Hace media hora que la casa está en un silencio sepulcral.
Incluso creo que mi respiración haca más ruido que la familia Granger.

Poco después del abrazo el señor Granger alejo a su hija, se levantó del sillón y fue a la cocina en dónde tardo algunos minutos mientras que su madre quedó mirándome en espera de que yo tuviera las respuestas correctas.

Claramente no las tengo.

Me gustaría soltar toda esa "positividad" a Hermione como lo hice justo ante de irrumpir en la casa de sus padres, pero viéndolo un poco y de forma detenida y centrada...

Estamos jodidas. No hay nada por lo que sus padres no arremetan en su contra, ahora que lo pienso bien.
Ella les pudo soltar una mentira, una verdad a medias sobre el porqué sería buena idea abandonar su hogar.

¿Qué hago? Estoy divagando un nada.

-Hermione- la voz de su padre regresa a las tres a esta realidad. Señala con sus ojos la cocina -Tenemos que hablar-

-Bella viene conmigo- dice firmemente asustada.

-¿Cómo por qué?-

-Ella y yo- responde señalándonos -Las dos-

-Claro- suelta con desdén -¿Alguna otra sorpresa? Hasta hace unos instantes tenía una vida y resultó ser completamente falsa, mi hija, mi orgullo nos apuntó con su varita y nos hizo desconocidos, ¿La razón?- pregunta al aire.

Hermione mira el piso con miedo en sus ojos, rasca su brazo, entierra las uñas sobre este.
Su madre parece notar lo fuera de lugar de ese comportamiento, pero antes de que ella la toque apartó su mano del lugar y la sostengo.

-Hubo una guerra- digo firme sin dejar de ver a Hermione -Ella luchó en una guerra, ganó en una guerra y libero a miles de personas- la chica dorada finalmente levanta la vista aún con terror, le sonrío y pico su frente ganando una leve risa.

-Una guerra entre magos- comienza Hermione -Unos querían esclavizar a no magos y otros defender la paz y libertad...-

Hermione comienza a narrar lo acontecido, a decir lo que vio, lo que hizo y sufrió (cortando tajantemente el que yo la torture)
La naciente irá de sus padres se fue apagando conforme la historia iba acabando.

En ocasiones ella tomaba con fuerza mi mano cuando contaba las persecuciones o a los carroñeros, en otras durante la batalla de Hogwarts e incluso lo acontecido en la batalla del ministerio en dónde "oficialmente" nos conocimos.

Los buscados, los castigos, la manera en la que salieron de Gringotts montando a espaldas de un dragón.

Todo fue dicho, todo, absolutamente las mil y un cosas que ella tuvo que ocultar durante su crecimiento y es que finalmente lo vi.

Hermione todo este tiempo tuvo opciones. Ella bien pudo alejarse de Potter en cuarto año, decirle a sus padres lo que ocurría y sabiendo la inteligencia de Hermione cualquier escuela mágica le hubiera abierto las puertas sin duda alguna.
Pero ella se quedó con su amigo, fiel hasta el final.

Fácilmente se hubiera escapado con sus padres aquí o a América, cualquier lugar. Pero se mantuvo firme.

Ella es la chica dorada que todo el mundo ama, ella es la persona que me soporta sin importar quien soy e hice.

En retrospectiva jamás seré un algo ante ella. Posee una grandeza que Potter, Voldemort e incluso Dumbledore carecen.

Pudo alejarse, pero peleó por un mundo el cual no es suyo, uno que la rechazaba...

-Lo siento- termina con lágrimas en sus ojos. Miro lentamente su mejilla siendo recorrida por la gota de agua antes de que su madre la abrace con fuerza.

-Yo...- digo nerviosa ante los sollozos -Iré por... Agua-

Corro a la cocina, voy al lava trastes y me sostengo de ese lugar.
Un mareo hace cierre los ojos y un malestar sube de mi estómago a mi garganta, un ardor jodido y asqueroso.

-Bella- dice la voz del señor Granger. Abro los ojos, le miro e intento usar esa mirada que Cissa lanza a todos. Pero creo no funciona -¿Así te llamas?-

-Bellatrix- respondo viendo que se limpia el residuo de sus lágrimas.

El señor Granger camina por la cocina con total confianza, abre el refrigerador y me ofrece una lata de cerveza supongo de marca Australiana.
Aunque después de todo no sé mucho de bebidas así por culpa de Hermione.

Al tomarla se recarga a mi lado, el sonido de chasquido indica que le siga y con gusto pruebo mi primera cerveza.

-Es amarga- dejo salir antes de dar otro trago menos duro.

