Esto se irá actualizando constantemente así que estén atentos, todas sus dudas serán resueltas en este capítulo.

¡Tenemos booktrailer! Lo dejo en multimedia en el primer capítulo.

el motivo por el cual Camila se fue

—Me voy.

—¿Qué? No, Camila, tú no te vas.

Camila asintió, su cuerpo siendo sacudido por el llanto. Llevaba treinta minutos inundada en lágrimas, y por fin había logrado pronunciar aquellas palabras que la habían atormentado durante semanas.

—Camila, no. Esto es una broma, ¿verdad? Ya basta. No es gracioso.

Lauren no daba crédito a lo que oía. Aquella sensación de vacío que la iba a acompañar por años comenzó a crecer en su pecho. Camila era su mejor amiga, su única amiga. Camila significaba todo en la vida de Lauren, y no concebía su existencia sin ella. Y, por si fuera poco, Lauren estaba perdidamente enamorada de la cubana que ahora lloraba frente a ella, y no podía hacer nada para aliviar su dolor.

—Lauren, entiéndeme, por favor. Sabes que Sofía lo necesita. Es nuestra única esperanza. Entiéndeme, Lern. Por favor.

La mayor apoyó su cabeza entre sus manos. Sabía perfectamente lo que ocurría, y no era capaz de negarle eso a Camila.

Sofía Cabello tenía seis años y se encontraba en una etapa terminal de leucemia. La pequeña había pasado su vida entre su habitación y la del hospital, y para su corta edad había pasado por muchas cosas que ningún niño debería pasar. Cuando Sinuhe se lo permitía y Sofi tenía días buenos, Lauren iba a su casa y jugaba con ella. Por dentro estaba llena de vida, pero lamentablemente no podría decir lo mismo de su cuerpo. La pequeña era débil, pálida y delicada como el pétalo de una rosa. Los tratamientos la habían debilitado hasta no poder más, se cansaba rápidamente y necesitaba dormir mucho.

Camila la amaba con todo su corazón, y la protegía de todos. Nadie más sabía que ella tenía una hermana, sólo su familia y la de Lauren. Cuando su mejor amiga le preguntaba por el estado de la pequeña, se limitaba a contestar "está tan bien como puede estarlo". Lauren no la culpaba, y sólo trataba de darle todo su amor. Camila no era abierta con ella sobre la situación real de su hermana, y lo poco que la ojiverde sabía lo había escuchado de las conversaciones de ambas madres.

—¿Qué posibilidades hay? —
murmuró la ojiverde.

Camila suspiró.

—No muchas, pero más de las que tenemos aquí. Es un nuevo tratamiento que probarán con algunas personas, y Sofía lo necesita. Puede ser que no funcione, Lauren, pero hay una pequeña probabilidad de que sí lo haga. Y es en Atlanta. Necesitamos aferrarnos a ello.

Lauren asintió.

—¿Cuándo?

—Mañana. Perdóname. No tenía el valor para decírtelo.

Lauren la abrazó de repente, apretando el cuerpo de Camila, aferrándose a ella.

—Nos volveremos a ver, ¿verdad? Iré de visita, y tú podrías pasar las vacaciones en mi casa. Hablaremos por teléfono todos los días. Te escribiré cartas siempre que pueda. Camila, prométemelo.

—Te lo prometo, Lauren.

Se hizo silencio entre las dos vecinas, mientras lloraban abrazadas frente a la casa de la mayor.

—Te quiero, Lern.

—Yo más, Camzi. Mucho más de lo que te imaginas.

Y Camila se fue.

Quisiera decir que el viaje valió la pena. Quisiera poder contarles que el tratamiento resultó, o que un milagro salvó a Sofía. Que Camila pudo volver a Miami junto a su mejor amiga.

Por desgracia, no fue así.

Al año siguiente, Sofía Cabello murió en brazos de su padre.

el motivo por el cual Camila y Lauren dejaron de hablarse

—¡Lo prometiste! ¡Prometiste que vendrías!

Camila lloraba de rabia al otro lado de la pantalla. Llevaban media hora en aquel chat de Skype, y Lauren no había podido ocultar más la verdad.

—Camila, te juro que yo quería hacerlo. El instituto me tenía sobrecargada, y lo de ese fin de semana fue algo de último minuto.

Camila rió cínicamente, lo cual ocasionó que Lauren se estremeciera.

—¡Mentira! Era mi primer cumpleaños desde que Sofía se fue, y lo único que quería era estar contigo. ¡Y tú me mentiste! ¡Me dijiste que no podías viajar y te fuiste todo el maldito fin de semana a casa de esa perra!

No era secreto que las cosas entre Lauren y Camila no iban bien desde algunos meses atrás. Todo comenzó cuando Lauren tuvo su primera novia, Verónica, quien era conocida en el instituto por ser la más fácil de todo Miami. Fue por unas fotos que Camila se enteró de la homosexualidad de Lauren y de la existencia de su nueva pareja, y le dolió en el alma que no haya confiado en ella para contárselo. A partir de ese momento algo se rompió entre ellas, y el distanciamiento era cada vez más evidente.

—No la llames así —susurró la mayor, avergonzada. Era verdad todo lo que Camila reclamaba: ella la había engañado para pasar el fin de semana en la playa con Verónica, en vez de visitar a su mejor amiga por su cumpleaños. La mentira fue descubierta cuando Lauren se negó a hacer una videollamada, aduciendo que su cuarto era un desorden. Esa respuesta no conformó conformó Camila, así que la cubana llamó a casa de su vecina a preguntar por ella. Fue Clara quien sin saber de la mentira confirmó sus sospechas: Lauren estaba pasando el fin de semana fuera.

—Eso es lo que ella es, Lauren, y lo sabes. Tú opinabas lo mismo hace unos años. ¿Tan urgida estás? —contestó Camila sarcásticamente. Pese a su tono rudo, se podía notar dolor en sus palabras. Camila estaba herida.

—Vete a la mierda, Camila. Nunca pensé que caerías tan bajo. Verónica es mi novia te guste o no, y no eres quien para decirme lo que tengo que hacer.

—Bien. Tienes razón, Lauren. No significo nada en tu vida. Hasta aquí llegamos. No quiero que me hables, no me vuelvas a buscar, no me llames. No pienso volver a Miami, y no te quiero ver cerca. Desde hoy, no existes para mí.

Y Camila terminó la videollamada.

Lauren estaba muy enojada. Pensó que con el pasar de los días todo volvería a la normalidad, pero no fue así.

Fiel a su palabra, Camila Cabello había desaparecido de su vida.