Octava Flor
—Solo tranquilízate.
—¿Cómo pretendes que me tranquilice? No puedo moverme joder.
HoSeok se levantó lentamente, tratando de no hacer algún movimiento brusco que sacara a HyungWon de su shock y lo haga caer.
No tenía tiempo de mirar a su paciente, debía primero ayudarlo.
—¿Puedes moverte?
—Acabo de decir que no puedo hacer ningún movimiento.
—Lo siento... Solo... No te desconcentres.
HoSeok se fue acercando poco a poco hasta tomar las frías y sudorosas manos de su paciente, colocándolas en el cuello propio a manera de crear un soporte y el menor no corriera riesgos de caerse.
Poco a poco se movió hasta conseguir cargar a HyungWon en un estilo nupcial y así, llevarlo a su cama para recostarlo.
HyungWon suspiró lleno de alivio cuando sintió la acolchonada superficie, dejándose hacer cuando HoSeok revisó sus piernas, en caso de haber una fractura. Sin embargo, no hubo nada de qué preocuparse.
—¿Cómo pasó? —Fue lo primero que interrogó el mayor poniéndose de pie. —Me refiero a lo que hacías.
—Lancé una revista hacía mi escritorio, golpeó el retrato que está ahí, creí que caería así que... Lo último que sé es que estaba de pie.
—Ya veo, ¿Tienes algún malestar? Dolor, mareos, náuseas.
—Solo la intriga de saber cómo sucedió. —Susurró. —HoSeok–ah, dime algo coherente sobre esto antes de que pierda la cabeza.
—Puedes llamarlo un espasmo. Una acción inconsciente. No es algo muy común, pero... Tu detonante fue solo un retrato.
HoSeok miró a Chae durante un momento, la angustia en su cara era algo nuevo de ver... Y muy disgustante.
—HyungWon, sé que no es el momento, pero...
—Ya sé lo que vas a decir. —Interrumpió soltando un suspiro lleno de amargura. —Solo... En estos momentos no puedo pensar. Ni quiero pensar.
—Descansa HyungWon, necesito que aclares tu mente.
—Si decido no hacerlo, ¿Te irás?
—Yo vine con el trabajo de ayudarte con terapias a recuperar la movilidad de tus piernas. —HoSeok se acercó a la puerta conteniendo la respiración, por más que sabía así eran las cosas, le costaba trabajo decirlo. —Si tú aún no quieres que sea el caso, entonces sí. Me iré.
Ninguno de los dos dijo nada, HyungWon seguía mirando al techo y HoSeok se fue. Prefería eso a escuchar otra palabra de su paciente. En esos momentos que no podía mantener la compostura.
Se encontraba en el debate más grande. HyungWon lo vivió por sí mismo, intencional o no, pudo ponerse de pie probando que el poder regresar a su vida anterior no eran tonterías o pérdidas de tiempo.
Para su desgracia, ya no había más que hacer, esos seis meses no hubo un cambio de opinión de HyungWon, así que tal vez era el fin.
No podía seguir insistiendo o dándole esperanzas. Si el menor no pensaba cambiar de opinión entonces no había motivos para estar ahí.
El dolor en su pecho no era algo fácil de ignorar; no más ayudas en la cocina con la señora Chae, no más debates con HyungWon, no más salidas al parque o días de maratones de películas... No más a lo que se había sentido una familia en mucho tiempo.
Sus ojos fueron a la fotografía que le dio a SoYou, donde su hijo vestía como un arcángel entre lámparas flotantes. Ya no habría más momentos así, tampoco charlas sobre niños o planes a futuro.
Solo le quedaba esperar a que HyungWon tomara una decisión, y rezaba porque eso llegara lo más pronto posible.
————————
HyungWon no habló de la situación con su madre, lo cual fue la señal para el enfermero de mantener total discreción, por más que él estuviera en desacuerdo era su trabajo el estar al margen de las decisiones de sus pacientes fueran o no fueran lo más conveniente a su perspectiva.
Tampoco podía decirle a KiHyun, este iría inmediatamente a contactar a la señora Chae creando el conflicto que HyungWon quiere evitar.
...Estaba atado de manos.
El siguiente par de días pasaron más o menos de la misma forma, haciendo que HoSeok se volviera a sentir en los inicios viviendo ahí.