-Si, lo es- dice siguiéndome -Entonces. Eres novia de mi hija, ¿No?-

-Sí...-

-Lindo tatuaje- comienza señalando la marca tenebrosa que poco a poco se va borrando a falta del poder de Voldemort -Las dos, antes de la guerra, ¿Estaban?-

-No, no...- niego con dolor.

El señor Granger asiente lentamente para dar otro trago. Dejamos que un aura de silencio incómodo se prolongue mientras que en otra parte de la casa escuchamos a dos personas llorar desconsoladas.

-Hermione hizo lo que pensó fue correcto. Así que, si creo es el hombre que ella tanto defendió y temió de dañar. La entenderá, a su modo-

-Sí...- dice dando otro sorbo. En nuestro silencio nos llegan los sonidos de los quejidos de dos personas llorando en la sala, la voz de Hermione es reconocible fácilmente para mis oídos, un pensamiento de ir a dónde ella y abrazarla cruza mi mente. Pero no es lo adecuado.

El señor Granger mueve su zapato sobre el azulejo amarillo del piso, como si estuviera pisoteando esté en buscar de respuestas.

-Dime, Bellatrix... La guerra, ¿Cómo fue?- suelta de golpe mandándome a luchas interminables para el señor tenebroso.

-Hermione casi no estuvo en el frente, al menos no hasta... ¿La batalla final?- digo eso último en un intento de broma -Por otro lado, bueno. Yo estuve en casi todas las luchas importantes-

-En el bando contrario- asiento -¿Qué luchaban?-

-Una estupidez- escupo con rabia terminando lo que queda de líquido en la lata -"Derecho de sangre" una mera fantasía sin sentido. Lo que en este mundo es racismo por cosas como la piel, en nuestro mundo se es por nacimiento de "sangre"- explico recibiendo otra lata -Si todo tu árbol genealógico es de puros magos, eres un sangre pura, si tienes muggles y magos por igual eres un mestizo. Pero, si tu familia es completamente muggles eres un... Un...-

-¿Pasa algo?- pregunta a mi duda y titubeó.

-Sangre sucia- respondo sintiendo un ardor en la garganta. Una palabra tan natural en su momento ahora se apaga y ahoga antes de ser entonada, el padre de Hermione parece entender y, por los llantos de la sala. Asocia rápidamente lo ocurrido.

-Oh- sisea -¿Tú?-

-Fuimos enemigos, dije cosas horribles...Hice cosas terribles- la memoria de sus gritos atormenta mi mente desde el momento 0 en dónde comencé a decirle Hermione sobre sangre sucia o mascota, un yo que sé por más bien que haga jamás sé ira y siempre rasgara las paredes de mi interior en un horrible y mórbido recuerdo -Me arrepiento de tantas cosas, sobre todo de ella. Hermione no solo es hermosa y brillante, sino que es valiente y leal. Jamás seré realmente digna de ella-

Una mano sujeta con fuerza mi hombro.
La sonrisa en los rostros de ambos dicen: "Sí, es otro comienzo"

-Hay tanto que quiero decir, Bellatrix- admite aplastando la lata con sus manos -Quiero gritarle, abrazarla, castigarla, besarla. Siento que dos vidas se unen y un dolor cruza ambas-

-Creo tenemos casi la misma edad. No sé si soy mayor o menor, pero puedo asegurar que he vivido más que usted- asiente y continuo -Pase casi toda una vida sirviendo. A mi padre abusivo, a un desquiciado con la "pureza" perdí más de lo que gane. Mi madre huyo y jamás supimos más de la otra, una de mis hermanas negó a su familia, mi hermana menor se cerró para sobrevivir... Mate a mi padre. Perdí 14 años encerrada, sé lo que es perder, señor Granger. Y le pido que vaya a esa sala para abrazar a su hija, para gritarle a su hija, para besar a su hija. Porque cuando se dé cuenta será tarde para ambos-

Miro la entrada a la cocina.
Miro como el padre de Hermione da un paso, luego dos y corre a la sala.

Cierro los ojos para escuchar: "Papá, lo siento" el silencio se prolonga, escucho más llantos seguidos de: "Aquí estoy"

Limpio una lágrima fugitiva y me centró en como la luz del atardecer se pierde en la ventana de la cocina.

¿Me hubiera gustado esto? Ver a mis padres y resolver lo que tuvimos...
Posiblemente, eso no lo sabré yo ni nadie más. Solo son fantasías del tal vez.

Por hoy la realidad es mejor. Lo ha sido desde hace un tiempo.