20
Cuando desperté sentí un frío que había quedado en el pasado.
Por este tiempo me acostumbré a despertar rodeada de los brazos de Hermione. A su respiración sobre mi cabeza o cuello dependiendo el como dormimos.
La miraba por eternos y duraderos segundos antes de que la luz del día la hiciera despertar si es que no había necesidad de despertador ese día.
Pero hoy..., hoy fue diferente. Desperté en un bloque de concreto llamado cama, una sábana tan delgada que mi soplido la mandaba lejos.
Y lo más importante, no estaba en casa.
No la vi a ella, o el clóset, o la mesa de noche.
Nada de eso.
Solo bloques de concreto, barrotes y una pequeña ventana que daba luz.
Me siento en la "cama", froto mi cara...
-¡Hijos de puta!- grito lanzándome contra los barrotes atrayendo a los guardias. Escupo, pataleo y maldigo, entran para someterme no sin antes dejar marcadas mis uñas en la cara de uno -Quiero ir a casa- ladro contra el piso -¡Quiero ir a casa, quiero ir a casa!-
Abro los ojos.
Tentador explotar así cuando lo único que quiero es gritar y llorar como la primera semana en Azkaban.
¿Pero de qué serviría? Solo les daría más razones de señalar. En este momento la única manera de desahogo es la imaginación en dónde tengo mi varita y acabo con todos los que nos quieren joder.
-Quiero ir a casa...-
Las horas pasan, el sol brilla más y los guardias se mueven de un lado a otro mirándome con un extraño asombro.
¿Razón? No la tengo, no importa para empezar.
Lo único que he hecho en todo el día es cerrar los ojos e imaginar estar con Hermione, mirando la televisión o viéndola leer sobre hechizos mentales para traer de vuelta a sus padres.
¿Qué estaríamos haciendo hoy?
Ya no quedaba mucha leche en el refrigerador, creo que teníamos solo media docena de huevos... ¡Si! También se estaba acabando el helado, nos quedaba una botella de aceite y... Olvidó algo.
-Tienes visita- llaman secuestrándome de mi comodidad. Alzo la vista y la veo ahí, tan parecida como diferente. Siempre creí que ella se parecía más a madre que yo, y no me equivoqué en nada. Aunque al final las dos somos casi que dos gotas de agua, y como todas estas, tenemos grandes diferencias.
-Bellatrix- dice mi nombre con una ira contenida. Lleva un vestido azul lago que le llega por debajo de las rodillas, su cabello suelto y castaño con canas la hacen ver (justamente) como madre.
-Tienes esa mirada- digo sin levantarme del piso el cual volví mi cama al sentirlo más cómodo -Madre tenía esa mirada fría, ¿No?-
-La tenía, si-
Sonrío en una mueca. Cierro una vez más los ojos esperando encontrarme con Hermione.
-¿Sabes el desastre que ocurre haya afuera?-
-Como puedes ver- me burlo abriendo los ojos -No, ¿Qué ocurre?-
-La señorita Granger hizo un gran escándalo. Tuvo una entrevista con Rita Skeeter en dónde admite las dos tienen una relación, además de explicar la "injusticia" de tu arresto pues hay gente del ministerio tras de las dos. Incluso mostró pruebas-
-¿Ella hizo eso?- me levanto tan rápido que me mareo, pongo mis manos y cara sobre los barrotes, como si pudiera salir. Quiero eso -Dime que es una broma-
-No lo es. La chica y sus amigos están de tu lado, ¿Puedes creerlo? Incluso ese chico al que le arruinaste la vida está con ellos-
-¿Longbottom?-
-¿A qué juegas, Bellatrix?-
-¿Jugar?-
-Este... Teatro, la chica esta bajo imperio. Me niego a creer que ella esté enamorada de algo como... Tú-
Doy un paso atrás. Levanto las manos y mostrándolas sin nada en las.
-No tengo varita, y si bien sé algunos trucos sin esta. Nada de alta complejidad-
Andrómeda me traga con la mirada, cada movimiento parece ser leído al milímetro por ella.
