Todos nos sorprendimos cuando la tarde paso de un sol cálido a una aparente tormenta que se desató de golpe, incluso con magia nos fue imposible llegar secos a la madriguera en dónde la señora Weslay nos esperaba con un gran banquete como tantas veces lo ha hecho.

Ron se desploma en la mesa y comienza a comer sin importarle la humedad de sus pantalones.

-¿Cómo estuvo su día, chicos?- pregunta con su siempre brillante sonrisa. Me siento al lado de Ginny besando su mejilla y tomo un pedacito de la carne frente a mí.

-Vaya día, algo pesado...- se suena Ron antes que yo.

Una burla de Ginny para comer una vez más, al poco llegar el señor Weslay creando un aura familiar. La cual admito es la razón del porqué aún no dejo bien preparada la casa de Sirius, estará a mi nombre si. Pero eso no quita el respeto y cariño vacío que siento al ver la puerta de madera vieja.

-El día de hoy Lucius y yo dimos un gran paso con el caso de Hermione- explica el señor Weslay -Creemos que podemos empezar a armar una lista bastante rigurosa, y con ello... ¿Qué es eso?-

Un haz de luz entra en la casa, revolotea por todas partes pues se enciende y apaga constantemente. Cómo si costará mantenerse.

-Un patronus- dice Ginny a la vez que un animal, una hiena plata aparece en intervalos de luz.

"Se llevaron a Hermione, ¡Se llevaron a Hermione!"- grita el mensaje del patronus.

-Es Bellatrix- me levanto rápido de la mesa al mismo tiempo que Ron y el señor Weslay. El patronus repite un par de veces más el mensaje antes de desaparecer. Los tres saltamos y con un "Crack" aparecemos en la casa de Hermione.

-¡Bellatrix!- grita Ron entrando al hueco donde debería estar la puerta.

Le seguimos esperando lo peor, un Ron molesto es eso. Problemas.

Pero lo que hemos hace que sienta un vacío.
Bellatrix caminado de un lado a otro, temblando y repitiendo una y otra vez: "Se la llevaron"
En su mano sostiene la varita de Hermione y muy en el fondo están la puerta.

-Bellatrix- llamo. Ella salta y apunta con la varita -¡Tranquilo, soy Harry!-

-Se la llevaron, ellos. Eran Aurores- dice temblando.

-Dinos que paso- pide calmado el señor Weslay como siempre. Bellatrix asiente y comienza a contarle, Ron y yo sacamos varitas apuntando y diciendo: "appare vestigium"
Un humo amarillo, casi dorado, cubre la habitación y comienza a formar imágenes y sonido.
Bellatrix y Hermione están acostadas en el sillón jugando con la varita de Herms, Ron frunce el ceño.

-Se nota son cercanas- escupe a Bellatrix, ella pasa de él y con las imágenes explica:

-Estábamos en el sillón, mirábamos la televisión y jugamos con el Patronus. Fue cuando llegaron ellos- el hechizo deja ver cómo derriban la puerta, a Hermione peleando y el ataque a Bellatrix antes de que de desaparezcan -No conozco este hechizo ¿Es?-

-Es de seguimiento. Mientras fuerte el rastro mágico, mejor es- explico a lo que ella asiente.

-Si es así, entonces quieren que les siga-

-¿Seguir?- pregunta Ron.

-Hermione y yo creemos que personas en el ministerio tienen pocos intereses parecidos a los de ella, así que por eso estoy aquí. Cómo chivo expiatorio-

-Si los sigues y los enfrentas irás a Azkaban- dice él, Bellatrix niega. Muerde su uña en un temblor corto, casi un espasmo.

-No. Si es así, si voy solo y hago lo que quieran. La podrían asesinar, culparme y así se deshacen de las dos. No estaría la contra de Hermione a futuro y presente en el ministerio, y podrían saquear la fortuna Black como Lestrange-

En una muestra de raciocinio Bellatrix me sorprende, a todos de hecho.
Nos quedamos con la imagen loca de ella, exactamente... ¿Qué vio Hermione en ella que la logro cambiar?