Silencioso y con HyungWon en la sala sin darle una mirada o hablarle más de lo necesario.
Y algo dentro de él le decía que no debía mantener ninguna opción positiva; HyungWon le estaba dejando en claro con sus acciones que no iba a hacer nada con respecto a su estado. Y, por ende. Él iba a marcharse, lo quisiera o no.
—HyungWon, ¿Has tomado una decisión?
El menor no se inmutó, siguió leyendo en su sitio, dejando que el silencio y la tensión se acumularan en el ambiente. Shin tuvo un deja vú.
—¿No vas a responderme? ¿Enserio?... Yo... Creí que con eso te darías cuenta que no estás estancado y puedes rehacer tu vida. Hay una solución. De verdad esperaba me dijeras algo bueno, tu sentir en estos momentos. Siento que todo este tiempo no fue tanto para ti como lo fue de mi parte. Nos volvimos cercanos... O eso creí.
HyungWon pasó a la siguiente página, el sonido de las hojas viejas siendo desplazadas creaban un ambiente menos muerto, no por ello menos incómodo. Para HoSeok, eso también era una respuesta, su paciente no pensaba darle nada de lo que quería.
—Supongo que debo tomarlo como un rotundo "no". Mañana comenzaré a empacar mis cosas, si hablas pronto con tu madre, tal vez me vaya en el fin de semana para cumplir mi turno.
—Es tan fácil para ti hablar. —Su tono de voz le daba la impresión de estar apretando los dientes, mientras dejaba su libro en la mesa central, dando una inhalación profunda. —Desde que pasó eso, no dejas de hablar sobre el tema. No lo dices, pero cada vez que estamos en el mismo lugar siento tu mirada en mí, ¡Es molesto!
—Si hablarás conmigo la situación sería diferente, siempre ha sido el problema. No sabes hablar con nadie, por eso nos angustias, a tu madre y a mí.
—No por eso debes estar como un acosador monitoreándome todo el tiempo. —Bufó, observando al mayor quien frunció el rostro de vuelta.
—¡Soy tu enfermero! Ese es mi trabajo, además me preocupas, no sé qué pasa por esa mente tuya. Te dije al inicio que te daría tu espacio, pero en esta situación no es posible. ¡Te pusiste de pie! ¿No es motivación suficiente?
—Tengo miedo.
El susurro fue bajo, lento. Pasando por los oídos de HoSeok fuerte y claro en comparación, guardando la calma, sabiendo que no era momento de reclamos.
HyungWon miró a un lado, con vergüenza es su rostro, tratando de abrirse completamente por primera vez en seis meses que llevaba ahí.
—Tú lo dijiste, fue una clase de espasmo. Tengo miedo porque no tengo una garantía. Tal vez haya sido cosa de una sola vez, y cuando tome la terapia, termine por darme cuenta que es inútil, que ese espasmo fue tan solo eso. Miedo de poner esperanzas en mi madre y en mí mismo y no lograr el objetivo. Tengo miedo de lo que pueda pasar en ese proceso.
—HyungWon, tienes una garantía más grande que un espasmo, es tan simple que no le tomas atención y sin embargo ahí está.
—¿De qué hablas?
—No usas catéter.
Si a HoSeok le dijeran que HyungWon era capaz de reír, no lo hubiera creído.
Pero ahí estaba, viendo a su delgado paciente reírse en su cara como si fuera alguna clase de loco con necesidad de un psiquiatra.
—¿Qué tiene que ver el hecho de que no necesite un aparato para orinar?
—¿KiHyun no te lo explicó?
—No sé, no le presté mucha atención en el hospital.
—El no usar catéter quiere decir que aún tienes fuerza para retener esfínteres, fuerza en la parte inferior de tu cuerpo, que, si sabes desarrollar, puede hacer que camines de nuevo.
—Estas de broma.
—No lo estoy, es así de fácil.
HyungWon parpadeó un par de veces de manera rápida, siendo una cómica escena para el mayor. —¿Y tú lo sabías desde el inicio?
—No, al inicio yo creí que tenías un ligamento roto, gracias a tus engaños.
—No estoy jugando.
—Yo tampoco lo hago. Pero eso no cambia nada, si no quieres tomar la terapia así exista la magia y camines de nuevo en un segundo de nada sirve sin tu compromiso. Una vez iniciado no puedes parar en ningún momento, suceda lo que suceda.