¿A esto vino? Un tipo de advertencia sobre Hermione y su... Peculiar forma de llevar las cosas, debe ser por algo. No creo ella sé el tipo de personas que saltan a un acantilado solo porque si... ¿Cierto?
Rita Skeeter, ministerio.
La niña está jugando con dos fuerzas antagónicas las cuales se aprovecharan de lo que pase.
No solo con esto sentenció su próxima estadía en el ministerio a revelar esto al mundo, sino que la sociedad mágica no pasará algo así por alto.
No es como si ella hiciera algo malo, pero que "la chica dorada" este junto a la terrateniente más letal del señor tenebroso es algo que si o si pasara factura más temprano que tarde.
Si pierdo el juicio las fuerzas del ministerio no tendrán ni que mover un dedo, ya que ella misma se puso la soga al cuello en su posible vida política. ¿Una heroína de guerra con una Mortifaga?, eso sin duda hará que sea constantemente vigilada en extremo si es que ella busca un camino político y social dentro de la comunidad mágica.
Además, quedará como la loca chica que se revolcó con un Mortífago, y no cualquier Mortífago.
La despedazarán. No tendrán piedad alguna, Incluso si gano y regreso a la libertad...
-Entendiste la gravedad, ¿Cierto?-
-Sí..., ¿Por qué?-
-Mataste a mi hija- responde con una frialdad que vi en padre.
-Andrómeda, yo-
-Mi cuñado está muerto, mi esposo está muerto. Lo único que tengo es a mi nieto el cual crecerá sin padres, los conocerá por fotografías e historias que le contarán y contaré-
-Quiero cambiar Andrómeda, estoy cambiando. Por favor, sé que no hay excusa. Pero-
-¿Pero?- se burla -Cuando mi nieto comprenda mirara con dolor la fotografía de sus padres, cuando sea adolescente llorara con la historia más divertida de ellos al no conocerlos- alza la voz al final. Y en mi mente viene la imagen de un bebé, un pequeño en total soledad. Soledad que impulse, soledad que atraje -¿Y sabes que es lo que más me molesta, lo que más me duele? Que con la fotografía que él sufrirá la habré tomado yo, que con la historia que con la que se derrumbará la contaré yo. Y el dolor de esos días será peor a lo que podrá experimentar... Pero no lloraré, porque de hacerlo, ¿Qué le diré?-
-... Tú-
-¿Qué le diré, Bella?-
-Andrómeda-
-¿¡Qué le diré!?-
-Lo siento- respondo dando un paso atrás sintiendo mi corazón latir con fuerza y mi mente regresando a la visión de un solitario infante.
-¿¡Qué le diré!? ¡Responde!-
-Lo siento- repito, mis piernas tiemblan lo suficiente como para que caiga al piso.
-¿¡Qué le diré, qué le diré!?-
-Lo siento, lo siento, lo siento-
Las palabras son un lamento, uno que rasga mi garganta y llena de lágrimas mis ojos.
Mi cabeza duele y un pitido en mi oído izquierdo comienza eclipsando por momento las palabras de mi hermana.
Me abrazo con desesperación, marco mis uñas en mis brazos consiguiendo un hormiguero doloroso.
-Lo siento, lo siento- chillo sin contenerme. Lágrimas, sudor y mucosidad se hacen uno en mi rostro. No importa, apenas y puedo ver o escuchar a Andrómeda.
Un guardia se asoma, luego otro, y otro. Los tres me ven con pena. La lástima se les escurre por la cara.
Uno de ellos, una chica. Se acerca e inmediatamente es detenida.
Dejan que llore, dejan que las dos lloremos.
-No tengo una vida- suelto finalmente lo que muchas noches pensé mientras abrazaba a Hermione -No tengo nada, no soy nadie. Jamás forme una familia, nunca busque algo para mí más que la servidumbre... No tengo nada-
Tanto Andrómeda como los guardias apartan la mirada. Mejor así, creo, tal vez.
-Mirame- pido sin la capacidad de moverme. Andrómeda acepta, la antes molesta mujer ahora parece tener miedo a encarar a su destruida hermana.