-Si es así, debemos ir todos- murmulla Ron más serio de lo normal -Estás diciendo que un grupo del ministerio ve esto como una treta de poder gubernamental- Bellatrix asiente -Entonces. Si "el trío dorado" ataca directamente, no solo esto acaba. Si no que las cosas calmarían, como mínimo para las dos-

-¿Y qué esperamos? ¡Debemos irnos! No sabemos si realmente tienen bien a Hermione-

-Para ahí loca. La sociedad mágica no te quiere cerca-

-¡Debo ir, tienen a Hermione!- Bellatrix me mira, sus ojos se desenfocan ante un palpable miedo en ella -Por favor Potter, sé que me odias, pero te lo ruego. Déjame ir por ella-

-... ¿Por qué?- pregunto extrañamente algo obvio. Ya sea el recordar la última vez que las vi, el Patronus que mandó, o las imágenes de las dos abrazadas y recostadas en el sillón. Pero, extrañamente quiero que lo diga.

-¿En serio?- dice con burla -Lo sabes, todos... Pero eso quieres ¿No?-

-Bellatrix-

-... La amo. La amo Potter, ella sabe quién soy, y lo odia como debe pues no lo romantiza. Pero también cree que puedo cambiar y yo, yo creo eso. Así que te lo ruego. Déjame ir a salvar a la mujer que amo, por favor-

Ron se tensa a las palabras, el rojo en su cara se extiende mientras presiona sus puños. El señor Weslay no dice nada, pero en su mudes entiendo su perplejidad.

Por mi parte, tenía mis sospechas en la insistencia de Hermione sobre Bellatrix y después de esa charla con ella. Algunas cosas estuvieron por mi mente.

El hechizo appare vestigium confirmo mis pensamientos, pero. Después de una vida sin franquezas buscarla y tener conciencia es lo ideal .

-Bien- acepto tendiendo la mano -Iremos tras el rastro mágico, y los cuatro nos encargaremos-

Bellatrix sonríe, toma mi mano en un fuerte y firme agarre.
Todos nos preparamos, el señor Weslay coloca la puerta en su lugar y desaparecemos tras un salto.

.....

-Bella- susurro de nuevo en la oscuridad. Trato de mover mis manos una vez más, pero el resultado es nulo. Parpadeo bajo la presión de la banda sobre mis ojos, hay frío, no mucho, pero si el suficiente como para que el cuerpo tiemble.

¿Cuánto tiempo paso?
Después de que me llevarán aparecimos en una colina, me dieron un golpe y después se me fue puesta esta cosa.

Tal vez, ya pasó una hora, o dos... Tres.
¿Aún hay sol? No parece, el lugar hace que un retumbado se escuche en el techo además del sonido de goteras, debe estar lloviendo si. Eso...

Bella ¿Cómo estará? Ciegamente le dejé mi varita, pero después de despertar caí en cuenta en que si ella venía podría acabar en Azkaban una vez más y que la ayuda sería complicada si se aparece de la nada y sin mí delante ella.

No.
El que ella venga es el peor de los escenarios, una trampa obvia.

Pero Bella resalta por hacer ese tipo de cosas, ella podría a pacer y matar a todos sin que nadie se diera cuenta ¿No? Pero, es el ministerio quien está detrás.

"No vengas, por favor Bella"- pienso, esperando estúpidamente llegué mi pedido.

Un par de pasos hace levanté la cabeza. Trato de escuchar más, pero solo son esos pasos pesados, ¿Lo son? Parecen ser más de pasarela, como si unos tacones pisaran madera, un taconeo.

Arrastran algo, parece ser una silla. Espero lo sea.

-Bellatrix nos falló, señorita Granger- habla una voz bastante elocuente, diría que preparada para decir un gran discurso o venderte la peor basura posible -Teníamos en mente que ella arreglará nuestro problema, pero ya han pasado cinco meses, cerca a los seis y... Nada-

-¿Matarme? Pudo ser cualquiera, Incluso usar a un carroñero perdido en el camino que clama venganza-

-Correcto, algunos pensaron eso. Pero mi amigo y yo... Creímos que Bellatrix era la opción correcta, claro que no sabíamos que tendría un apoyó así su supuesta "reinversión"-

-¿Podemos dejar de lado esto?-

-¿Esto?-

-La escena de villano, pase por cosas así años antes de siquiera ver un corredor del ministerio. Es cansado todo esto-

-Egocentrismo Gryffindor- escucho carcajea.