—En estos momentos no puedo darte una respuesta HoSeok–ah. Se siente como si todo estuviera pasando en el mismo día que me siento fatigado en muchos aspectos. Además, no sé qué reacción pueda tener mi madre ante tal situación.
—Entiendo. Te dejaré, pero por favor no te demores. No tenemos todo el tiempo del mundo.
—Lo sé. Créeme que soy muy consciente de eso.
————————
Podía sentirlo y comenzó a tener empatía por HyungWon. Jamás creyó que una acción tan sencilla resultara tan incómoda.
Pero ahí se encontraba, siendo visto por SoYou casi sin parpadear. La situación le ponía los pelos de punta sin saber que hacer o el por qué.
—Ha pasado algo con mi hijo. —Fue la respuesta de SoYou, simple y clara. Comenzó a temer que los instintos maternos fueran tan acertados.
—No ha sucedido nada señora Chae. HyungWon solo se ha sentido fatigado según sus propias palabras.
—¿Y por eso te ves triste HoSeok–ah?
Sus ojos se abrieron con sorpresa. ¿Tristeza? ¿Eso era lo que estaba mostrando?.
Había razón en que estaba preocupado por su paciente, pero un sentimiento parecido a la melancolía...
¿Tanto así me importa HyungWon?
—No lo estoy, solo no he dormido bien. HyungWon se encuentra en buen estado.
—Puede que sea distraída HoSeok–ah, pero conozco a mi hijo y a ti también. Puedes hablar conmigo.
—Usted que haría si tiene una oportunidad en la punta de los dedos, pero aun así hay dudas, miedo y mucha inseguridad.
—Es complicado. —Respondió con una ligera sonrisa. —Es normal tener miedo por las cosas a las que no estamos acostumbrados, salir de la zona de confort que creamos. Pero en lo personal, estaría más arrepentida de no hacer algo al respecto que descubrir lo que puede pasar por cuenta propia. No vivir pensando "¿Y sí hubiera...?"
HoSeok asintió en acuerdo con SoYou, respirando profundamente para no soltar todo lo que tenía guardado como si de un crio acusando a alguien se tratara.
¿HyungWon podría llegar a pensar lo mismo en algún momento?
—Señora Chae... Que diría usted, si yo me marchara pronto.
—¿Tienes pensado irte?
Su tono de voz era dolido, tomada por sorpresa. Al ver su rostro angustiado lleno de tristeza, pensó en él como un traidor. Apuñalando a una persona llena de amor para todos con las palabras; pero no podía dar marcha atrás. Debía prepararse y hacer las cosas menos difíciles, no para la familia Chae, si no para él mismo.
—Puede ser, no es del todo seguro. Aún debo hablarlo con el Doctor Yoo y hacer preparativos.
—Ya veo... Bueno, sea cual sea tu decisión yo te estaré apoyando y siempre te daré las gracias por lo que has hecho por HyungWon. Espero lo consideres antes de darme tu respuesta final.
HoSeok asintió quedando a solas cuando SoYou le dejó en la cocina, con una taza de té que tanto le gustaba a la mujer mayor. Sentía que tenía mucho por analizar.
Descubrir que le gustaba estar con esa mujer trabajadora, dulce y maternal, que vivía por su hijo únicamente. Tanto que estaba distraída de muchas cosas que pasaban a su alrededor, queriendo solo protegerla, a pesar de no necesitarlo.
Saber que le gustaba estar todo el día con un joven impredecible, que tenía un mundo tan íntimo del que nadie era consciente. Un chico que apenas y mostraba expresiones, que tenía una forma de hablar muy particular; susurrado, suave e incluso perezoso, de léxico amplio.
Un joven que podía hablar de cualquier tema por horas y horas. De celebraciones, literatura, fauna, película, música o niños.
Que podía parecer hecho de hielo y sin embargo hacía pucheros cuando era sermoneado y detestaba levantarse temprano.
Un joven con sueños rotos, miedos y secretos.
Y por ese instante, la idea más loca que jamás en sus veintiséis años de vida, cruzó por su mente tan rápido como el viento.
Le gusta estar con HyungWon...
Le gusta HyungWon.
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