-Bella-
-Sé lo que hice, sé quién soy. Todos los días lo recuerdo para tratar... Hermione dice que voy bien, pero no entiendo que dice con eso. No tengo nada, yo... Por primera vez le temo a la muerte- un quejido hace que un guardia se acerque a la celda -No quiero morir. No quiero. Quiero ser alguien, tener a alguien. Quiero una vida-
Las lágrimas regresan con fuerza. Está vez bajo la mirada ante la vergüenza y rabia.
Veo las gotas sobre el piso gris y frío. Juntándose cada vez más.
Escucho unas llaves, la celda abrir, y antes de mirar siento como me abrazan.
Andrómeda huele como a casa. Es un... Algo, que percibo siempre en la casa de la chica.
-Bella-
-Lo siento- digo una vez más. Cierro los ojos de nuevo, y dejo que las lágrimas sigan su curso.
.....
-Según sé por Draco, tú eres alguien a quien no le agradaba ser el centro de atención, ¿No es así?-
Narcissa me señala con un trozo mordido de pan.
El día anterior fue demasiado movido para mi propio gusto, tuve que soportar a Skeeter, ir con Neville, rogarle a Andrómeda con el extra de que en la mañana las personas.
Las cuales al verme corrían en una exigencia de respuestas a lo dicho por el diario El Profeta.
No desmentí nada. Desde esta pequeña "lucha" con el ministerio junto a Bella, claro que...
Hubo gente que estuvo en contra de esto. Es normal, supongo.
Así que. Cuando desperté y vi la lechuza de Narcissa, supe que lo que montamos fue muy bien recibido.
Después de que Harry y Ron sobreactuarán el que Bella puede hacer un Patronus corpóreo, Narcissa decidió cambiar nuestro lugar de charla al ver la gran cantidad de personas sobre las dos, y tener nuestra charla en una cafetería Muggle.
-Y tiene razón, pero Kingsley no puede solo liberarla así porque si. Por lo que, nos aferramos a qué, en caso de un mal juicio-
-La gente sea testigo de dos bandos... Hablamos de una separación social en grupos, tú vives en los barrios Muggles así que no ves y entiendes lo que yo. Niña-
-No soy una niña-
-Lo eres, porque si no lo fueras entenderías el gran predicamento en el que te has metido. La sociedad mágica es más celosa y no olvida con facilidad, nos aferramos a las cosas de una manera admito anticuada y poco sana-
-Eso lo he visto en todos estos años, pero. No has dicho nada de lo que no me he preparado-
-Niña. Ambas sabemos que tienes intenciones políticas a futuro, y con las declaraciones que has dado estás se han hundido. No solo estás poniendo al descubierto al "nuevo ministerio" sino que estás emparejada con uno de los enemigos públicos número uno. Así que, no, no estás preparada-
-Narcissa. Te recuerdo que vengo de dos mundos, y al igual que muchos otros. Mi vida no debe estar atada al mundo mágico-
-Es broma, ¿Verdad?-
Niego. Narcissa parece desconcertada en extremo, mira su tasa llena de café y pasa el dedo por esta.
He visto a Bella hacer eso debes en cuando. Tal parece es un algo que hacen las Black a la hora de pensar.
-Estás loca. Abandonar un mundo-
-Bella no podrá regresar al mundo mágico de salir libre de esto, así que no veo la razón del porqué-
-¿Te escuchas? Si dejas esto no tendrás nada aquí. No estudios, no seguidores-
-Si, lo tome muy en cuenta. Incluso antes de Bellatrix, fue a inicios de quinto año. Siempre fui y seré alguien de estudios. Por lo que me prepare para lo peor y en vacaciones hacia exámenes extensos de preparación. Así que te equivocas, Narcissa. Tengo estudios Muggles con grandes resultados, tengo amigos que me ayudarán y si bien probablemente no estemos bien un par de años. Con el tiempo-
Narcissa levanta la mano para que deje de hablar. Bebe de su tasa para pasar sus manos por el rostro, como si las frotara sobre este.