El agarre de la banda se afloja hasta que cae, parpadeo para que mis ojos se adapten a la oscuridad.
Frente de mí hay un señor regordete, sus mejillas rojas y el cabello rubio peinado hacia atrás lo hacen ver amigable y cordial.

Claro que, la varita apuntándome a la cara le resta bastantes puntos.

Veo mi alrededor. Es una casa (quiero creer) está vieja, abandonada.
La ahora vista lluvia se filtra por el techo y las losas húmedas junto a manchas negras en las paredes hablan del abandono.

-Creeme, este lugar fue el ideal para ir cuando Voldemort estaba al poder- sonríe, como si contara un chiste cualquiera.

-Claro... ¿Y es?-

-Que falta de respeto- se queja ajustando un traje gris oscuro a medida de su... Panza -William Dowlling. Encargado y jefe del departamento de captura de hombres lobo-

-... No parece-

-Oh- dice riendo -No, claro que no. Los años llegan y no soy lo que fui, ahora solo soy el que se encarga del departamento como tal. Hace tiempo que no voy de caza-

-Supondré que es una de las personas involucradas en lo que sea que esto sea ¿No?-

-Correcto. Verá, señorita Granger. El ministerio se está reorganizando, no es para menos después de todo-

-¿Y yo?-

-La gente le tiene alta estima, no es para menos. Me incluyo, le agradezco cordialmente... Pero sus visiones son. ¿Cómo decirlo? Peligrosas para nuestro estilo fijo, como sabe. No muchos magos y brujas están contentos con bestias nocturnas como los hombres lobo. Así que tenemos total libertad de uso en mi departamento. En cazas, procesos y uso monetario. Si no saben o muestran interés a nadie le afecta. Pero sabemos que usted tiene ideas para nada gratas a nuestro estilo de vida-

-¿Y por eso me quiere muerta? Para que pueda seguir siendo un lastre-

-Bueno- chilla -No quisiera eso, lo digo en serio. Pero pensamientos así de radicales no son sanos para el sistema que se ha construido, no es personal si me lo pregunta-

Tras él un grupo de cinco aparece. Todos ellos con ropa de Aurores, con sus varitas listas para el ataque y a William sonriendo dulcemente.

Cómo si fuera a darme un regalo.

-¿Cómo dicen los Muggles? Solo son... Negocios-

-¿Me vas a matar?- trato de hablar valientemente.

-Si llega Madame Lestrange si, de otra forma creí que- busca en su saco, saca una pequeña botella y me la muestra -Podíamos ser más, creativos-

-Amortentia- leo sintiendo un frío en mis palabras.

-Correcto-

Una presión en mi pecho hace bajé la mirada, es miedo puro y crudo.

Me atemoriza morir en un lugar así, lleno de humedad y moho. Pero sería peor que usen la Amortentia o algo peor en mi contra solo para darles el gusto, Incluso puede que la Amortentia solo sea un pequeño paso para otra cosa.

No quiero que venga Bella, pero ahora la quisiera en mis brazos, quisiera abrazarla para sentirme bien... Es, gracioso ¿No?

Que me sienta bien al abrazar a la persona que una vez me torturó y acabo con varios de mis amigos.
Estoy mal, creo. Pero ahora la quisiera.

Quiero tener sus manos frías y rasposa sosteniendo las mías, deseo sentir su calor, compartirlo la una con la otra.
Besar su cabeza, cerrar los ojos mientras la tengo en mis brazos.

"Bella"- pienso, amargamente.

-Hijo de puta- trato de moverme, de levantar los brazos, pero unas malditas cuerdas lo impiden -¡Suéltame!- aplico más fuerza quemándome las muñecas con la fricción, me tambaleó de un lado a otro moviendo la silla. El estúpido cerdo solo se ríe apuntándome con el dedo -¡Déjame ir pedazo de mierda!-

-Estar con Bellatrix te hizo mal- se burla -Levántenla-

Uno de los Aurores obedece, me levanta firme y una luz azul lo manda a volar.
William sonríe y corre hacia mí, pone su varita en mi cuello y habla:

-Madame Lestrange- saluda -Pensamos que no vendría-

De la oscuridad y entre la lluvia aparece Bella, mi varita en su mano y lista para el duelo.

