X.
—No cariño, por supuesto que no lo estoy, pero tengo un par de quejas pendientes con la gentuza que estuvo a cargo de tu cuidado, esos "encargados" de tu cuidado en el Laboratorio rompieron una ley y tampoco me he olvidado del atrevido que te chantajeó para robarte un beso...
Jake, al escuchar el cambio en el tono de SungHoon, sientw una mezcla de temor y alivio.
Sabe que el tema de su pasado en el Laboratorio es delicado, y que hablar sobre sus experiencias siempre terminan inquietando a SungHoon, quien se siente impotente por no haber podido estar ahí para protegerlo desde el principio.
Aún así, el híbrido de lobo no puede evitar sentirse agradecido de haber encontrado a alguien que lo cuidara tanto.
—N-no te enojes, Hoonie. Ya pasó... Estoy aquí contigo ahora —Murmura Jake, acurrucándose más cerca, buscando consuelo en los brazos de su cuidador.
SungHoon lo rodea con fuerza, sintiendo la vulnerabilidad de Jake como si fuera su propia piel.
Sabe que el pasado de su híbrido no fue fácil, y cada vez que algo sobre su tiempo en el Laboratorio o en la Tienda de Mascotas sale a la luz, no puede evitar sentir una ira sorda hacia quienes lo han lastimado o se han aprovechado de él.
—Lo sé, pequeño. Lo sé. Pero no puedo evitar sentir que debería haber hecho más. Que no debiste pasar por eso —Responde SungHoon, acariciando el cabello de Jake con suavidad.
Jake levanta la mirada, sus ojos brillando de ternura y cariño.
El miedo y el dolor de su pasado parecen disiparse cuando está con SungHoon, pero a veces es difícil olvidar. Aun así, no quiere que su "dueño" se sienta mal por algo que no está ni estuvo bajo su control.
—Eres mi hogar ahora, Hoonie. Contigo estoy seguro. Nada de eso importa más —Dice Jake con una pequeña sonrisa, apoyando la cabeza en el pecho de SungHoon, donde puede escuchar el latido de su corazón.
SungHoon suspira, sintiendo cómo el peso de la conversación comienza a desvanecerse con las palabras dulces de Jake.
Es increíble cómo, incluso en sus momentos más vulnerables, este híbrido de lobo logra traer paz a su propio corazón inquieto.
—Tienes razón. Lo importante es que ahora estás aquí y te cuidaré, siempre —Le asegura SungHoon, con una resolución que resuena en cada palabra.
Jake lo abraza con fuerza, sintiendo el calor de la promesa de SungHoon envolviéndolo.
Sin embargo, una pregunta flota en su mente, algo que había estado rumiando desde que SungHoon mencionó lo de los supresores.
—¿Hoonie...? —Se anima a decir con un tono más serio.
—¿Sí, pequeño? —SungHoon lo mira con atención, sabiendo que Jake tiene algo importante que decirle.
—¿Qué pasaría si no tomara los otros dos supresores...? —Jake hace una pausa, inseguro de cómo continuar—. Quiero decir... No me gusta mucho la idea, aunque estas gomitas saben bien, no me siento yo mismo cuando... cuando pienso en lo que hacen.
SungHoon frunce el ceño, sorprendido por la confesión de Jake. Sabe que los híbridos en celo podían experimentar incomodidades, pero nunca había considerado que el uso de los supresores podría hacer que Jake se sintiera menos auténtico, menos él mismo.
—¿No te sientes tú mismo...? —Pregunta SungHoon, acariciando las mejillas de Jake, mirándolo con preocupación.
Jake asiente lentamente.
—Es como si algo dentro de mí se apagara... No sé explicarlo bien. Sé que son para mi bienestar, pero también siento que... no estoy siendo completamente sincero contigo cuando los tomo. No te estoy mostrando quién soy en verdad —Confiesa, con un leve sonrojo en las mejillas.
SungHoon se queda en silencio por un momento, procesando lo que Jake acaba de confesar.
Entiende que el celo es una parte natural de ser un híbrido de lobo, y que los supresores están diseñados para mitigar los efectos que podrían ser molestos o incómodos. Pero si Jake siente que le quitan parte de su identidad, entonces debía replantearse todo.
—Jake, lo más importante para mí es que te sientas bien siendo tú mismo. Si crees que los supresores no te dejan ser auténtico, entonces no los tomaremos —Dice finalmente SungHoon, con una convicción en su voz que tranquiliza a Jake de inmediato.
El híbrido lo mira, sorprendido y aliviado al mismo tiempo.
—¿De verdad? —Pregunta con los ojos llorosos pero llenos de esperanza.
—De verdad. Si prefieres manejar tu celo de otra manera, lo haremos juntos. No te preocupes, Jake. Nunca te forzaría a hacer algo que te haga sentir mal —Asegura SungHoon, besando la frente de Jake con ternura.
