramos nuestra humanidad cada vez que entramos en celo.

SungHoon lo mira con una mezcla de admiración y empatía. Nunca había pensado en cómo los híbridos, especialmente aquellos como Jake, podían ser vistos solo por su lado animal, ignorando su parte humana.

—Eso tiene mucho sentido —Murmura SungHoon, sintiendo una punzada de culpabilidad por haber confiado en las guías sin entender realmente la experiencia de Jake—.Supongo que nunca me detuve a pensarlo de esa manera.

Jake sonríe con ternura, notando la preocupación en los ojos de SungHoon.

—No te preocupes, Hoonie. No es tu culpa. La mayoría de la gente no lo entiende porque nunca han vivido con un híbrido o no se han tomado el tiempo para conocernos realmente. Pero tú lo estás haciendo. Tú me escuchas, y eso es lo que importa —Dice suavemente, tomando la mano de SungHoon entre las suyas.

—Quiero entenderte, Jake. No solo quiero ser el que cuida de ti porque así lo dice una guía, quiero saber cómo te sientes realmente, desde tu punto de vista —Dice SungHoon, apretando con suavidad la mano de Jake—.Quiero ser alguien en quien confíes completamente, no solo alguien que sigue reglas.

Jake sonríe, sintiendo una calidez en su pecho ante las palabras de SungHoon.

—Ya lo eres, Hoonie. Me cuidas de la manera en que necesito, no como otros creen que deberías hacerlo. No tienes que preocuparte por esas guías. Mientras estemos juntos, podemos aprender lo que funcione para nosotros, ¿no crees?

SungHoon asiente, sintiendo que, con cada palabra de Jake, se fortalece su comprensión y su conexión.

—Tienes razón —Responde SungHoon, sonriendo suavemente—. A partir de ahora, olvidaremos las guías. Lo que importa es lo que funcione para ti, para nosotros.

Jake se acurruca nuevamente contra SungHoon, satisfecho de que su cuidador lo entienda más profundamente. Sabe que estar con SungHoon es diferente a lo que muchos híbridos experimentaban, y agradece cada día haber encontrado a alguien que realmente lo valorara, tanto en su lado animal como humano.

—Gracias por querer entenderme, Hoonie. Eso es más de lo que podría pedir —Dice Jake en voz baja, sintiéndose más conectado con SungHoon que nunca.

—Gracias a ti por mostrarme quién eres realmente, Jake. Nunca dejaré de aprender de ti —Responde SungHoon, apoyando su barbilla en la cabeza de Jake, sintiendo una paz que sabe que es el resultado de esa relación única que ambos comparten.

Mientras el sol sigue su curso sobre ellos, los dos saben que, independientemente de lo que el mundo pensara de los híbridos o de las guías que decían cómo cuidarlos, lo más importante era lo que compartían.

Nuevo Capítulo de Next to Licaón 🥰