-No de un paso más, está en desventaja- advierte el cerdo -Ademas, no queremos que diga accidentalmente un mal hechizo- Bella deja de andar y baja la varita -Bien hecho, es hora de centrarnos a hablar-

-¿Quién más está en esto?- pregunta ella con voz chillona -¡Dime!-

-Algunas personas más y yo, pero no diré nada sin su cooperación-

-¿Para qué?-

-¿No quiere ser libre?-

-Si-

-El trato es, que usted se libere de la señorita Granger, es fácil ¿No? Y la dejamos en paz en el mundo Muggle con una varita no registrada-

Bella no dice nada, se acerca. Con paso lento, una vez cerca extiende la mano en un apretón que William festeja.

-¿Bella?- llamo.

-Tranquila sangre sucia- responde acercándose a mi cara, guiña el ojo y besa la punta de mi nariz -Es hora de estar en paz-

-¡Expelliarmus!- escucho grita la voz de Harry.

Bella desarma a William y lo aturde, sin pensarlo me arrastra con todo y silla dejándome ver a Ron y al señor Weslay luchando con el pequeño grupo de Aurores.

En una esquina Bella comienza a liberarme, repite cosas sin sentido una y otra vez hasta que puedo mover las manos.

-Listo- dice dándome la varita.

-¿Cómo?-

-Lance un Patronus corpóreo-

-... ¿Cómo?- vuelvo a preguntar con un grito de fondo y la risa de Ron tras ella.

-Pensé en ti, en las dos-

Paso mi mano por su mejilla, ella sonríe.
Me acerco, las dos. Y tras una lucha de fondo junto nuestros labios.

Son, secos, pero a la vez carnosos.
La sensación de caída persiste, por lo que me sostengo de su camisa.

Un gemido sale de su voz y se apaga en mis labios, un sonido sordo y embriagador hace que no quiera separarme, pero ella lo hace. A solo centímetros la una de la otra aún con el cuerpo entumecido y en éxtasis. Un éxtasis tan extraño para mí que Incluso con todas mis emociones explotando al mismo tiempo.

Me siento en blanco.

-Bella- susurró aún cerca de sus labios, casi rozándolos.

-Yo, yo...-

Nuevamente nos besamos. Pasamos de un roce a un baile mal hecho en dónde nuestros labios trataban de seguir al de la otra.
Al aire comenzó a faltar, pero la necesidad y excitación es tal. Que mis manos pasaron de su camisa a sostener su cabeza, a atraerla hacia mí y solo a mí.

-¡Bellatrix!- grita Harry asustando a las dos. Vemos a Harry y señala enérgicamente al cerdo que trata de huir, Bella solo mueve arriba la varita y lo tumba.

Regresamos a la realidad junto a lo demás. Los Aurores inmovilizados en lo que parece ser un "Petrificus Totalus"

-Sí que es gordo- se burla Ron, al verme me sonríe como antaño -¿Todo bien?-

-Si, gracias-

-¿Él?-

-Me quería asesinar o usar Amortentia-

Bella da un paso adelante a mis palabras, pero Harry la detiene y niega.

-No venimos a hacer eso, venimos por Hermione-

-¿Qué harán con los demás?- pregunta viendo a los Aurores.

-Llamare a Kingsley- dice Ron con su Patronus.

-Vayan a casa, les buscaré luego- pide Harry. Antes de decir siquiera algo Bella me toma la mano y aparecemos en la sala.

-Bella, iba a hablar con Harry para-

Sus brazos me rodean rápidamente. Ejercen fuerza sobre mí. Un quejido se escapa de ella, y sus piernas ceden haciendo que nos sentemos en el sillón.

-Tenía miedo...- dice arrastrando las palabras -Estaba aterrada-

-Bella-

-No quería que lastimaran a la persona que amo-

Sonrió, no hay shock.
Beso su cabeza, un nuevo gran gusto. Levanto su mirada, limpió sus lágrimas. Ambas sonreímos.