Jake sonríe, sintiéndose más ligero de lo que se había sentido en mucho tiempo. Saber que SungHoon estaba dispuesto a aceptarlo completamente, incluso en su estado de celo, le daba una sensación de seguridad y amor incondicional que nunca antes había experimentado.
—Gracias, Hoonie... —Susurra Jake, hundiéndose de nuevo en los brazos de SungHoon, sintiendo que todo estaría bien.
Y en ese momento, mientras el día sigue su curso, ambos supieron que no había desafío que no pudieran superar juntos.
El día avanza lentamente, y SungHoon y Jake se acomodaban en la suave rutina de la mañana. Después de la conversación profunda que han tenido, el ambiente se siente más liviano, más relajado.
SungHoon ha decidido no insistir más con los supresores, y Jake, por su parte, se siente agradecido por la comprensión que su "dueño" le ha mostrado.
Aunque el tema del celo sigue presente en sus mentes, ambos están decididos a enfrentarlo de la mejor manera posible.
—¿Qué te parece si preparamos algo para comer? —sugiere SungHoon, queriendo cambiar el tono de la mañana y devolverle un poco de normalidad.
Jake asiente con entusiasmo, aún con una pequeña sonrisa en sus labios.
—¡Me encantaría! ¿Podemos hacer algo dulce? —Pregunta, con sus orejas de lobo parpadeando levemente.
SungHoon suelta una pequeña risa al ver lo animado que se ve Jake. Siempre era así con él, una mezcla entre un ser adorable y travieso, capaz de convertir cualquier momento en algo especial.
—Claro, ¿qué tal unos waffles con sirope de frutas? —Propone, mientras se dirige a la cocina.
Jake lo sigue rápidamente, sus pasos ligeros y juguetones, como si no hubiera rastro alguno de la seriedad que había mostrado minutos antes.
—¡Sii! ¡Con mucho sirope, por favor! —Pide Jake, poniéndose a brincar a su alrededor como si la idea de waffles fuera lo más emocionante del mundo.
Mientras SungHoon comienza a sacar los ingredientes, Jake decide ayudar de su manera particular, tomando un par de frutas y poniéndose a pelarlas con cuidado.
El híbrido está concentrado en la tarea, sus orejas moviéndose con curiosidad cada vez que escucha un ruido diferente.
—¿Sabes, Hoonie? Estaba pensando... —Jake comienza a hablar, sin apartar la vista de las frutas—.Me gusta estar aquí contigo. Es diferente de lo que imaginé cuando me decían que algún día me iría de la guardería.
SungHoon lo mira de reojo, escuchando atentamente mientras vierte la mezcla de waffles en la wafflera.
—¿Diferente en qué sentido? —Le pregunta con curiosidad.
—No sé... Me decían que cuando encontrara a un "dueño", tendría que portarme bien y hacer todo lo que me dijeran. Pero contigo no siento que sea una obligación... Siento que solo... soy yo mismo y tú me cuidas, como si no esperas nada a cambio.
SungHoon deja la cuchara sobre la encimera, sus ojos suavizándose ante las palabras de Jake.
Sabe que para el híbrido, la relación entre ellos aún puede tener algunas sombras del pasado. Los híbridos que crecían en Laboratorios o en Tiendas de Mascotas a menudo recibían una educación rígida sobre obediencia y servidumbre, una idea que le disgustaba profundamente a SungHoon.
—Jake, nunca quiero que pienses que estoy aquí esperando algo de ti. Somos compañeros. Lo que tenemos es mutuo. No eres mi responsabilidad, eres... parte de mi vida, mi hogar —Dice SungHoon con una calidez en su voz que envuelve el espacio entre ellos.
Jake parpadea, sorprendido y profundamente conmovido por las palabras de SungHoon. A pesar de que sabe que SungHoon siempre lo había tratado bien, escucharlo decirlo de esa manera lo hizo sentir más valorado de lo que jamás se había sentido.
—¿De verdad lo piensas así? —Pregunta Jake, sus ojos brillando de emoción.
—Por supuesto que sí, pequeño. No quiero que te sientas como si estuvieras bajo una obligación conmigo. Lo que compartimos es libre, y yo siempre estaré aquí para ti, sin importar qué.
Jake se acerca lentamente a SungHoon, y sin decir una palabra más, se abraza a su cintura, apretando con fuerza. Podía sentir el latido calmado del corazón de SungHoon contra su mejilla, y en ese momento, todo en su mundo parece detenerse por un segundo.
—Te quiero, Hoonie —Susurra Jake, casi como si temiera que decirlo en voz alta rompiera el hechizo del momento.
Sorprendentemente, SungHoon le devuelve el abrazo, su mano acariciando suavemente el cabello de Jake.
—Yo también te quiero, Jake —Responde y siente como si se quitara el peso del mundo de los hombros.
Y así, en la tranquila cocina iluminada por los primeros rayos de sol de la mañana, entre waffles y sirope, el vínculo entre ellos se hizo aún más fuerte.
Volvió Next to Licaón 🥺
Ya extrañaba actualizar esta historia ❤️🌻🥰
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