-Niña estúpida- repite sin dejar de hacer su... "Masaje" -El chico Longbottom es tu mejor carta. Él salió en la radio como invitado está mañana y preguntaron sobre su opinión. Claramente esperando controversia-
-¿Y?-
-O tienes amigos muy leales, o son demasiado estúpidos para su propio bien- suelto una carcajada que hace sonreír a Narcissa -Dice que ha visto a Bella en sus inicios y en su ahora. Que la Mortífago no está más y que ahora solo hay una persona desorientada la cual quiere tener una vida-
-Bastante lindo por parte de Neville... Entonces, Narcissa-
-No estoy de acuerdo con tu método. Es como si fueras Voldemort anunciando una guerra con tambores y fuegos artificiales-
-Una vista increíble-
-Pero. Es mi hermana, y por más raro que me parezca que ella ame a una chica de la edad de mi hijo. No me pongo en contra..., la familia Malfoy te apoyará en todo lo que pueda. Ahora y en el futuro-
-Gracias-
....
La noticia de la chica dorada y el arma viviente de Bellatrix Lestrange nunca la contemplamos.
¿Deberíamos? No, ¿Qué posibilidades había?
Sabíamos que las dos se querían arrancar los ojos, pero esto... Es una broma cruel y burda del mundo.
Dowlling se adelantó, tuvo miedo y actuó como en los tiempos oscuros del ministerio. Claro que, a mi gusto personal esos tiempos existen desde antes del lord oscuro.
"Los años no vienen en vano", un dicho bien dicho.
Empecé como un joven repartidor, llevaba los Polvos Flu por el ministerio a lugares solicitados y ganaba lo poco.
Pero era dinero honrado al final de una larga jornada.
Cuando tuve edad suficiente y por azares de la suerte. Un mago promedio me apadrinó en el departamento de uso incorrecto de la magia, no era más que un secretario. Pero eso logro que escalara lento y firme hasta la posición en la que estoy ahora.
Empecé a los veinte, y el camino a los veintidós. Casi cuarenta y tres años de servicio para el ministerio.
Vi gente ir y venir, estuve cuando el lord oscuro se alzó en dos ocasiones.
Celebre sus dos muertes y ahora. Cuando la vida se ve alegre y llena de luz. Una chica llega.
Una chica la cual siquiera tiene un puesto afecta mi presente y futuro.
Todos estaban felices de que los señores Potter y Weasley se unieran a los Aurores.
Pero esa decepción al ver que la chica denegó fue lo que mando alertas de departamento en departamento.
Era sencillo. Le dábamos un ligero empujón a Lestrange y todo saldría bien.
... Las cosas no van mal. No, soy un hombre de oportunidades nacido y crecido en el seno de la carencia. Así que sé cómo usar las cosas a mi favor. Desde hacer que poco sea mucho a qué mucho sea eterno.
Un romance. No sé planeo, no debería haber tenido cabida. Pero la hubo, ahora hay dos bandos.
Uno a favor de la chica dorada y su mascota, y otro a la razón.
-Señorita Skeeter- saludo alegre y cordial.
-Ha pasado un tiempo señor Cage- dice con su clásica y chillona voz, presento la silla frente a mi escritorio y se sienta de forma elegante y coqueta -La última vez que estuvimos de frente fue por un problema en los Polvos Flu. Un desbastó por culpa de una plaga de duendecillos-
-Su memoria es digna de su trabajo, señorita- celebro con una risa -Pero no vengo a hablar de esos tiempos más sencillos, no-
-Es sobre el amor de Granger y Black, ¿Verdad?-
-Tan viva y perspicaz-
-Y bien, dígame, ¿Qué puedo hacer por usted?-
-Quiero. Que le recuerde a nuestra gente el tipo de persona que es Bellatrix Lestrange-
-Un apartado con las personas que han caído en sus duelos, los crímenes que ha cometido. Fácil, de hecho se está preparando ahora. Una noticia así debe tener matices para nuestro diario-
-Por eso me agrada, Señorita Skeeter. Siempre busca más de dónde le dejan ver- meto la mano en mi saco y dejo una bolsa llena de Galeones -Por las molestias-
Skeeter toma la bolsa, sonríe como la víbora que es y sale de mi oficina.
Un movimiento simple que hubiera hecho Dowlling.
Una cosa menos que tener en mente. Ahora, debo pensar que hacer con ese viejo gordo.
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